13.6.09

LOS PELIGROS DE LA COSTUMBRE

Cuando una Revolución avanza aparecen los enemigos que obstaculizan el camino. Son de varios tipos, los hay evidentes y existen los solapados, estos son los más peligrosos, no se detectan con facilidad, actúan en las sombras del alma.
Uno de esos enemigos es la costumbre y, más que la costumbre, las estructuras que crea la costumbre. Estas estructuras edificadas por la costumbres están presentes en todas las clases sociales, los marginales la tienen, la clase media también, pero donde más importancia adquieren es en la Clase Obrera, fundamental para consolidar a la Revolución. Veamos.
La Clase Obrera tiene siglos luchando contra el patrón, ha perfilado estructuras adaptadas a esta lucha: los sindicatos y sus líderes están perfectamente adaptados a este escenario.
En esos sindicatos ser honesto era y es ser revolucionario, un líder sindical que no pactara con el oligarca valía mucho, un sindicato que arrancara al burgués la mayor cantidad de plusvalía y mejores condiciones de explotación, cumplía con su deber, para eso fue creado.
Pero llegó la Revolución y comenzó el avance hacia el Socialismo, que es la liberación del obrero. Los requerimientos son otros: la Clase Obrera tiene otras posibilidades y otros compromisos, ahora no es suficiente las luchas de la costumbre, no es suficiente luchar por un aumento acá y una reducción allá.
La tarea, el reto de ahora, es luchar por construir el Socialismo, que es el papel histórico de la Clase Obrera, que es nada menos que la salvación de la humanidad. Ya sabemos que el capitalismo es el camino hacia el infierno, y el Socialismo, que sólo puede ser construido con la participación decisiva de la Clase Obrera, es la liberación de la humanidad de la espiritualidad suicida del egoísmo.
En esta nueva situación, en esta posibilidad de avance, aparecen los peligros de la costumbre. Cuando podemos plantear a la masa obrera consignas altruistas, nos limitamos, por la costumbre, sólo a la comodidad de las consignas de siempre: ¡suban aquí, denme acullá, más de esto, menos de aquello!
El deber de los dirigentes de la Clase Obrera, es plantear las consignas que nos lleven al Socialismo, acompañar al Comandante en la práctica. También luchar por las reivindicaciones, velar por el bienestar de los obreros, pero entendiendo y haciéndoles entender que nunca, bajo ningún gobierno capitalista, serán tan libres para luchar por una mejor vida, serán escuchados, queridos y considerados, como lo son ahora.
Haciéndoles entender que nada justifica perder esta oportunidad histórica de avanzar hacia el Socialismo, que el principal deber de los obreros, de sus líderes, es proteger la posibilidad socialista, que nunca había estado tan cerca, ni tan fuerte.
Un cambio así en la conducta, necesariamente, producirá un cambio en las estructura y en las costumbres, de esa forma la Clase Obrera marcará el camino para el resto de la sociedad.
¡La humanidad cuenta con la grandeza de la Clase Obrera Venezolana!
¡Chávez es Socialismo!

12.6.09

EL EDIFICIO

Aquella sociedad perdida supuso su felicidad en la construcción de un edificio émulo de Babel. Todos obraron el deseo. Se formaron tres cuadrillas entusiastas.
La primera decretó que el edifico sería autóctono para ser bueno, no se parecería a nada hasta ahora existente.
Y fueron febriles al campo, reclutaron entusiasmos, acopiaron material y comenzaron con furia. A las dos semanas tenían cuatro pisos construidos, estaban altos, desde allí se sentían seguros. Ese era el camino. La práctica era maestra incomparable. Esta es la práctica sin teoría.
Otra cuadrilla dijo, “sin teoría de edificios no hay práctica de edificios”, y se fue a la biblioteca a estudiar, aprendió ingles (los mejores libros están en ingles), aprendió ruso para analizar las construcciones en su idioma original, fundó laboratorios y universidades para ilustrarse en edificios.
Los miembros de esta cuadrilla dictaban charlas, ganaban premios, publicaban libros. Esta es la teoría sin práctica.
La tercera cuadrilla estudió en la misma biblioteca. La teoría que allí aprendía en la mañana, en la tarde la ensayaba en el campo, adaptaba los conocimientos al terreno de construcción.
Lo fundamental de la experiencia universal lo conocía y no lo desdeñaba. Sabía que un edificio alto lleva bases profundas, concientes que el edificio debe ser propiedad de todos para que todos se sientan motivados en su construcción, que hay que estar alerta con los enemigos de edificios.
Muchas cosas sabían y muchas cosas aprendieron en la práctica, esos conocimientos nuevos los escribieron para uso de generaciones futuras. Esta es la praxis, la teoría guiando a la práctica y a la vez aprendiendo de ella.
Así pasaron los años y más, y llegó la hora de presentar los resultados.
La primera cuadrilla, la febril, la de la práctica, presentó su informe en la televisión con bombas y serpentinas, dijo: “hemos obtenido un gran triunfo, hemos construido quinientos ochenta y tres pisos, ninguna sociedad del mundo ha alcanzado tamaña hazaña. Sólo hemos tenido un pequeño problema: los pisos del quinto al octavo lo hemos construido muchísimas veces y se derrumban al cabo de unos días, no sabemos por qué. Pero, confiamos resolver ese fenómeno. En las reuniones de la cuadrilla lo tratamos hasta la madrugada”.
A continuación mostraron sus manos callosas y sus ojeras de trasnocho.
Fuertes aplausos y quedó registrado que el edificio no pasó del cuarto piso.
A continuación la cuadrilla de la teoría mando una delegación pequeña, el resto estaba estudiando.
Después de cinco horas de conferencia mostraron el terreno donde pensaban hacer el edificio más alto del universo.
Quedó registrado: un bello terreno, ningún piso y una conferencia brillante.
Por último le toco el turno a la cuadrilla de la Praxis. Esta presentó un informe corto:
“Adaptamos el conocimiento universal a las condiciones del terreno, la teoría alimentó a nuestra práctica, la práctica nutrió el conocimiento, corregimos errores, inventamos nuevas formas, así superamos el pasado apoyados en él. El edificio tiene doscientos pisos, es el más alto de la galaxia”.
¡Socialismo es Praxis”
¡Chávez es Socialismo”

11.6.09

LA PARADOJA

El estudio de la relación de lo local con lo universal puede parecer una distracción académica, ejercicio de teóricos sin oficio, pero no es así, en esta relación va la vida de la Revolución, y por tanto su estudio es de vital importancia.
Si no se establece una relación socialista, esto es, elevar la visión de lo local hasta lo universal, entonces, en estas condiciones, lo que hagamos en lo local, sea barrio, comuna, consejo comunal o fábrica, estará signado por la fragmentación, será fuente de egoísmo y favorecerá a la causa capitalista.
Se produce de esta manera la situación paradójica de que mientras más éxito podamos tener en la gestión local, más agua llevamos a la cultura, a la psiquis que apuntala al capitalismo. En otras palabras, la Revolución estará creando a sus propios sepultureros.
Esta paradoja puede explicar derrotas y victorias electorales que de otra manera serían inexplicables. Nos afirma la importancia de la Conciencia del Deber Social, y el valor de crear las condiciones materiales que la soporten.
Sin una identificación fuerte entre lo universal y lo local, sin la comprensión por parte de lo local de los asuntos universales, la movilización ante los problemas que se escapen al mezquino ámbito local será floja, la movilización sólo se dará por lo local, por el agua que faltó, por el asfaltado, por la reivindicación en la fábrica, pero no por una elección donde la Revolución puede ceder espacio a la reacción, ni por las amenazas de magnicidio o las agresiones gringas.
En contraste, si la descomunal fuerza de miles de organizaciones locales se enlaza en una gran fuerza social, con visión nacional y universal, capaz de movilizarse por objetivos políticos altruistas universales, entonces la Revolución contará con una defensa que disuadirá cualquier intento de torcerla.
Además, esta fuerza social que participa de la solución de los problemas locales, al tener conexión con el estudio y solución de los asuntos nacionales, estará integrada a la sociedad, y allí reside el empoderamiento del pueblo, el verdadero Socialismo.
Debemos tener en cuenta que convivimos con la ideología pequeño burguesa y que su tendencia a evitar la integración de la sociedad está presente en todas las soluciones que propone y en todas sus acciones.
Intenta sabotear desde la formación del partido hasta la economía centralizada, intenta sabotear cualquier asomo de integración social.
La Revolución necesita derrotar las veleidades pequeño burguesas y consolidar la ideología revolucionaria. Esta necesidad hace imperativo construir una hegemonía de la Propiedad Social de los medios de producción como soporte de la Conciencia del Deber Social, y un tejido organizativo social y político que integre a la sociedad, que vaya desde la célula más pequeña, desde el capilar más alejado hasta el centro nacional.
Sólo así restituiremos a la sociedad, fundamento del Socialismo.
Podemos decir que la batalla por el Socialismo es la batalla por la integración de la sociedad, y esa batalla tiene como pilar el elevar lo local hasta lo universal.
¡Chávez es Socialismo!

