15.5.09

LA IMPORTANCIA DE PENSAR EL AMOR

Hoy en Venezuela es vital el pensamiento, la suerte de la sociedad se decidirá allí, en la mente. La batalla de hoy es, como nunca, una batalla de ideas, ellas regirán todo el proceso, el desenlace dependerá de ellas.
La suerte del mundo se decide aquí en la América, y es Venezuela el centro de lo que pasa en el continente. Es fácil comprender que el imperio nos tenga como su objetivo principal, nos ataca con ferocidad, usa su mejor arma contra nosotros: la inteligencia.
El imperio nos ataca con astucia, somos víctimas de un experimento inédito de guerra de cuarta generación dirigida al alma del pueblo, a su mente.
Globovisión, las televisiones oligarcas, son muestra de esta guerra: su programación está al servicio del degollamiento de la Revolución, nada allí es inocente.
Se engañan los que piensan que el daño está en lo evidente, que globovisión es más dañina y peligrosa que las otras, que Venevisión, por ejemplo. ¡No es así!
Todas esas televisoras, los periódicos, las radios, cines, teatros, la iglesia, las vallas, forman parte de un entramado psíquico de dominación que dirige sus mejores proyectiles a la mente, a la conciencia, infringe los valores de la liberación: la fraternidad, el amor, la visión social.
Por eso cerrar o no un canal escuálido es una medida que puede traer algún beneficio, quizá, pero estaremos luchando en la superficie, en el reflejo del fenómeno, no en el fenómeno, y menos en sus causas.
Y al no presentar batalla en el centro del problema, al distraernos con medidas aparatosas pero ineficaces, estamos contribuyendo, por omisión, a que la labor destructiva del enemigo siga haciendo mella en nuestras bases.
En esta guerra de cuarta generación debemos ir al fondo, pelear allí donde es importante, en los valores, en la ética y en su base material: la economía, las relaciones de propiedad.
Defender la necesidad de una nueva manera de relacionarnos, de establecer relaciones amorosas, fraternas, en contraposición con las relaciones egoístas, el estímulo al odio, la soledad donde se sustenta el capitalismo: he allí el centro de la confrontación.
Es partiendo de esa espiritualidad que se debe explicar la necesidad de la Propiedad Social de los medios de producción como sustentadores de la nueva relación amorosa.
Y es allí donde reside la importancia de las socializaciones que emprende el Gobierno Revolucionario.
Y esa es la esencia de la lucha que libramos.
Es necesario discutir los actos del gobierno, y discutirlos con esta visión, son actos de impulso a una relación amorosa, única manera de salvar al planeta.
Los revolucionarios debemos rescatar las relaciones amorosas, defenderlas como el centro del afán socialista, difundirlas, ellas son el objetivo principal del Socialismo.
Como nos dijo Martí, la guerra nuestra debe ser una guerra por el amor, así seremos invencibles. Los que luchan por el amor tienen muchísima más fuerza que los guiados por el odio.
¡Socialismo es amor!
¡Chávez es Socialismo!

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