4.10.08

EL DÍA QUE LA CRISIS NOS ALCANZÓ

En los Estados Unidos estalló una burbuja especulativa y su efecto se extendió a todo el planeta. Las bolsas mundiales lo reflejan con dramatismo.
En Venezuela la mayoría se distrae en cuantificar la magnitud del daño económico que esta situación nos puede causar. Algunos dicen que poco, otros son más cautos en sus pronósticos, todos analizan en el campo económico.
Si percibimos la crisis sólo como un asunto de economía, estaremos considerando el aspecto más superficial de una crisis más profunda que ya alcanzó con fuerza a todos los rincones y a todos los aspectos de la vida social del planeta.
Sólo estudiando los aspectos más esenciales de la crisis mundial podremos tener elementos para su superación, si nos quedamos en su superficie económica irremediablemente padeceremos sus variadas manifestaciones.
La crisis mundial es una crisis del Sistema Capitalista, de la cultura capitalista. Veamos.
El motor de la cultura capitalista es el egoísmo, el afán de lucro individual, la competencia. Todo esto entrelazado con la propiedad nosocial de los medios de producción. Esta es la característica principal de la sociedad capitalista, y del hombre capitalista.
Los sistemas sociales basados en el egoísmo se desarrollaron a través de la historia llegando a su máximo con el capitalismo. Éste llevó a niveles suicida el afán de lucro que le es inherente.
El capitalismo no puede parar de crecer, de ocupar nuevos mercados, de obtener ganancias, si alguien en el capitalismo se detiene es engullido por sus competidores.
Al principio el egoísmo, que es su base ética, le fue muy útil para la expansión: la garra del capitalista, sin ningún rubor, se clavó en las espaldas de los pueblos del Sur, y en sus propios obreros. El egoísmo justificó, propició la dominación de mercados y pueblos.
Ahora ya no tiene mucho espacio para expandirse en el mundo real y ha creado una economía ficticia, un mundo de papel, donde la especulación, las compras a futuro, las ventas cruzadas y otras triquiñuelas, sustituyen a la producción.
Esta economía no tiene relación con la producción real, les sirvió durante un tiempo, pero estalló, y puso en evidencia la crisis profunda del capitalismo, que también se manifiesta en la disgregación de los pueblos, en la crisis ecológica, el desempleo, el hambre, en resumen, el desamparo, la soledad del hombre.
Ahora, cuando ya no tiene mucho espacio para expandirse, el egoísmo impide construir soluciones. Lo que está en crisis es la esencia del capitalismo: el Egoísmo como forma de relación.
La salida para la humanidad es una sociedad unida, cada uno importándose por la suerte de la sociedad toda, y la sociedad tomando cuenta del destino de cada uno. La solución es fundar una nueva cultura, la única manera de salvarnos de esta crisis terminal es construyendo el Socialismo.
Nosotros debemos fortalecer la relación de hermandad en nuestra sociedad, ésta es la condición para avanzar, so pena de que alguna manifestación egoísta de la crisis nos estalle en la cara.
¡Chávez es Socialismo!

3.10.08

LO SABEMOS

Sabemos que la Revolución transcurre en medio de una feroz lucha de clases. Aquí adentro pugnan las corrientes de derecha y las corrientes revolucionarias. Eso lo sabemos.
Esa pugna, esa batalla incesante y cruel, se manifiesta en todos los niveles: desde los planes nacionales hasta en la vida individual, tiene que ver con la colocación de la renta y también con el carro que compra el funcionario, tiene que ver con los planes sociales y también con las cuñas de televisión y los programas de radio..
La tentación de resolver la pugna silenciando al adversario, siempre está presente. La derecha es tenaz en el uso de este recurso, allí están los cadáveres de revolucionarios y revoluciones que gritan que ese no es el camino. Por esa vía se derrotan las revoluciones.
La manera correcta, la que construye, es abrirse a la discusión, es la batalla de los argumentos, es el combate de las ideas, la batalla de ideas de que tanto habla Fidel y que ha sido el anhelo de los revolucionarios del mundo.
Sabemos que nosotros, está columna y los programas de radio que en ella se apoyan, forman parte de la discusión. Decimos lo que creemos que ayuda a mantener el rumbo revolucionario.
Esta postura es suficiente para despertar el odio de los que tienen proyectos tibios, los que les gustaría que no agitáramos las aguas, que dijéramos que todo está bien, que hasta aquí llegamos, y lo que queda es usufructuar, deleitarse en las posiciones alcanzadas, no correr riesgos.
Pero la Revolución es un constante construir, también un constante superar lo construido, no hay lugar para el sosiego, no hay reposo. Cuando pensamos que llegamos a la meta, se abre un nuevo camino, nuevos retos y nuevos riesgos.
Sabemos que los partidarios del sosiego, del reposo, de la restauración, tienen mucho poder, hemos visto sus colmillos, sabemos que estamos expuestos a sus mordidas infames.
Nuestra posición no es cómoda, suscita el aislamiento y toda clase de peligros, de ataques. Nosotros, repetimos, estamos comprometidos con el rumbo revolucionario, haremos y diremos todo lo necesario para alertar, para contribuir a mantener ese rumbo, y en ese empeño asumiremos con alegría los riesgos.
Si los que no tienen argumentos, ideas para combatirnos, insisten en tomar la vía de la fuerza para resolver las divergencias con nosotros, si los que son permisivos, muy permisivos con los oligarcas, pero les irritan los revolucionarios, insisten en intentar callarnos, si los ejecutores del pasado insisten en su cacería de revolucionarios, los enfrentaremos con las ideas. Si nos cierran una puerta otras se abrirán, y desde allí arreciaremos nuestra prédica. Ese es nuestro compromiso, pelearemos hasta desde el fondo de una cueva.
Sabemos que a medida que la Revolución avanza las contradicciones se hacen más fuertes, y los contrarrevolucionarios serán implacables. La historia está llena de estos episodios, grandes y pequeños. La lucha más importante de una Revolución ocurre en su propio seno.
¡Chávez es Esperanza Socialista!

2.10.08

INSACIABLE Y CRUEL

Cada sistema social tiene su espíritu que lo caracteriza, de la misma manera que tiene sus relaciones humanas y materiales características.
En Estados Unidos estalló una crisis de inmensas proporciones que, más allá de las cualidades económicas que tiene y que el mundo conoce con profusión, deja al descubierto el verdadero carácter del capitalismo: sabemos que hubo préstamos masivos sin garantías de retorno, que sobre esos préstamos se hicieron transacciones ficticias, y sobre esas transacciones se hicieron manipulaciones fraudulentas. Sabemos que crecieron las instituciones exageradamente, todo eso no los confiesan los delincuentes de cuello blanco y limosina grande.
No es extraño, allí se manifestó el Espíritu del Capitalismo, la búsqueda de ganancias, que es la savia del sistema, los llevó al campo de la especulación, territorio indispensable para la necesaria expansión.
El Espíritu del Capitalismo es la destrucción insaciable de la naturaleza y de los hombres, todo lo fagocita convertido en mercancías. El capitalismo es como un molino incesante que devora todo lo que encuentra en su camino, no puede parar, su sed destructora es cruel. Ese es su espíritu, al final se devora a sí mismo.
Esta ansiedad de consumo tiene como fundamento al egoísmo y la competencia.
Este Espíritu se ha evidenciado en las noticias de la crisis. Veamos.
"Este proyecto de ley fracasó porque Barack Obama y los demócratas ponen la política por delante de los intereses del país", dijo en un comunicado Doug Holtz-Eakin, principal asesor económico de MacCain.
"Sus ataques partidistas fueron un esfuerzo para ganar ventaja política durante momentos de crisis nacional", indicó el asesor de McCain, quien acusó al demócrata de falta de liderazgo. El Candidato MacCain, acusa a Obama de pensar más en él mismo que en el país.
Los deudores tienen el mismo comportamiento egoísta, sólo buscan salvar su casa, su carro, su modo de vida, no les importa la sociedad, no les importa el país. El fantasma del egoísmo recorre a esta crisis:
“Al artista de Dallas, Tomás Bustos, sólo le queda la alternativa de salir a las calles a protestar para salvar su casa.
Bustos tomó un préstamo de 60,000 dólares sobre el valor de su casa para renovarla y pagar algunas deudas hace tres años, dijo. Pero su pago de hipoteca se triplicó de 540 dólares hasta 1,400 dólares cuando subieron los intereses”.
Esta situación de debacle capitalista contrasta con la actitud de la sociedad de la Cuba Socialista. Allá cuando sufrieron huracanes, cientos de miles también quedaron desamparados, sin casas, y el amor, la solidaridad social los cubrió con su manto. Esta noticia nos ilustra la actitud de esa sociedad Socialista:
Nuevitas, 9 sep (RN) - “Sin dudas, mientras se recupera la ciudad, los nueviteros comparten lo que tienen en espera de que llegan los beneficios que garantizará la dirección del país, porque están seguros que serán atendidos, como se acostumbra ante estos casos de afectaciones por eventos meteorológicos”.
El camino para la humanidad es el Socialismo, el capitalismo es una terrible ficción de bienestar.
¡Chávez es Esperanza Socialista!

1.10.08

EL OLVIDO

Las clases dominantes, los triunfadores, aplastan a los líderes, a las gestas de los derrotados. Así ha sido en la historia de la humanidad, con esto no estamos diciendo nada nuevo, sólo recordamos que la historia la escriben los triunfadores.
Las clases dominantes ofrecen al recuerdo de los pueblos sólo a los líderes que favorecen sus intereses. Siendo así, condenan al olvido a los revolucionarios, deforman sus gestas, falsifican su vida. Esta capacidad de hundir es limitada, nunca es absoluta.
Cuando los pueblos despiertan y reencuentran sus rumbos de redención, regresan al pasado en búsqueda de sus olvidos, reconstruyen la verdadera historia de sus luchas.
En esta labor de arqueología del sentimiento encuentran tesoros, porque el corazón social siempre guarda en lo profundo a los grandes luchadores.
Hay numerosos ejemplos de rescate y de rectificaciones históricas:
El Libertador fue víctima del intento de olvido, y sólo fue hasta casi medio siglo después de su muerte que fue recuperado oficialmente su recuerdo.
La gesta de Fabricio sólo florece con la llegada de la Revolución Bolivariana , antes estaba su recuerdo confinado a las catacumbas de la resistencia.
Ha sido siempre así, los rebeldes no tienen espacio en los Olimpos oligarcas.
El líder que sin duda ha padecido con mayor fuerza esta operación de olvido, es Lev Davídovich Bronstein, conocido como León Trotsky. Un líder comparable al gran Lenin, con él compartió combates importantísimos para la historia del Socialismo y de la humanidad.
Dirigió la gloriosa insurrección de octubre, que abrió camino a la República de los Soviets. Luego fundó de la nada al Ejercito Rojo, con él dirigió grandes batallas en defensa de la Esperanza de la humanidad, del primer ensayo de futuro viable, de superación del capitalismo que ya veían nefasto.
Este líder fue ferozmente perseguido por Capitalistas y “Socialistas”, al punto de que ningún país del mundo quisiera darle asilo. Fue México, siempre hospitalario, quien acogió al mancillado.
Los socialistas deformados de Stalin lo persiguieron por todo el planeta, lo sometieron al acecho de las fieras. A final, el 21 de Agosto de 19 40, lo alcanzaron en México. Y cegaron la vida de León Trotsky, quien yace en una tumba resguardada por la Hoz y el Martillo, a la que siempre fue fiel.
Después vino el manto de silencio, el olvido, lo borraron de libros y fotografías, deformaron su pensamiento, lo convirtieron en lacra innombrable. Sólo mencionar su nombre trae exclusión de los círculos aún sumisos a la deformación. Hasta hoy los ortodoxos dogmáticos creados por los manuales le temen a sus ideas y a su ejemplo.
Es necesario estudiar a Trotsky, así lo recomendaba el Che. Sin Trotsky no se puede entender el camino del Socialismo. No se puede condenar a Stalin y a las deformaciones soviéticas ignorando a Trotsky, se corre el riesgo de contrarrevolución. No se puede hablar de Lenin sin hablar de Trotsky, ni de las deformaciones del Socialismo sin hablar de los heroicos intentos de corregir esas deformaciones.
¡Chávez es Esperanza Socialista!

