26.4.06

LA SONRISA DE LA ARAÑA

La araña sonríe tras su tela, confía en que algún hilo de su fina malla atrapará al incauto insecto. Ella es infalible, la única posibilidad de salvación es captar la magnitud de la tela que se tiene enfrente. Sólo los avisados la detectan, la mayoría de los hilos son imperceptibles, los incautos sólo atienden a las distracciones y, desprevenidos, siguen su alegre vuelo para despertar de su ilusión, aterrados, a merced de su enemigo. El imperio norteamericano urde su red de dominación de manera semejante a las arañas. Muchos son los hilos de su poder y poco lo que las victimas perciben.
Hoy cuando nos enfrentamos al imperio norteamericano, vivimos una época similar a la Campaña Admirable de 1813. Allá el Libertador, que se enfrentaba al imperio español, entiende como un asunto vital la necesidad de deslindar los campos entre los partidarios de la independencia y los partidarios del imperio. El Libertador sabía que para detectar los hilos visibles y los invisibles de aquella tela de araña, era imprescindible delimitar los campos enfrentados, jugar cuadro apretado. Así lo hizo, y con firmeza consiguió colocar de un lado a los partidarios de la independencia, y en el bando contrario a los complacientes con el imperio español. De esta manera pudo derrotar la conciliación en el campo patriota y cortó los hilos de la tela araña imperial.
Nosotros no debemos llamarnos a engaño, la red que el imperio tiende sobre la revolución tiene hilos para distraer, y fina seda para atrapar. No es momento de confituras y holguras, es necesario definir los campos. ¿Cómo hacerlo?
El Comandante Chávez nos dicta la pauta para definir los campos. Él caracteriza a la Revolución Bolivariana como una Revolución contra la pobreza material y espiritual, por lo tanto Anticapitalista, ya que sólo fuera del Capitalismo se puede derrotar a la pobreza. Además para superar al Capitalismo es necesario construir otro sistema de relaciones dentro de la sociedad, y este nuevo sistema de relaciones entre los humanos, y de estos con su entorno, es el Socialismo. No hay otra manera de superar al Capitalismo, entonces la Revolución necesariamente debe ser Socialista. Ahora bien, Bolivariana, contra la pobreza, anticapitalista, socialista, necesariamente será antiimperialista. Es imposible que una Revolución, si es verdadera, no se enfrente al imperio tarde o temprano.
El concepto antiimperialista engloba a las demás cualidades de la Revolución Bolivariana. De allí que es el carácter antiimperialista el que define a la Revolución y a los revolucionarios. Esta es la manera de delimitar los campos y descubrir los hilos ocultos de la tela. Hoy, como en 1813, no hay lugar a medias tintas. Hoy el antiimperialismo define: o se está con el imperio o se está con la patria.

1 comentario:

Perros dijo...

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