1.9.06

ALFARO APRENDIÓ ELECTRÓNICA

LOS MANTUANOS OLIGARCAS PUJAN por crear la imagen de un fraude originado en el gobierno. Esta táctica, entre otras utilidades de las que ya hemos hablado, les permite distraernos de la posibilidad de la manipulación electrónica que ellos mismos pueden realizar.
Debemos suponer que el plan que los oligarcas tienen para diciembre, incluya un elemento de fraude electrónico. Es candidez inmensa, no esperar un fraude de gente que estuvo cincuenta años manipulando elecciones como medio para mantenerse en el poder. No podemos olvidar que vienen de la estirpe de alfaro ucero, el rey del fraude y la mala maña, no es extraño que hayan aprendido electrónica, atrás quedo el “acta mata voto.” Revisemos la estrategia oligarca.
Es sabido, ellos lo declaran impunemente, que su objetivo no es el 3 de diciembre, sino el día después. Están corrigiendo los errores que cometieron cuando el revocatorio. Lo dicen por todos los medios: el 3 cantarán fraude y saldrán a cobrar, ese día les interesa enredar los escrutinios con el objeto de hacer creíble el fraude. Para enredar usarán todo: a los observadores internacionales, la movilización, las injerencias gringas, guarimbas, deformaciones mediáticas, militares, paras, las declaraciones de gobiernos títeres, las acciones violentas, la OEA, todo al servicio de su plan.
El plan mantuano oligarca para diciembre está claro: arremeterán desde varios flancos, tendrá varias facetas, todo confluirá en el intento de construir una situación de ingobernabilidad que les permita dar el zarpazo.
La conducta de los bolivarianos frente a esta nueva conspiración está bien definida:
Primero, es necesario librarse del opio electoral. Las elecciones deben ser vistas como un componente, y no el decisivo, de la gran batalla. No podemos caer en el error de embriagarnos con el álgebra electoral, y pensar que sacando más votos que ellos todo estará resuelto, que derrotados electoralmente, los oligarcas se irán para su casa y todo será apacible. Por supuesto que debemos aplastarlos electoralmente, así les complicaremos la acusación de fraude. Pero, simultáneamente, debemos prepáranos espiritual y materialmente para aplastarlos en los otros escenarios donde nos planteen la batalla.
Segundo, debemos movilizar a los bolivarianos alrededor de objetivos políticos altruistas, no electorales. De esa manera, estaremos cohesionándonos en la conciencia del deber social, aprendiendo a ser todos en cada uno, y cada uno en todos. Movilizándonos estaremos también mandando un mensaje al campo oligarca de nuestra disposición de defender a la Revolución y al Comandante Chávez en cualquier terreno, les estaremos mostrando la fuerza de nuestra convicción de construir el Socialismo. Y jamás olvidemos que el fascismo sólo retrocede frente a la fuerza, frente a la debilidad acumula y crece.
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!
¡Son diez millones!
¡Movilización o Muerte!
¡Chávez, Fidel, el ALBA, son Socialismo!

31.8.06

MOVILIZACIÓN

UNA REVOLUCIÓN, EN ESTA ÉPOCA, es la lucha por superar al Capitalismo y construir el Socialismo. En esencia, es la lucha del altruismo, la solidaridad, contra el egoísmo. Es la batalla por integrar a la sociedad que el Capitalismo ha fragmentado en átomos egoístas. De allí que el avance de un pueblo hacia el Socialismo, se tiene que medir por su avance en la conciencia del deber social. Los otros índices son súbditos de éste.
La conciencia del deber social, es el conocimiento que un pueblo o un individuo tienen de su naturaleza social, es decir, el convencimiento de que su suerte y la suerte de la sociedad están entrelazadas, que el esfuerzo individual debe contribuir al bienestar social, y la sociedad se debe importar del bienestar de sus miembros. La certidumbre de que no hay salidas individuales.
Pero, cómo medir y cómo estimular la conciencia del deber social. Venimos de un mundo Capitalista donde la medida del éxito es lo material, donde el tener vale más que el ser, y vamos hacia un mundo donde el ser valdrá más que el tener.
En el mundo que queremos construir, servir a la sociedad, a la humanidad, será uno de los mayores tesoros. La riqueza socialmente producida será repartida de acuerdo a la necesidad de cada uno, y así todos estarán satisfechos. Se restituirá la sociedad fragmentada, y el hombre podrá restablecer relaciones amorosas con sus semejantes y con su entorno.
En contraste, el mundo del Capitalismo es un mundo donde la solución a los problemas sociales toma ficciones individuales. El hombre del Capitalismo padece la enfermedad de creer que individualmente puede resolver los problemas que son de origen social, y así, en el mejor de los casos, se condena a ser una víctima, un prisionero, de su pequeño mundo egoísta que lo aplasta, o ser un “nohumano”, excluido de toda consideración social.
Los pueblos aprenden la conciencia del deber social ejercitándose en acciones altruistas, de beneficio social. El Che lo entendió así, y era gran impulsor del trabajo voluntario, pilar en la formación de esa conciencia, y prefiguración del trabajo socialista, donde el hombre se libera del trabajo compulsivo egoísta y se adentra en el trabajo liberador, cuyo fruto va a toda la sociedad. Otro pilar es la movilización popular alrededor de objetivos políticos, no necesariamente electorales, por ejemplo una movilización de protesta por la injerencia gringa, o las luchas de abril y diciembre, o la movilización en Yaracuy contra el sicariato.
La más sublime demostración de avance social, es la movilización popular por objetivos altruistas, y al mismo tiempo es la mejor escuela. El hombre nuevo es el hombre que se moviliza, el hombre que hace trabajo voluntario, el hombre que también toma el fusil, que da más a la sociedad que lo que de ella recibe, o mejor, da cuanto recibe, que es dar amor cuando recibe amor.
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!
¡Movilización o muerte!
¡Son diez millones!
¡Chávez, Fidel y el ALBA, son Socialismo!

30.8.06

GANARÁ EL QUE APRENDA

EN POLÍTICA GANA el que aprenda más rápido. Cuando los patriotas aprendieron de Boves que no podían ganar la independencia sin contar con los pobres y los esclavos, empezó la marcha exitosa de la lucha patria. Por los cubanos saber que la lucha revolucionaria está afincada en la conciencia revolucionaria, y no en lo material, pudieron ganar la batalla de la caída del campo socialista, del periodo especial y del bloqueo feroz. En política, ganarán los que aprendan de las lecciones que les ofrece la historia.
Hoy, Venezuela es una escuela inédita donde todos aprenden. Los mantuanos oligarcas aprendieron en abril que a los bolivarianos no basta derrotarlos, hay que liquidarlos. Los revolucionarios aprendimos en diciembre que nuestra fortaleza es la unión civil-militar. Los mantuanos aprendieron que la impunidad los protege. Los bolivarianos aprendimos que detrás del perdón viene una nueva conspiración, más peligrosa porque el enemigo asimila las derrotas. Los mantuanos aprendieron en el revocatorio que deben salir resteados para poder cobrar, y que líderes timoratos no conducen batallas exitosas. Los bolivarianos aprendimos que después de una victoria debemos profundizar, o corremos el riesgo que el enemigo se recomponga.
Todos estos aprendizajes se pondrán en práctica los próximos tres meses. Los mantuanos oligarcas tienen un plan bien definido y bien estudiado. Expliquemos: Primero, crear la imagen de fraude, por eso no reconocen al árbitro y hablan de fraude constantemente. Segundo, acumular fuerza capaz de movilizarse, y apoyar acciones violentas el día de las elecciones o antes, dependiendo de la fuerza que hayan atesorado. Tercero, justificados con un supuesto fraude, desconocerán la legalidad e intentarán desestabilizar, todo esto sustentado en la ayuda gringa y la colaboración de militares antipatriotas y paramilitares. No cabe duda, los mantuanos oligarcas han aprendido. Veamos lo que hemos aprendido nosotros.
Sabemos que confrontamos dos peligros: uno, creer que la batalla se decide con votos, otro, dejar que los mantuanos fascistas acumulen fuerza.
Se han desechado las ilusiones del carácter democrático de una parte de la oposición. Ya nuestros columnistas, creadores de opinión, y el pueblo bolivariano, se han convencido de que a la hora de las definiciones lo que predomina en el campo enemigo es el fascismo. Esto es un gran avance, porque pone la batalla en su justo lugar: estamos luchando contra el fascismo internacional. No hay lugar a conciliaciones que alimenten la opción fascista.
Estamos entendiendo que, en la batalla que libramos, lo electoral es subalterno, la batalla será decidida por la movilización.
El voto huérfano es débil, los fascistas sólo retroceden frente a la fuerza, avanzan si perciben facilidades. Por eso debemos respaldar el voto con movilización. El triunfo dependerá de la movilización popular alrededor del Comandante Chávez y de la idea del Socialismo. La movilización derrotará al enemigo fascista en todos los campos y, simultáneamente, nos dará los diez millones de votos.
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!
¡El voto huérfano, sin respaldo de movilización, es débil!
¡Son diez millones!
¡Sólo la movilización derrotará los planes desestabilizadores de los mantuanos fascistas!
¡Chávez, Fidel, el ALBA, son Socialismo!

