12.12.09

LA OFENSIVA Y LA CONTRAOFENSIVA

La oligarquía ha lanzado una feroz ofensiva en contra de la Revolución, de su dirección: los tratan de dibujar iguales a la cuarta, con la misma moral, guiados por las mismas apetencias, con los mismos vicios. Es urgente diferenciarse. Veamos.
Se han apoyado en la polvareda de los bancos para crear una imagen corrupta de nuestros dirigentes, para hacer sinónimo a Bolivariano con burguesía y corrupción. La andanada es intensa, reclama respuesta fuerte de nuestra parte.
No es suficiente explicar que el Gobierno actuó en contra de los delincuentes de cuello blanco, no es suficiente aunque si necesario, explicar que en el capitalismo, cuya esencia es la estafa, siempre se verán estos episodios delictivos, por tanto, son fenómenos propios no del avance al Socialismo, sino propios del capitalismo que aún nos habita.
No es suficiente explicar que las acusaciones de la oposición son interesadas y son hechas a la ligera, sin ninguna base. Y que el Gobierno demuestra que perseguirá a los corruptos.
No es suficiente decir que es una ironía, un sarcasmo, que Ramos Allup y Ledezma, dirigentes y beneficiarios adecos, el partido que inventó la corrupción que aún padecemos, estén queriendo dar cátedra de sanidad administrativa.
Debemos reconocer que la ofensiva enemiga ha calado en la masa. Y debemos reconocer con valentía que muchas veces nuestra ostentación da pie a la duda. Y que por sobre todo no hemos sabido defender la imagen de la Revolución.
¿Qué hacer?
Es necesario preservar la imagen de la Revolución y de los dirigentes, enturbiarla es el objetivo de la oligarquía, saben que de esa manera nos debilitan y pueden dar su zarpazo infame.
Para proteger la imagen de la Revolución es necesario volver a los orígenes, cuando esta Revolución consiguió estremecer al continente con el desprendimiento y la sinceridad, la honestidad incuestionable del 4 de febrero.
Es necesario volver al espíritu de Abril, de Diciembre, de Santa Inés, cuando la grandeza guió las batallas, el desprendimiento, el altruismo iluminaron el cielo, y este pueblo y sus dirigentes demostraron que somos herederos de los próceres, que el altruismo de Bolívar, la entrega del Libertador a la causa de la Patria, es la guía de la Revolución.
Es necesario hacer lo que sólo la Revolución y los Revolucionarios pueden hacer: volvamos a sorprender al continente, vayamos a lo profundo de los cambios, dejemos atrás la lógica oligarca.
¡Inventemos! Invoquemos la audacia de la Comuna de París, el coraje de la Junta Patriótica.
Que el PSUV se empine y alcance la altura que el momento requiere, que junto al Gobierno y al parlamento den muestras claras de acompañar al Comandante en la batalla que exprese que somos diferentes, que para nosotros la única gloria es servir a la patria, a la sociedad, fundar una nación donde todos vivamos con la mayor suma de felicidad posible.
Sólo así, en la práctica, con el ejemplo, derrotaremos las ofensivas oligarcas.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para los Cinco!
¡¡Irreverencia en la Discusión, Lealtad en la Acción !!

