30.3.13

CRISTO Y MARX (Sábado 30-03-2013)


Los sistemas de dominación entendieron que la división de sus enemigos es una garantía de su permanencia, y comprendieron que la división más importante es la ideológica. Desde siempre han intentado dividir al Cristianismo y a la Revolución, separar la espiritualidad revolucionaria de la práctica revolucionaria, la conciencia de la materialidad. De esa manera castraron a una y a otra, y así consolidaron por milenios la dominación.
A Cristo, al cristianismo, lo privaron del componente político revolucionario, lo absorbieron, lo pusieron al servicio de las clases dominantes, lo transformaron en formidable barrera defensora de sus derechos. Cortaron sus nexos con las luchas de los desposeídos, a estas luchas las privaron del objetivo de la toma del poder político, remitieron su redención a otro mundo, las convirtieron en inofensivas. Transfiguraron a Cristo en iglesias monumentales, lo subieron al altar y lo alejaron de la lucha por la redención definitiva de los humildes, de la revolución.
A las luchas revolucionarias las confinaron a las luchas por objetivos materiales, abandonando lo espiritual. Así, se pensó y se dijo que bastaba con modificar las relaciones de producción para que, de las nuevas relaciones, brotara la nueva espiritualidad.
Cristo fue secuestrado por las clases dominantes, y la Revolución no se planteaba liberarlo, se conformaba con las luchas en lo económico.
Fueron el Che y Fidel, a los que podríamos calificar los más cristianos de los ateos, quienes en la teoría y en la práctica consiguieron iniciar la fusión de Cristo y la Revolución, y eso es la Revolución Cubana. Ese proceso demostró en la práctica, y la historia así lo confirma, que la "Revolución verdadera tiene que ser una fusión de lo espiritual dirigiendo los cambios materiales, y los cambios materiales soportando a la espiritualidad". Desde la toma del Moncada, todos los grandes pasos de la Revolución de Fidel han sido signados por esta máxima.
Ahora sabemos que, en esta parte del mundo, no podrá haber Revolución sin Cristo, el que magníficamente nos muestra Rubén Dri en su libro "El Movimiento Antiimperial de Jesús", el verdadero, el revolucionario, el que se enfrentó al Imperio Romano y a los jerarcas religiosos, cómplices de esa dominación. Sin unir a ese Cristo con el empeño revolucionario, sin unir esa experiencia espiritual con la experiencia revolucionaria, sin fusionarlas, no habrá Revolución.
No podrá haber Revolución sin bajar de los altares a Cristo, sin liberarlo, y sin que se dé la mano con Marx, con el Che, Lenin, Trotsky, Mao, Rosa, Fidel y Chávez. Es época, los tiempos están maduros, de hacer realidad el “amaos los unos a los otros”, de dotar a ese hermoso mandamiento de la materialidad, de las relaciones, que intentaron los Cristianos Primitivos que ejercieron el "de cada quien según su capacidad, a cada uno según su necesidad”.
Sin duda Cristo era socialista, y Marx cristiano. Ellos no lo sabían, pero qué importa, no es un problema de etiquetas sino de acción. A los dos los guiaban profundos sentimientos de amor.
¡Con Chávez es con Maduro!

27.3.13

LAS VACACIONES (Miércoles 27-03-2013)


Una gran ventaja del Socialismo es conseguir sumar en un solo impulso las fuerzas individuales, acordar a la sociedad en un solo propósito. Se desata así una energía desconocida por la humanidad hasta ese momento, ningún otro sistema puede liberar esa fuerza, ni siquiera se lo propone.
El Socialismo se realiza cuando la sociedad toma cuenta de su dirección, de su destino, planifica su esfuerzo y dirige su voluntad hacia objetivos comunes. El consumo y la producción son planificados conscientemente, se combaten de esta manera el despilfarro individual y el despilfarro social, y la anarquía en la producción y en el consumo.
Entonces, el reto fundamental del Socialismo es transformar la sociedad capitalista, individualista, egoísta, despilfarradora, sin concierto ninguno, anárquica en el consumo, irresponsable en la producción, en una sociedad Socialista, es decir, racional, cuerda, conciente de su responsabilidad con la humanidad, con el planeta, consigo misma y con sus hijos.
Este reto es particularmente importante para la Revolución Bolivariana. Veamos.
Nosotros, la sociedad venezolana, y hay que decirlo con valentía, fuimos acostumbrados a una conducta injusta, inicua, que nos hizo fácil presa del despojo imperial. Nos daban migajas, nos prometían estrellas, nos manipulaban el alma, nos sembraron una conducta de nuevo rico, nos deformaron la visión del mundo.
De esta manera ellos se llevaban la riqueza y a nuestra sociedad le dejaban los mismos espejitos con los que engañaron a los indígenas. No había oposición, estábamos embriagados de consumo, unos consumían y otros pugnaban por consumir… bisuterías.
            Ahora tenemos el reto de convertirnos en una sociedad viable, ejemplo para el mundo de una nueva manera de vivir, de relacionarse los humanos entre sí y con su entorno. Este reto no es un capricho, se trata de la sobrevivencia de la especie, si la humanidad no cambia la manera de vivir capitalista, le espera, sin lugar a dudas, la extinción. Ya sabemos que el planeta bajo la tutela capitalista va camino al infierno.
En esta vía que se propone la Revolución Bolivariana, que nos proponemos los venezolanos, el primer paso es darnos cuenta de cómo somos, hacernos concientes de nosotros mismos, vernos en un espejo.
Estudiemos un poco nuestro comportamiento en las vacaciones:
Nos dicen las autoridades que en los pocos días de vacaciones de Semana Santa se desplazan más de 15 millones de personas hacia los puntos turísticos, y los miles que se activan para cuidarlos. Todo este éxodo de vacaciones significa un gasto enorme para la sociedad. Calculemos cuántos litros de gasolina se despilfarran en las colas, cuánto se desgata el parque automotor, cúantas horas se deja de trabajar, etc.
Si fuese una vez al año merecería un estudio, ahora si esto se repite varias veces en el año, el estudio toma características de dramática emergencia.
Hoy proponemos el problema sólo para la reflexión. Cuando nosotros como sociedad racionalicemos el ocio despilfarrador, lo transformemos en ocio creador, ese día podemos decir que esta sociedad está caminando decidida hacia su redención, se está desintoxicando.
¡La planificación es Socialismo!
¡Con Chávez es con Maduro!

26.3.13

EL ESPEJO Y EL FUEGO (Martes 26-03-2013)


Desde que el hombre descubrió el espejo, la humanidad cambió. La capacidad de verse, de reflejarse, de percibirse, causa perplejidad, es un acto asombroso propio de la especie. A partir de ese hecho, el individualismo se instaló en las sociedades, ya no era necesario el otro para reconocerse, la imagen pasó de las pupilas ajenas al espejo propio.
La vida del humano quedó marcada por el espejo, que no es simplemente el reflejo de lo material, es el comienzo de un viaje al interior, es una puerta que abre los abismos del individuo. Esa posibilidad se deslizó a toda la vida social, no se concibe la existencia sin espejos. Con el espejo el hombre aprendió a reflejarse en todas sus actividades sociales, deambula por el mundo, no percibiéndolo sino reflejándose. El espejo se interpone entre el mundo y nosotros.
No percibimos al mundo, percibimos reflejos torcidos de nosotros mismos, pero somos hechura de lo establecido, del sistema que nos vio nacer, entonces sólo vemos al sistema que conocemos. De allí que la Revolución, cambiar al mundo, es un proceso que empieza en el individuo, en el revolucionario, éste debe renacer, refundarse para poder percibir al mundo sin el arbitraje del "espejo dominante".
Lo anterior, que parecen simples elucubraciones, tiene importancia en Revolución. Si se va al proceso sin cambiar, percibiremos el mundo de acuerdo a nuestro interior forjado en la cultura de la dominación. Y después de mucho batallar caemos en cuenta de que no estábamos haciendo Revolución sino boxeo con nuestra sombra, ellos eran iguales a nosotros, nuestra imagen y semejanza.
¿Cómo luchar contra nosotros mismos? ¿Cómo vencernos? Es indispensable lo colectivo. La conquista del hombre nuevo es una labor individual que se debe acometer en colectivo, en los organismos, en medio de la fraternidad revolucionaria, donde se forjan espacios socialistas que serán escuela, ejemplos que guían al resto de la sociedad.
De la calidad de estos colectivos, de su capacidad fraterna, dependerá la calidad de la lucha política que desarrollen y la calidad de los individuos que los formen. Sólo así es posible sustituir el espejo por el fuego revolucionario.  
Se desprende que la principal batalla es en el espíritu individual y colectivo, es decir en el espejo, es en la manera de percibir el mundo, de entenderlo. Es necesario introducir en el interior de alma humana, o mejor, devolver al alma la visión de lo social, reconocernos uno y simultáneamente todos, saber que la suerte del individuo está determinada por la suerte del todo, y el todo depende de cada individuo. El uno y el todo son componentes de un mismo rumbo, de un mismo destino, al sumarse constituyen una humanidad inédita, es el verdadero paso de la prehistoria a la historia. En otras palabras: es necesario instalar en el alma individual y colectiva el Socialismo.
¡Con Chávezcristo!

25.3.13

¿DESPUÉS DEL MAGNICIDIO? (Lunes 25-03-2013)


Es aceptado como una altísima posibilidad el magnicidio del Comandante Chávez. Políticamente no caben dudas, la posteridad se encargará de la comprobación policial. La ciencia médica reafirma la posibilidad de inocular un cáncer. Se desprende el deber revolucionario de analizar la situación, deducir los peligros futuros y tomar medidas preventivas. Veamos.
El magnicidio no es una pieza suelta, forma parte de un plan oligarca que se está desplegando aceleradamente.
Su primer logro fue dejar a la Revolución sin su líder. Pudimos atenuar el impacto gracias a la grandeza política de Chávez que previó los acontecimientos y dejó al proceso protegido al designar a Maduro como continuidad del chavismo.
El segundo logro es anular el triunfo chavista de octubre. Es así, estas elecciones son hijas monstruosas del magnicidio, vamos a ellas forzados por un crimen, a competir con los asesinos de Chávez.
El tercer logro es abrir cauce a la posibilidad golpista. Ésta trabaja en complicidad con ese sospechoso carácter "democrático y bolivariano" que de la noche a la mañana adquiere el candidato del imperio. Es así, estamos enfrentando una fina operación conspirativa. Veamos.
Los oligarcas más agresivos se han repartido los papeles: capriles debe aparecer como demócrata, intentar aislar a Maduro, dejar al chavismo sin jefatura, polarizar con él, debilitarnos. No obstante manda sus dardos contra la FANB atacando a Molero, allí muestra el bojote golpista. El ataque a Molero es una vieja táctica de la derecha fascista, similar actitud tomaron contra Allende atacando a altos oficiales leales.  
Por otro lado, el agente gringo diego arria encabeza la avanzada golpista, es el encargado de los radicalismos, de horadar la legitimidad del gobierno y la credibilidad del CNE, de preparar el ambiente de fraude y pedir modificaciones electorales imposibles para justificar su posición. Ese grupo tiene como misión los susurros a los militares, y lo hacen en complicidad con el nacional, que obsequia páginas enteras a lo más putrefacto de los renegados.
Los cadáveres insepultos de la socialdemocracia y los renegados menos audaces  acechan en las orillas de las aguas turbulentas, desde allí se mojan un poco, sólo los pies,  guardándose de no correr riesgos, esperando que se defina la contienda para tomar su consabida posición oportunista.
Esta es la situación. Los oligarcas y sus cómplices juegan guarimba con la Constitución, la rompen cuando "resuelven" con el magnicidio su derrota de octubre, luego la invocan para protegerse y allí, atrincherados, atacarla. Ahora mantienen un pie dentro de la legalidad y el otro, con descaro, en el área golpista. Repiten la historia de abril.
La Revolución, el pueblo, la decencia, la justicia, deben ganar de forma aplastante estas elecciones hijas del magnicidio y así derrotar a los asesinos de Chávez. Ese es sólo un paso en la batalla. Simultáneamente debemos profundizar al Socialismo, única vía para no sucumbir en las fauces fascistas. No hay atajos, no hay pacto, sólo con fuerza podemos disuadir a la bestia y preservar la paz.
¡Con Maduro más Chavistas que nunca!

24.3.13

CRISTIANISMO Y SOCIALISMO (Domingo 24-03-2013)


Cuando el Comandante Chávez dijo que Cristo es el primer socialista de la humanidad, estaba rescatando una verdad histórica, y al mismo tiempo fundiendo en un solo destello el humanismo de los revolucionarios con la espiritualidad de los cristianos. Estaba uniendo lo que la infamia había separado para impedir que el humano encontrara caminos de redención; que expulsáramos definitivamente a los mercaderes del templo, o dicho en cuentas modernas, expulsáramos a los capitalistas de la economía.   
La idea de liberar al humano de la esclavitud de tener que venderse o de ser vendido, ha acompañado a la humanidad por toda su historia. Siempre el hombre ha buscado maneras de zafarse de la situación donde el hombre es lobo del hombre, o en las que la vida significa una guerra de todos contra todos. Las comunidades de los cristianos primitivos, que seguían las enseñanzas de Jesús resucitado, son un paradigma en esa búsqueda. De acuerdo a la Biblia : “No había entre ellos indigentes porque todos los que poseían haciendas o casas las vendían y llevaban el precio de lo vendido y lo ponían a los pies de los Apóstoles; y se repartía a cada uno según necesitaba”.
No cuesta mucho percibir los fundamentos del Socialismo en esa manera de vivir. Sólo son necesarios pequeños ajustes para hacer de estos preceptos las bases de la sociedad del Socialismo siglo XXI.
La Revolución Bolivariana ha sentado base teórica para la unión de Cristianos y Socialistas. Esta unión le confiere una fuerza nueva a la causa revolucionaria. Cristo es Socialista y los Socialistas somos Cristianos. Ahora nos reconocemos como hermanos en la construcción de la sociedad que soñaron los cristianos primitivos.
Hoy existen condiciones para darle base material a lo que desde hace dos mil años es un sueño.
Sirvan estas reflexiones como homenaje a la Semana Santa, la semana en que se conmemora la caída en combate del primer socialista de la historia. Y sea propicia la ocasión para recordar a los mártires socialistas que siguiendo los pasos de Cristo, la búsqueda de la redención del humano, de la construcción de la sociedad del amor, cayeron también crucificados en combate.
Recordemos a Bolívar, sin camisa en San Pedro Alejandrino, a Sucre en Berruecos, a José Martí, a Zamora, al Che, a Fabricio, al Padre Camilo Torres, a Monseñor Romero, a Rosa Luxemburgo. Y recordemos sobre todo al revolucionario desconocido, al luchador anónimo que ha forjado con su sangre y con su esfuerzo esta larga historia de lucha por el amor, por la vida, por el Socialismo.
¡Con Chávez es con Maduro!