28.3.10

¿FALLARÁN LOS ÁNGELES?

Es unánime la aceptación del peligro de extinción de la humanidad, y con ella todo rastro de vida planetaria.
Fidel, el que no miente jamás, nos alerta en su última reflexión de: …“la necesidad de drásticas medidas que otorguen a la especie humana la esperanza de sobrevivir”. Ese es el reto de la humanidad: o toma drásticas medidas o perece.
La humanidad capitalista se reúne en cumbres ineficaces, diagnostica el peligro inminente, sin embargo, no toma medidas, ni drásticas ni suaves ¡nada! La marcha hacia el infierno sigue su curso imperturbable. La realidad es tajante: no podemos esperar soluciones dentro del capitalismo. La humanidad capitalista está enferma de capitalismo, es artífice de su propia destrucción, su propio verdugo.
El capitalismo nos convirtió en una especie suicida, la solución es el Socialismo. De lo anterior surge una definición precisa de Socialismo: “Es el único sistema capaz de salvar a la humanidad.”
Es la única forma de organizar a los humanos, de establecer unas relaciones armónicas entre ellos, y de ellos con la naturaleza. Porque es el único sistema que acaba con las relaciones depredadoras en la producción, en la economía, termina con la explotación de los humanos, con la guerra de todos contra todos, estableciendo relaciones económicas de fraternidad, superando la hegemonía de la propiedad nosocial de los medios de producción, rescatando el sentido social de la producción, de la distribución, del consumo. De esta manera, hace posible el afianzamiento de una espiritualidad verdaderamente humana: el hombre deja de ser enemigo del hombre, un mero instrumento del consumo, una mercancía, un objeto, un demente.
La Humanidad Socialista se realizará en el desarrollo de sus cualidades humanas: el arte, el conocimiento, el amor, el trabajo y el ocio como realizaciones humanas ocuparán el lugar privilegiado que hoy ocupan las mercancías sin sentido que nos impone el capitalismo. El hombre se valorizará por su cultura, por su altruismo, y no por sus posesiones materiales.
El hombre dará de acuerdo a su capacidad y recibirá de acuerdo a su necesidad. Así, el lucro, el atesorar, dejará de ser una meta, y pasará a ser una innecesaria e incomprensible pretensión.
La humanidad dejará de ser patíbulo de su mundo, y pasará a cumplir el papel de expresión del más elevado peldaño alcanzado por la vida, de custodio del milagro de la existencia.
Fidel termina su reflexión con estas palabras: …“Mientras tanto, vale la pena dedicarse de vez en cuando a meditar sobre esos temas. Con seguridad no dejará por ello de soñar el ser humano y tomar las cosas con la debida serenidad y acerados nervios. Es el deber, al menos, de aquellos que escogieron el oficio de políticos y el noble e irrenunciable propósito de una sociedad humana solidaria y justa.”
Oigamos el mandato de Fidel: sigamos siendo soñadores, utópicos, fantasiosos. Seguiremos luchando por los cambios drásticos que nos hagan ejemplo para la humanidad, ese es el reto de esta Revolución. Los ángeles de Silvio no pueden fallar nuevamente, la humanidad debe salvarse.
¡Chávez es Socialismo!

27.3.10

NOS HUBIESE GUSTADO HABLAR

Nos hubiese gustado hablar en el Congreso del PSUV. El Congreso merecía oír todos los puntos de vista, las verdades, las creencias de todos los que participan en la polémica que se desarrolla en su exterior. No fuimos invitados… lo comprendemos.
Sin embargo, allí están los Granos de Maíz, son más de mil, reunidos en el blog (http://www.ungranodemaiz.blogspot.com/) a la disposición de todos los delegados al Congreso, los militantes, y del pueblo. También está la respuesta al Ministro Sanz.
Intentaremos fijar algunos puntos que pueden servir de ayuda en la necesaria discusión, a movernos en la maraña de profusión de ideas y palabras que componen el debate.
Primero, creemos que la transición no es una tierra de nadie, donde cabe cualquier acción, es un camino hacia el Socialismo, y éste tiene características, cualidades que lo definen. La principal de ellas es la Conciencia del Deber social, ese es el pilar fundamental del Socialismo, de la transición, y lo que es más importante, de la permanencia del Gobierno Revolucionario, de Chávez.
Y, dicho sea, de los errores por nosotros cometidos, los principales son los que contribuyen a estimular el egoísmo, el individualismo, las soluciones aisladas a los problemas de la existencia.
Entonces, en la transición, los pasos, las medidas que se tomen, deben tener el objetivo de formar Conciencia del Deber Social. Esa será la medida, en última instancia, de su efectividad.
Creemos que la transición es escenario de una feroz lucha de clases: las verdades, opiniones, creencias, acciones, vertidas en las discusiones, forman parte de esa lucha. Y es allí, en el interior de la Revolución, donde se decide su destino.
Segundo, consideramos que la hegemonía de la Propiedad Social de los Medios de Producción administrados por el Estado Nacional, es condición indispensable para la construcción del Socialismo. Esa hegemonía está dada porque se entrelaza con la hegemonía de la Conciencia del Deber Social. Y en ese binomio, repetimos, lo más importante es la Conciencia, la espiritualidad, que algunos llaman fantasía. Dice Fidel que la Conciencia podía formar riqueza, pero la riqueza nunca formaría Conciencia.
Si construimos, estimulamos formas capitalistas, necesariamente formaremos conciencia egoísta, y a la hora de las decisiones importantes yugularán a la Revolución.
Tercero, la discusión que hoy se desarrolla no es un asunto académico, ni es un torneo de retórica, está en juego el destino de esta Revolución, vale decir, del Continente, de la Humanidad. No son tiempos de ventajismos tontos.
Cuarto, la realidad nos reclama un ajuste en todos los campos, desde la organización política, la social, hasta la economía. De la calidad de este ajuste depende el futuro de la Revolución.
Por último, vivimos una etapa estelar en la historia de Venezuela, similar a la vivida en la época de la Independencia. Ahora tenemos la oportunidad y el deber de ser ejemplo para el Continente y para la Humanidad de un Mundo Nuevo, que supere la lógica capitalista, que rescate a la humanidad del camino suicida ¡No podemos fallar!
¡Chávez es Socialismo!
¡Seguiremos escribiendo!

26.3.10

HACE FALTA UNA TAREA SOCIAL

Las sociedades se integran con el trabajo, con la acción social, y se fragmentan con el trabajo individual. De aquí que jornadas que movilicen a toda la sociedad son instrumentos pedagógicos para la educación socialista, para la formación del hombre socialista.
Podemos entonces decir que una de las medidas de la integración de una sociedad será su capacidad de movilizarse alrededor de objetivos altruistas.
La Revolución Bolivariana, que marcha hacia el Socialismo en medio del asedio espiritual y material del capitalismo, debe tener en alta prioridad la movilización social, ésta debe ser permanente, tener espacio, organización.
El trabajo voluntario, mal tratado por nosotros, justo es reconocerlo, lo asumimos frecuentemente como una ocasión para la publicidad, o como oportunidad electoral, debe ser rescatado en su importancia formadora, transformado en institución, en instrumento para la formación de la Conciencia del Deber Social, en ocasión para la movilización de todo el pueblo. Todos deben participar de acuerdo a sus posibilidades, pero siempre con la emoción de estar dando a la sociedad su esfuerzo.
La movilización política es también una elevada escuela de formación socialista en la calle, todos unidos manifestando la voluntad, el sentimiento, la pasión en torno a objetivos políticos humanistas, generosos. Es ejercicio de unión, de fraternidad, allí se estrechan lazos que van fraguando la integración social, razón del Socialismo.
La época electoral está llena de muchos peligros, uno de los principales es la paralización del movimiento de las masas. Así, éstas son atrapadas por la costumbre, la parsimonia, la quietud, y limitan su participación política, en el mejor de los casos, al acto de votación. Se olvidan las acciones en conjunto, de calle, en colectivo, se profundiza el egoísmo que sustenta al capitalismo.
Ahora cuando la sociedad atraviesa época electoral oligarca, llena de extravíos y tentaciones, es necesario profundizar las acciones de la movilización que integra: el trabajo voluntario y las manifestaciones políticas deben ser eje de la actividad de los revolucionarios. De las elecciones debemos salir triunfantes, pero también amolados para los combates que ya se asoman en el horizonte.
Los motivos para movilizar a la sociedad abundan, algunos serían: repudio a las agresiones que todos los días hacen voceros imperiales contra la Patria, contra el Comandante, contra el Socialismo. Reafirmación diaria de la voluntad de defender el derecho a ser soberanos.
En lo internacional, una campaña sistemática, organizada, constante, para exigir la libertad para los Cinco Héroes Cubanos, luchadores antiterroristas que permanecen secuestrados en las cárceles del imperio. Sería muestra concreta de antiimperialismo.
La solidaridad con Cuba es además de un deber fraternal revolucionario, una acción política contra los planes de las oligarquías mundiales, que agreden a la isla de Martí y a Venezuela.
Es necesario mover a la sociedad, es necesario que el motor magnífico de la movilización comience a girar.
No podemos perder de vista que la agresión que desde ya sufrimos se desarrollará a toda plenitud después de septiembre. Sea cual sea el resultado los oligarcas atacarán con fuerza.
¡Chávez es Socialismo!