11.12.09

LA RESPUESTA NO ESTÁ EN COPENHAGUE

La humana es la única especie capaz de pensar, de razonar, es una especie paradójica, creadora de poesía para cantar a una flor, y también hábil para generar un desierto que la extinga. Es la única especie productora de pensamientos suicidas que la pueden aniquilar, y con ella a toda la vida del planeta.
Esta especie paradójica, criminal a veces, y a veces sublime, ha creado un pensamiento, es un monstruo que la atrapa y la gobierna, es un virus de la mente, se llama Capitalismo, y hoy ha llegado a su máxima capacidad de daño, nos llevó a una situación terminal: amenaza a la especie que lo creó con la extinción. Veamos.
Una exquisita delegación de la especie se reúne en Copenhague para estudiar el problema más importante de la humanidad: su extinción. Allá estarán cientos de presidentes y sus delegados. Todos de acuerdo en la gravedad de la situación dramática que vivimos, los pronósticos son de catástrofe, y las esperanzas remotas.
¿Por qué?
La respuesta es que el virus del capitalismo se protege a sí mismo.
Lo primero que hace es no dejarnos pensar en el futuro, el futuro para la especie no está más allá de lo cotidiano, del día a día. Si examinamos los periódicos nuestros, veremos que pocos le dan primera página a Copenhague, las preocupaciones que nos imponen son triviales, tontas, frente al naufragio brutal que enfrentamos.
Lo segundo es no dejarnos pensar en las causas de los fenómenos. La humanidad sólo percibe la superficie, no puede establecer relaciones. Así el virus se protege. El capitalismo se esconde tras la discusión pseudocientífica, el capitalismo se escabulle en una turbulencia que solo toca a la superficie.
Lo tercero, usa todo su odio contra los que pongan en peligro sus privilegios y su camino demencial y suicida. Así atacan a científicos que declaran la emergencia climática, desprestigian universidades, ponen sus poderosos medios de comunicación al servicio del engaño, desde sus agencias llueven noticias manipuladoras, desde hollywood nos infestan con ficciones perversas.
Copenhague será un fracaso, es lamentable pero obligatorio decirlo. Expliquemos.
Copenhague será un fracaso porque allí no se tratará el fondo, el origen del problema, no se cuestionará al capitalismo, sólo se hablará de cómo salvarlo, de seguir con la locura, no de frenarla.
La salvación del planeta está en Venezuela, en Bolivia, en Cuba, y en cualquier parte donde se ataque el virus capitalista que nos condena, que nos convierte en una Humanidad Criminal, que turba el pensamiento social.
La salvación de la humanidad está en el Socialismo, nosotros podemos, debemos, estamos obligados a ser el ejemplo, es una cuestión de vida o muerte. Y estamos obligados a llevar la buena nueva al resto del planeta, a los países que más contaminan. Estamos obligados a invitarlos, ayudarlos a superar el virus, a liberarse de la esclavitud.
El reto es inmenso, aquí en Venezuela se decide el destino del mundo.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para los Cinco!
¡Irreverencia en la Discusión, Lealtad en la Acción!

10.12.09

CAPITALISMO Y POLÍTICA

Está claro que lo de los bancos no es simplemente un problema económico o policial, estamos también frente a una manifestación ideológica y política. Veamos.
Es sabido que el capitalismo, su cultura, sus valores, crean las condiciones para la perversidad que hoy se manifiesta clara en los bancos.
Frente a esta aparición debemos hacernos varias preguntas, la principal es: ¿Cómo y por qué después de tantos años de Revolución surgió este fenómeno, cómo remediarlo?
La Revolución Bolivariana transcurre en medio de una profunda lucha de clases, en un claroscuro diría Gramsci, donde el capitalismo se niega a morir y el Socialismo no termina de nacer. En estas condiciones, la pugna, como siempre que se enfrentan sistemas sociales, es por el alma de las masas. Siendo así, el capitalismo intenta mantener sus valores en la sociedad, y el Socialismo sustituir esos valores, esa cultura capitalista por los valores socialistas.
El planteamiento de un híbrido capitalismo-Socialismo, la teoría de que es suficiente que la petrolera esté en manos del Estado, de hacer con la renta un absurdo que llaman “Sistema Productivo”, de organizar a la sociedad en unidades aisladas egoístas, etc., seguir ese planteamiento, inspirarnos en esa ideología, nos llevó a debilitarnos en la formación de conciencia socialista.
Entonces, lo de los banqueros es un síntoma al que se suman otros que evidencian la debilidad de la conciencia revolucionaria.
Ahora está claro que las acciones de la Revolución se deben medir por la formación de conciencia: “si forma Conciencia del Deber Social es bueno, si no la forma es inaceptable.” No es posible construir el Socialismo sin construir una gran masa impregnada de los valores socialistas, capaz de rechazar los símbolos de poder capitalista, y prestigiar los valores, la cultura socialista. Donde, por ejemplo, una camionetota sea despreciada por antisocial, y, por el contrario, el trabajo voluntario, el desprendimiento internacionalista, la superación intelectual, sean condiciones que valoricen al humano.
Esta es la enseñanza principal del fraude bancario. Hay que atacar las causas, las raíces del mal.
Por otro lado, esa fracción de “vivos”, ambiciosos, no es inerte, ellos son personificaciones del capital, están poseídos por él, responden a las necesidades del capital, son sus instrumentos.
El capital emergente que ellos representan tiene requerimientos económicos, y también requerimientos políticos, éticos, sociales, etc.
Ellos, necesariamente, son conservadores, no les interesa avanzar, por tanto, son enemigos del Socialismo, de la Revolución, de Chávez. Inevitablemente construirán alianzas políticas con intereses similares, con los otros capitalistas, con reformistas, con dubitativos. Intentarán construir un frente político.
Los banqueros son muestra de que el frente económico enemigo está maduro, ahora se intentará formar el frente político que represente la nueva situación. Es allí que la Revolución debe actuar.
Es necesario fortalecer el frente y la ideología socialista, definirlo con fuerza, precisarlo, derrotar los extravíos, avanzar con decisión en la formación de conciencia, allí donde se construyen las nuevas sociedades.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para los Cinco!
¡Irreverencia en la Discusión, Lealtad en la Acción !

9.12.09

EN EL HOMBRE NUEVO, CREEMOS

El episodio de los bancos intervenidos por el Gobierno Revolucionario es excusa para que los escépticos, descreídos del humano, hagan fiesta y lancen a los cuatro vientos su pesimismo y mediocridad. Dicen: “el hombre es malo”, “ambicioso por naturaleza”, “no hay salida”, “el hombre es una pasión inútil.” Invocan como prueba la ambición y la actitud antisocial de los banqueros.
La posición de los antihumanos merece ser repelida. Veamos.
La condición humana está dada por las relaciones sociales, siendo así, este humano que hoy conocemos es hijo de las relaciones sociales propias de un sistema basado en la apropiación del trabajo ajeno, de la vida ajena. Es producto del capitalismo. Es un sistema signado por la competencia, que transforma todo en mercancía, donde el dinero acumulado es garantía de poder de compra, es una fuerza perversa que otorga la capacidad de obtener lo que no se necesita ni se puede usar. Es la avaricia.
Este sistema se basa en la compra y venta de todo, hasta de la vida humana, en él el que más puede comprar es más poderoso.
Es un sistema que valoriza ese poder aún a costa de producir infelicidad para la sociedad, donde la ostentación es signo de fuerza, cuando debía ser señal de estupidez.
En un sistema así, surgen los banqueros, los que acumulan con la legalidad que ellos mismos construyen, y los que rompen esa legalidad, todos regidos por la misma ambición, cumpliendo la misma lógica.
Llegará el día en que la humanidad se asombre de la existencia de banqueros, de comerciantes, de la misma manera que hoy nos asombramos de la existencia de vendedores de esclavos, de la trata de negros.
El episodio de los banqueros descubiertos como ambiciosos, antisociales, “ilegales”, de la legalidad que protege a los otros, es un episodio propio de la ética capitalista, nace de las entrañas del sistema capitalista, he allí la base de la condición humana de estos “acumuladores” de la riqueza que pertenece a la sociedad.
Estamos en presencia de un evento de la lucha feroz que se establece en toda Revolución entre el Hombre Nuevo y el hombre nacido del capitalismo.
Nosotros creemos en el Hombre Nuevo, en su posibilidad, en su consolidación en un mundo donde el acumular capacidad de compra de mercancía no tenga sentido, ni sea posible, donde la ostentación sea una conducta antisocial, y el apropiarse del trabajo ajeno un delito.
Este es, debe, tiene que ser, el objetivo central de la Revolución, crear condiciones para que aparezca el Hombre Nuevo: un humano realizado en el ser y no en el tener, que rescate su condición social, deje de ser un náufrago, un egoísta, indigente espiritual y material.
La estafa que hoy presenciamos es una característica principal del capitalismo, sólo suplantando su cultura, valores, sus relaciones económicas, conseguiremos la formación del Hombre Nuevo, salvar a la Humanidad.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para Fidel y los Cinco!
¡Irreverencia en la Discusión , Lealtad en la Acción !

