4.8.08

IDEOLOGÍA, RAZONES Y ORGANIZACIÓN

En última instancia la lucha de clases se decide por la ideología que la guía, las razones que la impulsan y por la organización que la soporta. Veamos.
La relación de una clase con su ideología no es una relación mecánica, rígida, al contrario, la ideología propia de una clase se mueve por la sociedad.
La ideología dominante, propia de la clase dominante, se hace hegemónica porque anida en el alma de las demás clases. De esa manera es posible la permanencia y perpetuación del modelo capitalista. Es así que el capitalismo se constituye en la existencia que determina la conciencia de toda la sociedad.
Pero hegemonía no significa unanimidad, con la ideología dominante cohabitan en dura pelea otras ideologías.
La ideología revolucionaria, la que postula superar el modelo capitalista, sustituir la hegemonía capitalista por la hegemonía socialista, es propia del proletariado, de la clase que vende su trabajo en las fábricas. Expliquemos.
Al trabajar en cooperación, donde el producto del trabajo depende de la acción conjunta de cada uno, y el proceso tiene la velocidad del más lento, ese trabajo peculiar y diferente al trabajo de cualquier otra clase, desarrolla las condiciones materiales de existencia propicias para derrotar al egoísmo, para entender y encarnar el sentido de cooperación, de suerte compartida, en definitiva, de sociedad.
Es allí, de esa relación con el trabajo, que surge la ideología revolucionaria altruista, que se opone a la ideología egoísta capitalista, propia de las clases cuyos miembros no cooperan entre si, al contrario, son adversarios, compiten, el éxito de uno depende de la desgracia de otro.
La ideología revolucionaria, al igual que la ideología capitalista, también se mueve por la sociedad, encarna en otras clases sociales, las impregna, las conduce, es de esta manera que se hace posible la Revolución en países con poco desarrollo del proletariado.
Podríamos decir, corriendo el riesgo de que a algunos le suene a herejía, que para la Revolución es decisivo, más que la clase social revolucionaria, la ideología revolucionaria.
Estas dos ideologías, la revolucionaria y la capitalista, o si se quiere la Socialista y la capitalista, se enfrentan en la política, que es la disputa del poder, la lucha por la conducción de la sociedad.
Ese enfrentamiento se hace sólo mediante organizaciones políticas que dirigen a las clases en pugna. La clase toma conciencia de sí misma cuando construye una organización política que representa su ideología, que disputa el poder, que toma acciones que la representan, que la defienda y luche por sus objetivos.
De allí que la clase revolucionaria, sin esta organización política, no ha llegado al nivel de clase capaz de disputar el poder, es subordinada a otras clases, es hegemonizada.
Entonces, la Revolución precisa de la ideología revolucionaria encarnada en la clase revolucionaria, de la organización revolucionaria, y de razones sagradas por las cuales luchar.
El Socialismo es la más excelsa razón por la cuál luchar, significa la salvación de la humanidad. Por eso los que lo reducen a un simple asunto de producción, lo están asesinando.
Criticar es Amar
José Martí

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