27.6.09

NATALIA Y MARIANA

Natalia camina despreocupada por las calles oscuras y solitarias de la gran ciudad, va a la universidad a estudiar poesía, después se encontrará con Mariana, su hermana, que llegará esta tarde de Europa al mando de un vuelo de la Línea Aérea del Sur, es piloto y también miembro de un coro lírico.
Piensa invitarla a visitar a los amigos comunes, y ya, a la media noche volverán despreocupadas por las calles silenciosas, oscuras, solitarias, a su casa en el cerro.
Se detiene en la casilla del Consejo Comunal y se inscribe en el trabajo voluntario de este mes, solicita formar parte de las brigadas de vigilancia que se encargan de mantener la zona sin delitos mayores desde hace muchos años. Hay quien piensa que ese trabajo es simbólico, que ya hay poquísimos delitos y ninguno es de sangre, todos son trasgresiones menores, pero la instrucción de la Asamblea Nacional de Gobierno es no bajar la guardia nunca y en ningún terreno, vigilancia permanente siempre.
A ellas les agrada patrullar el barrio, fiscalizar los círculos de estudio, las casas de tareas escolares, el ateneo (que ganó premio internacional de teatro el año pasado), atender a los viejitos, el control de la basura, recibir los reclamos y denuncias de violaciones a las ordenanzas del barrio.
La última vez que hizo este trabajo voluntario, alguien maltrató al perrito de un niño y fue llevado al tribunal del Consejo Comunal, la sanción fue como siempre unas horas de trabajo voluntario. Es verdad, como dicen algunos, que son pocas las violaciones a las ordenanzas, pero se debe estar atento, la vida tranquila y segura del barrio hay que cuidarla.
A Natalia le gusta sobre todo que el acto cultural de los viernes quede bonito, ojalá su hermana no tenga viaje y pueda cantar en el coro lírico.
En diciembre participarán en la cruzada de los Andes en moto, rememorando el viaje del Che y Granados, viajarán de Buenos Aires hasta La Paz…
Llegará el día, o mejor, construiremos el día en que esta historia no sea un sueño, sino el fruto del esfuerzo de todos, llegará el día en que todos saldremos a la calle a querernos como hermanos, a protegernos, ese día llegará, construiremos el tiempo de la solidaridad y el amor.
Llegará el día en que Natalia y Mariana, las Natalias y las Marianas de todos los barrios puedan vivir tranquilas, estudiar para desarrollar todas sus potencialidades, no tener que trabajar por compulsión sino por la alegría de realizar su humanidad en el trabajo.
Ese día llegará, en ese empeño va todo nuestro esfuerzo.
Nada, nadie, nos apartará de ese camino, lo transitamos con alegría y con fe, seguimos las huellas de millones, somos sus herederos, de sus errores aprendemos, de su voluntad nos nutrimos, su sueño es nuestro sueño, terminaremos su obra. A esa construcción estamos obligados, para eso vivimos y por eso somos capaces de morir.
Estamos seguros ¡Venceremos!
¡Por las Natalia y las Mariana, por Chávez, por el Socialismo!

