En la Revolución Bolivariana existe una fuerte corriente que postula como modelo la convivencia estratégica del capitalismo con el Socialismo. Abundan las declaraciones de voceros capitalistas que aúpan esta tesis, y también proliferan las declaraciones de principales de la orilla bolivariana que aceptan la proposición.
La propuesta del híbrido capitalismo-Socialismo se ha defendido de muchas maneras, se dice que "es el camino a la paz", se propone como lo más eficaz, se elogia en aras de un proyecto nacional, autóctono, sin calco ni copia, etc.
A los que no estamos de acuerdo con esta barbaridad se nos intenta descalificar adjetivándonos de ultrosos, de radicales, de maximalistas. Discutamos.
Nosotros sostenemos que es una ingenuidad suicida pensar en una convivencia capitalismo-Socialismo como un modelo estratégico, léase bien: decimos como un "modelo estratégico", no nos referimos a la convivencia inevitable en el período de transición, nos referimos a estimular al capitalismo.
Sostenemos nuestra afirmación en las características históricas del capitalismo. Este es un sistema voraz que no se sacia nunca, siempre tiene hambre de capital y mercados. En su búsqueda de lucro arrasa con la humanidad y con el planeta, esa es su razón de ser, su esencia, no es un asunto de buena o mala voluntad de los capitalistas, se trata de una necesidad vital: si el capitalismo se detiene en su demencial crecimiento perece, y ningún sistema social se suicida.
De lo anterior se desprende que el híbrido, o Socialismo ingenuo, es imposible, el capitalismo terminará por engullirse al Socialismo en la economía y, lo que es peor, en el alma de la sociedad.
La discusión está planteada y mucha tinta ha corrido por parte de los que defienden el modelo híbrido o Socialismo ingenuo, ya es hora de que busquemos la respuesta en la realidad, en la práctica de la Revolución Bolivariana.
Una noticia nos llama la atención, los empresarios que proponen el híbrido ni siquiera esperaron a aprobar la reforma a la Constitución, y ya en una entrevista que se origina en el MINCI y aparece en el diario Vea el sábado 22 de septiembre, declaran: "propondrán la creación de una ley empresarial que genere tranquilidad y no dejar a los sectores extremistas la libre interpretación sobre el tema de la propiedad privada".
Prueba evidente que el capitalismo no descansa, está en ofensiva, demuestra esto que la tal convivencia capitalismo-Socialismo es en realidad una manera de enmascarar la lucha de clases.
Los capitalistas siempre estarán defendiendo sus intereses, siempre querrán expandirse, siempre querrán apropiarse de más renta petrolera, el capitalismo es insaciable.
Los Socialistas estamos en el deber de desechar ingenuidades, como esa de creer que los empresarios hicieron una nueva interpretación del marxismo y encontraron que Marx defiende a los empresarios y a la propiedad privada de los medios de producción.
Es ingenuo pensar que podemos construir Socialismo auténtico, sin combatir al capitalismo.
La propuesta del híbrido capitalismo-Socialismo se ha defendido de muchas maneras, se dice que "es el camino a la paz", se propone como lo más eficaz, se elogia en aras de un proyecto nacional, autóctono, sin calco ni copia, etc.
A los que no estamos de acuerdo con esta barbaridad se nos intenta descalificar adjetivándonos de ultrosos, de radicales, de maximalistas. Discutamos.
Nosotros sostenemos que es una ingenuidad suicida pensar en una convivencia capitalismo-Socialismo como un modelo estratégico, léase bien: decimos como un "modelo estratégico", no nos referimos a la convivencia inevitable en el período de transición, nos referimos a estimular al capitalismo.
Sostenemos nuestra afirmación en las características históricas del capitalismo. Este es un sistema voraz que no se sacia nunca, siempre tiene hambre de capital y mercados. En su búsqueda de lucro arrasa con la humanidad y con el planeta, esa es su razón de ser, su esencia, no es un asunto de buena o mala voluntad de los capitalistas, se trata de una necesidad vital: si el capitalismo se detiene en su demencial crecimiento perece, y ningún sistema social se suicida.
De lo anterior se desprende que el híbrido, o Socialismo ingenuo, es imposible, el capitalismo terminará por engullirse al Socialismo en la economía y, lo que es peor, en el alma de la sociedad.
La discusión está planteada y mucha tinta ha corrido por parte de los que defienden el modelo híbrido o Socialismo ingenuo, ya es hora de que busquemos la respuesta en la realidad, en la práctica de la Revolución Bolivariana.
Una noticia nos llama la atención, los empresarios que proponen el híbrido ni siquiera esperaron a aprobar la reforma a la Constitución, y ya en una entrevista que se origina en el MINCI y aparece en el diario Vea el sábado 22 de septiembre, declaran: "propondrán la creación de una ley empresarial que genere tranquilidad y no dejar a los sectores extremistas la libre interpretación sobre el tema de la propiedad privada".
Prueba evidente que el capitalismo no descansa, está en ofensiva, demuestra esto que la tal convivencia capitalismo-Socialismo es en realidad una manera de enmascarar la lucha de clases.
Los capitalistas siempre estarán defendiendo sus intereses, siempre querrán expandirse, siempre querrán apropiarse de más renta petrolera, el capitalismo es insaciable.
Los Socialistas estamos en el deber de desechar ingenuidades, como esa de creer que los empresarios hicieron una nueva interpretación del marxismo y encontraron que Marx defiende a los empresarios y a la propiedad privada de los medios de producción.
Es ingenuo pensar que podemos construir Socialismo auténtico, sin combatir al capitalismo.
¡Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
!A Reforma, SÍ!
!Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario