7.3.10

LAS FARC NO SON TERRORISTAS

Un juez español acusa al gobierno de vínculos con “grupos terroristas”: FARC de Colombia y ETA del país Vasco. Inmediatamente el partido de Aznar pide el rompimiento de relaciones con Venezuela, y Zapatero pide explicaciones. A primera vista se percibe la maniobra, pero lo interesante del hecho es la reacción de mucha gente nuestra. Veamos.
Primero, aceptamos como un hecho que las FARC y la ETA son terroristas, entramos así en la lógica del enemigo.
El calificativo de Terrorista lo otorga el imperio a su conveniencia y desde su soberbia, no existe una definición clara, el término se mueve acompañando los intereses imperiales. Así, las FARC serían terroristas, pero el fundador de los paramilitares, Uribe, sería un demócrata. Las invasiones de los gringos, los genocidios, las cárceles clandestinas, Guantánamo, la ocupación de Irak, las bombas atómicas con las que amenazan al mundo, la contaminación con la que lo asesinan, el embargo criminal a Cuba, el secuestro a los Cinco Héroes Cubanos, el estímulo a las mafias de Miami, el albergue a Posada Carriles, el amparo a Orlando Urdaneta, que pide magnicidio contra Chávez, y un largo etc. Todo esto, según ellos, no califica al imperio como terrorista.
Califican a las FARC de terroristas, pero no explican por qué, lo dan por sabido, y el que no esté de acuerdo corre el riesgo de ser también calificado de terrorista.
Nosotros decimos que ¡las FARC no son terroristas! Cometen errores, se desvían del camino, nosotros tenemos divergencia con ellas, pero no son terroristas. Es una organización de resistencia a la oligarquía colombiana, la misma que asesinó a Bolívar. Las FARC tienen muy bien justificada su existencia, ésta se yergue sobre la sangre de miles de campesinos asesinados por los paramilitares de Uribe, y millones de desplazados por la oligarquía.
No es un pecado tener nexos con ese movimiento, al contrario, es un deber de revolucionarios tenerlo, relacionarse con ellos desde la crítica. Hablar con ellos tiene tanta justificación, y quizá más, que hablar con Uribe, o con Santos, su lugarteniente.
Los voceros del gobierno deben tener cuidado de no caer en la lógica del imperio, no hay que salir despavoridos a dar explicaciones a quien no las merece. Es un desliz hacerse eco de la calificación de “banda terrorista” a ETA, o de “terrorista” a las FARC.
La acusación es una trampa con dos caras: hagamos lo que hagamos ellos nos calificarán de protectores del terrorismo. Si el gobierno dice que ni las FARC ni la ETA son terroristas, se ganan el calificativo de protectores del terrorismo. Pero si acepta la acusación, si se pliega a la lógica del imperio, está abriendo caminos a la derecha nacional.
Acertada la posición del Comandante: no tenemos que dar explicaciones a nadie, menos a los verdaderos terroristas.
No debemos explicaciones a nadie, Venezuela es soberana, y establece relaciones y conversaciones de acuerdo a su libre albedrío, como lo hace cualquier país soberano del mundo.
¡Chávez es Soberanía!

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