26.2.07

ENSEÑANZAS DEL 27

Hay hechos que marcan grandes periodos históricos. Es así que el 23 de Enero de 1958 marcó la historia venezolana hasta el 27 de febrero de 1989. Toda la historia política nuestra en este largo período, estuvo signada por aquellos días ingenuos y heroicos de la gesta contra la dictadura de Pérez Jiménez.

Según se interpretaran los sucesos del 23 de Enero, así sería la conducta política de los revolucionarios.

Unos veían al 23 de Enero como un triunfo de la “democracia”, eran conformistas. Otros veían esos días como días de ingenuidad, traición y derrota, éstos mantuvieron en alto las banderas de la Revolución, luchando en ciudades y montañas, guiados por el ejemplo de Argimiro, de Fabricio...

Hoy el futuro de la Revolución Bolivariana está influenciado en gran medida por la interpretación que hagamos de los sucesos del 27 de febrero de 1989. Veamos.

El 27 de febrero encuentra a la otrora dirigencia revolucionaria en desbandada, unos pasados al enemigo histórico, es decir, integrados al pacto de punto fijo, otros diletando en las aguas del anarquismo tropical, que tiene dos pilares fundamentales: uno la negación del Estado, de cualquier Estado, y dos, la negación de la organización de las masas más allá de lo local, temen a la organización nacional. Esta teoría en definitiva deja al pueblo sin dirección y sin organización.

El 27 el pueblo fue a la calle sin dirección y sin organización, y a pesar de la gran explosión de energía social que allí hubo, fue incapaz de concretar una sola acción política, no apareció ni una consigna pintada en una pared, ni una prefectura quemada, nada que le diera un contenido político a esa conmoción social.

El 27 fue la tumba del pacto de punto fijo, y de las teorías anarcoides que pretendieron ser su alternativa.

Presentar esos días sólo como ejemplo de reacción popular contra el neoliberalismo, es privarlos de su lado más importante, las enseñanzas que emanan del fracaso de los reformistas y las teorías anarcoides, es condenarnos a repetir el fracaso del 27.

Hoy en Venezuela cuando estamos en época de definiciones, debemos aprender de las enseñanzas del 27:

Primera enseñanza, masa sin dirección política es muchedumbre, capaz sólo de destruir, pero incapaz de acciones constructoras de caminos. No puede salir airosa del enfrentamiento con un enemigo organizado y claro en los intereses que defiende. Entonces privar al Pueblo de una dirección es dejarlo inerme en brazos de sus enemigos.

Segunda enseñanza, masa sin teoría clara de su redención es Pueblo indefenso, que sólo podrá girar alrededor de los objetivos que les dicte el enemigo.

Tercera enseñanza. Masa sin organización es incapaz de realizar las tareas difíciles de la construcción y defensa de su futuro.

¡Sólo una correcta apreciación del 27 de febrero nos permitirá avanzar!

¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!

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