26.6.09

EN QUÉ NO CREEMOS

La discusión es saludable, y más en una Revolución que se enfrenta a dogmas y reformismos con la misma o mayor fuerza con la que se enfrenta al capitalismo globalizado y sus lacayos nacionales.
Ayuda a la discusión decir en qué creemos, ya lo hicimos en anterior grano, y decir también en qué no creemos, lo haremos ahora. Veamos.
No creemos en los ataques a la Unión Soviética, que en realidad son ataques por la banda a la Revolución Cubana y al Socialismo nuestro.
La Revolución de Octubre merece un estudio serio, de allí, de sus errores y de sus grandes aciertos, se deben y pueden obtener útiles enseñanzas para la Revolución hoy.
No es correcto hablar de las crueldades de Stalin sin hablar de la lucha interna feroz que allí se escenificó. No se puede ignorar el pensamiento y la lucha de Trotsky, las polémicas con Rosa Luxemburgo, los intentos rectificatorios de Lenin.
Y sobre todo no se puede hablar de la Unión Soviética, criticar ese proceso, sin hablar, sin estudiar al Che, porque se corre el riesgo de caer en la contrarrevolución, en lugar de fortalecer la opción Revolucionaria.
No se puede ocultar que el Che, años antes de la caída de ese Socialismo, alertó el peligro que corría por su desviación hacia el capitalismo. No se puede obviar la polémica del Che con el sistema económico soviético, con el Manual de Economía de la URSS.
No es honesto criticar el proceso Soviético, sin decir que se derrumba por capitalista y no por Socialista, que lo que le faltó fue más Socialismo.
No creemos en formas de propiedad de los medios de producción distintas a la Propiedad Social administrada por el Estado. Creemos que no hay otra manera de Propiedad Social. Las otras que puedan surgir, proponerse, son formas en el fondo antisociales, y no ayudan a construir Conciencia del Deber Social, fundamento del Socialismo.
Creemos que la economía socialista debe tender hacia la Propiedad Social, que las formas antisociales deben ser toleradas como un mal necesario, nunca presentarse como una formación propia del Socialismo.
No creemos en organizaciones políticas de masas, sin entrelazamiento con organización política de cuadros. Dada las características propias de la Revolución pacífica Bolivariana, tan malo es sólo una organización política de masas, como sólo una organización política de cuadros. La forma organizativa de esta Revolución debe, necesariamente, tener estos dos ingredientes.
No creemos en organización social formada por unidades aisladas, sin construir un tejido nacional que vaya desde las organizaciones capilares, desde los átomos, hasta organismos nacionales. Las organizaciones aísladas son promotoras del egoísmo, por el contrario, el tejido social es soporte para la conciencia de pertenencia a la sociedad, los asuntos de uno son los asuntos de todos.
No creemos en pueblo aislado de la Fuerza Armada, o de los demás pueblos del mundo. No creemos en nacionalismos hipócritas, que en el fondo son base para el fascismo y la entrega al imperio.
¡En Chávez Creemos!

25.6.09

EN QUÉ CREEMOS

Son tiempos de definiciones claras, es hora de fijar posiciones sin ambigüedades, llegó el momento de reafirmar en qué creemos:
Creemos en el Comandante Chávez: las revoluciones, los pueblos en Revolución se resumen en un hombre. Así ocurrió con la Revolución de Independencia, la Soviética, la China, la Cubana, la Revolución del Congo. Impensable una Revolución sin un líder.
La necesidad del líder nace de la dinámica de la dominación que fragmenta y se ejerce, a todos los niveles, encarnada en una figura individual.
Los líderes surgen de las entrañas del pueblo, por múltiples causas y circunstancias: su arrojo a la hora de las decisiones es una de ellas, el pueblo lo percibe, otra, la transparencia en su accionar, otra, su sintonía con el alma del pueblo.
Estos líderes establecen conexión amorosa con el pueblo, se transforman en pueblo, y así se establecen las condiciones para impulsar grandes tareas de cambio, para hacer la Revolución.
Ese líder es Chávez, y creemos que dirige el camino hacia el Socialismo. Es nuestro deber apoyarlo sin mezquindades.
Sin Chávez todos volveríamos a la inercia de un pueblo sin líderes, a la diletancia de la academia, o al negocio pequeño de la política pequeña.
Creemos en el Bolivarianismo como doctrina libertaria, directamente ligada a la más avanzada corriente revolucionaria de hoy, al Socialismo.
Creemos en el pensamiento del Libertador, enriquecido con las ideas de Simón Rodríguez, Martí, Mariátegui, con el ejemplo de Zamora, de las luchas del sesenta, de Fabricio y Américo Silva.
Creemos en el Socialismo, única posibilidad de vida para la humanidad. El auténtico, no el de la socialdemocracia europea o chilena, no en el de anarcoides fantasiosos que no construyen ni ponen al capitalismo en aprietos.
Creemos en el Socialismo que postula la hegemonía de la Propiedad Social de los Medios de Producción y la Conciencia del Deber Social. Es decir, creemos en el único Socialismo viable, el que se apoya en la Ideología de la Clase Obrera.
Creemos en la necesidad de un Estado Revolucionario, al lado de un pueblo organizado desde la base hasta el nivel nacional, no creemos en unidades organizativas aisladas que fragmentan.
Creemos en la Revolución Cubana, ejemplo de resistencia heroica de un pueblo formado en la moral socialista, en la viabilidad del Sistema Socialista, del Hombre Nuevo, ejemplo de un Pueblo socialista, que a pesar de las dificultades, bloqueos, huracanes, limitaciones geográficas, tiene los índices de humanismo más altos de todo el planeta.
Creemos en las ideas y ejemplo del Che y Fidel, que por sobre todo consiguieron legarnos la Esperanza Socialista, que mantuvieron la llama encendida cuando se pensaba que todo estaba perdido.
Creemos en los teóricos que han resumido el pensamiento Revolucionario universal, desde Cristo hasta Marx, pasando por Rosa, Trotsky, Lenin, El Che.
Creemos en la discusión dentro de la Revolución. Irreverentes, pero leales.
Estas son algunas de las cosas en las que creemos, por ellas luchamos, por ellas discutimos, por ellas vivimos y morimos.
¡Socialismo es Discusión!
¡Chávez es Socialismo!

