1. Después de establecida la Gran Colombia El Libertador enfrenta una decisión, ir al Sur para expulsar definitivamente a los españoles del continente, o permanecer en territorio grancolombiano consolidando la nueva nación. Sabía Bolívar, que la libertad de la naciente patria dependía de la construcción de un polo de naciones que participara en el equilibrio geopolítico mundial, que no era posible la existencia de naciones aisladas sin que fueran subyugadas por los imperios existentes. Pero dudaba, sabía también que la patria nueva reclamaba sus esfuerzos, había tareas inconclusas, los espectros infames rondaban su criatura.
2. Ellos saben que el Comandante Chávez es invencible, no hay forma de que ningún candidato de la oposición lo derrote, pero saben también que la Revolución sí es derrotable, y hacia ella enfilan sus baterías. Más fácil es derrotar a la Revolución que derrotar a Chávez. Si ellos inventan una campaña contra Chávez, sin duda, se estrellará contra la barrera formidable que es el amor del pueblo. Sin embargo, una campaña contra la Revolución puede pasar desapercibida y, de esa manera, debilitando a la Revolución, debilitan a Chávez, le quitan su fuerza. En resumen, el imperio tiene como estrategia debilitar a la Revolución para debilitar a Chávez.
3. El misil más potente que nos lanza el imperio, está dirigido a las bases mismas de la Revolución: los valores morales y éticos. Una Revolución es una transformación radical de los valores morales y éticos. Es una sustitución del egoísmo, fundamento del Capitalismo, por el amor, fundamento del Socialismo. Es ir de una sociedad que se rige por el principio aceptado de “guerra de todos contra todos”, hacia una sociedad que se rige por el principio de “solidaridad de todos, el amor de todos”. Este es centro de la Revolución, es allí donde se decide el destino de los procesos, por eso el primer misil es dirigido contra los valores revolucionarios.
4. En los últimos días algunos oportunistas han comenzado la migración de bando. En los periódicos aparecen los sutiles puentes hacia el Este, y algunos más osados hacia el Norte. A Dios gracias, esos oportunistas son patarucos y han salido en falso. ¡La Revolución goza de buena salud!
5. Queremos recordar con amor al Camarada Gustavo Machado, y decirle que aquí estamos, guiados por su ejemplo, sus enseñanzas, su valentía, y luchando siempre por ser fieles a su legado.
31.7.06
MISCELANEAS 16
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