21.2.07

ÉTICA, EXISTENCIA Y TRABAJO

ACERTADO ESTÁ EL COMANDANTE CUANDO DICE que la Revolución requiere un impulso ético, y pone como principal línea de trabajo para el 2007 el desarrollo de la Ética Socialista. Chávez nos invita a discutir el punto, que sin duda es trascendental para la Revolución. Estudiemos.

Una Revolución es en esencia un cambio en las relaciones humanas, y si consideramos a la Ética como el conjunto de reglas que rigen esas relaciones humanas, que nos dictan lo que está bien y lo que está mal, entonces podemos decir que una Revolución es un cambio profundo en la ética de una sociedad o, lo que es lo mismo, un cambio profundo en los sistemas de valores de la conducta.

La ética no está aislada de la existencia, del sistema social que se estudie. Por ejemplo, en la América esclavista era adecuado a la ética de aquella época, que un humano fuera propietario de otro humano. Ahora bien, la Revolución Francesa inspira el cambio de las condiciones de esa existencia y también de esa Ética, ya la relación de propiedad esclavista no es aceptada. Podemos decir, resumiendo, que la Ética está entrelazada con la existencia.

Siendo así, podemos mejorar nuestra definición de Revolución, y decir que una Revolución es un cambio profundo en la Ética y la existencia de una sociedad.

El cambio ético requerido por la Revolución Bolivariana, y propuesto por el Comandante, es el cambio de la Ética del egoísmo capitalista, donde es aceptado que un hombre se apropie del tiempo del trabajo de otro hombre, por la Ética del amor, del Socialismo, donde el trabajo de uno sea para beneficio de la sociedad y el beneficio de toda la sociedad, repercuta en beneficio de cada uno.

Para que este cambio maravilloso sea posible, y de acuerdo a lo que hemos dicho, es necesario que a la par del cambio ético se produzcan cambios en la existencia. Expliquemos.

Las condiciones de existencia sólo cambian profundamente, cuando cambian las relaciones del hombre con el trabajo. Por eso es necesario, imprescindible en una Revolución, que el trabajo del hombre deje de ser apropiado por otros hombres. Es preciso que el trabajo recupere su condición social, esto es, que el trabajo deje de ser una mercancía individual, un objeto de compra venta, y pase a ser un bien social. Y esto sólo se consigue con la propiedad social de los medios de producción administrados por el Estado, que es el representante de toda la sociedad.

Al cambiar así las condiciones de existencia, al hombre trabajar para la sociedad, hemos creado las condiciones para fundar la Ética del amor, la Ética Socialista. Ahora el trabajo no es una forma de explotación, sino una forma de cooperación del individuo con la sociedad, y al beneficiar a la sociedad, se benefician los individuos. Así el hombre rescata a su madre, vuelve al paraíso, recupera su condición de hombre social, se integra.

¡Rodilla en tierra con Chávez y el Socialismo!

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