11.8.08

LA LUCHA INTERNA

Dentro del campo revolucionario siempre hay facciones en pugna. En todas las revoluciones se da este fenómeno, la situación es inevitable, está dada por la naturaleza misma de la Revolución. Veamos.
En toda Revolución, en todo revolucionario, conviven lo nuevo imaginado, en construcción, y lo viejo instalado en la psiquis desde la infancia.
En todo revolucionario, en toda Revolución, conviven la ideología del pasado, que se anida en el inconciente, y la ideología del futuro que se construye en el pensamiento conciente.
De aquí que toda decisión política revolucionaria es el producto de la pugna entre estos dos mundos que nos habitan, lo viejo y lo nuevo. Se comprende que los diferentes grados de apego, de compromiso con lo viejo, se agrupen en afinidades, en facciones. Y que los diferentes grados de compromiso con la ruptura se encuentren, se reconozcan, también en facciones. Y que estas facciones, la de lo viejo y la de lo nuevo, pugnen por sus ideas. Ideas, debemos decirlo, que en definitiva surgen de las diferentes existencias económicas. En resumen, pensar que no existe lucha interna en una Revolución, es negar que exista un pasado y un futuro.
La historia corrobora lo dicho, basta recordar el periodo entre el 19 de Abril de 18 10, cuando aflora la independencia, y el 5 de julio de 18 11, cuando se firma el acta de independencia. Este fue un período intenso de lucha interna entre los monárquicos que defendían a Fernando VII, y los independentistas.
Otro ejemplo, es la feroz lucha interna en la Revolución Francesa entre Girondinos conservadores y Jacobinos revolucionarios. Otro ejemplo, más cercano a nosotros, es la lucha después del derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, cuando se enfrentan los revolucionarios, representados por una parte del PCV, con los reformistas de AD y COPEI.
Por supuesto que en la Revolución Bolivariana existe lucha interna, y esta es muy importante. Lo peor que le puede pasar a una Revolución es aplastar la lucha interna. Al contrario, orearla, publicitarla, es la clave de la salud de una Revolución. No es aventurado decir que la supervivencia de la Revolución Cubana , reside en la valentía con la que han ventilado sus luchas internas. Son legendarias las discusiones del Che con Carlos Rafael Rodríguez en torno al rumbo de la economía, es famosa la revista del Ministerio de Industria, en la que se discutían abiertamente las diferentes posiciones.
De allí que podemos decir, que la robustez de una Revolución se mide por el grado y nivel de la discusión interna. A discutir con altura, a discutir ideas, sin agredir a las personas, a discutir propuestas económicas, organizativas, políticas, entendiendo que discutiendo ayudamos al avance de la Revolución.
¡Chávez es Esperanza Socialista!
¡Estar con Chávez, es estar con lo que Chávez decida!

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