13.9.08

¿QUE SIGNIFICA?

Los indicios claros de un plan de magnicidio y golpe de Estado, deben ponernos en alerta, y la alerta comienza por un análisis político. Veamos algunos elementos que nos ayudarán en este empeño.
Intentemos situar el hecho en su contexto:
Sería un error verlo como un suceso aislado, o una canallada de algunos oficiales apátridas. Al contrario, surge de las entrañas de la lucha de clases que se escenifica entre Revolución y contrarrevolución, pero también dentro de la Revolución y dentro de la oposición. Veamos.
En la oposición existen tres tendencias:
Una, la que considera que la Revolución se debe derrotar en las elecciones, que eso es posible, de esta manera pretenden tener absoluto control de la transición.
Otra, la cruenta, que propugna que no hay que esperar, que es necesario un golpe o un magnicidio para derrocar a la Revolución.
La otra tendencia, son los entristas, estos penetran a la Revolución , y desde adentro se enriquecen y la desvían hacia zonas de ambigüedad, de debilidad.
Las tres tendencias trabajan para el mismo objetivo, truncar la esperanza, abortar al Socialismo, derrocar al gobierno. Las tres tienen el apoyo de los gringos.
Las reacciones preliminares de la oposición frente al intento de magnicidio, se explican por esta pugna interna: no lo condenan, pero por ahora no lo apoyan, esperan que el panorama se aclare para plegarse. Esa fue la conducta del 11 de abril, esa es la ética del oportunista, que no tiene más principio que el lucro y el beneficio personal.
Tratan de sustituir la realidad con una guerra mediática: ignoran el magnicidio y lo esconden tras un maletín construido por los mismos laboratorios de guerra sucia que construyeron la computadora de Reyes.
Dentro del campo bolivariano, encontramos dos tendencias principales:
Los que piensan que es posible un buen gobierno sin cambiar las relaciones económicas, los que creen que basta tener control de PDVSA y las industrias básicas, aunque con esa renta estimulen el capitalismo y el egoísmo, los que descuidan la formación de la Conciencia del Deber Social, los que no dan al pueblo razones sagradas por las cuales luchar, aquellas por las que vale la pena dar la vida.
Estos debilitan la capacidad combativa del pueblo, no la organizan, la dejan a la espontaneidad, no creen en la dirección política. En resumen, desarman al pueblo.
Frente a estos están los revolucionarios, que creen que la construcción del Socialismo es un asunto principalmente de conciencia, que las medidas económicas deben estar al servicio de la formación de Conciencia del Deber Social, que ésta es la principal arma de la Revolución. Los que creen que en Venezuela es posible la construcción del Socialismo ¡ya! en este momento, que es urgente, que la humanidad lo reclama.
Es en este paisaje político donde sucede el intento de magnicidio, es de aquí de donde se desprenden las medidas que debemos tomar, las correcciones, la afirmación de las ventajas.
¡Unidos con Chávez avanzaremos hacia el Socialismo!

12.9.08

ALLENDE, QUIJOTE

La Chile de Allende, de cuya caída en combate conmemoramos 35 años, abrió la vía para la Revolución Pacífica , una posibilidad que fuera capaz de romper con la narcolepsia producida por las elecciones oligarcas.
Recordemos que la lucha armada parecía requerir la existencia de una dictadura, contra ellas es eficaz, pero se manifestaba impotente frente a la mascarada electoral burguesa. La vía pacífica abre un camino hacia el Socialismo en las formas pseudo democráticas de dominación, rompe con el hechizo que estas formas tenían sobre las posibilidades revolucionarias.
La Revolución Bolivariana, ya lo dijo el Comandante, es pacífica, por tanto, es necesario que estudiemos la vía pacífica hacia el Socialismo, que descubramos sus leyes, que aprendamos de los errores y de los aciertos. Veamos algunas de estas enseñanzas.
La primera de las grandes enseñanzas es que las Revoluciones Pacíficas, sí son verdaderas, desembocan paradójicamente en enfrentamientos violentos, que son provocados por los oligarcas. Así fue en Chile, así es en Venezuela y en Bolivia.
Contra estas embestidas debe prepararse al pueblo, la Revolución debe tener una alta capacidad de respuesta a estos asaltos.
La segunda importante enseñanza de las Revoluciones Pacíficas, es que el enemigo oligarca no se detiene frente a la debilidad, la única manera de parar sus arrebatos violentos es mostrarle los dientes de un pueblo unido, conciente, organizado, dispuesto a luchar, a cobrar caro cualquier intento desestabilizador.
La tercera enseñanza es la mayor coherencia y definición ideológica, condición fundamental en las Revoluciones Pacíficas, sin ella se dejan grietas que son aprovechadas por la oligarquía para desde allí lanzar sus dardos manipuladores.
La cuarta enseñanza es la necesidad urgente de construir la legalidad y la institucionalidad revolucionaria, que, lo más rápido posible, impida que la oligarquía se ampare en las leyes heredadas del viejo sistema, para desde allí proteger sus ataques contra la Revolución.
Quinta enseñanza, la necesidad de un partido que resuma las mejores ideas y los mejores hombres, los más concientes, los dispuestos a ser los primeros a la hora de los sacrificios y los últimos a la hora de los privilegios, como decía el Che, que reclute a los mejores entre los buenos.
Sexta enseñanza, la necesidad de organizar a la sociedad. Se debe construir un tejido social que vaya desde la base hasta las instancias nacionales. Este tejido integrará a la sociedad, le restituirá el verdadero poder al pueblo, el poder de participar en las decisiones y en las respuestas propias de su entorno, pero también en las decisiones de calidad nacional e internacional.
La humanidad se debate hoy en un gran dilema: “Socialismo o la nada”, “Socialismo o extinción de la vida”. Esta situación eleva a niveles excelsos la lucha de los revolucionarios, que es ahora la lucha por la sobrevivencia de la especie.
Salvador Allende, en este aniversario de su caída en combate, surge inmenso en su lucha por el Socialismo, fundó una vía, nos dio Esperanzas, es Quijote en la lucha por la salvación de la humanidad.
¡Chávez es Esperanza Socialista!

