25.3.10

EDUCAR SOCIALISTAS

La educación de los revolucionarios es apasionante y vital. De la manera como se resuelva depende el destino de una Revolución, o mejor, la educación es la Revolución. Podríamos decir parafraseando a Lenin: sin Educación Revolucionaria no hay Revolución.
La preocupación por la educación es constante en los Revolucionarios. Bolívar rápidamente entendió su importancia y nos dejó su “Moral y Luces”. Simón Rodríguez, el Maestro, dedicó su vida a reflexionar, a pensar la educación y a educar, toda su existencia es una cátedra de pedagogía revolucionaria… Decía: "Sin educación popular no habrá verdadera sociedad". Afirmamos hoy: “Sin educación Socialista no habrá Socialismo”.
Y aquí surgen unas preguntas y unos problemas: ¿Cómo educar en Socialismo, cómo formar el Hombre Nuevo Socialista a partir de lo viejo?
A las interrogantes se les han dado varias respuestas: unos, de forma dogmática, postulan que el cambiar las condiciones materiales de existencia, es decir, las relaciones de propiedad, es suficiente para que surja el Hombre Nuevo.
Algunos, a pesar de diagnosticar bien el problema, se abruman frente a su magnitud y retroceden. Asustados, proponen desarrollar el capitalismo para que se forme un proletariado vigoroso, y a partir de allí surgirá el Hombre Nuevo. Lo que hacen es escurrir el bulto.
Las revoluciones deben dar respuestas a las preguntas, partiendo de la idea de que el hombre al transformar la realidad se transforma a sí mismo. Entonces, al hacer Socialismo, el hombre se hará socialista. De aquí que la tarea principal de la educación socialista es hacer Socialismo, defender la posibilidad socialista.
Las masas, la sociedad, deben participar en la construcción y en la defensa del Socialismo. No es pensable una educación socialista sin esa participación, sin esa construcción, las dos deben entrelazarse estrechamente.
He allí la principal tarea de la Clase Obrera: pasar de ser una clase que resiste la explotación desde la trinchera del economicismo, a ser una clase que libera a la sociedad, la educa, la transforma desde la colina luminosa de la construcción del Socialismo.
Ahora la responsabilidad de la Clase Obrera, de sus líderes, no es simplemente conseguir amortiguar los pesares del capitalismo, sino crear territorios socialistas, que sean cátedras de formación del Hombre Nuevo.
El reto es inmenso, pero es imprescindible en estos momentos de definiciones de la Revolución, de lucha ideológica intensa, de pugna por precisar el carácter del Socialismo. Será la práctica la que decidirá el rumbo, y esa práctica Revolucionaria indispensable para avanzar, sólo es posible si tiene como eje la actividad de la Clase Obrera. Los territorios socialistas, las Zonas Socialistas por ella fundada, se reflejarán como ejemplo maravilloso sobre el resto de la sociedad, educándola, guiándola hacia una nueva existencia y una nueva conciencia.
Esas Zonas Socialistas serán, deben ser, pilar fundamental que sostenga el liderazgo del Comandante Chávez, lo acompañen en el rumbo al Socialismo.
Es hora de que la Clase Obrera entre en la batalla por el Socialismo, su concurso es indispensable.
¡Chávez y la Clase Obrera son Socialismo!

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