24.6.09

TOLVANERA IDEOLÓGICA

La discusión levantada por el encuentro político del Centro Internacional Miranda alcanzó dimensiones de tornado, alto llegó la polvareda.
Hubo y todavía hay opiniones variadas, forman un enmarañado donde es difícil orientarse: se dicen verdades y ficciones, se entrecruzan imaginación y realidad. ¿Cómo resolver el nudo?
Vayamos al fondo del asunto, preguntemos cuál es el móvil de los móviles.
Un buen ejercicio es intentar clarificar las posiciones de los opinantes frente a la propiedad de los medios de producción, eso definirá sus posiciones políticas. Clarifiquemos.
Encontramos un primer grupo de capitalistas convencidos: Carlos Blanco, Agustín Blanco Muñoz, el grupo 2d, muchos columnistas oligarcas. Estos intervienen tratando de pescar en río revuelto y de revolver el río. Su expresión política está clara: anda por los lados de la nueva coordinadora democrática, el golpe, el magnicidio. Son enemigos francos de la Revolución.
Otro grupo es el de la ideología pequeño burguesa (y esto no es peyorativo, es una clasificación de la ideología de clases), que diagnostican bien el mal capitalista, pero sin embargo no quieren o no pueden superarlo. Entonces buscan fórmulas intermedias de propiedad, de convivencia con el capitalismo, de híbridos capital-Socialistas, que en última instancia fracasan, son fagocitados por el capitalismo.
Esta ideología se bate en dos aguas, vive la angustia de sentir la necesidad de avanzar, y el desasosiego de no querer hacerlo. Al final, cuando la batalla entra en fase de definición, siempre encuentran “razones” para terminar defendiendo al capitalismo.
También encontramos a la ideología revolucionaria, que plantea la conformación de una poderosa Zona Socialista, de Propiedad Social de los Medios de Producción, capaz de construir y soportar la hegemonía de la Conciencia del Deber Social.
Así, divididos los campos, percibimos que esta clasificación encaja perfectamente en las opiniones levantadas por el encuentro político convocado por la fracción del Centro Miranda.
Debajo de la bruma se encuentran las diferentes posiciones frente a la propiedad de los medios de producción, vale decir, frente al Socialismo, al futuro de la Revolución.
Estas diferentes visiones se reflejan en las propuestas en relación al Partido, a la organización social, a las tareas internacionales, a la política de alianza, a la concertación con los oligarcas, y también, muy importante, en relación al liderazgo de Chávez. Veamos.
Mientras la Revolución no avanzaba decidida hacia la formación de la Zona Socialista, no se hablaba de problemas de liderazgo.
Ahora bien, fue suficiente que la Revolución caminara en las socializaciones para que el sector ambiguo crujiera, armara encuentros para cuestionar liderazgo, y no para estudiar cómo reforzar las medidas recientemente tomadas por la Revolución.
El comportamiento fue diferente cuando el auge de las formas económicas híbridas como las Empresas de Producción Social, que correspondían con su ideología. En ese momento llovieron foros, encuentros, hasta libros se hicieron para apoyar.
El debate es importante, en él cuestionan (oligarcas y pequeño burgueses) el liderazgo de Chávez, porque es el camino hacia el Socialismo. Nosotros lo defendemos porque es Socialismo. Los campos se definen.
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!

