20.4.07

GRITO DE ORGANIZACIÓN

La conciencia revolucionaria la adquiere la masa a desigual velocidad y con diferente intensidad. Es esta diferencia en la adquisición de la conciencia lo que justifica y hace necesaria la formación de la organización revolucionaria. Veamos.

Al principio es un grupito de personas las que toman conciencia de la necesidad de cambio, las que rompen las fuertes cadenas de manipulación psicológica que las oligarquías apropiadoras mantienen sobre la población.

Este grupito de esclarecidos, de iluminados, de dirigentes, porque eso es lo que son, Pueblo esclarecido, iluminado, cultivado en la necesidad de la liberación, se organiza y planifica acciones tendientes a llevar el evangelio liberador al resto de la población, a dirigir las desordenadas, intuitivas y aisladas acciones de rebeldía de la masa contra la expropiación.

Este grupito de vanguardia planifica una acción que es como un grito, una campanada, un toquido dirigido a lo más profundo del alma del Pueblo, dirigida a allí donde yace lo más noble y lo más humano del humano. Entonces, si la acción tiene éxito el Pueblo despierta y emprende el hermoso camino de su redención.

Uno de esos gritos fue el Asalto al Moncada, otro el 4 de febrero, otro las guerrillas del sesenta.

Uno de esos hombres de vanguardia es Cristo, es El Libertador, es Lenin, Rosa Luxemburgo, es José Leonardo Chirinos, Fabricio, es el Che, es Fidel, es Chávez.

Estos hombres de vanguardia cifran el esfuerzo anónimo de muchos otros hombres de vanguardia.

La ideología de la pequeña burguesía, tan fuerte en estos días, sabotea la necesidad de una vanguardia, de una organización, de un partido. Expliquemos.

La ideología de la pequeña burguesía emana del desespero. Es una clase que hace conciencia de la injusticia y tiene ansias de liberación, pero simultáneamente espíritu de explotador, vive la tensión entre el capitalismo perverso y el terror a superarlo. En resumen, es anticapitalista, pero no socialista.

Por eso es que sabotea la construcción de los pilares fundamentales para la superación del capitalismo y el establecimiento del Socialismo, la instauración de la hegemonía de la propiedad social de los medios de producción, y la construcción de la vanguardia. De esta forma golpean la conciencia y la economía.

La principal forma de saboteo de la vanguardia es una suerte de igualitarismo, de organización horizontal, de “todos somos iguales”, por medio del cual el hombre que se hace conciente, que estudia, que se hace hombre de vanguardia, deja de ser parte del Pueblo, y por tanto incapaz de dirigirlo.

Esta ideología, esta conducta de la pequeña burguesía, es contrarrevolucionaria, saben que no puede haber Revolución sin vanguardia, y la sabotean de soslayo.

De allí que uno de los pasos más importantes en la formación del Partido Socialista Unido, es derrotar la ideología pequeño burguesa, que desde nuestras filas y en forma sutil sabotea la organización.

¡Chávez es Socialismo!

¡Sin Vanguardia no hay Revolución!

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