20.3.10

A CUBA, SIN CONDICIONES

Cuba, su pueblo, sus dirigentes, Fidel, Raúl, Che, Camilo, Ramiro, Pombo, a través de su historia se han ganado nuestro afecto y nuestro respaldo sin condiciones, irrestricto, total. A Cuba no le regateamos el amor.
Está en desarrollo una campaña de desprestigio contra el Santuario del Socialismo, contra Cuba. No es la primera, y seguramente no será la última campaña de agresión. Se fabrican espejismos de manifestaciones en contra de la Revolución, se construyen agresiones a los derechos humanos, Europa se pronuncia, los gringos manipulan, los serviles asientan.
La pregunta que surge es ¿Por qué ahora, por qué con tanta fuerza? Intentemos respuestas.
Primer dato, la agresión no viene aislada, se complementa con una agresión igual, casi en los mismos términos y con los mismos orígenes, en contra de Chávez, de la Revolución Bolivariana. Esto no es coincidencia, se trata de un bombardeo contra la unión socialista de Cuba y Venezuela, de la ALBA. Las piezas se mueven.
Ya el pinochetista de Chile comenzó su campaña de alianzas contra Chávez, se reúne con Ledezma, y en sus ataques a Cuba consigue apoyo descarado y sinvergüenza de los otrora revolucionarios del partido socialista chileno. Cada día asesinan de nuevo a Allende. Así, Chile se une al combo antisocialista que en Colombia tiene su núcleo central, y que poco a poco va sumando debilidades en el Continente.
Aquí en Venezuela ya no coquetean con la ayuda solidaria de Cuba, ahora hablan de “fuerza invasora”, el cambio de denominación indica intenciones de enfrentamiento cruento.
No hay dudas, se prepara una ofensiva sangrienta contra el luminoso resurgir de la idea socialista en el continente, y esa ofensiva tiene como objetivo central el ataque a Venezuela y Cuba.
Ya la razón de las bases militares que los gringos activaron cercando a estos dos países va asomando sus intenciones, ahora se comprende mejor la invasión a Haití. Ya preparan a la opinión pública mundial para que se trague una agresión militar, que debe comenzar por nosotros.
En ese ambiente debemos situar la nueva ofensiva contra Cuba.
Los revolucionarios tenemos el deber de defender a Cuba, porque en la causa cubana se resume la causa de la humanidad. No hay Revolución posible sin el apoyo incondicional a Cuba, y no hay salida posible para la humanidad sin Revolución Socialista.
Cuba, ese pueblo heroico, ha mantenido en alto las banderas del Socialismo, allí se resume lo mejor de la humanidad, es ejemplo de lo que es capaz el humano cuando rescata su condición de humano.
Los logros del Socialismo Cubano son extraordinarios, milagrosos. No se pueden medir con los parámetros de la economía capitalista: ¿Cómo medir el amor que emerge de cada poro de esa sociedad, la sensación de protección, de solidaridad que brota en cada ciudadano? ¿Cómo medir los millones de miradas fraternas que se cruzan en las calles? ¿Cuál es el parámetro que mide el sosiego de saberse amado y de amar al prójimo?
Mientras exista Cuba Socialista habrá esperanzas.
¡Chávez y Cuba son Socialismo!

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