22.6.07

¡AUTÉNTICO!

El territorio para la ambigüedad se estrecha. Los diferentes componentes del campo bolivariano se ven forzados a entrar en territorios de definición. Sin embargo, todavía hay mucha confusión y profusión de términos sin contenido. Ahora todos somos socialistas, pero pocos precisan con rigor qué significa eso. Las definiciones “socialistas” difieren poco de los postulados capitalistas, se podrían intercambiar, son semejantes, sólo varían en la palabra socialista, que usan y abusan como una suerte de disfraz.
Las preguntas que surgen son:
¿Cuál es el Socialismo auténtico? ¿Cómo guiarnos en esta ciénaga de imprecisiones y camuflajes?
Lo primero es entender que el Socialismo es un sistema social que supera al capitalismo. De allí que no se puede ser socialista sin ser anticapitalista. Quién pretenda ser capitalista y socialista simultáneamente, es un engañado o un engañador, un iluso o un pícaro.
Son sistemas incompatibles, aunque en determinadas circunstancias, en alguna parte del camino, pareciera que conviven. En realidad siempre entre ellos se escenifica una feroz lucha de enemigos irreconciliables. Y es la posición que se tome en esta lucha, lo que nos define como socialistas o como capitalistas.
Entonces, no se concibe un socialista que simultáneamente sea capitalista, así como no se concibe un socialista que no sea antiimperialista, internacionalista, bolivariano, cristiano.
Pero, aún nos falta precisión ¿Qué es lo que define al Socialismo?
El Socialismo, para ser Socialismo auténtico, debe tener como fin último la integración de la sociedad que ha sido fragmentada por el capitalismo y el rescate de la conciencia del deber social, todo fundamentado en la propiedad social de los medios de producción.
No hay atajos, sobre esa estructura básica caben todas las variaciones, fuera de esa estructura el Socialismo se desdibuja, se diluye hasta transformarse en sarcasmo.
Hoy en Venezuela tenemos una invalorable oportunidad de emprender el camino hacia el Socialismo auténtico. Y estas oportunidades vienen siempre aparejadas de una suerte de inventivas distraccionistas, maquilladoras, deformadoras, que tienen como finalidad extraviar la esperanza.
El Socialismo falsificado se conoce porque se nombra socialista y su práctica es capitalista. Se dice socialista, no obstante propone medidas capitalistas, teme a la propiedad social y a la conciencia social, por eso las escamotea.
Cuando nos disponemos a recuperar lo que la cuarta privatizó, vociferan su acuerdo, aunque de inmediato lo condicionan. Deben recuperarse, pero ¡no para la propiedad social administrada por el Estado! indispensable para fundamentar al Socialismo auténtico. Presurosos proponen formas disfrazadas de propiedad capitalista, de propiedad nosocial, de sólo una parte de la sociedad, que son base material del capitalismo.
Siempre están atentos para falsificar al Socialismo, para sabotear el camino. Por supuesto, en esta guerra sutil, también saldrán derrotados.
¡Rodilla en tierra con Chávez y el Socialismo!
¡Auténtico!

EL SEGUNDO FLANCO

El imperio hace mucho tiempo que nos decretó la guerra, esa macabra intención está en el ambiente, sus vapores de azufre impregnan la vida nacional.
Ahora bien, sentimos el peligro pero no podemos explicarlo, no captamos sus anuncios, sentimos los pasos del monstruo, el arrastrar de cadenas, pero nos cuesta precisar su origen.
Es que estamos enfrentados a un nuevo tipo de guerra donde todo ha cambiado, no se trata de la misma guerra convencional, pensar así sería un error. En esta nueva modalidad de enfrentamiento ha cambiado todo. Analicemos.
No es una batalla por territorio, no se da en la geografía, sino en el alma. En aquellas guerras, desde la geografía colonizaban el alma de los pueblos, en esta nueva variante desde el alma capturan la geografía.
Siendo así, las invasiones no son con marines que desembarcan en Puerto Cabello, sino con nacionales que dan charlas, escriben y hablan en televisión y periódicos. Entrenados no en la escuela militar de Panamá, sino en los cursos y talleres en las Universidades gringas. Los generales que dirigen esta invasión, no están uniformados como Mac carthur, sino camuflageados de eruditos.
En esta guerra no chocan tanques y aviones, sino ideas y sentimientos, se manipula el inconciente, los instintos, los miedos.
Hoy aquí estamos en pleno desarrollo de una batalla de la otra guerra, y debemos enfrentarla con inteligencia. Veamos.
Sus objetivos no son territoriales, no es geografía, buscan disminuir la capacidad de respuesta del pueblo, y con ese fin atacan en dos flancos principales:
Flanco uno, diluyen los límites entre los campos en pugna. Pretenden sembrarnos la peregrina idea de que ahora los revolucionarios socialistas y los capitalistas explotadores tienen los mismos intereses. No hay razones para luchar, todos podemos vivir en armonía, lo que falta es diálogo y acabar con los factores de perturbación.
De esta manera nos quitan las razones sagradas por las cuales luchar. Así no habría razón para luchar, porque todos somos lo mismo, no habría enemigos, no habría agentes del imperio y los capitalistas dejarían de ser explotadores. ¡Pamplinas! para engañar incautos, acumular fuerzas y facilitar el asalto al segundo flanco.
Flanco dos, disminuido el ímpetu de lucha del pueblo bolivariano pueden quitarse una vez más la careta y sacar el colmillo de abril y diciembre, entonces desde una posición de fuerza, y apoyados en la idea que han propagado, pedirán la salida del principal factor de perturbación, que es ¡el Comandante Chávez! Para eso buscarán ayuda en las debilidades ideológicas que nos habitan.
Hay que enfrentar esta guerra de nuevo tipo de la única manera que es posible: armando al pueblo de las razones sagradas por las cuales luchar, delimitando los campos: ellos y nosotros y, sobre todo, definiendo y acelerando el camino de la construcción del Socialismo. Sólo el Socialismo nos blindará contra las embestidas del imperio y contra las debilidades internas.
¡Chávez no se negocia!
¡El socialismo no se negocia!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad
!

EL TRABAJO

Una sociedad será como sea su relación con el trabajo, para quién se trabaja, cómo se distribuye la riqueza, el avance de la tecnología.
Esa relación con el trabajo determina una espiritualidad, es allí, en esa espiritualidad, donde se desarrolla la batalla entre revolucionarios y conservadores.
La Revolución al principio revoluciona la espiritualidad dominante, y en la turbulencia creada avanza. Pero la revolución sólo se puede estabilizar en una nueva relación con el trabajo, sólo desde allí puede crearse la nueva cultura revolucionaria. Entonces, es imposible darle densidad, profundidad a una revolución, sin cambiar la relación con el trabajo.
En una Revolución como la nuestra,
destinada a convivir por largo tiempo con una clase media transculturizada, con una oligarquía capitalista que posee medios importantes para difundir sus valores y sus paradigmas, donde la riqueza proviene de la renta y el capitalismo es la forma hegemónica en la conciencia, en una Revolución como la nuestra, que tiene lugar en un país con una clase obrera débil y una gran población excluida, todos sometidos durante años y siglos a la lluvia mediática, como dijo Bolívar, todos abusados en nuestra credulidad, en una Revolución así, es necesarísimo darle soporte real a la espiritualidad revolucionaria, que ha avanzado en la turbulencia de los primeros años con las misiones, con los discursos del Comandante, con los combates de abril y de diciembre.
Proponemos como fundamentales en esta necesidad de construir una nueva relación con el trabajo, las Fabricas-Escuelas, de propiedad social, donde se ejerzan las Acciones Sociales Voluntarias. Fabricas-Escuelas cuya construcción y operación descanse en el trabajo voluntario. Fábricas-Escuelas irradiadoras de la espiritualidad revolucionaria, de la conciencia del deber social, motores de nuevas zonas de espiritualidad y materialidad revolucionarias.
La labor de estas fábricas debe ser difundida, convertida en paradigmas revolucionarios. Deben ser soporte real, práctico, de la Nueva Moral y las Nuevas Luces revolucionarias.
Desde allí podemos hablar y mostrar la nueva relación de hombres que ofrendan su trabajo para el bien social, que con su actitud combaten el egoísmo y construyen la relación amorosa.
Desde allí podemos expandir las nuevas relaciones socialistas al resto de la economía. Serán demostración del hombre del futuro, que trabaja sin la compulsión de la necesidad, del hombre que hace del trabajo una actividad que lo eleva como ser humano, como ser social.
Esa estructura iluminará a todas las actividades de la sociedad. La militancia en la organización política se refuerza con la ética y la moral que de ese ejemplo emana. Será referencia para los consejos comunales, los núcleos endógenos tomarán un tinte social, y la sociedad toda empezará a reconocerse a sí misma, a regresar de la fragmentación.
Las Fabricas-Escuelas son academia para la formación del Hombre Nuevo, de la nueva sociedad.
¡Sin el Comandante, no hay Socialismo!
¡Sin propiedad social y conciencia social, no hay Socialismo!
¡Sin Socialismo no hay esperanzas!