23.6.09

LA DISCUSIÓN SIGUE ABIERTA

El reciente encuentro político del Centro Internacional Miranda, y la fuerte discusión originada evidenciaron el reacomodo de las clases sociales.
En el grano “El Mapa de Hoy”, decíamos de aquel encuentro:
“En el medio de estos dos polos se encuentra la ideología pequeño burguesa que hasta hace poco dictaba pauta dentro de la Revolución y que sufrió un rotundo desmentido en la práctica, fracasó. Pero que ahora surge maltrecha a cumplir su papel: no dejar concretar la marcha al Socialismo, distraer, confundir.
Fabrican encuentros de intelectuales cuyos pronunciamientos son confusos, dejando traslucir un cierto resquemor por el liderazgo de Chávez que ellos denominan “hiperliderazgo” o “cesarismo progresista”. Sin duda, son chavistas sin Chávez pero avergonzados de salir a la luz del día, de saltar la talanquera definitivamente.”
Ratificamos lo dicho. Ahora bien, ese párrafo produjo una reacción sorprendente, los ladridos abundaron, se nos calificó hasta de stalinistas, de aduladores de Chávez.
Díaz Rangel, el profesor, pidió se tomaran medidas por nuestra actitud, que según él cortaba la crítica.
La discusión, siguió su rumbo, y en su artículo del domingo 21 de junio, Díaz Rangel y la señora Harnecker, piden que el debate no se cierre.
Nosotros pensamos que el debate no corre peligro, al contrario, está más sano que nunca, sólo que las posiciones se definen, buscan sus intereses de clase social: “Los Directivos del Centro Internacional Miranda, (ojo, decimos los directivos y no todos los participantes en el encuentro) la señora Harnecker y Victor Alvarez, en sus declaraciones, reafirman nuestra percepción de que el encuentro político por ellos convocados era inspiración de la ideología pequeño burguesa, dejando traslucir un cierto resquemor por el liderazgo de Chávez. Veamos.
La señora Harnecker no sale a la palestra, al contrario, se oculta tras unas citas de Fidel sacadas de contexto.
Y Alvarez nos obsequia en la página 14 del mismo periódico, unas declaraciones sorprendentes: “En 10 años de Revolución el capitalismo ha crecido” “El aporte del sector privado al PIB sigue siendo mayoritario” etc. “el Socialismo está lejos”.
Estas declaraciones las da un economista que fue hasta ayer importante Ministro de la Revolución, además directivo del Centro Internacional Miranda, donde también milita la señora Harnecker.
Este centro y estos políticos hasta ayer fueron impulsores de Empresas de Producción Social, del híbrido capital-Socialismo, formas económicas benefactoras del capitalismo. Ahora aparecen extrañados de las consecuencias económicas de lo que ellos propiciaron. Y haciendo un análisis economicista, dogmático, de la Revolución, concluyen, junto a los oligarcas, que esto es más capitalismo. Ocultan que el Socialismo es ante todo un cambio en la conciencia, y ese cambio está sucediendo e impulsando las transformaciones económicas, las socializaciones.
La discusión está abierta, las páginas del Semanario Debate Socialista están abiertas para la fracción política del centro internacional Miranda, los invitamos a polemizar allí.
Confrontemos las ideas, asumamos las responsabilidades, definamos lealtades, analicemos el momento histórico y las tareas de los intelectuales orgánicos con la Revolución. Allí está la tribuna. Tienen la palabra.
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!
¡Chávez es Socialismo!

22.6.09

UN FENÓMENO LLAMADO CHE

Si consideramos el pensamiento revolucionario universal como una sucesión de ideas, podríamos hacer la siguiente secuencia. Veamos.
Primer escalón, la solución de los problemas sociales se coloca en la zona espiritual, representa este peldaño el cristianismo, la superación de las adversidades es remitida al cielo, al otro mundo.
La esencia de los problemas sociales, la miseria, la pobreza, es detectada con certeza impresionante, y la propuesta para su superación asombra: la esencia de los problemas sociales es el egoísmo, y la solución es “ama a tu prójimo como a ti mismo” “amaos los unos a los otros”. La concreción, la implementación de estos dos mandamientos, se ubica en el mundo espiritual, en la voluntad, en la conciencia.
Así, el mundo revolucionario durante mucho tiempo estuvo buscando alivio a los males sociales en el espíritu, remitía las angustias a otro mundo. No relacionaban la espiritualidad con la materialidad. En este período surgieron conventos, zonas de oración, de fraternidad, surgieron los falansterios del Socialismo Utópico, intentos de soluciones que no pasaron límites discretos.
Posteriormente en el segundo escalón surgen las ideas que dan preeminencia a lo material, se pensaba que allí estaba la solución. Producir, comerciar, era la orden del día, eran tiempos del sueño americano. La solución es individual, si hay ganas de trabajar, si no se es flojo, se surge, se resuelve el problema de la pobreza, entonces, la pobreza es un problema individual, y de falta de vocación.
Estas ideas son la base que sustentan al capitalismo, de más está decir que no solucionan los problemas, al contrario, los profundizan.
El tercer peldaño nos dice que la materialidad y la espiritualidad sí tienen relación, que la materialidad sostiene a la espiritualidad, la condiciona, la determina. Que es suficiente resolver la Propiedad Social para que se produzca una conciencia revolucionaria. Eran los días del Socialismo Soviético tardío. Ya conocemos el desenlace de este esquema.
El fracaso del Socialismo real trajo desolación en el mundo, se pensó que con ese derrumbe se había demostrado que la cima de la humanidad era el capitalismo, que ese era el sistema que correspondía a la naturaleza humana. Que más allá no había nada, que habíamos llegado al final de la historia.
Pero, una pequeña isla desentonaba, el Socialismo persistía allí, resistía al acecho del mayor imperio que haya conocido la humanidad. Los ojos del mundo revolucionario se volvieron hacia allá, hacia Cuba, allí estaba la Esperanza y la respuesta.
¿Qué había pasado allá, por qué resistía?
La contestación la dio Fidel: “vivíamos con un adivino y no nos habíamos dado cuenta”, ese adivino era, es el Che.
El Che representa, sin duda, el último peldaño en la evolución del pensamiento revolucionario: la conciencia y la materialidad forman un complejo donde se condicionan mutuamente, y en ese complejo lo más importante es la Conciencia del Deber Social.
Debemos estudiar al Che, sin duda, el pensamiento revolucionario más avanzado.
¡Socialismo es Estudio!
¡Chávez es Socialismo!

