En la turbulencia revolucionaria toda acción de gobierno es un escenario para el combate entre el Socialismo y la restauración. Los refugios no escapan a esta situación, allí ocurre, hoy, una de las batallas más importante de la Revolución.
Los refugios, más allá de la acción asistencial, que es justificada, se deben considerar territorios políticos de primera prioridad. Alrededor de los albergues se enfrentan varias ideologías. Veamos.
La primera que encontramos es la ideología capitalista opositora, que busca convertir la tragedia en lucro político. Andan a la caza de cualquier dificultad para incitar a la protesta. Sus medios de nocomunicación difunden, magnifican cualquier malestar. Pretenden convertir a los dignificados en niños consentidos, que sólo aprobarán al padre si se les cumplen todos los caprichos, convertirlos en “instrumentos ciegos de su propia destrucción”.
Otra ideología que aparece frente a los refugios es la ideología tradicional cuarta republicana, es aquella que postula que el apoyo del pueblo humilde al gobierno estará en relación directa al beneficio material. Esta conducta, clientelar, adeca, populista, degrada al pueblo humilde a la condición de mercenarios, ofende así, a los herederos de las grandes hazañas que nos dieron la nacionalidad, subestiman al pueblo de Bolívar, lo neutralizan para acciones constructoras de mundos, lo confinan a la mediocridad. Son en el fondo enemigos del pueblo y de la Revolución.
También nos encontramos con la ideología, la actitud revolucionaria, que propone, con un alto grado de fe en el pueblo, que los refugios se conviertan en símbolos de la lucha por la conquista del Hombre Nuevo, que allí se produzca una transformación que asombre al mundo, que sea ejemplo de lo que es capaz un pueblo antes explotado, expropiado material y moralmente, cuando se le da la oportunidad de erguirse y demostrar sus mejores condiciones humanas.
Allí en los refugios se confronta el futuro de la patria. En ellos se decidirá si regresamos a condiciones de esclavitud moderna, o si es posible escapar a la condición de pueblo rentista, si es posible que afloren colectivas muestras de una sociedad con alto grado de Conciencia del Deber Social, conciente de que amor con amor se paga, que la suerte de todos depende del comportamiento de cada uno, y la suerte de los individuos depende de la suerte de la sociedad toda, que no hay salida individual. Este es el reto de la Revolución.
¿Cómo medir el avance en los refugios?
La medida será el grado, la calidad y la cantidad de las acciones colectivas que sea capaz de hacer el refugio, o los refugios.
Sería emocionante, sería buen augurio para la Revolución, si los refugios un día se concentran en el Teresa Carreño para un acto cultural, donde presenten su poesía, corales, teatro, donde se presenten sus brigadas de Trabajo Colectivo Voluntario para la autoconstrucción de viviendas, donde se apoye al Comandante, a la Revolución. En definitiva, donde se muestre el hombre elevado en su condición humana, beneficiado por el esfuerzo de todos, desprendido del egoísmo.
¡Chávez es Garantía!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario