4.10.12

EL CHINGO Y EL SIN NARIZ (Jueves 04-10-2012)


La estrategia del chingo y el sin nariz es muy utilizada por el capitalismo, de esa manera distrae las luchas revolucionarias, las enmascara. El asunto es de muy importante estudio para los revolucionarios, hoy corremos peligro de esa confusión. Veamos.
Está claro que el objetivo de la Revolución  es avanzar hacia el Socialismo. Y está claro que las fuerzas capitalistas intentan a cada paso, en cada situación evitar este avance, con este fin construyen situaciones, crisis, "soluciones" que nos aparten del camino. Veamos.
Hoy en el campo oligarca, como todos estos años, están presentes la opción golpista y la opción presuntamente democrática. Se presume que las corrientes golpistas planifican un asalto violento, un desconocimiento de las elecciones, una salida paraconstitucional. Y se supone que los "sectores democráticos" de la oligarquía no quieren ese tipo de acciones. Ese es un cuadro aceptable. Las divergencias, los problemas surgen cuando se toma posición frente a este paisaje.
Los enfoques desde el campo bolivariano son principalmente dos: unos, los pragmáticos,  plantean dividir el campo oligarca, aislar a lo que ellos llaman ultraderecha, a los golpistas, "al chingo", y lanzar puentes a los supuestos demócratas, "a los sin nariz". A primera vista la maniobra parece genial. Sin embargo, si se mira más de cerca surgen dudas, interrogantes, alertas.
Considerar a la oligarquía dividida en "demócratas" y golpistas es una candidez desmentida por la historia, sin ir muy lejos, en abril todos los caimanes estaban en el mismo charco golpista, desde teo hasta peña esclusa, desde pérez recao, el que tenía los paramilitares, hasta el cardenal, desde globovisión hasta venevisión. Pero concedamos que está dividida, que es posible abrir grietas entre esos segmentos, las preguntas que surgen son: ¿a costa de qué? ¿de claudicar con el Socialismo? ¿de situarnos en un centro que contente a todos? ¿de hacer estratégicas las concesiones? 
En el caso de una emergencia muy grande, que no la hay, en el caso de una crisis económica, que tampoco la hay, sería justificable algún sacrificio para intentar abrir esas grietas, por aplicar aquello de divide y vencerás, y en ese caso sería una concesión meramente táctica. Pero ahora, en esta situación hay que tener cuidado, recordar la pérdida de la posibilidad revolucionaria del 23 de enero del 1958, cuando una unidad justa para derrocar a la dictadura también sirvió, al pretender hacerla estratégica, para hipotecar a la Revolución.  
Si como todo lo indica la derecha está preparando un golpe, a eso no lo para conversaciones, ni puentes, ni concesiones, son instrucciones del amo del norte que están caminando. Recordemos que Allende ensayó todo tipo de maniobras, de acuerdos, de puentes, y el golpe siguió su marcha inexorable. Lo único que disuade al zarpazo, que lo derrota, es el pueblo movilizado, el gobierno dispuesto a profundizar, esa es la conducta correcta. La conciliación, la desmovilización estimula el asalto.
¡Con Chávez Lealtad! 

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