11.9.08

UNIDAD Y GOLPE

La oligarquía no cesa en su afán de truncar la Esperanza Socialista , ensayan y combinan todas las vías, desde la manipulación del pueblo para ganar algunas gobernaciones, hasta el magnicidio. Siguen las órdenes del imperio.
La opción golpista oligarca se presenta con fuerza, las razones de este repunte golpista debemos buscarlas aquí en el país, pero también en el centro imperial.
En los últimos días recrudecen los ataques de los voceros gringos, las declaraciones del llamado Zar de las drogas son un ejemplo, intenta ligar al gobierno con las FARC, y a éstas las coloca como las mayores productoras de drogas del mundo. De esta manera, justifica frente a su cándida opinión pública cualquier ataque contra el “monstruo” Chávez.
Las revoluciones bolivariana y boliviana están en el centro de las discusiones de los candidatos presidenciales yanquis: el petróleo es una vital preocupación para ellos. Necesitan darle una respuesta al oscilante electorado norteamericano, y la cabeza de la Revolución Bolivariana sería un buen trofeo que mostrar, una forma de tranquilizar e influir en el voto de aquellas masas manipuladas.
Aquí en Venezuela, la franquicia de los pichones de gringos, primero justicia, rosalito y demás secuaces, trabajan para cumplir la orden del imperio, ese es su objetivo: “Salir de Chávez lo más rápido que se pueda”, causarle daño, debilitarlo. La Revolución Bolivariana es un factor que inclina la balanza electoral norteamericana.
¿Cuál debe ser la actitud de los revolucionarios?
Lamentablemente los revolucionarios no hemos podido dar muestras de unidad. Hoy, cuando más se necesita mostrar cohesión revolucionaria, nosotros nos comportamos inconcientes, desubicados, desunidos, mezquinos, insensatos, como si las elecciones regionales fuesen elecciones de la reina de carnaval de alguna parroquia, donde acaso lo que se disputa es un cetro de cartón.
Llueven las intrigas, las declaraciones destempladas de “dirigentes” revolucionarios, la miopía de las direcciones.
No hemos entendido la verdadera esencia de la lucha, que no es de índole local, se trata de un enfrentamiento definitivo entre el Socialismo y la nada, entre la posibilidad de sobrevivencia de la vida planetaria y la extinción. Por lo tanto, no podemos desarrollar la política teniendo como eje la alcaldía de algún pueblito o alguna gobernación.
No entendemos que el enemigo oligarca montó una operación psicológica para atacar a la Revolución y al Comandante con cualquier excusa. De allí que lo que debemos defender es a la Revolución y al Comandante, ese es el terreno de la disputa, lo demás es secundario.
No se ha comprendido, por ejemplo, la defensa del Comandante y de las leyes habilitantes, algunos andan con lupa buscando errorcitos, otros se equivocan pensando que la defensa está en el contenido.
El pueblo debe sentir que la Revolución y el Comandante nunca propondrán unas leyes que vayan a perjudicarlo, eso deben sentirlo en el alma, más que comprenderlo por las explicaciones de última hora.
Los revolucionarios debemos unirnos, sin tonterías, alrededor de la Revolución y el Comandante. Derrotar las voces mezquinas que sabotean la unidad, y dar muestras al pueblo de que somos verdadera alternativa.
¡Chávez es Esperanza Socialista!