25.3.10

EDUCAR SOCIALISTAS

La educación de los revolucionarios es apasionante y vital. De la manera como se resuelva depende el destino de una Revolución, o mejor, la educación es la Revolución. Podríamos decir parafraseando a Lenin: sin Educación Revolucionaria no hay Revolución.
La preocupación por la educación es constante en los Revolucionarios. Bolívar rápidamente entendió su importancia y nos dejó su “Moral y Luces”. Simón Rodríguez, el Maestro, dedicó su vida a reflexionar, a pensar la educación y a educar, toda su existencia es una cátedra de pedagogía revolucionaria… Decía: "Sin educación popular no habrá verdadera sociedad". Afirmamos hoy: “Sin educación Socialista no habrá Socialismo”.
Y aquí surgen unas preguntas y unos problemas: ¿Cómo educar en Socialismo, cómo formar el Hombre Nuevo Socialista a partir de lo viejo?
A las interrogantes se les han dado varias respuestas: unos, de forma dogmática, postulan que el cambiar las condiciones materiales de existencia, es decir, las relaciones de propiedad, es suficiente para que surja el Hombre Nuevo.
Algunos, a pesar de diagnosticar bien el problema, se abruman frente a su magnitud y retroceden. Asustados, proponen desarrollar el capitalismo para que se forme un proletariado vigoroso, y a partir de allí surgirá el Hombre Nuevo. Lo que hacen es escurrir el bulto.
Las revoluciones deben dar respuestas a las preguntas, partiendo de la idea de que el hombre al transformar la realidad se transforma a sí mismo. Entonces, al hacer Socialismo, el hombre se hará socialista. De aquí que la tarea principal de la educación socialista es hacer Socialismo, defender la posibilidad socialista.
Las masas, la sociedad, deben participar en la construcción y en la defensa del Socialismo. No es pensable una educación socialista sin esa participación, sin esa construcción, las dos deben entrelazarse estrechamente.
He allí la principal tarea de la Clase Obrera: pasar de ser una clase que resiste la explotación desde la trinchera del economicismo, a ser una clase que libera a la sociedad, la educa, la transforma desde la colina luminosa de la construcción del Socialismo.
Ahora la responsabilidad de la Clase Obrera, de sus líderes, no es simplemente conseguir amortiguar los pesares del capitalismo, sino crear territorios socialistas, que sean cátedras de formación del Hombre Nuevo.
El reto es inmenso, pero es imprescindible en estos momentos de definiciones de la Revolución, de lucha ideológica intensa, de pugna por precisar el carácter del Socialismo. Será la práctica la que decidirá el rumbo, y esa práctica Revolucionaria indispensable para avanzar, sólo es posible si tiene como eje la actividad de la Clase Obrera. Los territorios socialistas, las Zonas Socialistas por ella fundada, se reflejarán como ejemplo maravilloso sobre el resto de la sociedad, educándola, guiándola hacia una nueva existencia y una nueva conciencia.
Esas Zonas Socialistas serán, deben ser, pilar fundamental que sostenga el liderazgo del Comandante Chávez, lo acompañen en el rumbo al Socialismo.
Es hora de que la Clase Obrera entre en la batalla por el Socialismo, su concurso es indispensable.
¡Chávez y la Clase Obrera son Socialismo!

24.3.10

LA VERDAD

Primero queremos dejar sentado que el hecho de que una persona sea pedante, fea, no nos guste, etc., no confirma que las tesis que expone sean equivocadas. Quien no rebata esas tesis, y sólo impugne al hombre, está incurriendo en sofismas, eficaces para ganar torneos de retórica, pero inútiles en la búsqueda de una Revolución. Veamos.
Todo hombre lleva una verdad en el alma, a veces la sembró allí la clase explotadora, entonces, ese hombre es víctima o es victimario.
A veces la verdad la depositó allí el viento de la emancipación, y ese hombre necesariamente navega el río de la Revolución.
Cuando la verdad que el hombre porta es respaldada por acciones que conquistan multitudes, cuando se hace fe de las masas, en ese momento estamos en presencia de un líder. Pero, puede ser que la mayoría no lo acompañe, entonces esa verdad esperará nuevos tiempos en busca de reconocimiento.
Tal es el caso del Libertador, de Martí, de Marx, Fidel, el Che, y de Chávez, pero también de Fabricio, que murió por defender su verdad, o de Rosa Luxemburgo. O de Trotsky, siempre fiel a sus creencias, en un momento el hombre más solitario del planeta, repudiado por sus enemigos y execrado por los que debían ser sus hermanos.
Similar ejemplo dio Galileo, que defendió sus creencias hasta lo último, y su grito ¡sin embargo se mueve! aún retumba en oídos incautos.
Y, por encima de todos, está Cristo, que luchando con su prédica contra un imperio supo dar a la batalla un alto contenido espiritual, y lo refrendó en la Cruz.
A través de la historia, las armas del rebaño contra la verdad incómoda son siempre las mismas: la mentira, la descalificación, la burla, la agresión, la trampita mezquina, son tan poderosas que consiguen que los pueblos yugulen a sus líderes y favorezcan a sus verdugos.
El ejemplo más triste se encuentra en los mismos orígenes de nuestra civilización: cuando Pilatos somete a votación del populacho la vida de Cristo, éste es derrotado y condenado a la Cruz. Fue tan vergonzosa aquella reacción, que el delegado imperial se lavó las manos.
Nosotros tenemos una verdad, en ella creemos, con ella hemos vivido por más de cincuenta años. El colectivo Un Grano de Maíz resume todos los combates revolucionarios librados por esta sociedad en más de medio siglo, desde la lucha contra Pérez Jiménez hasta el 4 de Febrero, pasando por las batallas heroicas que lo precedieron. En esa lucha nada nos es ajeno.
Hemos acertado y también errado, sufrido muchas derrotas y pocas victorias, pero siempre perseveramos. A esta Revolución no le pedimos nada, al contrario, agradecemos profundamente la oportunidad que nos dio de seguir luchando por el sueño, por la utopía que heredamos del Libertador, de los precursores. Agradecemos al Comandante Chávez que emergiera del desierto y nos trajera la Esperanza.
Tenemos nuestra Verdad, siempre la proclamaremos, por ella luchamos y sólo pedimos coraje para morir por ella, si es necesario.
¡Chávez es Socialismo!

23.3.10

EMOCIONAR

El paisaje político venezolano se mueve aceleradamente. Del campo revolucionario se desprenden elementos políticos, que como dijo el Comandante, ya no daban más, se quedaron en el camino. Debemos estudiar la situación.
El deslinde que se precipita, que se manifiesta primero en lo político, es reflejo y va acompañado de deslindes en otros campos de la vida social: la economía, el imaginario, el espíritu, allí también se producen definiciones, que lentamente se hacen visibles.
Las posturas políticas que aparecen en el escenario tienen su correspondiente en la esfera económica, ésta las agrupará en última instancia. La definición será dada por la posición en relación a la hegemonía de la propiedad de los medios de producción.
Nosotros sostenemos que la hegemonía socialista de la propiedad de los medios de producción es aquella que produce hegemonía en la Conciencia del Deber Social. Es decir, y esto es muy importante en un país rentista como Venezuela, que no es un asunto meramente económico, no es la hegemonía económica simplemente, se trata de la hegemonía de la propiedad sustentadora de conciencia. En otras palabras, no es suficiente la propiedad social de la Petrolera y de las empresas de Guayana, es indispensable que esa riqueza se invierta en el resto del país, en propiedad social capaz de entrelazarse con la Conciencia del Deber Social.
Si invertimos la renta en formas de propiedad nosocial, capitalista, ésta sostendrá conciencia egoísta, esa será la hegemónica y buscará sus correspondientes políticos y espirituales.
La Petrolera y las empresas de Guayana son fundamentales para el Socialismo en lo político y lo espiritual. Es desde allí, con la participación activa de los obreros, que se debe y se puede irradiar la emoción social al resto del país.
Lo primero es que los obreros asuman su papel histórico, abandonen el campo economicista, y asuman su papel de clase fundamental en la Revolución. Se transformen en obreros socialistas, simultáneamente con la construcción del Socialismo.
Los tiempos que corren, de desprendimientos, dudas, indefiniciones, exigen que la Revolución se agrupe, que de un salto, que se defina y emocione a la sociedad. Y allí los obreros tienen papel principal. Veamos.
Una revolución cabalga sobre la emoción social, no puede entrar en la parsimonia de la costumbre, no puede perder su capacidad de asombrar, debe ir de milagro en milagro, de utopía realizada en sueño de una nueva utopía.
Una Revolución, su vigor, se puede medir por su capacidad de emocionar a las masas con el maravilloso rencuentro del espíritu social. En otras palabras, la Revolución debe movilizar alrededor de objetivos altruistas y sociales. Todas las acciones revolucionarias deben tener a la emoción como objetivo, esa es su fuerza.
Las soluciones individuales no educan en el Socialismo, sólo las soluciones sociales son formadoras de la conciencia social. Entonces, las Zonas Socialistas, la movilización que en ellas se genere, su irradiación sobre el resto de la sociedad combativa, su ejemplo, son imprescindibles para impulsar la emoción revolucionaria.
¡Chávez es Socialismo!
¡Revolución es Emoción!