10.6.09

ELEVAR LO LOCAL

Lo local, confinado sólo a lo local, es contrarrevolucionario. Lo local, unido a lo universal en un tejido social y político, es una fuerza revolucionaria formidable. Veamos.
El Socialismo es devolver al hombre y a la sociedad su condición social. Hacer del hombre un verdadero ser social y, por tanto, hacer de sus organizaciones, organizaciones sociales.
El capitalismo es en esencia la fragmentación de la sociedad, el convertir al hombre en náufrago, en un aislado, un solitario. Por supuesto que sus organizaciones serán fragmentadoras, aisladoras, barreras para la comunicación.
El capitalismo, para funcionar, para justificarse, necesita el ambiente egoísta, la guerra de todos contra todos, la competencia. Esa es su razón de ser, su visión del mundo.
La Revolución debe, so pena de perecer, de ser capturada, modificar radicalmente la visión del mundo propia del capitalismo, debe emprender acciones que reconstruyan el tejido social, y para esto es principalisimo elevar lo local al nivel universal. Establecer relaciones políticas, sociales, económicas, organizativas y espirituales desde la base hasta el nivel nacional.
Las organizaciones capilares deben conocer las causas profundas de sus males y las soluciones radicales, convencerse que su enemigo es el sistema capitalista y que la solución es el Socialismo.
Siendo así, deben ser unidades muy eficientes en la solución de los problemas locales, pero también eficientes en la lucha por la construcción del Socialismo y su defensa. Capaces de movilizarse por objetivos políticos que vayan más allá de los mezquinos contornos de su aldea existencial, capaces de ver y sentir el mundo, y de actuar para modificarlo.
Entre las unidades de base y lo nacional debe existir un tejido, una comunicación, debe fluir la información en los dos sentidos.
Así es una organización socialista: le da poder al pueblo, el poder de decidir en lo local, pero también en lo nacional, de tener visión social. Es diferente a la organización local que propone la burguesía, que no engarza las organizaciones de base con lo nacional, no les da sentido universal.
Entonces las organizaciones de base, sean Consejos Comunales, Comunas, Mesas, sin formar parte de un tejido nacional que termine en una Asamblea Nacional, son elementos disociadores, desintegradores, efímeros, fomentadores de una especie de egoísmo colectivo, y por lo tanto contrarrevolucionarios.
Las revoluciones pacíficas tienen en la ideología pequeño burguesa un principal enemigo, deben estar alertas de las proposiciones que de ella emane.
Siempre evaluar si son fragmentadoras o son integradoras, si son socialistas o son capitalistas.
La función principal de la pequeña burguesía en las Revoluciones Pacíficas como la nuestra, es desviarlas, extraviarlas, evitar que integren a la sociedad, estimular la fragmentación que debilita a las revoluciones y prepara el zarpazo final. Basta revisar la historia reciente para confirmarlo, sus propuestas siempre son desmolivizadoras y desintegradoras, minan los dos pilares fundamentales de la Revolución.
¡Socialismo es integración y movilización!
¡Chávez es Socialismo!

9.6.09

LA VIOLENCIA

Como consecuencia del Grano “La seguridad de Chávez”, donde exponíamos la siguiente idea: si los oligarcas desesperados le tocaban un pelo a Chávez habría combate, y el combate así desencadenado sería altamente cruento, y que el objetivo de la ira popular desencadenada por el asesinato de la esperanza, serían los oligarcas y el capitalismo. Que si se atrevían, entonces cualquier ataque a los oligarcas, desde el ajusticiamiento hasta la confiscación, sería legítimo.
Como consecuencia de ese grano, fuimos calificados como incitadores de la violencia. Sobre esa calificación nos permitimos algunos comentarios.
No vamos a responder la acusación a nivel personal, creemos que si la derecha, en sus diferentes matices, desde Pastora Medina hasta Leopoldo Castillo, nos ataca, eso nos indica que estamos en el camino correcto.
Queremos comentar desde la política. Veamos.
La lucha de clases en Venezuela ha alcanzado niveles inéditos. Los capitalistas aparecen cada día en la prensa dando muestra del deterioro del sistema que defienden.
Zuloaga, por ejemplo, el dueño de Globovisión que ahora quiere aparecer como defensor de los pobres, es develado mostrando sus privilegios: va los fines de semana a África a cazar “piezas mayores”, vive en mansión y tiene carros para botar para el techo.
Todo eso no es producto de su trabajo, ya sabemos que trabajo no hace oligarcas, es producto del robo de lo que pertenece a la sociedad.
Se les cae el concepto de libertad de expresión, queda claro que la libertad de que nos hablan es la libertad para defender sus groseros privilegios y para engañar al pueblo.
Esta agudización de la lucha de clases, este descubrimiento que hace el pueblo de cómo viven los oligarcas, de su acumulación de riquezas que pertenecen a la sociedad, este despertar horripila a los oligarcas, los hace perder la sensatez, y apelan a medidas desesperadas: el magnicidio.
El magnicidio es una amenaza oligarca, la historia dice que con él tratan de resolver lo que ya no pueden resolver por el engaño, ejemplos sobran en nuestro continente.
En esta situación, frente a un país que avanza hacia un mundo mejor, los oligarcas elevan el nivel de tensión de la lucha de clases proponiendo magnicidio.
Con esa agresión brutal contra el pueblo, qué esperan, qué otra cosa puede suceder diferente a la que vaticinamos, qué otra reacción esperan. ¡No hay otra! Frente a la agresión oligarca temblará la tierra, elevaremos la lucha de clases a los niveles máximos.
Habrá combate y habrá violencia. Ellos con su magnicidio la incitarían.
Pero, la situación de violencia se puede evitar. Empecemos por los partidos y los intelectuales de derecha condenando el magnicidio: Leopoldo Castillo, Pastora Medina, Zuloaga, Cisneros, Poleo, Rafael y Patricia, Leopoldo Lopez, Capriles Radonsky, Julio Borges, Ravell, Orlando Urdaneta, Fernando Ochoa, Teodoro, Ramos Allup, Planas, Carlos Blanco, los 2D, los sindicatos de derecha, etc., firmando un comunicado condenando el magnicidio, que convenzan a su base social disociada, que comiencen a desmontar el origen de la violencia.
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!

8.6.09

¿A QUÉ VINIERON?

Hace pocos días se reunió en Caracas un equipo de fascistas internacionales, el grupo estaba completo, lo formaban intelectuales, plumíferos, agentes de la CIA , politiquillos, oportunistas. Debatieron durante dos días, montaron su espectáculo, dijeron lo que tenían que decir, provocaron y se fueron.
¿A qué vinieron?
La pregunta es necesaria, es importante, más allá de la guachafita, averiguar sus intenciones: ¿para qué el cedice, instrumento convicto y confeso del imperio en su lucha contra la Revolución y contra Chávez, monta este evento? Intentemos respuesta.
La reunión de estos fascistas en Caracas tenía como objetivo central legitimar las ideas capitalistas, apoyar la salida cruenta, esbozar el programa de derrocamiento de la Revolución que el imperio activa contra nosotros, justificarlo. En el desarrollo del encuentro se evidencia esta intención. Veamos.
Primero Vargas Llosa, sin duda el de más prestigio de los invitados, tenía como tarea afincar las ideas que sustentan al capitalismo, revisemos sus palabras en el foro:
“El camino del progreso no es el camino del colectivismo, no es el camino del estatismo, no es el camino de la propiedad social”.
Sabe lo que dice, se refiere a uno de los pilares del Socialismo, la Propiedad Social, y lo hace en momentos en que la Revolución avanza hacia la socialización.
Después vargas da otro paso importante para el proyecto gringo: desprestigiar la democracia. Aquí demuestra su carácter fascista.
Acerca del pueblo latinoamericano, el escritor dice:
“Sigue equivocándose, no sabe pensar, tiene una cultura política frágil y transitoria, y para colmo sus decisiones electorales reflejan su profundo subdesarrollo”.
“Yo creo que en muchos de esos desaciertos electorales lo que se expresa es un profundo subdesarrollo latinoamericano y la frustración y el desencanto de unas mayorías defraudadas”.
Así cumple su papel: propone capitalismo y deslegitima al Gobierno de Chávez diciendo que el pueblo es subdesarrollado y no sabe pensar, por tanto alguien debe corregir sus errores.
De esta manera queda libre el camino para plantear la solución, de eso se encarga Plinio Apuleyo, a éste se la va la lengua y declara abiertamente lo que estaba reservado para los cenáculos. Es necesario resaltar que esta declaración alarmante, alertante, sólo la reseña Últimas Noticias. Veamos la solución que propone Plinio Apuleyo y el cedice:
…“cree que cesará la demagogia como pasó en Chile, con lo que quedará en desuso el discurso populista y de izquierda que tanto atrae a las masas”.
La declaración casi no requiere explicación, es una invitación clara a una “terapia de choque” tipo pinochet, al fascismo.
Estos dos voceros del fascismo continental cumplieron su papel, los demás sólo adornaron las jornadas. Y si todavía quedaron dudas de las intenciones del encuentro, trajeron a Joaquín Lavin, asesor de pinochet, su sola presencia es un mensaje de lo que están planeando los capitalistas.
Por Venezuela, estaban los privilegiados y estaba ledezma, esa asistencia indica el nivel de alianzas que los empresarios tienen con el sector político.
¡Esta vez no habrá impunidad!
¡Chávez es Socialismo!