21.6.09

LA COMUNA ES LA SOCIEDAD

La organización social de la economía es vital para la superación del capitalismo, de ella depende el éxito del empeño. Veamos.
Las diferentes formas organizativas en un sistema social tienen estrecha relación, determinan y son determinadas, constituyen un conjunto sin elementos disonantes.
En el capitalismo la forma organizativa de la economía tendrá correspondencia con las formas políticas, con la ideología, el Estado, la espiritualidad, la cultura, todo estará organizado para sustentar al egoísmo, la fragmentación, la competencia, que son las bases de la estructura capitalista.
En el Socialismo las formas organizativas deben responder a la nueva espiritualidad, o mejor, deben estar imbuidas de ella, y será la espiritualidad la que en primera instancia dé el carácter a la forma organizativa.
Siendo así, las formas organizativas del Socialismo, en todos los ámbitos, serán amorosas, integradoras, socializadoras. Este es uno de los puntos definitivos en el momento de estudiar la organización revolucionaria.
La espiritualidad como guía, hace posible que una unidad organizativa pequeña, aislada, formada por pocos miembros, si posee la espiritualidad correcta, origine Revolución. Recordemos al Granma, o los sobrevivientes de Alegría de Pío, pensemos en el juramento de Monte Sacro y en el del Samán de Güere.
Es desde aquí que debemos estudiar las formas organizativas de la Revolución, preguntarnos: contribuyen o no a la socialización, cuál es su espiritualidad, hacia dónde se dirigen, qué carácter debemos darles.
Siendo así, si las comunas, hoy entendidas como formas productivas independientes, aisladas, sin espíritu revolucionario, tal como fue la cogestión ayer, se postulan como columna del Socialismo, el resultado será fracaso, porque de esa manera son unidades generadoras de egoísmo. Expliquemos.
El concepto de Comuna, en los clásicos, es equivalente al de sociedad, hablan de un tercer estadio superior de la relación entre los humanos:
“la libre individualidad, fundada en el desarrollo universal de los individuos y en la subordinación de su productividad comunitaria (gemeinschalflichen), social, como patrimonio social, constituye el tercer estadio (…) La producción social (…) está subordinada a los individuos y controlada comunitariamente por ellos como un patrimonio”.
Queda claro que la producción comunal, social, es la producción de toda la sociedad, planificada por ella de forma central. Lo que hoy llamamos comuna tienen que ser unidades de esta gran organización comunal, de la sociedad, con una actividad planificada centralmente. De esta manera, quien trabaja en ellas trabaja para toda la sociedad y participa de la riqueza social. Sólo así se podrá superar los privilegios en el trabajo, la apropiación del trabajo ajeno.
La forma de organización económica social-comunal, que sustenta a la Conciencia del Deber Social, generará otras formas de organización con el mismo espíritu, se reflejará en lo político, los Consejos Comunales, etc.
Hacia esta forma de economía comunal-social debemos ir. Las unidades económicas que hoy se construyan, deben ser instrumentos y ejemplo que sirvan para impulsar la formación y defensa de esta economía, y generar conciencia de pertenencia a la sociedad, que es en definitiva lo que llamamos Socialismo, que tambien podríamos llamar Comunalismo.
¡Chávez es Socialismo!