6.6.11

LA BATALLA DEL ESTUDIO (Lunes 06-06-2011)

En cada paso que da la Revolución siempre la necesidad de estudio se hace presente. Los grandes líderes revolucionarios impulsaron la formación como columna de la Revolución, empezando por Bolívar que entendió temprano que “un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”, y que sólo la educación podría evitar que el pueblo fuera abusado en su credulidad.

Ya es hora, los acontecimientos recientes lo indican con precisión, de enseriar el estudio, de socializar la ideología revolucionaria, hacer que el pueblo se apodere de, y se empodere en, la nueva cultura. Difundir una nueva manera de pensar, de reflexionar, un nuevo método de análisis, distinto de las trivialidades que nos han instalado en la psiquis los medios de difusión cultural del capitalismo, distinto de los valores morales, de la ética que nos imponen los medios audiovisuales, el cine, las novelas, el púlpito, el museo, la escuela.

¿Por qué hasta ahora la Revolución ha fallado en la intención de estudio?

Es importante analizar las causas, sólo de esta forma podremos retomar el camino de la formación de las masas, del nacimiento de una nueva cultura.

El origen de las fallas en la educación revolucionaria se encuentra en la ideología pequeño burguesa y su versión anarcoide, incapaces de dar el salto hacia la construcción del Socialismo.

Ya sabemos que la pequeña burguesía no puede construir el Socialismo, lo más lejos que llega es a criticar al capitalismo. No puede superar la propiedad privada de los medios de producción, ese es el fundamento de su egoísmo, de sus salidas individuales. Si tiene cualquier poder lo usan, en definitiva, para crear más capitalismo.

Su versión anarcoide, con su rechazo pusilánime al Estado, a todo Estado, los conduce a una visión errada de la dominación y, por tanto, de la liberación. Ellos ignoran la hegemonía de la ideología capitalista, de sus valores, de su cultura, así reducen la Revolución a una visión distorsionada del “pueblo colonizado” por la cultura capitalista: esperan que haga y construya la Revolución de manera espontánea. Para ellos no hay necesidad de vanguardia, de estudio, el “pueblo sabrá que hacer”… Entonces, para qué estudiar, quién enseñará a quién, para qué dirección?

Con esta postura absurda y pedante sabotean cualquier intento de estudio, de formación.

Pero sin estudio no pueden resolverse los problemas de la marcha revolucionaria, la masa, sus dirigentes, no entenderán la táctica y la estrategia, no sabrán manejar la irreverencia y la disciplina, confundirán causas con consecuencias. Así, son capaces de establecer como objetivo la burocracia, pero aceptan sin parpadear el hibrido capital-Socialismo y la propiedad nosocial de los medios de producción que les dan origen.

El Che en carta a Hart, en 1965, desde el campo de batalla, le dice: Por eso hice un plan de estudio para mí que, creo, puede ser estudiado y mejorado mucho para constituir la base de una verdadera escuela de pensamiento; ya hemos hecho mucho, pero algún día tendremos también que pensar.

¡Con Chávez resteaos!

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