22.3.10

CHÁVEZ DEFINE

A medida que la Revolución avanza, las aguas toman su cauce, el espacio para la maniobra oportunista se reduce, las posiciones se definen, las caretas caen, muchos se estacionan en el hombrillo, otros, simplemente saltan la talanquera.
Las revoluciones tienen un punto que las define, las caracteriza, y podemos decir, las sostiene, las hace posible.
Se trata de un punto sin el cual la Revolución pierde el alma, se desnaturaliza, se desvanece, en ese punto, o por medio de ese punto los pueblos en rebeldía se expresan, ese punto los resume.
Si ese punto desaparece, las sociedades se dispersan en muchas manifestaciones sin sentido, sin propósito, se comportan como una gallina despescuezada, hasta que al fin es atrapada por la quietud del sepulcro.
Este punto, que llamaremos núcleo generador es rápidamente detectado por el imperio, y hacia él enfilan sus más crueles esfuerzos, necesitan extirparlo con crueldad, dejar sentado un precedente que disuada: así lo hacen desde los días de Espartaco, de Cristo, en la independencia lo hicieron con los patriotas, y al Libertador lo asesinaron, sino físicamente, algo que está por dilucidarse todavía, con seguridad lo hicieron espiritualmente.
La lista de esos puntos es larga, tan larga como la historia de los intentos libertarios: Malcon X, Luther King, Mahatma Ghandi, Ho Chi Min, Torrijos, Allende, Fabricio, Jorge Rodríguez.
Hoy vivimos una Revolución que avanza firme hacia el Socialismo, transitando su propio camino, con contradicciones, con una feroz lucha de clases en su interior, pero siempre marchando hacia delante, en ella el núcleo generador, el punto de que hablamos, es el Comandante Chávez. Esto hay que reconocerlo sin mezquindad. Él resume el aliento vital de la Revolución , sin él la Revolución se esfuma.
Eso lo sabe el imperio y contra él enfilan sus armas. Esa es una buena medida del valor del Comandante.
En la práctica Chávez define. Eso significa que hoy en Venezuela no es posible ser Revolucionario y no estar con Chávez. O dicho de otra forma, si contra Chávez es, entonces es contrarrevolucionario.
Esa Revolución si se queda sin Chávez pierde su punto principal, su núcleo generador, se desvanece en mil contradicciones.
A Chávez hay que apoyarlo sin reservas. Las Revoluciones tienen como ley, el agruparse alrededor del líder, del núcleo generador.
Ese fue el éxito de la Revolución Cubana, que se congrega alrededor de Fidel, fue la clave de la Revolución Soviética, concentrada alrededor de Lenin.
Fue el error principal de lo más avanzado de la Revolución Chilena, del MIR. Tenía un excelente nivel de acierto en sus propuestas políticas, pero no supo entender que era Allende el aliento de aquella Revolución, sin Allende todo se derrumbaría.
Aquí en Venezuela la principal estrategia de la ofensiva imperial es asesinar a Chávez, ya sea físicamente o moralmente. La defensa de Chávez es el más importante objetivo para los revolucionarios. Debemos estar con el Comandante, eso significa estar con lo que Chávez decida, discutir todo con irreverencia, pero lealtad en la acción, secundarlo con disciplina.
¡Chávez!

21.3.10

LA OLIGARQUÍA ESTÁ CONSPIRANDO, Y CUENTA CON LOS INCAUTOS

Si estudiamos las declaraciones de voceros oligarcas, entenderemos rápidamente que están conspirando. No es necesaria ninguna labor de inteligencia, sus intenciones están a cielo abierto. Oigamos las voces del enemigo.
Salas Romer, responde así a la pregunta ¿Por qué no habrá 2010?
…“Porque hay muchos elementos en juego en estos momentos. Hay armamentos que han llegado para la guerrilla. Hay centros de entrenamiento guerrillero en Venezuela. La llegada reciente de Ramirito alguna motivación tiene. El pacto Farc y ELN firmado aquí en Venezuela. La ubicación de las bases norteamericanas casi en la frontera venezolana, tiene implicaciones. Los movimientos que uno observa geopolíticamente llaman la atención”...
Con los cuidados del caso, Salas anuncia un golpe con la participación de las bases militares gringas, y de pasada lanza algunas mentiras que apuntalan el susurro oligarca en la Fuerza Armada.
En un foro organizado por el Frente Institucional Militar, el General Enrique Ochoa Antich expone con claridad su estrategia golpista. Veamos:
La noticia la tomamos de El Universal:
“Ochoa Antich explicó que históricamente los golpes militares se registran cuando convergen tres factores: descontento en la FAN, constitución de una logia militar reconocida y una crisis política nacional. De acuerdo al General, en el país aún falta que cobre fuerza la última condición.”
Ochoa Antich, suelta, con las precauciones del caso, el plan, lo que llevan adelantado, y el análisis político que los conspiradores hacen. Todo está puesto sobre la mesa: hay descontento, la logia militar existe, la que Ochoa llama cautamente “grupo de amigos”. Sólo esperan que se de la crisis política nacional.
La crisis política no es otra que el resultado de las elecciones parlamentarias. Trabajan para que el resultado, sea cual fuere, se transforme en una crisis política. Ellos seguramente ayudarán con algunas acciones.
Esta es la fracción que conspira, los encargados del trabajo militar. La otra fracción es la encargada de influenciar incautos, aquellos que creen en el carácter y planes democráticos de los oligarcas, los que ven en las elecciones, sólo eso, elecciones, y no ven el tremendo plan conspirador que ya asoma. Faltan los planes de exterminio que acompañan a los golpes fascistas, cuyos detalles vienen del pinochetismo chileno, en estrecha alianza con la oposición oligarca, recordemos el viaje de Ledezma.
Ahora la Revolución, el PSUV, escoge los candidatos para esta batalla contra la oligarquía, esos serán los candidatos nuestros, por ellos debemos votar, no hay ninguna excusa para no hacerlo, nada debe estar por encima de un buen resultado en las parlamentarias, valga decir, por encima de preservar a Chávez y el rumbo al Socialismo.
Ya en este país no hay lugar para incautos, que nadie se chupe el dedo, en las elecciones parlamentarias los bolivarianos debemos arrasar, esa es la única forma de derrotar los planes de las oligarquías internacionales, que tienen como objetivo enterrar con crueldad el ejemplo que la Revolución Bolivariana es para el continente.
¡Chávez es Socialismo!
¡La Esperanza debe vivir!

20.3.10

A CUBA, SIN CONDICIONES

Cuba, su pueblo, sus dirigentes, Fidel, Raúl, Che, Camilo, Ramiro, Pombo, a través de su historia se han ganado nuestro afecto y nuestro respaldo sin condiciones, irrestricto, total. A Cuba no le regateamos el amor.
Está en desarrollo una campaña de desprestigio contra el Santuario del Socialismo, contra Cuba. No es la primera, y seguramente no será la última campaña de agresión. Se fabrican espejismos de manifestaciones en contra de la Revolución, se construyen agresiones a los derechos humanos, Europa se pronuncia, los gringos manipulan, los serviles asientan.
La pregunta que surge es ¿Por qué ahora, por qué con tanta fuerza? Intentemos respuestas.
Primer dato, la agresión no viene aislada, se complementa con una agresión igual, casi en los mismos términos y con los mismos orígenes, en contra de Chávez, de la Revolución Bolivariana. Esto no es coincidencia, se trata de un bombardeo contra la unión socialista de Cuba y Venezuela, de la ALBA. Las piezas se mueven.
Ya el pinochetista de Chile comenzó su campaña de alianzas contra Chávez, se reúne con Ledezma, y en sus ataques a Cuba consigue apoyo descarado y sinvergüenza de los otrora revolucionarios del partido socialista chileno. Cada día asesinan de nuevo a Allende. Así, Chile se une al combo antisocialista que en Colombia tiene su núcleo central, y que poco a poco va sumando debilidades en el Continente.
Aquí en Venezuela ya no coquetean con la ayuda solidaria de Cuba, ahora hablan de “fuerza invasora”, el cambio de denominación indica intenciones de enfrentamiento cruento.
No hay dudas, se prepara una ofensiva sangrienta contra el luminoso resurgir de la idea socialista en el continente, y esa ofensiva tiene como objetivo central el ataque a Venezuela y Cuba.
Ya la razón de las bases militares que los gringos activaron cercando a estos dos países va asomando sus intenciones, ahora se comprende mejor la invasión a Haití. Ya preparan a la opinión pública mundial para que se trague una agresión militar, que debe comenzar por nosotros.
En ese ambiente debemos situar la nueva ofensiva contra Cuba.
Los revolucionarios tenemos el deber de defender a Cuba, porque en la causa cubana se resume la causa de la humanidad. No hay Revolución posible sin el apoyo incondicional a Cuba, y no hay salida posible para la humanidad sin Revolución Socialista.
Cuba, ese pueblo heroico, ha mantenido en alto las banderas del Socialismo, allí se resume lo mejor de la humanidad, es ejemplo de lo que es capaz el humano cuando rescata su condición de humano.
Los logros del Socialismo Cubano son extraordinarios, milagrosos. No se pueden medir con los parámetros de la economía capitalista: ¿Cómo medir el amor que emerge de cada poro de esa sociedad, la sensación de protección, de solidaridad que brota en cada ciudadano? ¿Cómo medir los millones de miradas fraternas que se cruzan en las calles? ¿Cuál es el parámetro que mide el sosiego de saberse amado y de amar al prójimo?
Mientras exista Cuba Socialista habrá esperanzas.
¡Chávez y Cuba son Socialismo!

19.3.10

INDICE DE SALVACIÓN HUMANA

Fidel, en un artículo dramático nos alerta con las siguientes ideas: la especie humana está en peligro de desaparecer, cada día se acerca más al abismo. La salvación de la especie es prioridad, y la posibilidad de extinción es real y cercana.
De ese llamado de Fidel surgen varias preguntas:
¿Cómo hemos llegado a este punto? ¿Qué hacer para salvar a la humanidad?
El hombre del capitalismo lo han tallado para la tolerancia, ha perdido la capacidad de asombro, o mejor, le han distorsionado la capacidad de respuesta. Puede reaccionar con iracundia frente a un carro en un semáforo que le quita la prioridad, pero puede permanecer impasible frente a la extinción de un bosque, o la desaparición de una especie animal. Lo que no perturbe el ritmo pequeño de su vida pequeña no lo incomoda, no lo irrita.
Por eso es fácilmente manipulable por el miedo, la amenaza de su ritmo de vida, de su costumbre, lo hace reaccionar sin reflexión: por un apagón vota contra el gobierno socialista, pero no le importa el cambio climático que seca el Guri, es incapaz de relacionarlo con el capitalismo. Corre inconciente hacia el matadero, elige a sus verdugos.
Es así que la humanidad toda, nosotros incluidos, actúa como si nada la amenazara, sólo reaccionará, en el mejor de los casos, cuando el desastre sea irreversible.
Nos distraemos en objetivos subalternos, nos conformamos con nada. La vida trascurre en el poco a poco, avanzamos hacia ninguna parte, no conseguimos romper el cerco de la lógica que nos llevó a las márgenes de los acantilados, de la extinción.
La Revolución Bolivariana, tiene un reto: ya basta de cumbres, reuniones, lamentos, es vital dar un ejemplo, demostrar a la humanidad que hay salida, que la humanidad puede dejar de ser una especie suicida, que superando al capitalismo vendrá la sanación.
Es necesario dar un inmenso salto, romper las cadenas de las costumbres que nos obligan a reaccionar como cautivos, es necesario, de verdad, verdad, fundar el nuevo mundo, encontrar el rumbo de la redención para la humanidad.
Ese es el objetivo único, todo debe subordinarse a él. Esa es la utopía de estos tiempos finales: ¡salvar a la humanidad!
Todas las acciones de la Revolución debían medirse por un Índice de Salvación Humana. Este índice medirá el cambio de la relación entre los humanos y de estos con la naturaleza. El cambio de la sociedad depredadora capitalista, por la sociedad armónica socialista. Es decir, medirá los avances en la sanación.
Sólo elevando ese índice podremos salvarnos, si por el contrario, no lo tomamos en cuenta, si nos conformamos con los indicadores de la costumbre, seguiremos el camino al despeñadero.
La sociedad debe ser convocada a grandes acciones, a la hermosa aventura del ejemplo, que muestra el camino, a salir de la parsimonia. Cada adversidad debe ser convertida en un triunfo que eleve el Índice de Salvación Humana, que avive la Esperanza. Fidel, el que no miente jamás, tiene razón.
¡Chávez es Socialismo!