21.6.07

EL PELIGROSO ESPEJISMO

Peligro principal de las revoluciones es el espejismo político. Se trata de una distorsión de la realidad producida por una especie de euforia de trinchera. Expliquemos.

En nuestros altos dirigentes el contacto con la gente se ve impedido por la pérdida de anonimato que empaña la sinceridad de las relaciones en la calle, o por las necesarias medidas de seguridad que los separan de lo que siente la gente.

El encierro, el cerco de las ficciones, nos llevan al fracaso.

Por esta tendencia al aislamiento el alto dirigente debe inventar formas de conectarse con la masa, de percibir su ánimo, de sentir el efecto que en ella produce sus palabras, estas comunicaciones son vitales para la marcha de la Revolución.

Las maneras de establecerlas son variadas y diversos los peligros que conspiran contra ella. Veamos.

Se puede recolectar la opinión de la gente sobre determinado tema, para esto se debe tener un equipo de revolucionarios que reporten lo que oyen en ambientes populares, como areperas, paradas, el metro. Se recolectan así las opiniones adversas y las favorables, se conoce de qué habla la gente y qué los ocupa, cuáles son sus sueños, sus preocupaciones. Este método es superior a las encuestas porque es espontáneo, y retrata el alma, la fuerza anímica sincera de la opinión.

Hay muchas formas de comunicarse con la realidad, cada funcionario debe escoger y aplicar su método de comunicación con el Pueblo. Lo importante es que haga conciencia de esta necesidad. Esta información debe ser analizada, interpretada, pero eso escapa a esta columna.

Ahora bien, existen peligros, obstáculos a la comunicación, que pueden ser muy perjudiciales.

Uno, la soberbia de la burocracia, que rodea al alto funcionario, que se desarrolla hasta tal punto que pretende suplantar a la masa: piensa y siente por ella. Ya no es necesaria la conexión con la masa, esta burocracia la sustituye, ahora la masa es ella. Rodean al funcionario de una barrera impenetrable formada por noticias, observaciones, datos, todos deformados, con la intención de crear una ficción que agrade al “jefe”.

Dos, la soberbia del funcionario, que le impide ser objetivo en la apreciación de la realidad. Sus deseos deforman la visión del mundo, él ve sólo lo que quiere ver y enceguece frente a la adversidad. El destino de estos funcionarios es que un día la realidad los cachetee.

Tres, el sistema de medición por actos, son eventos de partidarios, de allí que la euforia puede engañar al funcionario.

Son una mala medición en una población que ha sobrepasado la veintena de millones, quizá podían ser útiles a estos propósitos en la década del cuarenta, cuando llenar al Nuevo Circo tenía correlación directa con la población, es decir, llenarlo representaba una gran presencia nacional. Hoy no es así, hemos crecido tanto que hasta partidos de quinto nivel pueden llenar el Teresa y hasta el Poliedro.

¡Combatir el peligroso espejismo es una necesidad revolucionaria!

¡Chávez no se negocia!

¡El Socialismo no se negocia!

20.6.07

LA RUTINA

La revolución es pasión. Sólo las fuerzas emocionales, los sentimientos desbordados de las grandes mayorías irredentas, que deciden unirse y destruir para construir, pueden fundar nuevos mundos, y únicamente la hermosa aventura de construir universos puede emocionar a los pueblos.
Esa pasión necesaria, esa energía desatada, sólo aflora cuando la Revolución convoca para las grandes misiones cargadas de altruismo, de espiritualidad.
Bolívar, las arengas del Libertador, los huracanes que ellas sembraron en los centauros, hicieron posible el heroico Paso de Los Andes.
La Revolución Bolivariana, debe protegerse de la rutina, debe sentir el costillar de Rocinante, tiene que colmarse de acciones movidas por la espiritualidad revolucionaria, por el altruismo, por la Conciencia Socialista, por el amor. Acciones que convoquen alrededor de objetivos políticos altruistas, como en abril, como en diciembre.
En esos momentos brota del fondo de cada uno, lo mejor, y así se puede establecer la relación amorosa que estaba dormida, aplastada por siglos de egoísmo capitalista fragmentador.
Expliquemos con un ejemplo:
Si hacemos un acto por los Cinco Héroes de la Humanidad: René, Ramón, Fernando, Antonio, Gerardo, secuestrados por los gringos por “el delito” de luchar contra el terrorismo que el imperio alberga en su territorio, entonces, la lucha contra el imperio toma carne y alma de humanos que sufren en sus mazmorras, la lucha se transforma en un humanismo que vibra de indignación frente a la injusticia.
Ahora bien, si hacemos simplemente un acto antiimperialista, es bueno, es correcto, pero carece de alma, de motivación, es rutina.
Se ha propuesto la Orden del Libertador para estos cinco prisioneros del imperio y se recogen firmas de apoyo en la página www.libertadorparaloscinco.org.ve esta campaña debe ser el inicio de una gran movilización popular.
Es necesario firmar, y promover las firmas, todos los revolucionarios debemos ayudar a movilizar al pueblo alrededor de este objetivo político altruista: los programas de opinión nuestros deben incorporarse, sin mezquindades a esta campaña: Ernesto Villegas, Ricardo Durán, Mario, Vladimir, Aristóbulo, Pepe Febres, María Teresa, Los Robertos, Arreaza, Lazo, Carrieri, El Capi, Tania, Marciano, Anselmi, Blanca, Vanessa. Todos a emocionarse y a emocionar, a luchar contra la rutina, a llenar esta Revolución de emoción, de pasión, de amor.
Los dirigentes políticos, deben incorporarse, sin remilgos, ni melindres.
Las organizaciones de los trabajadores, deben ser fundamento amoroso de este empeño.
Las organizaciones comunales, tienen aquí oportunidad para elevar la mira más allá de su entorno, para sentir lo humano universal de la Revolución.
Las misiones educativas, tienen aquí ocasión de plenar sus aulas de humanismo.
La UBV, tiene en este petitorio, el cauce para el combate contra la mezquindad que invade a las Universidades. El egoísmo defiende a granier, nosotros elevamos la mira y luchamos contra el imperio, desde el humanismo, y desenmascarando la esencia fascista del capitalismo.
No olvidemos que como dice Jean Cabot: “Cuando una Revolución entra en la rutina, cuando lo milagroso, que antes era cotidiano, la abandona, entonces, las trompetas comienzan a tocar un melancólico réquiem”.
¡Chávez es socialismo, el socialismo es amor!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

19.6.07

EL COMPONENTE UNIVERSAL

La teoría revolucionaria tiene un componente local y uno universal, los dos se complementan, se enriquecen mutuamente. Si alguno de ellos falta, la teoría deja de ser revolucionaria.
Lo universal se desarrolla con la incorporación de las ideas y experiencias de lo local. Por su parte, lo local es la aplicación de lo universal a las condiciones concretas, es lo universal haciéndose realidad.
El Libertador, educado por el “Sócrates de Caracas”, se nutrió del pensamiento universal de la Revolución Francesa, de la experiencia y pensamiento de la Revolución haitiana, de la revolución norteamericana, de la cultura grecolatina.
Adaptó ese pensamiento universal a las condiciones concretas de este continente, y produjo la teoría que lo guió en la liberación y la construcción de la Gran Colombia.
Fue así que Bolívar entendió que debía hacer de la revolución de la independencia una guerra del pueblo, abolir la esclavitud, y romper con la clase mantuana, que era en el fondo restauradora.
Hoy, en esta marcha hacia el Socialismo, una tarea principal es construir la teoría.
La oligarquía, la nueva y la vieja, enfilan todas sus mañas contra esta tarea principal, y en ese empeño, una de sus más logradas argucias es la negación del componente universal de la teoría que debemos construir. Veamos.
Saben que sin componente universal la teoría revolucionaria queda huérfana de historia y de experiencia, es condenada a repetir el milenario camino recorrido por el pensamiento revolucionario, así impiden el avance de la revolución y la condenan a la restauración.
Al pensamiento universal, oponen un localismo castrante. Y al romper la interrelación de lo local con lo universal, rompen la posibilidad de avanzar en las ideas, porque lo universal solo, es un dogmatismo, y lo local aislado, es una pasión inútil.
Desprestigian el pensamiento universal revolucionario, descalifican al Che, dicen que ya no tiene nada que ofrecer a los humildes de la América, o que su planteamiento del Hombre Nuevo es propio de fanáticos religiosos. Despachan a la ligera el proceso de la Unión Soviética, y desde posiciones falsorevolucionarias lo descalifican sin estudiarlo, privando a la teoría de la experiencia, de los aciertos y los errores que allí se cometieron, el más importante, haber querido, “construir el socialismo con las armas melladas que nos legó el capitalismo.”
Al ignorar el componente universal nos privan, por ejemplo:
Del Bolívar demoledor de la esclavitud, de las relaciones de propiedad allá imperantes, lo que equivale hoy a instaurar la hegemonía de la Propiedad Social de los Medios de Producción.
Del extraordinario aporte de la revolución de Lenin, que demostró que la Revolución es posible en países no desarrollados, y nos dio esperanzas de concretar el sueño. Esa revolución derrotó el dogmatismo etapista.
Del extraordinario fuego de la Revolución Cubana, que demostró que la conciencia puede conducir, por sobre las condiciones materiales, la construcción del Socialismo.
¡Chávez es Socialismo!
¡Orden del Libertador para los Cinco Defensores de la Humanidad!

18.6.07

LA PLANIFICACIÓN CENTRAL

El Comandante Chávez, en la inauguración de la primera planta termoeléctrica de Ciclo Combinado en Venezuela, Termo Zulia I, dijo:
“Estamos entrando en una etapa de planificación centralizada y por categorías estratégicas de los proyectos económicos y sociales del país.Con esta nueva etapa se acaba el clásico modo capitalista en el que impera la autonomía capitalista, gerencial y de planificación”.
Lanzando así a la discusión un concepto de suma importancia para la marcha hacia el Socialismo: la Planificación Central.
Dejemos que sea el Che el que nos aclare la importancia del punto:
…“la planificación es la primera etapa en la lucha del hombre por adquirir pleno dominio sobre las cosas. Casi se puede decir, que la idea de la planificación es un estado de espíritu condicionado por la posesión de los medios de producción y la conciencia de la posibilidad de dirigir las cosas, de quitarle al hombre su condición de cosa económica.”
Indudablemente que las declaraciones del Comandante Chávez son un paso gigantesco en la elaboración del necesario cuerpo teórico del Socialismo del siglo XXl. El punto amerita que se abra una discusión. Veamos.
La Planificación Central es manifestación de como la sociedad se libera de la anarquía del mercado y toma control conciente de la economía, producción, distribución y consumo. Y una sociedad dueña de su economía crea las bases materiales para su integración espiritual. En estas condiciones el hombre trabaja para la sociedad y no para un particular, el trabajo de uno pertenece a todos y el de todos pertenece a cada uno, todos constituidos en sociedad.
Ahora bien, en Venezuela, país rentista petrolero, donde la parte determinante de la riqueza proviene del petróleo, industria con poquísimo personal, “la conciencia de la posibilidad de dirigir las cosas”, como dice el Che, es decir, de tomar conciencia de sociedad, se forma en la economía que rodea las industrias estratégicas. De allí la importancia de construir Formas Económicas Socialistas en ese entorno, que se incorporen a la planificación central, porque en Venezuela es allí donde se entrelaza la Conciencia del Deber Social con su base material.
Es un error pensar que planificando sólo las áreas de mayor producción de renta, es decir las estratégicas, petróleo, eléctrica, CVG, es suficiente para avanzar hacia el socialismo, por tanto, se puede dejar el resto de la economía bajo formas capitalistas.
Con este esquema obtendremos un híbrido de Socialismo y capitalismo, donde será el capitalismo el que capture la espiritualidad de la sociedad, imposibilitando la formación de conciencia Socialista y abriendo camino a la restauración capitalista.
Es necesario apoyar el paso importantísimo dado con la Corporación Eléctrica de Venezuela, extendiendo la planificación al resto de la economía, formando Áreas Socialistas, que se incorporen a la planificación central, y bajo ningún respecto formando nuevas áreas capitalistas.
¡Chávez no se negocia!
¡El Socialismo no se negocia!
¡Orden del Libertador para los Cinco Defensores de la Humanidad!