Banesco, el capital financiero fiel a sus propios intereses, trajo a tres expresidentes para unas conferencias, el hecho merece comentarios.
Primero, la oligarquía valoriza el pensamiento, la reflexión. Saben que la dominación se sustenta allí, en el espíritu. La dominación será del que tenga hegemonía ideológica, y sólo su creación da sentido a la hegemonía económica. La reunión de Banesco afirma esta tesis.
Segundo, como es lógico pensar, vinieron a reforzar la tesis capitalista. Si revisamos las declaraciones, este punto salta a la vista, sobre todo con felipillo que ahora funge de gestor, ya descarado, de las transnacionales.
Tercero, vinieron a atacar al gobierno de Chávez, a la Revolución. Sus declaraciones, con un tenue velo de respeto a la soberanía y un discurso lleno de metáforas, atacan al gobierno, siembran dudas.
Cuarto, cumplen la función de sustentar la estrategia de la candidatura de la oligarquía internacional, la de capriles. A veces lo hacen con sutileza pero otras no resisten y se les ve con claridad las intenciones de asimilar la situación al Chile de pinochet. Llaman a un diálogo descarado, dicen que hay que olvidar al pasado. Este es un discurso que se repite en toda la oligarquía internacional, desde obama hasta el inefable lagos.
Estos cuatro tópicos: reconocimiento a la teoría, defensa de sus tesis económicas, atacar a Chávez y apoyar a capriles, demuestran que la oligarquía internacional y nacional saben lo que hacen, tienen su estrategia.
Nosotros debemos dar respuesta en estos tópicos. Prestigiar la teoría, el estudio, defender la tesis Socialista, desmontar las tesis capitalistas, defender a Chávez, desenmascarar a capriles.
Es necesario en esta etapa fortalecer la teoría que guíe la práctica, y que nos ubique en el campo de la confrontación, saber que no estamos sumergidos en una elección burguesa tradicional en la que no se decide nada trascendente, al contrario, estamos en medio de una batalla donde se juega el destino de la nación, del continente y de la humanidad. Es así, hoy el capitalismo agotado dirige a la humanidad al abismo, es necesario sustituirlo.
No es posible vivir, ni bien, ni mal, si seguimos con el capitalismo, el único futuro posible en ese caso será el caos. La humanidad vivirá penurias nunca imaginadas. Las hambrunas, hoy confinadas a algunas regiones del África, se extenderán a todo el planeta, las corrientes de migración serán caldo de cultivo para el nacimiento de bandas con terrible ética. La vida se detendrá, la naturaleza tomada por la furia del descontrol, atentará contra sí misma. El mundo cambiará drásticamente, la vida ya no tendrá cabida, será expulsada del planeta.
Eso representa capriles, es el obstáculo inmediato que la oligarquía capitalista coloca en el camino de la redención, de la posibilidad que hoy somos.
Solo así podremos derrotar las debilidades en nuestro campo y estaremos preparados para enfrentar al monstruo, rechazaremos sus seducciones.
¡Con Chávez!
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