18.3.10

(RESPUESTA AL MINISTRO SANZ) TRANSICIÓN: REFORMISMO, REVOLUCIÓN Y COMERCIO

El Grano de Maíz del 9 de marzo, “Socialismo Comercial”, provocó respuesta del Ministro Sanz. Se sintió aludido y expuso sus ideas. Siempre nos parece saludable la discusión.
No vamos a entrar en los aspectos personales de la respuesta del Ministro, lo que está en juego en Venezuela en estos momentos tiene tal importancia, que enturbiarlo con observaciones particulares sería un crimen de lesa humanidad. Vayamos al grano.
El cuadro político se mueve rápidamente hacia terrenos de definición, las tensiones sociales y la turbulencia que genera se profundizan cada hora, el paisaje cambia cada minuto, las talanqueras son saltadas, y ellas mismas se mueven. Ya no es suficiente un análisis superficial, simple, para ubicarse. Ahora el momento exige más reflexión.
La división de los campos en gobierno y oposición ya no es suficiente, la situación exige otro instrumento de análisis para entender el difícil escenario. Necesitamos ubicar la contienda en su contenido ideológico. Veamos.
Debemos dividir los campos de acuerdo a la ideología, así tendríamos: Socialistas y Nosocialistas, esto nos daría una comprensión mejor de la realidad política, explicará las propuestas que hoy se discuten, y también por qué saltó Falcón, y por qué lo hizo hacia el PPT. Explicaría por qué se le dispara soterradamente a Cuba, y por qué se regatea el apoyo a Chávez. Estudiemos entonces qué ideologías se mueven en la política venezolana.
Tres ideologías principales encontramos en el análisis:
Una, los Capitalistas Francos: se encuentran en los dos campos, en el opositor y en el bolivariano, los de este lado se mimetizan, hasta citan a Marx, pero siempre se les ve el talante capitalista. Los intereses económicos de los dos bandos son iguales, coinciden y coincidirán en última instancia.
Dos, los Reformistas: plantean la superación del Capitalismo, pero “poco a poco”, “primero hay que construir las condiciones”, dicen. Para estos cualquier cambio que vaya al fondo, y el fondo es la Propiedad Social de los Medios de Producción, administrada por el Estado Nacional, será tildado de extremismo, de apresurado, de estalinista, etc. Para ellos la transición es eterna. Estos se encuentran, también, en los dos lados. Se presentan con variados matices, a veces más radicales, a veces más cautos, pero siempre morigerando, mareando, obstaculizando el camino. A fin de cuentas llevan agua al molino capitalista. Tarde o temprano propondrán acuerdos, conciliaciones, concertaciones. Esa es su historia mundial.
Tres, los Revolucionarios: son partidarios de los cambios económicos, sociales, políticos, que crean una nueva existencia, que será base material para la Conciencia del Deber Social, para el rescate del sentido de pertenencia a la sociedad. Cambios que simultáneamente van creando las condiciones necesarias para su realización, y cambios que simultáneamente van formando al Hombre Nuevo, o mejor, sólo en esa acción de cambiar se puede forjar al Hombre Nuevo. O dicho en otras palabras, el hombre cambia las condiciones de su existencia, las crea.
Los reformistas que actúan desde dentro de la Revolución son los que más daño hacen, son difíciles de identificar, se mimetizan revolucionarios, adoptan lenguaje radical, pero en realidad sus propuestas evitan el núcleo de los cambios, son evasivas, extravíos que debilitan a la Revolución.
La historia de la Revolución Bolivariana es la historia de la pugna entre estas corrientes. Es allí que debemos ubicar el Grano de Maíz y la respuesta del Ministro.
Uno de los aspectos de fondo que se discute, es la etapa de transición. Nosotros pensamos que la transición no es un paseo automático hacia el Socialismo, ni es una excusa para no avanzar, al contrario, en esta etapa se intensifica la lucha de clases, la lucha ideológica. Depende del desenlace de esa feroz lucha el destino de la transición, que se decida a favor del Capitalismo, o se decida a favor de continuar la ruta hacia el Socialismo.
Entonces, lo importante en la transición es la tendencia que esta lleve, lo que se esté construyendo en el alma de la sociedad, hacia dónde van los pasos, lo nuevo que va naciendo y lo viejo que va desapareciendo. Es en este ambiente que debemos analizar las propuestas.
La Revolución Bolivariana ha cosechado derrotas innecesarias, y merecen estudio. La Reforma es una de ellas, la pérdida de la Alcaldía Mayor , la del municipio Sucre y la Gobernación de Miranda, son otras ¿A qué atribuir estas fallas? ¿Es una tendencia? ¿Cómo hacer para revertirlas? ¿Cómo hacer para que la oportunidad magnífica que es la transición no se nos escape entre los dedos? Estudiemos.
La causa principal de estas derrotas debemos localizarla en la confusión, en las armas que usamos para construir el Socialismo, ya lo decía el Che: las armas melladas del capitalismo conducen al fracaso.
Entonces, la polémica sobre el Socialismo de Mercado no es una discusión trivial, académica, es la discusión del futuro de la Revolución. De lo que hagamos hoy dependerá el éxito o el fracaso mañana.
Veamos cuál es la propuesta del “SocialMercado”. No se trata del Mercado solamente, se trata del Mercado asociado a la producción capitalista, eso queda claro en las explicaciones de los propulsores de la idea. Es decir, el Mercado distribuirá de manera “controlada” la mercancía portadora de trabajo robado a los obreros, la plusvalía, y de esa manera se disminuye la apropiación del capitalista explotador. Por los precios bajos, se dice que se está distribuyendo socialmente la plusvalía, y que esa mayor o menor distribución determina el carácter socialista. De esta manera, cuando las grandes tiendas hacen rebajas, entonces se estarían convirtiendo en socialistas.
La plusvalía, la apropiación del trabajo ajeno, el trabajo enajenado, el extrañamiento del obrero del producto de su trabajo, es un asunto de relación de propiedad de los medios de producción, y no un asunto de la cantidad de esa apropiación. Sin sustituir la relación de propiedad, sin devolverle los medios de producción a la sociedad, siempre el capitalista restaurará y fortalecerá su explotación. Así, las pretensiones socialistas volverán al reino de la utopía.
Una cosa es la necesaria y transitoria cohabitación con los capitalistas, que siempre será una batalla a muerte, recordemos abril o diciembre, y otra cosa es establecer esta cohabitación como Socialismo o transición al Socialismo. Una cosa es que Mercal subsidie los alimentos producidos por los capitalistas y otra cosa es decir que en el Mercado se distribuye la plusvalía de manera social, y que eso es el Socialismo Nuestro.
La propuesta de SocialMercado lleva implícita la ilusión de controlar el capital, de limitar su ganancia, su explotación, su crecimiento. Para desengaño de reformistas, Marx nos dice en los Grundrisse:
“El capital, empero, como representante de la forma universal de la riqueza –el dinero- constituye el impulso desenfrenado y desmesurado de pasar por encima de sus propias barreras. Para él, cada límite es y debe ser una barrera. En caso contrario dejaría de ser capital, dinero que se produce a sí mismo.”
La realidad nuestra corrobora el pensamiento de Marx, es suficiente recordar el comportamiento de los capitalistas locales.
Entonces, no hay coexistencia pacífica con el capital, éste terminará fagocitando a la esperanza socialista. El capitalismo, sus formas, en la transición deben tender a desaparecer, nunca a crecer.
No es posible, ser equitativo en la distribución, socializar la distribución, sin socializar los medios de producción. Marx estudió muy bien este punto, en los Grundrisse nos dice:
“Según la concepción más superficial, la distribución aparece como distribución de los productos, y de tal modo como más alejada de la producción y casi independiente de ella. Pero, antes de ser distribución de los productos, ella es: 1) distribución de los medios de producción; 2) distribución de los miembros de la sociedad entre las distintas ramas de la producción –lo cual es una definición más amplia de la misma relación- (subsunción de los individuos en determinadas relaciones de producción). La distribución de los productos es manifiestamente sólo un resultado de esta distribución que se haya incluida en el proceso mismo de producción, y determina la organización de la producción. Considerar a la producción prescindiendo de esta distribución que ella encierra, es evidentemente una abstracción huera, mientras que, por el contrario, la distribución de los productos ya está dada de por sí junto con esta distribución, que constituye originariamente un momento de la producción. Ricardo, que se ha esforzado por concebir a la producción moderna en su organización social determinada y que es el economista de la producción por excelencia, declara precisamente por esa razón que no es la producción, sino la distribución, el verdadero tema de la economía moderna. Una vez más se evidencia el absurdo de los economistas, que presentan a la producción como una verdad eterna, y relegan la historia al campo de la distribución." (Subrayado nuestro)
Además, e igualmente peligroso, recordamos: toda forma económica que estimule al capitalismo estimulará también la conciencia egoísta, y eso tendrá necesariamente expresión en la política concreta, en el apoyo a la Revolución. Pero , asimismo, intentar controlar al capitalismo, ponerle límites, es cuando menos una candidez que nos llevará inevitablemente a su restauración plena y a la derrota del Socialismo.
Reafirmamos aquí la obligación de los Socialistas: en lugar de andar buscando al Socialismo por los rincones, debemos construir Zonas Socialistas. Nos permitimos traer algunos párrafos del Grano titulado “Las tareas de la clase obrera”, que ilustra el asunto:
“El agotamiento de la ideología pequeño burguesa dentro de la Revolución nos ha ubicado en una encrucijada fértil. Ahora podemos avanzar, hay grandes posibilidades, o podemos retroceder a las miserias del pasado, es una clara amenaza.
Estamos en terrenos de posibilidad socialista, como nunca hubo en Venezuela, y como pocas veces en el mundo. Es tal el avance del proceso bolivariano, que las tareas pendientes sólo las puede realizar la clase obrera encontrada con su ideología. Si la clase obrera no asume la hegemonía, la Revolución se pierde.
De allí que su principal tarea es ponerse al frente, tomar la hegemonía del proceso, a esto la ha llamado varias veces el Comandante. La pregunta que surge es:
¿Cómo hacerlo?
La clase obrera sólo puede tomar la conducción de la Revolución en la práctica, con el ejemplo, mostrando el camino, la nueva manera de vivir, de trabajar, los nuevos objetivos sociales, sólo así podrá dibujar un nuevo horizonte, conducirnos hacia el nuevo mundo.
Entonces, de aquí se desprende que la clase obrera debe constituirse en columna vertebral de las Zonas Socialistas, zonas donde el Socialismo sea concreción. Allí debe haber hegemonía de la Propiedad Social de los Medios de Producción Administrados por el Estado Nacional, entrelazados con la Conciencia del Deber Social.
La Conciencia del Deber Social, el Sentido de Pertenencia de la Sociedad , debe ser el motor de la actividad en esa zona. Y el Trabajo Colectivo Voluntario, por ser ejemplo, práctica de la entrega de esfuerzo a la Sociedad sin más compensación que la satisfacción del deber social cumplido, debe ser el eje de la formación del Hombre Nuevo. El eje de la producción, de la economía, deben ser fábricas, unidades económicas grandes, que agrupen a grandes sectores de la población. Unidades donde la producción colectiva, esa manera de existir, sirva de base a la Conciencia Social.
La producción debe obedecer a necesidades sociales y no a los requerimientos egoístas de una fracción de la sociedad. La distribución debe ser de acuerdo a las necesidades de cada uno.
Los estímulos morales y los materiales colectivos serán acicate en el desempeño del trabajo.
Las Zonas Socialistas no son unos ejercicios académicos, sin repercusión política, son por el contrario trincheras en la defensa de la Revolución y del Comandante Chávez. Sus miembros deben ser combatientes prestos para las batallas de la construcción del Socialismo, y también aptos, listos para defender al Socialismo en cualquier terreno. Son destacamentos de primera línea en la lucha contra el capitalismo.”
Hasta aquí, por ahora, la respuesta al Ministro Sanz, desmontar los sofismas que emplea en su trabajo nos distraería de los aspectos importantes de la discusión.
Seguiremos soñando, siendo utópicos, y dando la vida por esos sueños. Convencidos que toda Revolución fue antes un hermoso sueño, una maravillosa utopía.
¡Viva el Comandante utópico del 4 de febrero!