9.9.08

MAPA POLÍTICO

Un acertado mapa es el inicio de un exitoso desempeño en política. Si el mapa es incompleto, nos llevará a terrenos de debilidad, si es superficial, estaremos condenados a los vaivenes de las profundidades desconocidas, si es influenciado por nuestros deseos, nos deparará grandes frustraciones, si no hay mapa somos juguetes de las circunstancias.
El mapa político puede ser elaborado tomando en cuenta las siglas de los actores, funcionaría para lo inmediato, para épocas de poca exigencia, pero sería imperfecto, no podría dar respuesta a avances más profundos.
Un mapa así sería útil para lo táctico, pero si confundimos este mapa táctico con el mapa estratégico, no podríamos avanzar, nos perderíamos en los pantanos del pragmatismo.
El mapa estratégico requiere considerar las afinidades ideológicas, los intereses de clases representados en los actores políticos, los proyectos que se defienden. En la elaboración de un mapa así, nos tropezaremos con muchas sorpresas: partidos que pensábamos estaban en bandos contrarios, con estos criterios aparecerán hermanados, con la misma ideología.
Este proceso queda bien ilustrado con el deslizamiento del partido “Podemos”, que acompañó a la Revolución. Sus siglas estuvieron de este lado tácticamente, mientras no avanzábamos a terrenos de definición, pero su corazón estratégico era escuálido, su ideología antisocialista y, finalmente, cuando la Revolución dio pasos, “Podemos” se deslizó al bando donde pertenecía, junto a sus afines: el partido de rosalito, primero justicia, globovisión, al mismo saco de los defensores del imperio.
Es importante construir el mapa estratégico de la Revolución Bolivariana , para eso debemos definir las ideologías en pugna. Veamos.
Primero, tenemos a la Ideología Revolucionaria , la que postula que el Socialismo tiene como condición ineludible la hegemonía de la Propiedad Social de los medios de producción y la Conciencia del Deber Social.
Frente a esta Ideología Revolucionaria tenemos la ideología del capitalismo, que postula la hegemonía de la propiedad nosocial de los medios de producción, la conciencia egoísta, la competencia que ellos llaman “libre empresa.”
La Ideología Revolucionaria nace de la existencia del proletariado, de los que venden su trabajo.
La ideología capitalista nace de la existencia de los oligarcas que se apropian del trabajo y la riqueza que pertenece a toda la sociedad.
Entre estas dos ideologías principales, propias de la oligarquía y de los obreros, se encuentran ideologías intermedias.
Son ideologías incapaces de construir proyectos viables, oscilan entre el cuestionamiento del sistema capitalista y el terror de superarlo. No van más lejos de fórmulas siempre ineficaces, que suelen disfrazar con retórica populista y pseudo-revolucionaria. Estas ideologías son propias de la pequeña burguesía, y en última instancia benefician a la clase oligarca.
A medida que la Revolución avanza, las definiciones ideológicas se hacen más afiladas, las posiciones se delinean con más precisión, no hay lugar para ambigüedades.
Con un mapa estratégico así, construido en base a las ideologías y no a las siglas, estamos en capacidad de predecir el desarrollo del difícil cuadro político, de estudiar posibilidades de comportamiento, de avanzar hipótesis.
¡Chávez es Esperanza Socialista!

