12.3.07

EL HILO DE ARIADNA

Ariadna, de acuerdo a la leyenda griega, era hija de Minos, rey de Creta. El héroe Teseo fue a Creta desde Atenas con un grupo de 14 jóvenes para matar al Minotauro, un monstruo mitad toro mitad hombre que estaba encerrado en los intrincados pasadizos del laberinto.

Cuando Ariadna vio a Teseo, se enamoró de él y se ofreció a ayudarlo. Ella le dio entonces un ovillo de hilo que había recibido de Dédalo, el diseñador del laberinto. Sujetando un extremo del hilo en la puerta, Teseo encontró al Minotauro y lo mató, y rebobinando el hilo fue capaz de escapar del laberinto.

De manera similar, en Venezuela, necesitamos un Hilo de Ariadna que nos permita descifrar el laberinto de la política. Veamos.

Nadie puede negar que la situación política es laberíntica: partidos se disuelven y a los pocos días resucitan, frescos como una lechuga en el mercado de Boconó. Más allá se forman comisiones que sólo viven algunas horas, y aparecen otras que creímos enterradas.

Todos dicen estar de acuerdo con la organización única que propone el Comandante, sin embargo, nadie se incorpora realmente. No hay duda, la situación de hoy se parece a un laberinto.

¿Cuál es el hilo de Ariadna?

Lo primero es captar que la confusión política no es un hecho aislado, es reflejo de la pugnas en el terreno social y económico. Entonces, sólo estudiando el momento en sus relaciones, comprenderemos las causas. Veamos.

La pequeña burguesía, comisionista del capitalismo, enquistada en la Revolución, sabotea la marcha al Socialismo, emponzoña todos los posibles pasos de avance. Examinemos.

Cuando era necesario ir a la Propiedad Social de los medios de producción para apuntalar el avance al Socialismo, la pequeña burguesía saboteó este avance en las relaciones económicas impulsando formas cogestionarias y las llamadas empresas recuperadas, que son escuelas de capitalismo, transforman a los obreros en pichones de empresarios.

Cuando fue necesario construir la Organización Social del Pueblo, impulsaron una organización comunal sin mayores vínculos con la sociedad, más allá del estrecho y mezquino territorio que ocupan.

Ahora, cuando la Revolución reclama la conformación de la Organización Única de los Socialistas, cuando es un deber acudir al llamado del Comandante, aparece nuevamente el saboteo pequeño burgués. A nada temen más que a un Pueblo organizado y con una vanguardia que lo guíe hacia el Socialismo. Levantan los mismos fantasmas de la derecha: “pensamiento único”, “Mesías”, “libertad de pensamiento”. En el fondo lo que están haciendo es cumplir su labor de zapa, sabotear desde adentro las posibilidades revolucionarias, así ha sido a lo largo de la historia.

Todas las revoluciones en etapa de definición han enfrentado las falsificaciones pequeñas burguesas. La ideología de la pequeña burguesía se caracteriza por cuestionar al capitalismo y, simultáneamente, por el terror a superarlo. En tiempo de definición revolucionaria es duvitativa, ambigua, culipandeante, falsifican al Socialismo, lo atemperan.

Hoy enmarañan la formación de la organización de vanguardia. Mañana…

¡Derrotemos las falsificaciones pequeñas burguesas!

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