7.6.09

EL DÍA QUE ASESINARON A UN PUEBLO

“Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra; y si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca preguntes, por quién doblan las campanas, doblan por ti”.
Tomamos este fragmento del poema de Donne, porque sólo la poesía puede expresar lo que sentimos: el vértigo cuando alguien nos llamó para decirnos que en el Congreso Nacional se atacaba a la columna que condena al magnicidio, que alguien allí censura la columna antes que condenar el magnicidio, que la tilda de incitar a la violencia, que ignoran al magnicidio y piden la cabeza de la columna.
Nos dijimos: “son los tristes signos de los tiempos, en eso nos hemos convertido, contra eso luchamos, ahora con más fuerza, porque la peste emocional, la enfermedad que padecemos, amenaza el alma que sostiene la existencia”.
Los pueblos pueden ser asesinados, quién niega que con Allende murió Chile, o Panamá con Torrijo, o que en La Higuera murió un continente.
Los pueblos pueden ser asesinados, y ese día que la noche cubre la tierra, cuando se abre el cielo y vomita el alma, ese día marca la vida, y el pueblo, tarde o temprano, se transforma en ciclón incontenible que emprende una gesta que dura cien y más años. Siglos son teñidos por la sangre del grito.
Quién niega que el ¡Ay! del Mariscal de Ayacucho aún retumba en la historia nuestra, quién duda que el golpe que mató a Trotsky también derrumbó a la Unión Soviética. Quién sabe qué pasará en Chile cuando Allende despierte y vuelva a La Moneda. O cuando Fabricio baje del Campamento Venus.
Los pueblos pueden ser asesinados, pero no se vencen.
Aquí en Venezuela los oligarcas manipulan el alma, todos lo sufrimos, están transformando al país en fríos, calculadores, en rebaño. Ya no hay excesos del humano, sólo quedan los excesos de la bestia.
Se amenaza de magnicidio, de asesinar al pueblo, y todos reaccionamos como si de una partida de ajedrez se tratara. Un comunicado, uno más, pretende responder la afrenta, el buen comportamiento no se ve perturbado.
Nadie se sale del cauce, ningún Consejo Comunal cierra una calle como protesta por el asesinato posible, la vida de un hombre bueno, que intenta ayudar, vale menos que la falta de agua por unas horas.
Ningún diputado da una bofetada a la ignominia que se presenta ante la cámara, todos piden la palabra y hablan bien comportados, repiten el discurso que repitieron ayer, no hay exceso, todos perdimos la humanidad, pero ganamos buenas costumbres.
Los sindicatos piden, pero no se indignan frente a la posibilidad de asesinato, no amenazan con parar nada.
Nadie quiere correr riesgos.
Nosotros nos sentimos complacidos de ser acusados de incitar a la violencia.
¡Chávez!