17.4.08

¡EN SIDOR, AVANZAR!

Cada vez que la Revolución da pasos de avance, cada vez que abre brecha hacia el Socialismo, inmediatamente se forman dos frentes de confrontación:
Uno, con la oligarquía capitalista rancia. Ésta nos ataca frontalmente, no deja pasar el mínimo movimiento de la Revolución, a todo le interpone obstáculo.
Pero, aunque parezca un exabrupto, este no es el enemigo principal, en este momento, el enemigo principal es el reformismo interno. Éste a la menor muestra de avance empuña sus armas para atenuarlo, desvirtuarlo.
El ataque del reformismo es más difícil de detectar, por eso es más peligroso. Se disfraza de Revolución, apela al populismo, tiene retórica de cambio, de avance. Confunde, socava desde adentro al proceso.
Debilita la Revolución, impidiendo, retardando su avance, creando desilusión en la masa, que confundida entra en reflujo. Y ese reflujo que el reformismo produce, crea las condiciones para el asalto fascista.
Es así, cada vez que la Revolución avanza se desata la lucha de clases, las fuerzas contrarrevolucionarias se confabulan contra el acto revolucionario, cualquiera que este sea, cualquiera sea su naturaleza.
Veamos con algunos ejemplos como operan estas fuerzas:
El gobierno revolucionario reactiva a INVEPAL, inmediatamente se desata la lucha de clases, los oligarcas rancios atacan de frente, los reformistas internos consiguen desvirtuar la acción revolucionaria y en lugar de convertir a la empresa en Propiedad Social, lo que sería un paso importantísimo en la creación de economía social y conciencia social, bases del Socialismo, inventan transformar a los obreros en empresarios, contribuyendo a la economía y a la conciencia egoísta capitalista.
Y a esa operación perversa le ponen el grandilocuente nombre de “cogestión obrera”. Por supuesto, el resultado es un tremendo frenazo a la causa del Socialismo.
Recientemente, con el proceso de nacionalización de SIDOR, se agudizó la lucha de clases.
Los oligarcas rancios, los capitalistas, presentan el hecho como un paso contra la “libre empresa capitalista”, vociferan contra la Propiedad Social, y alaban al capitalismo.
Los oligarquitos, y los aspirantes a oligarcas, todos reformistas, aprovechan la ocasión e intentan beneficiarse, proponen participar en esa propiedad.
Pero es en los obreros, funestamente divididos, donde la lucha de clases se manifiesta con mayor fuerza y claridad. Veamos.
Unos, no entienden su papel histórico y se muestran reformistas economicistas, llevados por esa cortedad de miras no pueden elevarse por sobre la reivindicación pequeña, mezquina. Por un “plato de lenteja” entregan la posibilidad de avanzar toda la sociedad hacia el Socialismo.
Otros, dividen el movimiento entre los obreros de primera, los que tienen acciones, y los obreros de tercera, los que no tienen ni siquiera contrato colectivo. Los que tienen acciones, junto a ellas adquirieron la conciencia capitalista igual que cualquier propietario, se transformaron en ariete capitalista en la lucha contra el Socialismo.
En el gobierno se reflejan todas estas clases y sus luchas.
La causa del Socialismo aún espera por los obreros clasistas, socialistas de SIDOR, los que planteen avanzar hacia el Socialismo.
¡SIDOR, Socialista!
¡Chávez es Socialismo!

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