9.10.06

EL INSTINTO FASCISTA DE LA OPOSICIÓN

UNA DE LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS FASCISTAS, es su instinto asesino, su atracción por la muerte, su odio a la inteligencia, a la vida, a lo hermoso. Para ellos lo diferente, lo disidente, está automáticamente condenado a muerte.
Dos noticias que provienen de los Estados Unidos nos ilustran este instinto de muerte. Allá acaban de aprobar una ley que legaliza la tortura, el mundo se escandaliza frente a este oprobio, y los humanistas de aquel país se avergüenzan. La otra noticia, es la compra de cientos de humanos por parte del gobierno norteamericano a los caza recompensa de Pakistán y de otros países del Asia. Estos seres humanos, desprovistos de todos sus derechos, sin juicio de ninguna naturaleza, sin pruebas ninguna, son llevados a las cárceles secretas que los norteamericanos mantienen regadas por el mundo, o llevados a Guantánamo. Esto es una pequeña muestra de la ferocidad, del instinto asesino del imperio fascista. A esto nos estamos enfrentando.
Aquí en Venezuela, el imperio fascista tiene una eficaz franquicia: la oposición. Los oligarcas nacionales son aventajados discípulos, y a veces hasta profesores expertos. Ahora están agazapados, se disfrazan de corderitos electorales, se hacen los “yo no fui”, pero el diablo no puede esconder el rabo, a la primera tentación muestran el aguijón fascista, el instinto asesino, el odio a lo humilde.
El Comandante Chávez nos alerta en Barinas de planes de magnicidio, allí no hay exageración. La historia del imperio, su largo prontuario de asesinatos por todo el mundo, hacen de esa alerta una posibilidad que debe ser tomada en cuenta. Pero, los fascistas criollos, la gente que hoy se agrupa atrás de rosalito el firmante, se salen de su disfraz de demócratas y muestran sus genes fascistas. Ninguno de ellos rechaza el magnicidio, su conciencia no se los permite, al contrario, lo subestiman, lo ridiculizan, lo ignoran, pero ninguno tiene la valentía de rechazarlo. Quedan en evidencia en toda su mezquindad y su condición de militantes de la muerte. No rechazan al magnicidio porque sería renegar de la condición de hijos del imperio.
Esta actitud de los fascistas, es una muestra de que no estamos frente a unas elecciones normales. Los oligarcas no son demócratas, no pueden serlo, su condición humana no se los permite. Van a las elecciones a acumular fuerza para intentar un zarpazo que borre de la historia a la Revolución Bolivariana, eso lo declaran abiertamente.
Los revolucionarios frente al alerta del Comandante debemos redoblar la defensa. Una Revolución fuerte, marchando decididamente hacia la construcción del Socialismo, un pueblo organizado, conciente, una economía de propiedad social, esas son las mejores defensas del Comandante.
¡Si se meten con Chávez, enfrentarán la rabia popular!
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!
¡Chávez es Chávez!

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