29.8.06

ROMPER EL CICLO

EL LIBERTADOR EN EL MANIFIESTO DE CARTAGENA, evidencia el ciclo fatal que llevó a la pérdida de la Primera República. Denunciaba Bolívar: “a cada conspiración sucedía un perdón, y a cada perdón sucedía otra conspiración que se volvía a perdonar”.
Esa sucesión de perdones y conspiraciones, tenía sus raíces en la lucha interna que se desarrollaba en el campo criollo, entre los independentistas, y los vacilantes que temían al huracán de la Revolución y sólo querían cambiar una oligarquía por otra, mantener la misma sociedad, pero ahora con un nuevo grupo dominante. Los vacilantes llamaban a la calma, no impulsaban los cambios, las circunstancias los sobrepasaban, no tenían respuestas, se quedaron en el limbo, entre un pasado que nadie quería, y un futuro al que temían, lo presentían liquidador de sus privilegios. Así, en sus vacilaciones, sucumbió la Primera República.
Siempre las revoluciones, los revolucionarios, son escenario de confrontación entre la ideología dominante, y la ideología de la liberación. Una Revolución es la fractura de ese dominio: la ideología de la liberación, que estaba aplastada, se rebela y vence a la ideología de la dominación. Ahora bien, esa batalla, que se escenifica en la sociedad y también en los individuos, no se decide de manera absoluta, no es una batalla de todo o nada, siempre hay matices. De allí que en toda Revolución encontramos tres sectores principales: uno, donde la ideología revolucionaria prevalece, otro, donde la ideología de lo viejo prevalece, y un último sector, donde prevalece la ambigüedad. En éste, las dos ideologías conviven apareciendo de acuerdo a las circunstancias. Este sector ambiguo, son los vacilantes, los oportunistas, los fluctuantes, los timoratos, los que enterraron a la Primera República. La Revolución Bolivariana hoy está envuelta en el forcejeo de estos tres sectores, y estas tensiones se reflejan en nuestro comportamiento frente a las elecciones.
Ya sabemos que los mantuanos oligarcas están aprovechando las elecciones para acumular fuerza y alimentar un plan similar a abril o diciembre. Y sabemos también que en esta estrategia de acumulación, nuestras vacilaciones los benefician, recordemos a abril y diciembre, cuando no les salimos rápido al frente. Entonces teníamos aquella política de desgaste, “fuego lento”, o “perro muerto no se patea”, los dejamos acumular y terminaron frente al Palacio con impulso suficiente para detonar el plan golpista.
Ahora estamos en una situación similar, si pensamos que la confrontación se decide el 3 de diciembre, somos unos incautos. La batalla se decide ahora, en la fase de acumulación, por eso es necesario movilizar en grande a los bolivarianos, para disuadir a los mantuanos oligarcas de avanzar en su plan conspirador.
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!
¡Son diez millones!
¡Movilización o Muerte!
¡Chávez, Fidel, el ALBA, son Socialismo!

