30.10.06

EFICACIA REVOLUCIONARIA

LAS REVOLUCIONES, EN SU MANDAMIENTO de revolucionar todo, se tropiezan con barreras de variadas especies: militares, económicas, sociales, políticas, culturales. Cada barrera representa un reto para la marcha de la Revolución, en cada una hay una invitación a permanecer, y el miedo a lanzarse a la maravillosa aventura de revolucionar, de fundar mundos inéditos, de construir paraísos, de conquistar cielos.
De todas las barreras, las más difíciles de superar son las psíquico-ideológicas, las que sustentan las costumbres milenarias, producen las conductas cautelosas, y los valores castrantes. Veamos.
Las revoluciones en ejercicio del poder, enfrentan un reto donde se manifiesta claramente la barrera psíquico-ideológica. Este reto es la valorización de la eficacia. Expliquemos.
La Revolución es la superación de la sociedad del egoísmo por la sociedad del amor, de la fraternidad. Es la sustitución de la antisociedad de los egoísmos que luchan unos contra otros, por la sociedad integrada, donde el trabajo de cada uno se suma al esfuerzo social, en la que el éxito de uno es el éxito de todos y el fracaso de todos es el fracaso de cada uno. Este cambio en el fin del trabajo, que pasa de ser un medio de valorización del individuo, a ser un medio de valorización de la sociedad, produce a su vez una transformación conciente en la visión que se tiene de la eficacia y de cómo conseguirla, o mejor, de cómo superar la ineficacia.
En el sistema capitalista, se es eficaz individualmente, el triunfo de uno es el triunfo de ese individuo solamente, y así se valoriza. Se dice, por ejemplo, que un gobernador construyó una autopista, ignorando a los miles de obreros que allí dejaron su sangre, los ingenieros que la planificaron, las maestras que enseñaron a escribir y leer a esos obreros, la madre que los amamantó, el panadero que les dio pan, el ordeñador que les permitió beber leche. En otras palabras, se ignora a la sociedad que está por detrás de cada gesto de los individuos.
En la sociedad que supera al capitalismo, en el Socialismo, se es eficaz en tanto el trabajo contribuya al éxito social, y así se valoriza. El individuo sabe que su obra, es la obra de la sociedad que lo sustenta, su éxito es el éxito de la sociedad, y sabe que el éxito de la sociedad es el triunfo de cada individuo.
Es así, con el trabajo realizado en colectivo y con visión social, que los revolucionarios, inexpertos en funciones de gerencia y de gobierno, consiguen sobreponerse a sus carencias y conquistar una eficacia, que es superior a la eficacia del capitalismo, porque libera la fuerza social que estaba presa de egoísmo.
El salto de una eficacia del egoísmo a una eficacia de lo social, es vital para la Revolución. Por eso debemos derrotar las tentaciones de resolver los problemas usando la eficacia engañosa del individualismo, usando las armas melladas del pasado. El trabajo colectivo, con visión social, es la seguridad de la marcha hacia el Socialismo.
¡Rodilla en tierra con Chávez y el Socialismo!

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