26.11.09

ASESINEN AL EPICENTRO

El imperio capitalista mundial, a la hora de las definiciones, al defender sus intereses, es uno solo. En el momento crucial se une en gavilla contra la amenaza común, hoy detecta con su sensible olfato una amenaza en la Revolución Bolivariana.
Como bien lo dice el Comandante, está aquí, en Venezuela, el epicentro de la oleada socialista, quizá la última. Eso es un orgullo para los revolucionarios, pero también es una alerta: el imperio, los capitalistas de afuera y de adentro ya dictaron la orden, ¡asesinen la amenaza!
Es por eso que debemos afinar nuestras defensas, activar los sensores del sentimiento popular, y sobre todo fortalecer la conexión masa-dirección, Comandante-pueblo, cuidarla.
Es contra ella que el enemigo enfila sus más terribles armas, saben que al debilitarnos allí podrán ensayar algún zarpazo.
Es necesario estudiar las fluctuaciones de la participación de la masa, cuáles acciones de la Revolución debilitan la conexión, cuáles la fortalecen, descubrir las manipulaciones del enemigo, los usos del miedo, entender que la guerra es en el alma del pueblo, el objetivo su psiquis.
El imperio es perverso en sus ataques, usa todos sus recursos y no tiene escrúpulos, inventa mentiras poderosas capaces de derrocar gobiernos, crea necesidades, ficciones que ponen en dificultades a las revoluciones.
Así, construyen un cerco contra la Revolución Bolivariana, que va desde las bases en Colombia, la activación de los paramilitares, hasta el intento de engañar al pueblo en las elecciones parlamentarias.
Manejan con destreza el miedo a la guerra, y al mismo tiempo desprestigian a la Revolución y a sus dirigentes, el objetivo es uno solo: bajar el nivel de movilización, adormitar al pueblo, debilitar la conexión Revolución-masa.
En ocasiones sus ataques les dan resultados. Siempre que eso sucede, encontramos en el fondo descuido de parte de la Revolución, triunfalismo, falta de creación de los pilares materiales de la Conciencia del Deber Social, ambigüedad organizativa, acciones de gobierno paradójicas, que desconciertan, acciones de gobierno acertadas, pero mal explicadas. Un olvido de la estrategia sustituida por el inmediatismo.
Pero también encontramos un hábil manejo oligarca de las debilidades de la masa, una manipulación de las necesidades y expectativas creadas durante siglos de dominación.
Es allí, en estos frentes, que debemos centrar nuestra acción política.
Siendo así, es imprescindible que nuestros medios se asuman como piezas claves de la confrontación, que se presenten sin grietas, sin concesiones, desmontando las mentiras oligarcas, pero también formando a la masa, dotándola de teoría que permita ubicarse en el momento, ayudándola a la comprensión de los extravíos teóricos que tanto daño hacen.
La Revolución debe explicar todas sus acciones, el pueblo debe estar informado, involucrarlo en los problemas y en sus soluciones, esa es la única garantía de éxito.
La gran escuela de formación de revolucionarios es la movilización, allí se vive el ambiente de la fraternidad estratégica, esa es la fiesta de los revolucionarios, la prefiguración de la nueva manera de vivir.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nóbel para los Cinco!

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