10.3.10

LA SEÑORA HARNECKER ARREMETE DE NUEVO

La Señora Harnecker arremete de nuevo contra la posibilidad socialista, antes dispararon la teoría del Hiperliderazgo.
La ideología que ella representa, siempre en el intento de fragmentar a la masa revolucionaria, ahora arremete contra el Estado, contra la centralización. Ocultan así un ataque abierto a la Revolución Cubana. ¡Que coincidencia! ahora que los oligarcas acusan a los cubanos de “fuerza invasora”.
El día 6 de marzo la señora Harnecker publica un extenso artículo donde trata de demostrar las bondades de la descentralización y lo nefasto de la centralización. Allí mezcla citas traídas por los cabellos, con elucubraciones y afirmaciones sin ninguna base. El artículo merece una respuesta, es necesaria por la confusión que trae a la masa revolucionaria.
La señora acomoda los argumentos a su conveniencia, expone un sarcasmo de centralización, y después, por supuesto, arremete contra ese fantasma destartalado que ella creó. No vale la pena desmontar esa ficción que ella urde. Es necesario ir al final del artículo, donde muestra las costuras. Veamos.
Después que habla de los esfuerzos de Cuba por afinar el poder popular, que dicho sea, allá es un tejido social que conecta a los núcleos capilares con las instancias nacionales y regionales, después que habla, repetimos, de los ajustes que se hicieron en ese tejido, nos suelta esta perla:
…“infelizmente las grandes dificultades económicas que ha sufrido Cuba en las últimas dos décadas redujeron enormemente los recursos disponibles para atender las aspiraciones de la gente, los cuadros del Poder Popular comenzaron a desgastarse y cansarse, la gente perdió la confianza y la participación popular comenzó a debilitarse, transformándose muchas veces en algo muy formal y eso –junto a otras razones que aquí no podemos analizar- condujo a que el Poder Popular que había comenzado con mucho brío y creatividad empezara a desacreditarse”.
Aquí se muestra el núcleo de la ideología que la señora Harnecker propone: es una ideología del bien material, que desprecia la moral revolucionaria, con razón no les gusta el Che. Según ellos, el Poder Popular se derrumba si no tiene “recursos disponibles”, es decir, para ellos la lealtad revolucionaria dependería de la compensación material.
Difícil mayor ofensa a ese pueblo forjado en el Socialismo, que ha sido capaz de enfrentarse al imperio en sus mismas narices, que lo ha resistido todo, como dice Fidel, que se portó en la crisis de los misiles con gran dignidad, que es ejemplo para el mundo, que combatió en Girón con heroísmo, que siempre será acicate para las luchas de emancipación, y que es capaz de parir hombres como los Cinco Héroes luchadores contra el terrorismo.
A ese pueblo pretenden rebajar a la categoría de mercenarios.
No entienden los móviles de la Revolución , no pueden entender el Asalto al Moncada, Alegría de Pío, el 4 de febrero, abril ¡no entienden nada!
Después no se vengan a disfrazar, quien es capaz de pensar eso, de escribirlo, será lo que sea, menos revolucionario.
¡Chávez es Socialismo!
¡Viva el Pueblo de Cuba!

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