28.9.08

CRISIS CULTURAL

La crisis financiera que recorre el mundo ha puesto de manifiesto una crisis cultural cuyos componentes ya aparecían en el horizonte.
Esta crisis tiene su anclaje en el principio ético central del capitalismo “Si da lucro al individuo es honesto”. Este principio legaliza, hace virtuosa, a la especulación y a todas las perversidades. El único rasero es que dé lucro al individuo: la trata de blanca da lucro a quien la ejerce, lo dá la droga, la tala de los bosques, la venta de alimentos cancerígenos, la especulación con alimentos. Todo es ético.
Este principio ético central del capitalismo surge de las entrañas del principio económico central del capitalismo: la propiedad privada de los medios de producción.
La propiedad privada de los medios de producción permite que un hombre se apropie del trabajo de otros hombres, le compre su tiempo, le robe la vida. Sobre este oprobio se sustenta la ética del capitalismo.
¿Si un sistema se basa en la compra de la vida de los hombres, qué aspecto de la vida humana puede escapar a este designio? Todo en el capitalismo es susceptible de ser comprado y de ser vendido.
Estos son los pilares éticos del capitalismo, de la cultura capitalista.
El desarrollo de esta cultura, que viene desde lo profundo de la historia, sostiene la marcha acelerada del capitalismo hacia la extinción de la vida planetaria.
Hoy el capitalismo tiene dificultades para expandirse, para crecer, ocupa toda la geografía planetaria, copó todos los mercados, ya no tiene espacio, y ya sabemos que el capital tiene necesidad de expansión sin límite, de crecer sin límite.
Al no poder expandirse en la vida real, se ha visto en la necesidad de crear una economía ficticia, donde especula a sus anchas. Esta es la causa profunda de la crisis que hoy aflora, no es un problema de falta de regulación como dicen algunos expertos, la causa es la necesidad imperiosa, inevitable, de construir las burbujas especulativas como un sustituto de la expansión real.
La economía de la especulación ha entrado en crisis: Se especuló con la naturaleza, y llevamos al planeta a los bordes del abismo de la extinción de la vida. Se especuló con la alimentación, y llevamos a miles de millones a la tortura del hambre. Se especuló con la energía, y llevamos a la civilización a un callejón sin salida.
Toda la cultura hegemónica, la psiquis, las artes, la intelectualidad que sustenta al egoísmo, que justifica y perpetúa a la economía, a la civilización capitalista, también ha entrado en crisis. Ya los valores que la sostienen se han descubierto en su hipocresía, son ineficaces.
El mundo reclama una nueva cultura, de la vida, de la armonía con los semejantes y con el entorno, que tenga al hombre como centro, regida por un nuevo principio ético central: “Si beneficia a la sociedad y a la naturaleza es honesto”.
Los revolucionarios debemos situarnos en esta realidad, en la lucha por una nueva cultura, la cultura Socialista.
¡Chávez es Esperanza Socialista!