8.9.08

UNA LECHUGA, UNA BICICLETA Y UNA MIRADA

Cuando conocimos la anécdota del Che y las lechugas, que, más allá de la cuota, le hacían llegar a su casa, pensamos que ese rechazo tan tajante al pequeño privilegio era una exageración.
Después leímos lo de la bicicleta que le regalaron a su hija en una fábrica, el regaño que el Che le dio al funcionario y la devolución forzosa del obsequio, y nos convencimos que el Che era un cascarrabias extremista.
Esa idea nos acompañó hasta que nos sumergimos en la Revolución Bolivariana. Nada enseña más de Revolución que la Revolución misma.
Con la Revolución Bolivariana hemos comprendido que el pilar central de un sistema son los valores, allí se sustenta todo el entramado social. La Revolución debe construir el milagro de superar los valores de lo viejo, y en ese empeño la conducta revolucionaria debe ir al extremo. Toda Revolución debe ser extremista, so pena de correr el riesgo de ser atrapada por la restauración.
Cuando el Che rechaza las lechugas, está, como dirigente, dando una lección al pueblo y a los otros dirigentes, está educando con el ejemplo, transformando “la exageración” en una lección, en una muestra de lo que debe ser cotidiano.
El ejemplo, la conducta, son los vehículos de la ética y la moral, son las armas en el combate contra los valores de lo viejo, lo que equivale a decir, son las armas más importantes en la lucha revolucionaria.
Cuando el Che, en su famoso discurso en la ONU , nos dice que “al imperialismo no hay que creerle ni tantico así… nada”, no está exagerando, está, en palabras de Fidel, sentando un principio estratégico que fácilmente podríamos extender al capitalismo, a los oligarcas, a los burgueses.
Y su mirada durante ese discurso nos da una lección de cómo los revolucionarios deben ver, deben relacionarse con la bestia imperial y con sus instrumentos de dominación.
Es la misma mirada y la misma actitud del Libertador cuando redacta el Manifiesto de Cartagena. Es la mirada del Negro Primero en la Batalla de Carabobo.
No hay otra mirada para enfrentarse a la bestia que quiere arrebatarnos el derecho a existir, es la mirada fuerte, decidida, corajuda del que defiende a lo más querido contra sus enemigos.
Por eso, cuando vemos permisividad en nuestros medios, cuando vemos a Leopoldo, el mismo que corrió a guarecerse en la falda de Obama, en los programas del canal 8, cuando lo vemos compartiendo jovialidades con el presentador, entendemos que estamos haciendo un gran daño a la causa revolucionaria.
La Revolución debe ser exagerada, extremistas en el trato con los oligarcas y en el rechazo a sus valores. Allí no debemos dejar lugar a dudas, ni una lechuga de más, ni una bicicleta fuera de orden, y siempre la mirada heladora del que defiende sus razones sagradas con la vida si es necesario.
!Chávez es Esperanza Socialista!

7.9.08

INDIGNACIÓN

Violaron a unas médicas de Barrio Adentro, y no reaccionamos. Atentaron contra el amor que soporta a la nueva sociedad, y no entendimos el ataque, pensamos que era acontecimiento fortuito. Las avenidas estaban repletas, qué importaba.
Después asesinaron a uno en Villa de Cura, y no reaccionamos. Cual avestruz, escondimos, enterramos la inteligencia en la arena de la ilusión.
Mataron a uno de ellos en Petare. Ignoramos el hecho, no lo comentamos, sin hablar del asesinato pretendimos borrarlo de la historia. Las avenidas estaban repletas, qué importancia tenía.
Después asesinaron a centenares de campesinos, no nos enteramos, eso fue muy lejos del asfalto. Qué importaba.
Hicimos y deshicimos, las avenidas seguían ahítas.
Y cuando faltó gente no lo vimos, cuando el entusiasmo mermó, no lo sentimos.
Nadie se percató, ni ellos ni nosotros, ni los dirigentes, ni los otros. Nadie percibió que pueblo que no ejerce el amor lo olvida. Pueblo que no se une se disgrega, cuando no lucha, se duerme, se desarma.
Entonces construimos la indeferencia, nos cultivamos en el egoísmo, el corazón se fue arrugando, el sentimiento se marchitó.
Nadie se percató…
Un día convocamos a la indignación frente a la injusticia y nadie vibró, estábamos buscando lo pequeño, nos preocupaba lo mezquino.
Propusieron engaños: “nada pasa”, dijeron, es la luna, son las vacaciones, ha llovido mucho, las encuestas mejorarán.
Recurrieron a las armas melladas: “Ellas nunca fallan”, dijo el oportunismo, y caminaron hacia el fracaso, que no era de ellos… los hombres de corcho siempre flotan.
Era el fracaso de la humanidad, que busca vías hacia la luz.
Pero se escuchó una voz…
Primero era un murmullo, poco a poco fue sumando y se transformó en trueno.
Convocaba al pueblo para el amor, a fundar mundos, para resolver lo pequeño solucionando lo grande.
Y volvió Bolívar, arengando y atravesando los Andes, volando sobre el Chimborazo. Volvió Sucre en Ayacucho, y Páez el de las Queseras del Medio, y Martí el de los Versos de Oro.
Y volvió el pueblo del 4 de febrero, aquel que no calcula, que lo guía la felicidad de su gente y la grandeza de servir.
Y se sintió de nuevo el rugir de la Avenida Bolívar , llena de corazones, y los puños frente a Fuerte Tiuna pidiendo armas.
Y el pueblo parió su poesía.
Y nunca más dejamos de avanzar, por sobre todo avanzar, pueblo y líder, indignados siempre, construyendo y derribando, batallando y amando siempre.
Y la oligarquía tembló de nuevo, y los reformistas buscaron madrigueras.
Sabían que tenían los días contados, ahora Si.