25.2.10

EL PACTO DE: “SE ESTÁ O NO SE ESTÁ”

Vivimos horas definitivas, el imperio decretó ofensiva final. Obama, que fue esperanza de un cambio en la conducta gringa, resultó un chasco. Ya no hay lugar para ilusiones, vienen días de pelea. Demostraremos hasta dónde forma parte de nuestra alma la arcilla de nuestros libertadores, veremos cuánto la renta petrolera consiguió horadar nuestras fuerzas morales.
El enemigo oligarca lanza una ofensiva que abarca varios frentes, desde el electoral, hasta la más infame manipulación mediática, no tienen el menor escrúpulo en mentir, inventar infamias, su objetivo es amedrentar, ahuyentar a los débiles. Preparan golpes y magnicidios.
Es así, vivimos días definitivos, no hay lugar para remilgos, para melindres, para lo subalterno. Es hora de grandeza, de buscar en el fondo de nosotros mismos los sentimientos y valores que hicieron posible El Paso de Los Andes, La Batalla de Santa Inés.
El país hoy, está sometido a un bombardeo inclemente de mentiras y manipulaciones que han conseguido en gran medida desdibujar la diferencia entre nosotros y ellos, o mejor, colocar la diferencia como un asunto de grados. Para esto se valen de sus medios de difusión, y debemos decirlo, también se apoyan en nuestras debilidades teóricas.
Ahora que vamos a unas elecciones parlamentarias, es necesario diferenciarnos en la práctica, este es un asunto vital, de él depende en gran medida el resultado de esas elecciones. Si nos comportamos dentro de la misma lógica, si dejamos que se construya la imagen de que es lo mismo votar por uno de los nuestros, que por un escuálido, que las consecuencias serán menores, que en realidad no hay diferencia. Entonces, no es esperable un buen resultado.
¡Debemos diferenciarnos! Es vital. La pregunta es ¿Cómo hacerlo?
Debemos demostrar que estamos tallados con otra moral, que nos guía otra ética. Que el espíritu del 4 de febrero, de abril, de diciembre está con nosotros y aumenta cada día. Sólo así nos diferenciaremos de los oligarcas oportunistas y peseteros.
Es necesario que los postulados y candidatos firmen un pacto que señale una visión distinta del parlamento. Veamos algunos de los puntos que ese pacto podría contener.
Una renuncia al curul, sin fecha y firmada, puesta en las manos del Comandante.
Una donación del sueldo a las Misiones Sociales. La manutención de los parlamentarios bolivarianos que no tengan medios propios, será garantizada por el Partido. El oficio parlamentario no debe ser un medio de manutención.
Las reuniones del parlamento se reducirán al mínimo, una o dos veces por mes, el resto del tiempo el parlamentario se instalará en su circuito, en oficina en las casas del partido.
Renuncia a las secretarias, guarda espaldas y demás prebendas del cargo.
Sólo así, nos diferenciaremos, el pueblo bolivariano percibirá que sus líderes son diferentes y tienen metas diferentes.
Sólo así sabremos quién está y quién no está con la Revolución , con el Comandante. Y quiénes tienen otros intereses.
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!

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