El pasado Aló Presidente, se inauguró una planta procesadora de maíz, fue un acto bonito, Socialista de verdad, verdad. Aquella planta productora de la Harina “Venezuela Socialista” es de ¡Propiedad Social! Pertenece a todos los venezolanos, y es administrada por el Estado Revolucionario.
La instalación de esta planta es un acontecimiento histórico, marca una tendencia clara hacia el Socialismo: el hecho de ser Propiedad Social administrada por el Estado, y de ser el inicio de diez similares que absorberán el diez por ciento de la producción nacional, nos indica que estamos dando prioridad a la Propiedad Social de los medios de producción en áreas distintas a la petrolera, y posibilitando así el entrelazar esta propiedad con la Conciencia del Deber Social, que es en definitiva el camino al Socialismo.
El avance es importante, la vía hacia el Socialismo Bolivariano se ensancha, toma su perfil: usar la renta petrolera para construir formas de propiedad generadoras de Conciencia Social. Convivir con las formas capitalistas ya existentes. No estimular propiedad egoísta capitalista. Distribuir con equidad. Propiciar una gran explosión de Conciencia del Deber Social.
Las tendencias definen los tiempos y determinan el futuro. Es por eso, que debemos estar contentos. La discusión sobre la propiedad se está resolviendo en la práctica, la tendencia nos indica la creación de la base material que se entrelaza con la Conciencia del Deber Social, la conciencia de pertenencia a la sociedad. Iniciamos la construcción de zonas económicas Socialistas.
Esta procesadora de maíz necesariamente incidirá sobre la producción, ya el Comandante lo alertó, los productores deben abastecer estas plantas, y también modificará el consumo y la distribución. Así se inicia la batalla por convertir al maíz en una zona Socialista, baluarte de la lucha antiimperialista, anticapitalista y bandera de soberanía.
La procesadora de maíz de Yaracuy es, sin duda, un punto de inflexión en el rumbo de la Revolución Bolivariana, que debe ser utilizado como impulso de la gran campaña difusora de los Valores Socialistas. Es necesario relanzar el motor Moral y Luces, darle el rumbo que nos señala la procesadora de maíz, ya lo dijo el Comandante, somos hombres de maíz, y somos hombres socialistas.
Es urgente fortalecer la Conciencia del Deber Social, el oligarca basa toda su estrategia en nuestras debilidades, la principal de ellas es la conciencia egoísta que aún persiste en la Revolución y que muchas veces ingenuamente estimulamos.
De esta se vale el imperio para tentar a los incautos: pretenden revivir las tarjeticas para incitar a la traición a la patria, el egoísmo es la base de la tarjeta que cargan por allí los sifrinitos de primero justicia, quieren captar debilidades en los barrios, piensan que treinta denarios, ahora de plástico, serán suficientes para que los pobres traicionen a los pobres. ¡Ilusos!
Todos los actos de la Revolución deben llevar este sello educador de la nueva moral y la nueva ética.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!
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