EL SOCIALISMO COMERCIAL

En este rumbo de la Revolución Bolivariana hacia el Socialismo, son muchos los extravíos propuestos, no es necesario abundar, basta recordar a Dieterich y su economía de equivalencia, el modelo chino, y una lista de similares evasiones.
Todas tienen en común el intentar construir Socialismo sin lesionar el núcleo del capitalismo: la propiedad nosocial de los medios de producción.
Ahora aparece con fuerza una suerte de “Socialismo en el Comercio”, y un estímulo a los explotadores capitalitas en la producción. Es importantísimo estudiar el punto, el tiempo se nos termina y, como dijo Raúl, “no tenemos derecho a equivocarnos.”
Los argumentos a favor de este Socialcomercio son variados, los conceptos se estiran para justificarlo.
El Mercado se consagra, se dice que hasta el propio Marx estaba de acuerdo. No es nuevo esto de traer al pobre Marx para defender al capitalismo.
El Mercado es donde se intercambian las mercancías, es decir, se cambia el trabajo robado a los obreros, por dinero que lo representa. Esto es así en el capitalismo desarrollado. Aquí en nuestras condiciones, la transacción, el mercado, se enmascara con la renta petrolera.
El mercado (subsidiado de mil maneras) tiene una alta carga de distribución de la renta petrolera, que necesariamente irá en mayor medida al sector capitalista, nacional o internacional, al que “produce”, valga decir, al capitalista que se apropia del trabajo de los obreros que sí producen.
Es sabido que es la propiedad de los medios de producción la que determina las bases para la distribución de los productos, de esta manera no es posible una distribución social (socialista) de los productos, sin una distribución social de la propiedad de los medios de producción. La consecuencia final de ese intento será, necesariamente, el derrumbe del intento socialista.
Por otra parte, se reduce al Socialismo a un mero hecho económico: si bajan los precios, eso es Socialismo. Es un absurdo pensar que la plusvalía, trabajo robado por el capitalista, que así se enriquece, se puede transferir a la sociedad por vía del comercio.
Pero donde está el peligro mayor para el sueño socialista, es en la creación de conciencia. Con el Socialmercado se dejan intactas las relaciones de propiedad capitalistas hegemónicas, la producción que genera conciencia descansa en gran medida en el sector capitalista, que además es estimulado. Por tanto, estaremos creando, reforzando conciencia egoísta, confundiendo las metas, y temprano veremos su efecto en el comportamiento de las masas.
El capitalismo es, además de un hecho económico que descansa en la propiedad nosocial, un hecho espiritual cultural, es la superación de ese espíritu lo que garantiza la fundación del Socialismo.
Está claro que el Socialcomercio deja intacta la cultura, la espiritualidad egoísta, capitalista, sus relaciones, por lo tanto, es un camino seguro a la restauración.
La vía al Socialismo tiene que ser un proceso donde, como dice Fidel: que la Conciencia genere riqueza, y no que con la riqueza se pretenda generar conciencia.
¡Chávez es Socialismo!
¡Criticar es amar!

17.3.10

LA EXISTENCIA PETROLERA

La mejor escuela socialista es la existencia socialista, al construirla se construye en masa al hombre socialista. Es así: Socialismo y socialistas tienen dependencia recíproca.
De allí que la tarea principal de un proceso que va rumbo al Socialismo sea construir una realidad, una existencia socialista. La pregunta que surge es ¿cómo es la existencia socialista? Veamos.
El Socialismo es, en última instancia, la restauración del sentido de pertenencia a la sociedad, la convicción de que la suerte del todo social depende de la suerte de cada uno de sus miembros, y que el todo social se importa por la suerte de cada uno de sus hijos, el convencimiento de que no hay salida individual. Es, en resumen, la instauración de las relaciones amorosas y la derrota de las relaciones egoístas.
Entonces, la existencia socialista será aquella que se entrelaza con la conciencia de sociedad. Y esa existencia es resolver los problemas de la vida en sociedad: la producción, la distribución, la cultura, todo debe tener como centro a la sociedad, ella debe ser el origen y el fin de toda actividad.
La ilusión de soluciones individuales con la que el capitalismo nos adormece, será superada, y la integración social iluminará la vida.
De allí que no es azar que en la Revolución Bolivariana llegó el momento protagónico de la Clase Obrera, sólo ella posee las condiciones materiales de la vida en sociedad, se gana la vida en sociedad, produce en sociedad, resuelve los problemas de su existencia en sociedad.
Por eso entiende muy bien la esencia del Socialismo, el rescate, la integración social. Para ella es familiar la organización, la disciplina, el desprendimiento, el altruismo.
Es una clase que para liberarse necesita cambiar de raíz al mundo, liberarlo del capitalismo, del trabajo enajenado, de la propiedad nosocial de los medios de producción. En resumen, es una clase que para liberarse necesita construir el Socialismo.
El capitalista sabe de la fuerza de la Clase Obrera, la sabe destinada a ser sepultureros de su sistema de explotación que lleva a la extinción de la vida, por eso la mantiene en un estado de ceguera espiritual, intentan que no concientice su fuerza de cambio, y que no interiorice la necesidad de ese cambio. Muchas maneras usa la oligarquía para maniatar a la Clase Obrera, la principal es confinarla al economicismo, a la noria de las reivindicaciones superficiales, las que no ponen en peligro al sistema capitalista.
La Revolución Bolivariana tiene razones para la esperanza, en medio de la turbulencia que significa la lucha pacífica con el enemigo capitalista, asediada por la costumbre y la tradición de país rentista, en medio de tantos peligros, seducciones, acechanzas, emerge una Clase Obrera poderosa, que da signos claros de superarse, de encontrarse con su papel histórico.
Amplios sectores de la Clase Obrera Petrolera, sorteando extravíos, dan muestra de pujar para construir esa nueva existencia socialista, que sirva de fragua para el Hombre Nuevo.
¡Chávez es Socialismo!
¡La Clase Obrera guiará el camino!

16.3.10

CHÁVEZ: EL CANDIDATO DE LA UNIDAD

Se acercan las parlamentarias, más de tres mil postulados bolivarianos van a una contienda preliminar. Es, sin dudas, una importante confrontación interna que merece análisis.
En las postulaciones el factor individual fue exclusivo, las proposiciones fueron personales, no hubo discusión en las patrullas, se deduce que los proyectos particulares dominaron el proceso, y por lo tanto las “ofertas electorales” tendrán una gran carga de individualismo. Las ideologías fueron soterradas, pero se manifestarán disfrazadas de personalismos. En estas condiciones, es ingenuo pensar que no habrá roces, resentimientos, tensiones, al contrario, el peligro de la disgregación se eleva.
El imperio sabe que desunirnos es un requisito para su zarpazo. Tanto lo necesitan, que sacrifican a uno de sus mejores cuadros infiltrados, al gobernador de Lara, pero simulan dejarlo en el campo revolucionario, haciendo daño, dividiendo. Asimismo, siembran cizaña en los partidos cercanos. Intentarán ahondar toda diferencia, tentar a las debilidades, profundizar dudas e incomprensiones, así fomentarán la dispersión. Preparan el terreno.
Estamos en medio de una turbulencia que amenaza la existencia de la Revolución , el imperio ha decretado la muerte del proceso, ya los más conspicuos voceros oligarcas hablan de la posibilidad del desenlace en este mismo 2010. Los envalentona el apoyo gringo.
El plan tiene varias facetas, la más fuerte es debilitarnos en las elecciones de septiembre, y cuando la Revolución se debilite vendrán por la cabeza de Chávez.
Paradójicamente, el imperio y la oligarquía criolla saben mejor que nosotros la importancia de Chávez para la Revolución. Ese es su objetivo, contra él enfilan todas sus infamias.
Chávez es el único factor indiscutible de unidad, por tanto, después de elegir los candidatos, es necesario restañar heridas y aglutinar las fuerzas bolivarianas, y eso sólo lo puede garantizar Chávez, la unidad sólo es posible en torno al Comandante.
El electorado, la masa revolucionaria, debe entender y sentir que en septiembre no sólo está eligiendo un diputado, está decidiendo el destino de Chávez, es decir, el destino de esta sociedad y del continente.
Una buena sugerencia es unirnos: El partido de forma orgánica, que más que la suma de individuos es el entramado de su organización, unido al pueblo bolivariano, los obreros, campesinos, todos a formar Grupos de Amigos de Chávez, encargados de garantizar el triunfo en septiembre.
Hacerlo sin complejos, sintiendo orgullo de ser Chavista, que es la única manera de ser bolivariano, de ser revolucionario, desechando las consejas de filosofastros que hablan de “hiperliderazgo”, de “príncipe”, de “culto a la personalidad”, argumentos que buscan debilitar el pilar más fuerte de la Revolución
A las elecciones debemos ir con un factor aglutinador, de unidad, que saque a la contienda de su mezquino entorno, de los límites castrantes del circuito electoral, que la coloquen en la justa dimensión del riesgo que corremos. Si al contrario, por ingenuidad, por populismos tontos, por anarquismos destemplados, nos privamos de este factor que es Chávez, la derrota es inevitable. Y ya sabemos que no hay tiempo ni espacio para errores.
¡Chávez es Unidad!
¡Irreverencia y Lealtad!

15.3.10

LA LUCHA INTERNA

La lucha interna es la más difícil de entender pero es la más importante. Siempre es más fácil percibir al enemigo exterior, este es evidente.
Así, en la época de la independencia era fácil distinguir al Imperio Español como el enemigo, pero imposible caer en cuenta que la derrota del Libertador estaba adentro, que Santander y Páez eran los verdugos del sueño de Bolívar.
El 23 de enero del 58, los dirigentes en aras de mantener la unidad, sacrificaron la lucha interna, no alertaron al pueblo y la gesta fue atrapada por los reformistas que sumieron a la patria en medio siglo de oscuridad. Se postergó nuevamente el sueño.
La lucha interna es ante todo una lucha de ideologías, ellas deciden en última instancia el combate. Podemos decir que una derrota revolucionaria siempre es precedida por una derrota ideológica.
Siendo así, es un extravío focalizar la lucha interna en las personas, al contrario: se debe fijar en las corrientes ideológicas que pugnan por la hegemonía, por conducir la Revolución. Veamos.
En el interior de la Revolución encontramos varias ideologías en feroz lucha interna. Se agrupan en dos campos principales, la Socialista y la nosocialista. Las nosocialistas proponen formas que van desde el capitalismo franco, hasta propuestas que mimetizan el Socialismo, pero sin pasar de ser populistas y anarcoides. Estas ideologías surgen principalmente de la pequeña burguesía y de los marginales.
Entonces, en el interior de la Revolución e independientemente de la voluntad, existe un fuerte choque de ideologías que debe ser, primero reconocido y luego tratado con inteligencia.
Lo importante para los revolucionarios, su tarea, es impulsar las formas socialistas, explicarlas, concretarlas y defenderlas de los embates de las corrientes nosocialistas.
Explicar, con argumentos, por qué un empresario capitalista siempre será un apropiador del trabajo ajeno, siempre será un ladrón, y siempre será un enemigo de nuestro Socialismo incipiente. Decir que estimular al capitalismo es, necesariamente, debilitar al Socialismo.
Difundir, como heraldos del futuro, que el Socialismo tiene como objetivos supremos, el rescate de la condición humana del humano, la integración de la sociedad, y que eso sólo se logra si se sustenta en la Propiedad Social de los Medios de Producción administrados por el Estado, única manera de conseguir esos objetivos humanizantes.
Queda claro, entonces, que es la lucha interna la que definirá el destino de la Revolución, la que decidirá si construimos un mundo que sea ejemplo para la humanidad, o si nos quedamos en el tremedal de las miles de variantes que presenta la miasma capitalista, justificando y posponiendo la gran ruptura, el gran salto que es una Revolución.
Hoy la principal tarea de los revolucionarios es estudiar para participar en la lucha interna con la pasión que asegura el éxito.
¡Chávez es Socialismo!

14.3.10

INERCIA

Es innegable que hay inercia en el paisaje político. El forcejeo electoral lo ocupa todo, el ser candidato gobierna todas las pasiones, el contenido ideológico es sustituido, enmascarado por la pugna individual.
La sociedad está impregnada de trivialidades: una golpiza en Carabobo es más importante, se discute más, que la arremetida oligarca contra las Misiones: los oligarcas consideran a los Misioneros Cubanos “fuerza de ocupación”, amenazan con las bases militares, pero las postulaciones ocupan el escenario.
Hasta el 14 de mayo discutiremos nuestros candidatos, después hasta septiembre el ambiente cada vez más se impregnará de elecciones. Esto es un grave riesgo para la Revolución. Veamos.
Las elecciones oligarcas son instrumento de adormecimiento, de distracción de los pueblos. Las usa la oligarquía como válvula de seguridad, para que nada cambie, para disipar la energía popular.
Todo lo contrario son las exigencias de una Revolución, la movilización de las masas es su combustible. La energía popular debe mover la rueda de la historia, hacerla avanzar.
La Revolución Bolivariana, que es pacífica, que abre esa vía inédita, debe ir resolviendo con creatividad los obstáculos que el camino le presenta, las elecciones son uno de los más importantes: el reto es transitar las elecciones oligarcas sin que el pueblo se adormezca, manteniendo la energía popular en las tareas revolucionarias, y no disipada en las rebatiñas electorales.
La Revolución debe unir las tareas electorales con las acciones propias de la construcción del Socialismo. Es decir, la construcción del Socialismo debe conducir a las victorias electorales. Lo contrario, ir a las elecciones con la misma lógica de la oligarquía, prometiendo, obsequiando, satisfaciendo ambiciones individualistas, sería “usar las armas melladas del capitalismo para construir Socialismo”, y ya sabemos que la advertencia del Che es cierta, ese error nos conduce a las miasmas.
Las próximas elecciones son decisivas, hay que ganarlas fortaleciendo al Socialismo, fortaleciendo su espiritualidad, esa es la única manera de dotar a las masas de razones sagradas por las cuales luchar, de prepararlas para la arremetida que vendrá después de las elecciones, sea cual sea el resultado.
Es hora de avanzar duro, de mostrar el Socialismo en concreto, de llamar al pueblo al sacrificio que esa construcción exige, y también mostrarle las inmensas satisfacciones que emanan del encuentro del individuo con la sociedad. La liberación, de transformarse de náufrago, huérfano, en humano que se encuentra a sí mismo en la sociedad por él reconstruida.
Tenemos las condiciones para avanzar: un Comandante con una extraordinaria conexión amorosa con el pueblo, un pueblo que pide ser dirigido por caminos de redención. Tenemos buena situación económica, la teoría que nos señala el camino, conocemos el objetivo y la importancia de llegar a él, no hay razón para no avanzar.
Si avanzamos duro, seguro arrasaremos en las elecciones, o mejor, sólo avanzando con fuerza podremos arrasar.
Allí están las Zonas Socialistas, esperando para servir de trincheras formidables de la lucha, para demostrar que el Socialismo es la vía, y que estamos dispuestos a transitarlo. El tiempo se agota, hagámoslas.
¡Chávez es Socialismo!

13.3.10

ZONAS SOCIALISTAS, HOMBRE SOCIALISTAS

La tarea de la Clase Obrera es trascender los límites de su clase y hacerse sociedad. Sólo cuando asuma los objetivos liberadores de toda la sociedad podrá redimirse ella misma.
Las pretensiones de liberar a la Clase Obrera de manera parcial, están destinadas al fracaso y son contrarrevolucionarias, porque ubican la fuerza emancipadora en objetivos subalternos. En resumen: sólo cuando la Clase Obrera asuma la conducción de la lucha libertaria de toda la sociedad, habrá Revolución.
En Venezuela, con la Revolución Bolivariana y el liderazgo de Chávez, eso es posible, esa es la tarea fundamental.
¿Cómo hacerlo?
Es preciso unir la Clase Obrera alrededor de ese objetivo histórico, concientizarla, guiarla hacia la superación del economicismo, convertirla en vanguardia y fuerza de cambio revolucionario. Eso sólo se consigue en la práctica: son necesarias unas zonas de concreción de la acción de la nueva Clase Obrera, la revolucionaria.
Unas zonas donde se concrete la existencia socialista, es decir, la Propiedad Social administrada por el Estado Nacional, entrelazada con la Conciencia del Deber Social. La Clase Obrera en esas condiciones se podrá convertir en formidable instrumento revolucionario, será paradigma del cambio, se reflejará sobre el resto de la sociedad, sobre las demás clases, dirigiendo su participación en la fundación del nuevo mundo.
Deben tener estas zonas un fuerte núcleo obrero socialista, que sirva de eje moral, práctico, guía del resto de la Zona.
Estas zonas deben tener concreción política, ser fuerza en la defensa del Gobierno Revolucionario, esa será la medida de su eficacia. Nada ganamos con una organización social que no se exprese en lo político, que deje a la Revolución huérfana, inerme, que no la defienda.
La primera tarea de estas zonas es la movilización política, situarse en la realidad, dar respuesta al peligro que corre la existencia de la Revolución, asediada por poderosos enemigos externos.
También debe ser garante contra las desviaciones del camino, factor principal de la lucha contra las desviaciones propuestas por reformistas y anarcoides.
El instrumento principal de influencia de la Clase Obrera sobre el resto de la sociedad, es el Trabajo Voluntario. Éste repite las condiciones, la esencia de la existencia en la fábrica socialista: la cooperación, la entrega a la sociedad, la organización obrera, y de esta manera sirve de soporte a la formación de la Conciencia del Deber Social.
Estas zonas son indispensables para la marcha hacia el Socialismo. Serán formadoras de trincheras de lucha y de luchadores revolucionarios. Pero además, y muy importante, serán influencia inmediata sobre el resto de la población, muro contra el desaliento, elevadores formidables de la moral, brújulas del camino. De esta manera, la nueva relación con el trabajo, la nueva existencia y la espiritualidad a ella asociada, se socializarán, se harán propias de toda la sociedad.
Recordemos que la existencia, la manera como una sociedad se gane la vida, así será su conducta. Entonces no hay otra vía hacia el Socialismo que construir Socialismo, Zonas Socialistas y Hombres Socialistas.
¡Chávez es Socialismo!

12.3.10

LA EXISTENCIA QUE MODELA

La existencia del humano lo modela. Como una sociedad se gane la vida, como sea la calidad de su existencia, así será su espiritualidad. De allí que es importante en una Revolución los cambios en la existencia, al hacerlos, creamos las condiciones para el Hombre Nuevo Revolucionario.
Lo anterior, verdad siempre, lo es más en una sociedad con poco desarrollo de las fuerzas productivas, y además rentista, como es Venezuela. Aquí las tareas de los cambios revolucionarios deben encararse con gran rigor. Veamos.
Uno de los objetivos fundamentales de la Revolución es crear economía, existencia que sustente el rescate del sentido de pertenencia a la sociedad. Es decir, economía en la que el hombre se gane la vida socialmente, trabajando para la sociedad, y que la sociedad se encargue de retribuirle el trabajo cubriendo sus necesidades.
El sentido de pertenencia a la sociedad, el convencimiento de que sólo se puede realizar la individualidad plena dentro de la sociedad, de que la suerte de la sociedad será la suerte de cada uno de sus individuos, sólo es posible adquirirlo dentro de esta existencia, entrelazado con esta economía. Ese es el núcleo del Socialismo. Es impensable el Socialismo sin la hegemonía de esta economía, de esta existencia.
La Revolución está obligada a construir esta economía Social y esta Conciencia Social. No es un capricho: si no lo hace su destino será el fracaso.
La interdependencia entre las relaciones económicas y la espiritualidad se estrechan durante los períodos de turbulencia social como los que vivimos ahora en Venezuela. En esos momentos, un cambio en las relaciones económicas repercute en la espiritualidad casi inmediatamente, a veces con sólo anunciarlo.
Un acto con los obreros en la calle donde se reafirme la unidad obrera, la condición social de su trabajo, se hable del comportamiento altruista, del Trabajo Voluntario, subirá las simpatías de la masa hacia el proceso de manera inmediata.
La socialización de unas fábricas produce el mismo efecto, y si se socializa toda la línea productiva, desde la materia prima hasta la distribución, estableciendo una relación entre esas unidades de intercambio de necesidades y no de mercancías, el impacto sobre la espiritualidad será inmenso.
Del mismo modo, un acto que anuncia la cooperación con el sector capitalista, confunde y baja las adhesiones de manera directa. Si se estimula la producción capitalista, el impacto negativo sobre la espiritualidad revolucionaria será mayor.
De allí que los cambios que el Gobierno Revolucionario haga en la economía, deben ser analizados, no sólo como un asunto meramente económico, de números, sino que deben ser vistos a través del impacto espiritual en la masa bolivariana.
La clase obrera organizada, encontrada con su ideología, fortalecida en la práctica de las empresas de Propiedad Social administradas por el Estado Nacional, deben con su ejemplo y con su acción, situarse a la vanguardia de la construcción del Socialismo, de la Existencia Socialista. Tienen en el Trabajo Voluntario el instrumento para reflejarse en toda la sociedad.
¡Chávez es Socialismo!
¡Criticar es amar!

11.3.10

LAS ELECCIONES OLIGARCAS: OPIO DE LOS PUEBLOS

Las elecciones oligarcas, lo que allí se elige y cómo se elige, son una gran operación de adormecimiento de los pueblos. Recordemos cómo consiguió la IV república mantenerse durante casi medio siglo. No bien había terminado unas elecciones, ya estaba abierto el nuevo carnaval electoral, pululaban los candidatos y las pugnas entre ellos ocupaban el centro de la lucha política.
Es un sistema que fragmenta a candidatos y a electores, los confina a su egoísta individualidad, cada uno forcejea de manera mezquina en cada una de las etapas del proceso. Y al final la sociedad manifiesta su voluntad también de manera aislada, individual. Este tipo de elecciones oligarcas son el método más eficaz para la permanencia de la dominación burguesa. Veamos.
La Revolución lo ha heredado como sistema, como filosofía y sin dudas, está haciendo su labor de saboteo del avance del proceso. Distrae de mil maneras del camino de la construcción de una Conciencia Socialista, y nos desintegra. Evita la movilización de las masas en torno a objetivos políticos importantes. Nos sumerge en nosotros mismos.
Así vamos ganando elecciones y simultáneamente nos vamos desgastando, minando, porque en cada elección se va elevando el espíritu egoísta, que es base del capitalismo que combatimos. Es necesario entonces cambiar la manera de elegir.
En las elecciones parlamentarias debemos arrasar, de ese éxito depende el destino del país. Si Chávez sale débil de estas elecciones el oligarca se nos vendrá encima. Pero debemos ganar sin descuidar la movilización popular alrededor de objetivos políticos o, con más precisión, la movilización política nos educará socialistas y triunfadores.
Si Chávez sale fortalecido, sin dudas, se abren posibilidades socialistas como nunca hubo en el continente. Podremos avanzar corrigiendo entuertos, apretando el paso. Una de las tareas impostergables es fundar una nueva manera de elegir organismos nuevos.
La parsimonia del voto debe ser sustituida por el voto militante, el voto movilizado, responsable, social. La movilización debe ocupar un lugar estelar en la manifestación de la voluntad popular.
Pueblo movilizado, se aprende, se reconoce fuerte, se encuentra en la acción, y así talla la fraternidad del combate.
La necesidad del cambio que proponemos no son ataques al parlamento, al contrario, son construcción y defensa del Socialismo. Sin ellos el proceso, independientemente de la voluntad de los revolucionarios, irá desgastándose en la lógica oligarca, y al final habremos creado a los verdugos del sueño.
Sólo un pueblo organizado, movilizado, en la calle, apoyando los cambios socialistas, al lado del Comandante Chávez, podrá derrotar los extravíos del camino y fortalecer la ruta Socialista. En contraste, un pueblo disperso, adormitado por el opio electoral, será espectador y protagonista de su derrota.
Hoy tenemos motivos para movilizarnos: Chávez y el Gobierno Revolucionario son atacados de forma alevosa por la oligarquía internacional y la respuesta sólo es de algunos altos dirigentes del gobierno, la masa permanece ausente, y el partido elige candidatos…
¡Chávez es Socialismo!
¡Pueblo organizado y movilizado es Socialismo!

10.3.10

LA SEÑORA HARNECKER ARREMETE DE NUEVO

La Señora Harnecker arremete de nuevo contra la posibilidad socialista, antes dispararon la teoría del Hiperliderazgo.
La ideología que ella representa, siempre en el intento de fragmentar a la masa revolucionaria, ahora arremete contra el Estado, contra la centralización. Ocultan así un ataque abierto a la Revolución Cubana. ¡Que coincidencia! ahora que los oligarcas acusan a los cubanos de “fuerza invasora”.
El día 6 de marzo la señora Harnecker publica un extenso artículo donde trata de demostrar las bondades de la descentralización y lo nefasto de la centralización. Allí mezcla citas traídas por los cabellos, con elucubraciones y afirmaciones sin ninguna base. El artículo merece una respuesta, es necesaria por la confusión que trae a la masa revolucionaria.
La señora acomoda los argumentos a su conveniencia, expone un sarcasmo de centralización, y después, por supuesto, arremete contra ese fantasma destartalado que ella creó. No vale la pena desmontar esa ficción que ella urde. Es necesario ir al final del artículo, donde muestra las costuras. Veamos.
Después que habla de los esfuerzos de Cuba por afinar el poder popular, que dicho sea, allá es un tejido social que conecta a los núcleos capilares con las instancias nacionales y regionales, después que habla, repetimos, de los ajustes que se hicieron en ese tejido, nos suelta esta perla:
…“infelizmente las grandes dificultades económicas que ha sufrido Cuba en las últimas dos décadas redujeron enormemente los recursos disponibles para atender las aspiraciones de la gente, los cuadros del Poder Popular comenzaron a desgastarse y cansarse, la gente perdió la confianza y la participación popular comenzó a debilitarse, transformándose muchas veces en algo muy formal y eso –junto a otras razones que aquí no podemos analizar- condujo a que el Poder Popular que había comenzado con mucho brío y creatividad empezara a desacreditarse”.
Aquí se muestra el núcleo de la ideología que la señora Harnecker propone: es una ideología del bien material, que desprecia la moral revolucionaria, con razón no les gusta el Che. Según ellos, el Poder Popular se derrumba si no tiene “recursos disponibles”, es decir, para ellos la lealtad revolucionaria dependería de la compensación material.
Difícil mayor ofensa a ese pueblo forjado en el Socialismo, que ha sido capaz de enfrentarse al imperio en sus mismas narices, que lo ha resistido todo, como dice Fidel, que se portó en la crisis de los misiles con gran dignidad, que es ejemplo para el mundo, que combatió en Girón con heroísmo, que siempre será acicate para las luchas de emancipación, y que es capaz de parir hombres como los Cinco Héroes luchadores contra el terrorismo.
A ese pueblo pretenden rebajar a la categoría de mercenarios.
No entienden los móviles de la Revolución , no pueden entender el Asalto al Moncada, Alegría de Pío, el 4 de febrero, abril ¡no entienden nada!
Después no se vengan a disfrazar, quien es capaz de pensar eso, de escribirlo, será lo que sea, menos revolucionario.
¡Chávez es Socialismo!
¡Viva el Pueblo de Cuba!

9.3.10

EL SOCIALISMO COMERCIAL

En este rumbo de la Revolución Bolivariana hacia el Socialismo, son muchos los extravíos propuestos, no es necesario abundar, basta recordar a Dieterich y su economía de equivalencia, el modelo chino, y una lista de similares evasiones.
Todas tienen en común el intentar construir Socialismo sin lesionar el núcleo del capitalismo: la propiedad nosocial de los medios de producción.
Ahora aparece con fuerza una suerte de “Socialismo en el Comercio”, y un estímulo a los explotadores capitalitas en la producción. Es importantísimo estudiar el punto, el tiempo se nos termina y, como dijo Raúl, “no tenemos derecho a equivocarnos.”
Los argumentos a favor de este Socialcomercio son variados, los conceptos se estiran para justificarlo.
El Mercado se consagra, se dice que hasta el propio Marx estaba de acuerdo. No es nuevo esto de traer al pobre Marx para defender al capitalismo.
El Mercado es donde se intercambian las mercancías, es decir, se cambia el trabajo robado a los obreros, por dinero que lo representa. Esto es así en el capitalismo desarrollado. Aquí en nuestras condiciones, la transacción, el mercado, se enmascara con la renta petrolera.
El mercado (subsidiado de mil maneras) tiene una alta carga de distribución de la renta petrolera, que necesariamente irá en mayor medida al sector capitalista, nacional o internacional, al que “produce”, valga decir, al capitalista que se apropia del trabajo de los obreros que sí producen.
Es sabido que es la propiedad de los medios de producción la que determina las bases para la distribución de los productos, de esta manera no es posible una distribución social (socialista) de los productos, sin una distribución social de la propiedad de los medios de producción. La consecuencia final de ese intento será, necesariamente, el derrumbe del intento socialista.
Por otra parte, se reduce al Socialismo a un mero hecho económico: si bajan los precios, eso es Socialismo. Es un absurdo pensar que la plusvalía, trabajo robado por el capitalista, que así se enriquece, se puede transferir a la sociedad por vía del comercio.
Pero donde está el peligro mayor para el sueño socialista, es en la creación de conciencia. Con el Socialmercado se dejan intactas las relaciones de propiedad capitalistas hegemónicas, la producción que genera conciencia descansa en gran medida en el sector capitalista, que además es estimulado. Por tanto, estaremos creando, reforzando conciencia egoísta, confundiendo las metas, y temprano veremos su efecto en el comportamiento de las masas.
El capitalismo es, además de un hecho económico que descansa en la propiedad nosocial, un hecho espiritual cultural, es la superación de ese espíritu lo que garantiza la fundación del Socialismo.
Está claro que el Socialcomercio deja intacta la cultura, la espiritualidad egoísta, capitalista, sus relaciones, por lo tanto, es un camino seguro a la restauración.
La vía al Socialismo tiene que ser un proceso donde, como dice Fidel: que la Conciencia genere riqueza, y no que con la riqueza se pretenda generar conciencia.
¡Chávez es Socialismo!
¡Criticar es amar!

8.3.10

LAS TAREAS DE LA CLASE OBRERA

El agotamiento de la ideología pequeño burguesa dentro de la Revolución nos ha ubicado en una encrucijada fértil. Ahora podemos avanzar, hay grandes posibilidades, o podemos retroceder a las miserias del pasado, es una clara amenaza.
Estamos en terrenos de posibilidad socialista, como nunca hubo en Venezuela, y como pocas veces en el mundo. Es tal el avance del proceso bolivariano, que las tareas pendientes sólo las puede realizar la clase obrera encontrada con su ideología. Si la clase obrera no asume la hegemonía la Revolución se pierde.
De allí que su principal tarea es ponerse al frente, tomar la hegemonía del proceso, ha esto la ha llamado varias veces el Comandante. La pregunta que surge es:
¿Cómo hacerlo?
La clase obrera sólo puede tomar la conducción de la Revolución en la práctica, con el ejemplo, mostrando el camino, la nueva manera de vivir, de trabajar, los nuevos objetivos sociales, sólo así podrá dibujar un nuevo horizonte, conducirnos hacia el nuevo mundo.
Entonces, de aquí se desprende que la clase obrera debe constituirse en columna vertebral de las Zonas Socialistas, zonas donde el Socialismo sea concreción. Allí debe haber hegemonía de la Propiedad Social de los Medios de Producción Administrados por el Estado Nacional, entrelazados con la Conciencia del Deber Social.
La Conciencia del Deber Social, el Sentido de Pertenencia de la Sociedad debe ser el motor de la actividad en esa zona. Y el Trabajo Colectivo Voluntario, por ser ejemplo, práctica de la entrega de esfuerzo a la Sociedad sin más compensación que la satisfacción del deber social cumplido, debe ser el eje de la formación del hombre nuevo.
El eje de la producción, de la economía deben ser fábricas, unidades económicas grandes, que agrupen a grandes sectores de la población. Unidades donde la producción colectiva, esa manera de existir, sirva de base a la Conciencia Social.
La producción debe obedecer a necesidades sociales y no a los requerimientos egoístas de una fracción de la sociedad. La distribución debe ser de acuerdo a las necesidades de cada uno.
Los estímulos morales y los materiales colectivos serán acicate en el desempeño del trabajo.
Las Zonas Socialistas no son unos ejercicios académicos, sin repercusión política, son por el contrario trincheras en la defensa de la Revolución y del Comandante Chávez. Sus miembros deben ser combatientes prestos para las batallas de la construcción del Socialismo y también aptos, listos para defender al Socialismo en cualquier terreno. Son destacamentos de primera línea en la lucha contra el capitalismo.
La otra tarea de la clase obrera es táctica: para desarrollar las Zonas Socialistas, para hegemonizar a la Revolución es necesario que la Revolución exista, que el Comandante exista, que la conexión Chávez-Pueblo se mantenga.
Por eso es vital vencer, arrasar en las elecciones de septiembre. Un descalabro allí pondría en peligro máximo al proceso y al Comandante Chávez. El sueño sería postergado, la oportunidad de construir un nuevo mundo sería desperdiciada.
¡Chávez es Socialismo!

7.3.10

LAS FARC NO SON TERRORISTAS

Un juez español acusa al gobierno de vínculos con “grupos terroristas”: FARC de Colombia y ETA del país Vasco. Inmediatamente el partido de Aznar pide el rompimiento de relaciones con Venezuela, y Zapatero pide explicaciones. A primera vista se percibe la maniobra, pero lo interesante del hecho es la reacción de mucha gente nuestra. Veamos.
Primero, aceptamos como un hecho que las FARC y la ETA son terroristas, entramos así en la lógica del enemigo.
El calificativo de Terrorista lo otorga el imperio a su conveniencia y desde su soberbia, no existe una definición clara, el término se mueve acompañando los intereses imperiales. Así, las FARC serían terroristas, pero el fundador de los paramilitares, Uribe, sería un demócrata. Las invasiones de los gringos, los genocidios, las cárceles clandestinas, Guantánamo, la ocupación de Irak, las bombas atómicas con las que amenazan al mundo, la contaminación con la que lo asesinan, el embargo criminal a Cuba, el secuestro a los Cinco Héroes Cubanos, el estímulo a las mafias de Miami, el albergue a Posada Carriles, el amparo a Orlando Urdaneta, que pide magnicidio contra Chávez, y un largo etc. Todo esto, según ellos, no califica al imperio como terrorista.
Califican a las FARC de terroristas, pero no explican por qué, lo dan por sabido, y el que no esté de acuerdo corre el riesgo de ser también calificado de terrorista.
Nosotros decimos que ¡las FARC no son terroristas! Cometen errores, se desvían del camino, nosotros tenemos divergencia con ellas, pero no son terroristas. Es una organización de resistencia a la oligarquía colombiana, la misma que asesinó a Bolívar. Las FARC tienen muy bien justificada su existencia, ésta se yergue sobre la sangre de miles de campesinos asesinados por los paramilitares de Uribe, y millones de desplazados por la oligarquía.
No es un pecado tener nexos con ese movimiento, al contrario, es un deber de revolucionarios tenerlo, relacionarse con ellos desde la crítica. Hablar con ellos tiene tanta justificación, y quizá más, que hablar con Uribe, o con Santos, su lugarteniente.
Los voceros del gobierno deben tener cuidado de no caer en la lógica del imperio, no hay que salir despavoridos a dar explicaciones a quien no las merece. Es un desliz hacerse eco de la calificación de “banda terrorista” a ETA, o de “terrorista” a las FARC.
La acusación es una trampa con dos caras: hagamos lo que hagamos ellos nos calificarán de protectores del terrorismo. Si el gobierno dice que ni las FARC ni la ETA son terroristas, se ganan el calificativo de protectores del terrorismo. Pero si acepta la acusación, si se pliega a la lógica del imperio, está abriendo caminos a la derecha nacional.
Acertada la posición del Comandante: no tenemos que dar explicaciones a nadie, menos a los verdaderos terroristas.
No debemos explicaciones a nadie, Venezuela es soberana, y establece relaciones y conversaciones de acuerdo a su libre albedrío, como lo hace cualquier país soberano del mundo.
¡Chávez es Soberanía!