21.8.07

DISCUTIR LA REFORMA PARA HACER REVOLUCIÓN

Previamente precisemos: discutimos con fuerza y a veces en exceso, creemos que ese es el segundo deber del revolucionario: Revolución que no discute se desdibuja. El primer deber es fidelidad a la Revolución y a su líder, el Comandante Chávez.
Revolución que no es disciplinada, que no es leal consigo misma, se extingue, por eso discutimos duro, pero a pesar de las diferencias que persistan, con esa misma fuerza trabajaremos en el referéndum para que se apruebe la reforma.
Así es la conducta de los revolucionarios: discutir, pero leales y disciplinados. Es que la única manera de ser leales y disciplinados es discutiendo, y mucho. Entremos en materia.
Se nos propone discutir la reforma de la Constitución del 99. Nosotros pensamos que la discusión principal debe centrarse en el artículo 115, el económico, el que trata de la propiedad, ese es el centro, lo que de allí surja determinará el sentido de la Carta Magna, el rumbo de la Revolución.
Mucha confusión rodea al concepto de propiedad, no es casual, la oligarquía le interesa nublar el tema, ella sabe que Revolución que tenga claro este concepto es Revolución blindada.
Digamos de una vez nuestros conceptos y abramos debate:
“El Socialismo, que es en esencia la integración espiritual de la sociedad, no es posible sin la hegemonía de la Propiedad Social de los medios de producción, a su vez sustentadora de la Conciencia del Deber Social. Y esta forma de propiedad no es posible sin la administración del Estado.”
Las formas de propiedad propuestas, Publica, Comunal, Ciudadana, Colectiva, Mixta, Privada, son formas de propiedad que se engloban en la categoría de formas de propiedad antisociales, son formas de propiedad de sólo una fracción de la sociedad, que necesariamente desarrollarán sus propios intereses económicos, sociales, políticos, y se opondrán a los intereses económicos, sociales y políticos de la sociedad toda.
Lo anterior significa que estimulando estas formas económicas antisociales crearemos la base material para que se consolide la conciencia, la espiritualidad capitalista. De esta manera, en lugar de crear condiciones para avanzar hacia el Socialismo, creamos condiciones que hacen cada vez más difícil su instauración. En otras palabras, nosotros mismos yugulamos la posibilidad de construir el Socialismo.
La discusión de la reforma es fundamental para la Revolución, de ella debemos salir con más conciencia Socialista.
Ahora bien, hay una tendencia a desestimar la discusión de la reforma, concediéndole importancia sólo a la aprobación. Se dice que no es necesario discutir, porque esa reforma la hizo “gente que sabe mucho”, y además la aprobó Chávez. Eso es un error, el Comandante llama a debatir, a que el Pueblo discuta y haga suya la reforma, crezcamos juntos en la discusión y la comprensión de sus causas, el que sabotee la discusión por cualquier medio y con cualquier excusa, está al margen de la Revolución.
¡Irreverencia en la Discusión, Fidelidad en la Acción!
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

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