30.10.06

ORGANIZACIÓN

YA LOS BOLIVARIANOS COINCIDEN en que toda la oposición se plegó al plan desestabilizador que piensan desarrollar alrededor de las elecciones de diciembre. Los hechos nos impusieron desechar la fantasía de una oposición democrática. Si esto es así, si todos los pronósticos nos dicen que noviembre y diciembre son tiempos de confrontación cruenta, entonces, los bolivarianos debemos discutir la organización para la acción que se avecina. Veamos.
¿Cómo debe ser la organización del Pueblo para la confrontación que se avecina?
Para buscar la respuesta, estudiemos la historia reciente:
El Pueblo, en su búsqueda de la organización y los caminos de su redención, ha dado importantes batallas. El 27 de febrero salió a la calle iracundo, sin dirección, sin política, espontáneo, aquello fue una gran conmoción social fallida, no hubo ningún saldo organizativo, ni político, ninguna consigna, ninguna acción política, ni siquiera una acción combinada que envolviera a un grupo de personas más allá de las necesarias para violentar una puerta de una carnicería. Aquella inmensa conmoción, o quizá deberíamos decir motín, no fue capaz de poner en peligro al sistema, ni al gobierno, pero mostró la fuerza del huracán popular.
En contraste, encontramos la acción del 4 de febrero, una acción organizada alrededor de consignas políticas, con objetivos políticos claros, ejecutada por una organización, con una dirección. Esta acción dejó rastro político, dejó objetivos políticos señalados, pero no logró sus metas, ni descompuso de manera importante a un sistema que ya se resquebrajaba. Sin embargo, se mostró ese día la fuerza de la organización, del desprendimiento y de las ideas.
Y fue el 13 de abril, cuando se unen el volcán popular, la ira de los humildes manifestada el 27 de febrero, con la organización, el desprendimiento y las ideas del 4 de febrero, que el pueblo encuentra la forma de lucha que le permite hacerse dueño de su destino y derrotar a los oligarcas.
He allí la respuesta: sumar la energía volcánica del 27 de febrero, con la organización, visión política y el desprendimiento del 4 de febrero. Fusionar las dos experiencias, mejorarlas, construir y fortalecer la unidad civil-militar alrededor de objetivos políticos claros, con una ética altruista, con una dirección definida, alrededor del liderazgo del Comandante. Esta es la fórmula para enfrentar a los oligarcas que pretenden poner en práctica la aventura desestabilizadora, que hoy preparan frente a nuestras narices con una impunidad incomprensible.
En ese camino hemos avanzado. En los días que vienen debemos acerar la organización, concientizarla, prepararla para combatir en el terreno que nos plantee la oligarquía. Si son elecciones, los barreremos con los votos masivos de los bolivarianos. Si es desestabilización, los barreremos profundizando la Revolución. Esto es, daremos base material a la conciencia social que en la batalla se expresa.
¡Rodilla en tierra con Chávez y el Socialismo!
¡Si se meten con Chávez conocerán la fuerza del huracán popular!
¡A cada conspiración, responderemos con medidas revolucionarias!
¡Chávez amor del Pueblo!

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