El Metro de Caracas ya no es suficiente para resolver el transporte de la megalópolis. Variadas son las soluciones que se ofrecen, desde las demagógicas e irresponsables de ledezma, hasta las cautas del Ministro del Transporte, que recomienda no usarlo. Nosotros pensamos que las dificultades del Metro deben analizarse con más profundidad. Veamos.
La civilización capitalista da claras muestras de inviabilidad: El desequilibrio ecológico, que afecta los ecosistemas, extingue especies, acaba con la armonía de la naturaleza. El cambio climático, que derrite hasta los hielos del Kilimanjaro. Las recurrentes crisis económicas, serían algunas de ellas.
Aquí en Venezuela las dificultades de la civilización capitalista, gracias al gobierno revolucionario, aún se manifiestan atenuadas, sin embargo, emergen de la estructura misma de nuestra sociedad.
Una de esas manifestaciones es la reciente sequía que amenazó con una profunda crisis eléctrica, otra es, sin duda, los problemas del Metro, del transporte, también la inseguridad.
El Metro pasó de transportar 55 millones de pasajeros en el año 83, a casi 500 millones en el 2009. Es fácil percibir que el problema es estructural, la megalópolis capitalista es inviable.
La crisis de la civilización capitalista es ineludible, las dificultades se irán agravando, no hay respuesta definitiva dentro del sistema capitalista. Dentro de él sólo se pueden aplicar paliativos, el destino ineludible es el colapso sistémico.
La solución sólo puede ser social, es imprescindible romper el círculo vicioso de satisfacer las necesidades con medidas que profundicen la crisis, es urgente construir otra manera de vivir, de percibir al mundo, de relacionarnos entre nosotros y con la naturaleza.
Mientras la sociedad exija consumo demencial no habrá solución, mientras ponerle coto a ese consumo signifique perder el apoyo popular, mientras la política se decida a favor de quien dé más hoy, aunque así nos acerquemos a la debacle final, mientras esta sea la lógica que rige a la sociedad, no habrá futuro ni para el país ni para la humanidad.
Sólo una sociedad capaz de decidir su destino, liberada de la lógica que le impone el capital, podrá sobrevivir, ser ejemplo para el resto de la humanidad. Esa sociedad es la sociedad socialista. Construirla es el reto nuestro.
Es vital avanzar hacia el Socialismo, es un asunto de vida o muerte, o lo hacemos o perecemos, ya no es tiempo de paliativos.
Y caminar hacia el Socialismo significa tomar medidas que cambien radicalmente nuestra manera de vivir, aunque a esas medidas las califiquen algunos como “locura”.
Demostremos que tenemos gobierno y sociedad con la intención de ser diferentes, demos un ejemplo al mundo. Enfrentemos los problemas que nos presenta la crisis del capitalismo con medidas audaces que vayan al centro de los problemas, expliquemos al pueblo su alcance, atrevámonos a romper esquemas y tradiciones, corramos los riesgos de fundar un nuevo mundo. Confiemos que el pueblo entenderá esas medidas. Su discusión nos educará en el Socialismo.
¡Chávez es garantía!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario