En una Revolución, que es el enfrentamiento brutal de dos sistemas, del capitalismo con su carga de miseria, enfrentado al Socialismo con su luminosidad de promesas, la pugna ideológica que dirige ese enfrentamiento es decisiva, lo determina.
La pugna ideológica es la lucha por incrustar las ideas, valores, la ética revolucionaria en el alma de los humildes, por desalojar de allí a la ideología capitalista, el éxito del proyecto revolucionario es el éxito en esa sustitución.
Los resultados electorales, leídos con esta visión, pueden ser un indicativo de la evolución de la pugna ideológica en un período. Estudiemos los resultados en el Municipio Libertador.
En el año 2002 la oligarquía escoge la vía violenta para truncar a la Revolución , nos ataca con el golpe de Estado de Abril, el sabotaje petrolero. Y en el 2004 lanza una ofensiva final con el Referéndum.
La Revolución, que viene de triunfar en los dos enfrentamientos, insufla en su base el espíritu de Zamora, la Batalla de Santa Inés, días de Diana Carabobo, poesía de Florentino, y sobre todo de vibración de la conexión amorosa del Comandante con su pueblo.
Días de concreción de la ideología revolucionaria, expresada en el amor al pueblo, en el hombre centro de todas las preocupaciones, en la Misión Barrio Adentro, que conmocionó al país, promesa de atención al humano cumplida.
En ese ambiente vamos al Referéndum y en el Municipio Libertador el Comandante, en aquella situación de polarización, obtiene 517000 votos aproximadamente.
El 2006, después de consolidar las Misiones, de declarar el carácter antiimperialista, anticapitalista, Socialista de la Revolución , vamos a las presidenciales y el Comandante obtiene 658000 votos aproximadamente.
El 2007, en ocasión de la propuesta de Reforma, que muchos califican de confusa, dimos oportunidad para que la oligarquía sometiera a la población a una feroz embestida ideológica. Se basaba en dos pilares principales, crear el miedo al despojo: de los hijos, de los bienes personales, de los pequeños negocios. Y el otro pilar, estimular el egoísmo.
La Revolución, no pudo defenderse con éxito de esta arremetida, ella misma había estimulado el individualismo, el egoísmo, eso la dejaba en una posición débil, pero además carecía de claridad ideológica para enfrentarse a esta ofensiva que, como en el judo, usaba su propio impulso.
El resultado en el referéndum fue catastrófico, la votación descendió 40% sólo obtuvimos 392000 votos aproximadamente. La oligarquía penetro nuestra base social, la colonizó.
Entonces, la tarea era derrotar ideológicamente a la oligarquía, reconquistar el alma popular perdida. Pero no lo hicimos, al contrario nos desentendimos.
En esas condiciones fuimos a las elecciones de Aristóbulo 2008, y sólo conseguimos remontar, de aquel 40% que perdimos en la reforma, un 10%, obtuvimos 471000 votos aproximadamente.
Los números son claros: la derrota de diciembre 2007, aún no enmendada sino que por el contrario profundizamos sus causas, trajo la derrota del 23 de noviembre Es imprescindible, una ofensiva ideológica de la Revolución , derrotar al enemigo en el alma popular, no hacerlo presagia nuevas derrotas.
¡Chávez es Esperanza!
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