25.11.09

EL EJEMPLO

Las elecciones parlamentarias presagian tempestad en el campo oligarca, y también en el campo bolivariano. La similitud nos llama a reflexión.
¿Qué hay de igual en los dos campos que reaccionan de la misma manera frente a las elecciones? ¿cómo este comportamiento influye en el apego popular? ¿cómo remediarlo, cómo marcar la necesarísima diferencia con el campo oligarca?. Son preguntas que surgen de inmediato. Busquemos respuestas.
Primer hecho: el parlamento es una fuente de privilegios, la oligarquía lo talló así, de esa manera satisfacía la docilidad y el clientelismo propio y necesario para esa clase política. La Revolución heredó ese parlamento y ese parlamentarismo.
Segundo hecho: las elecciones oligarcas están adaptadas al parlamento que se va a elegir. Son pelea a cuchillo, disputa de egoísmos buscando capturar esos privilegios.
La Revolución heredó esas elecciones.
Tercer hecho: las elecciones y el parlamento tallan en los parlamentarios y en los electores conductas mezquinas propias del capitalismo, de la oligarquía. Impregnan a la sociedad de la ética infame del egoísmo.
Primera conclusión: la Revolución , el espíritu revolucionario se ve perjudicado por las elecciones y el parlamento oligarca, en sus filas se implanta un comportamiento oligarca que nos aleja de la masa, nos hace parecer iguales, no nos diferencia.
Debemos encontrar otra manera de elegir y de legislar. Una manera socialista. De lo contrario, las elecciones y el parlamento serán obstáculo para la implantación de las nuevas relaciones humanas socialistas, las basadas en la fraternidad, en el amor, no en la guerra de todos contra todos.
¿Cómo hacerlo?
La Revolución Bolivariana, que es una Revolución pacífica, obligada a convivir con los oligarcas, debe buscar caminos inéditos para los cambios.
En estos caminos el ejemplo es principal arma, con el ejemplo de la vanguardia se labran conductas en la sociedad.
Siendo así, y aprovechando las elecciones parlamentarias, la vanguardia socialista, que es el PSUV, puede dar un gran salto en la construcción de un nuevo parlamentarismo, de una nueva manera de elegir, puede dar una señal al pueblo de lo que nos diferencia de los oligarcas. Veamos.
Los candidatos electos en las listas del PSUV, deben renunciar a sus privilegios en el parlamento. No recibirán dinero, se les garantizará, de la manera más modesta posible, y apoyándose en los Consejos Comunales, la satisfacción de sus necesidades. No tendrán derecho a secretaria, asistentes, guardaespaldas, etc. Las casas regionales del partido proveerá de una modesta oficina a los parlamentarios y los viajes de estos se reducirán al máximo.
De esta manera se dará el ejemplo de un nuevo parlamentarismo, se demostrará que es posible. El parlamento dejará de ser un medio de vida, para transformarse en un medio de servir a la sociedad, en un verdadero instrumento socialista.
La Revolución, el PSUV, necesitan dar señales a la sociedad de que son diferentes, que hay intención clara de construir una nueva relación humana, que existen razones profundas para creer en los bolivarianos.
Parecernos a ellos, es el suicidio.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nóbel para Los Cinco!

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