28.8.06

FRAUDE

El centro de la estrategia conspirativa de los mantuanos oligarcas, es la ficción de fraude. Por sobre cualquier lógica, sin ningún asidero, contra toda evidencia, ellos insisten en la ficción de que hubo y habrá fraude. La insistencia, absurda y demencial, tiene su explicación y delata sus planes: las intenciones de los mantuanos no son democráticas, van a las elecciones con un plan conspirativo diseñado por los tanques pensantes del imperio, dirigido por la embajada gringa y llevado a la práctica por sus lacayos nacionales, teo, borges, rosales. Veamos.
El plan es sencillo: instalar en la mente de los venezolanos la ficción de que ganaron, pero por el fraude no se les reconocerá ese triunfo, de allí que hay que desestabilizar. En esas circunstancias, con el país en candelero, le piden a la Fuerza Armada su intervención para “poner orden” en el país y forzar el reconocimiento de su triunfo ficticio. Todo el plan se reduce a tres palabras. Fraude, Gano y Cobro. El plan es evidente, todos sus voceros lo expresan con claridad insultante, los anima la impunidad anterior.
¿Qué debemos hacer los Bolivarianos frente a la agresión anunciada?
Lo primero, conocer al enemigo. Estamos frente a un imperio que no puede aceptar que en Venezuela (su patio trasero) exista un gobierno soberano, que establezca relaciones independientes, que trabaje para construir un mundo donde el imperio no tenga hegemonía, que declare que el Capitalismo es el camino del infierno, y que sólo el Socialismo lo supera y hace posible la construcción de un mundo mejor. Que impulse el ALBA, expresión de la relación internacional de los pueblos que buscan superar al Capitalismo. Ese imperio recluta a lacayos en el país y los pone al servicio de sus planes. Ese es el enemigo: no es demócrata, no es pacífico, llegará hasta las crueldades más repugnantes para defender sus intereses mezquinos. Lo que decimos esta a la vista, Irak, Afganistán, Líbano, Palestina, Guantánamo, lo demuestran en lo internacional, y abril y diciembre, los paramilitares, Danilo, lo demuestran en lo nacional.
Lo segundo, prepararnos para enfrentar a ese enemigo. No podemos caer en la candidez de pensar que el enemigo es demócrata. ¡Ellos son fascistas y así deben ser enfrentados! Ya sabemos, la historia dice que los fascistas no retroceden sino frente a la fuerza de pueblos movilizados, frente a las debilidades avanzan y liquidan.
Entonces, debemos tener un pueblo capaz de, frente a la agresión imperial y mantuana, dar respuestas de una gran fuerza pero también de una gran disciplina y conciencia. Dar respuestas que construyan una nueva conciencia, una nueva sociedad, que sean ejemplo para el resto de los pueblos que luchan.
Es necesario ganar las elecciones de forma clara, de allí la consigna Diez millones de votos. Pero es necesario también prepararnos para la lucha contra los fascistas y la construcción de una sociedad mejor, de allí la consigna Diez millones de conciencias.
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!

¡Son diez millones!
¡Respuestas que construyan una nueva conciencia, una nueva sociedad!

¡Chávez, Fidel, el ALBA, son Socialismo!

MISCELANES 19

1. Ellos volvieron del olvido para hacerse recuerdo popular, están en los núcleos endógenos, en los centros de diagnósticos, en el corazón de cada alfabetizado, están aquí entre nosotros, ellos están al lado del Comandante Chávez cuando retira a nuestro embajador de Israel, cuando el Comandante se abraza con Nguyen Giap, ellos también lo abrazan, acompañaron al Comandante a Stalingrado, y volaron con él al África, ellos están allí cuando compran los Shukoi y surcan los aires de la patria liberada, y accionan los kalashnikov que la defienden, ellos están en la Bolivia de Evo y del Che, en la Cuba de Fidel, en el ALBA, y crecen junto a la juventud que puede estudiar, y junto al campesino que recobró su tierra, y a la familia que tiene casa, y al obrero que trabaja, al lado del militar que no dispara contra su pueblo, están aquí cobijados en nuestra esperanza, y en nuestro esfuerzo para construir el mundo mejor que ellos soñaron y que ahora sabemos posible.

2. Marcar distancia con Cuba, eso lo exige la embajada americana, es el aval financiero y político de la candidatura mantuana. De allí la grosera alusión a la visita del Comandante Chávez en el cumpleaños de Fidel. No se les ocurrió otra cosa que la ofensa a una relación que enaltece a los dos Comandantes. No entienden de afectos, no pueden entender tampoco la relación de Bolívar y Sucre, o la de Simón Rodríguez y Bolívar. Son militantes del odio, no entienden otra relación que el egoísmo y la agresión entre hermanos.

3. El hecho de que estemos en elecciones, no convierte a los mantuanos oligarcas en unas palomitas inofensivas, sin más objetivos que participar en las elecciones y aceptar el juego democrático. El hecho de que por ahora los lacayos del imperio hayan aceptado ir a las elecciones, no los convierte en demócratas. Quien así piense, será su autosepulturero, y además llevará al pueblo a una frustración inmensa.

4. La batalla central de la Revolución es la misma que libró el Libertador, los mismos mantuanos, y los mismos aspirantes a mantuanos que negociaron el sueño libertario de Bolívar, con los mismos desprecios, las mismas náuseas cuando ven cercana la redención de los desamparados. Ayer arremetieron contra Bolívar, aquel hombre que tuvo la pretensión de liberar a los esclavos, dar tierra a los campesinos, enfrentarse al imperio español y también al naciente imperio norteamericano, aquel que sembró a la América de aliento libertario, al amigo de Petion. Ahora, arremeten contra las intenciones de Chávez de acabar con los privilegios de los mantuanos de hoy y reivindicar a los humildes. Les produce repulsión una sociedad de iguales, donde todos tengamos las mismas oportunidades.