7.12.09

EL DESARROLLO DESIGUAL DE LA REVOLUCIÓN

La tesis del desarrollo desigual de los procesos sociales es imprescindible para entendernos. Veamos.
La Revolución de Octubre en la Unión Soviética se fundamenta en la tesis del desarrollo desigual del imperialismo, y en el desprendimiento del eslabón más débil.
Ese desarrollo desigual, válido para lo internacional, para lo universal, también lo es para lo nacional, para lo particular. El Che comparaba al subdesarrollo de un país con un enano deforme.
Se deduce que las revoluciones tienen también un desarrollo desigual. Es decir, el avance revolucionario en las diferentes manifestaciones de la vida social es desigual.
Lo anterior contribuye a explicar el tránsito de la Revolución Bolivariana. Analicemos.
La Revolución Bolivariana comienza desarrollando rápidamente la conciencia: recordemos las palabras de aquel embajador que refiriéndose a Chávez dijo: “fíjense en lo que hace y no en lo que dice”.
Y el Comandante con su decir, recorrió todo el país y sembró hondo en el corazón del pueblo a la Revolución y a su liderazgo, levantó la conciencia, la autoestima, el sentido de pertenencia, construyó así el pilar fundamental de una Revolución.
Después vino la declaración de antiimperialista, de anticapitalista y de Socialista. El rumbo estaba marcado, íbamos al Socialismo.
De allí en adelante la Revolución avanza en el rumbo fijado, dando la respuesta correcta a las circunstancias, respondiendo a las agresiones.
Recordemos que el avance es desigual. Tomamos colinas y a veces las perdemos: así pasó con Radio Caracas, le quitamos a los oligarcas la señal pero no supimos ponerla al servicio del camino al Socialismo.
Avanzamos en lo económico con las fábricas de harina de maíz de Yaracuy, marcamos el rumbo: la economía debía tener hegemonía de Propiedad Social. Pero convivimos con formas capitalistas infiltradas como Empreven.
Con las socializaciones de la electricidad, de las comunicaciones, de las empresas conexas con la industria petrolera, redoblamos el paso hacia el Socialismo, lo desarrollamos. Simultáneamente estimulamos formas económicas capitalistas creadoras de egoísmo.
Es el desarrollo desigual.
En la Revolución encontramos gente como la Brigada de Trabajo Voluntario, los internacionalistas que fueron a Cuba cuando aquella isla fue azotada por tres huracanes en una semana, y también encontramos ladrones roba gallina y ladrones que se apropian de un banco entero. Son los reflejos del desarrollo desigual de la Revolución.
Muchos logros tenemos para mostrar: este es un pueblo que sabe leer, y tiene libros para leer. Un pueblo que come, que es respetado, se expresa, es atendido, y sobre todo, tiene un sueño y la garra para construirlo.
Están pendientes la reforma del Estado, el burocratismo, la organización social, la lucha contra la inseguridad, recoger la basura, etc.
La respuesta de la Revolución al problema de los Bancos señala que vamos por el camino correcto: los Bancos con problemas y sus riquezas pasan a Propiedad Social, la tendencia es a seguir caminando hacia el Socialismo, a atender las zonas retrasadas, a consolidar las zonas de vanguardia.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para Fidel y Los Cinco!
¡Irreverencia en la Discusión, Lealtad en la Acción!

6.12.09

LA DIFERENCIA

La situación política reclama que la Revolución se diferencie radicalmente de la oposición oligarca. Una serie de ataques del enemigo y una serie de errores y debilidades nuestras construyen las circunstancias. Veamos.
Basta revisar la programación de los medios para entender las raíces de la campaña que hoy sufrimos. La programación de los medios transmite una estructura de razonamiento basada en el chisme, en la información hiriente, en la suposición sin ningún asidero real, en desempolvar las intimidades de la farándula, desprestigiar, escandalizar. Existen programas y revistas especializadas en esta conducta.
Las novelas, su contenido y la carnicería mediática a que son sometidos sus protagonistas, son un buen ejemplo de lo que decimos. De esta manera nos adiestran en esta forma de pensamiento.
Es así que, cuando lo necesitan, sueltan por estos canales, antes tallados en el cerebro colectivo, los chismes, las bolas, los rumores que tocan a los líderes revolucionarios, y estos datos son absorbidos rápidamente, creídos, por una mente social entrenada para consumir esta “información”.
Es un fino trabajo psicológico, es un trabajo a largo plazo que tiene a su servicio redes continentales de televisión, a toda la programación de Hollywood, ese gigante de la manipulación mental.
Nosotros lo sufrimos desde hace mucho tiempo, y también muchas veces lo aupamos en la programación nuestra.
En este fino trabajo psicológico se ancla la campaña oligarca, los chismes que lanzan sobre nuestros dirigentes, las mentiras que los sustentan, las exageraciones, etc., fluyen por los surcos abiertos en la mente colectiva en años de trabajo perverso que pasó desapercibido.
Ahora decir que un ministro es corrupto fluye con la misma rapidez que decir que a una artista la vieron en una discoteca con el marido de otra protagonista. El morbo corre igual, nadie piensa, nadie pide prueba, nadie ve las incongruencias. La infamia se da por sentada automáticamente, a eso nos acondicionaron.
¿Qué hacer?
Las revoluciones, y más las pacíficas, deben cuidar diferenciarse drásticamente del campo enemigo, para eso los revolucionarios deben mantener una conducta individual y colectiva austera hasta el exceso, hasta el peligro. Y esa conducta debe ser publicitada, convertida en paradigma.
Esos núcleos de la nueva conducta deben servir de referencia a la sociedad, y también de garantía de honestidad del campo revolucionario.
Es necesaria una campaña que promueva los valores socialistas, y a los héroes de esa conducta, que los hay por montones en nuestras filas.
Muchas medidas se pueden tomar, pero sobre todo hay que dar muestras concretas de que somos diferentes. Esa es la intención de la propuesta de que nuestros diputados inicien en la próxima Asamblea un nuevo parlamentarismo que cambie la imagen heredada de la IV república.
Un corrientazo ético de esa magnitud es la única manera de contrarrestar la imagen que el enemigo nos quiere construir, además espantará a los oportunistas que ven en el Parlamento un instrumento distinto a la labor legislativa.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para Fidel y los Cinco!
¡Irreverencia en la Discusión, Lealtad en la Acción!