12.1.13

EL HECHIZO (Sábado 12-01-2013)


Por allá en los años sesenta, corría un cuento: "Dios cuando forma a esta tierra de gracia le favoreció con todo, agua abundante, tierras fértiles, clima apacible, pueblo hazañoso, fauna vigorosa, flora impactante… Entonces, el diablo pasó por aquí y nos maldijo trayendo a los oligarcas, a los mojigatos, a los tibios, medias tintas, a los socialdemócratas, los reformistas, los adecos". El cuento resume la historia nuestra, desde los orígenes nuestra lucha ha sido el intento por librarnos de ese hechizo, de esa maldición.
Padecimos dictaduras y nos alegramos cuando amanecieron gobiernos que prometían cumplir el sueño de Bolívar: libertad y felicidad. Así el hechizo siempre mantuvo su vigencia. La fórmula de dominación funcionó a la perfección: la energía social, el anhelo revolucionario, quedó atrapado en la trama tejida por la dictadura y el populismo socialdemócrata, las dos formas del capitalismo.
Los disidentes y sus ideales revolucionarios fueron aplastados por dictaduras y falsas democracias. Los asesinatos, el exilio, la cárcel, marcaron sus vidas. Otros fueron engañados, no consiguieron el rumbo, se extraviaron, fueron seducidos por las mieles y migajas del banquete del poder. La Revolución Bolivariana es un intento asombroso de romper el hechizo. Ahora tenemos todas las condiciones: un líder consecuente, un pueblo aguerrido y una tierra de gracia ¿Qué nos falta?
Si estudiamos nuestra historia encontraremos que los intentos revolucionarios han fracasado por fallas en la teoría: todas sus derrotas fueron precedidas de derrotas en la ideología, en las ideas. Las palabras del Libertador son alertas: "Pueblo, han abusado de vuestra credulidad". "Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción". "Moral y Luces son nuestras primeras necesidades". Se dio cuenta Bolívar, ganador de mil batallas, que lo derrotaban en las ideas.
Esa es la gran enseñanza para la Revolución Bolivariana : "Todo triunfo revolucionario primero fue un triunfo en las ideas". Razón tenía Martí cuando dijo: una idea justa desde el fondo de una cueva puede derrotar a un ejército. "Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras".
Concluimos que la tarea principal de la Revolución en esta etapa es superarse a sí misma, o como diría un clásico: ser la negación de la negación. El populismo niega a la dictadura, la Revolución niega al capitalismo en sus dos formas dictadura-populismo. Para eso necesitamos teoría verdadera. No podemos conformarnos con triunfos en el terreno electoral burgués, es necesario superar al sistema, lo contrario es continuar en el hechizo.
La Revolución es un huracán de pasiones, es soltar las amarras que nos han sujetado por más de doscientos años, es un cambio de cultura, de nuevas relaciones humanas, es un salto, un rompimiento profundo, es navegar contracorriente. Esa es la medida.
Debemos buscar la idea justa, las luces indispensables para superar lo que algún ministro llamó "lo regalado", que es el otro nombre de la mera repartición de la renta, o de la maldición del diablo. Debemos buscar la idea, la pasión, el espíritu que nos conduzca hacia el nuevo mundo y concluir el sueño de Bolívar.
¡Chavistas!

11.1.13

¿APRENDIMOS EN LA FIESTA? (Viernes 11-01-2013)


Tal como diría Domingo Alberto Rangel, llegamos al fin de fiesta. El mundo se retuerce en una crisis que amenaza arrasar con todo lo conocido. Europa ya no es destino, es fuga. Los gringos hacen maromas para cubrir la tronera fiscal, China, Brasil y los emergentes se hunden junto al mundo, sus riquezas no flotan, hacen peso.
El Comandante, enfermo, está imposibilitado de desplegar toda su fuerza espiritual y material. Es un golpe noble a la Revolución. Lo que el Comandante amortiguaba con su prestigio sale a flote, se expresa con fuerza.
Son días de realizar lo que hemos aprendido en estos catorce años de bonanza espiritual, material y de convivencia íntima con el líder, en la nueva situación se manifestará lo que somos, sabremos lo que hemos construido. Las nuevas circunstancias requieren precipitar decisiones, marcar rumbos, acelerar los pasos. Vivimos una encrucijada definitoria. Veamos.
Los oligarcas pendulan entre el fingimiento de permanecer en la Constitución (que siempre han adversado), o romper como en abril y en el sabotaje petrolero, con la hipocresía de defender lo que no les pertenece. Una fracción de la canalla intenta retroceder al pacto de punto fijo, ahora con la participación de desgajos del chavismo, el polo que tenga más posibilidades arrastrará a los oligarcas. Ellos no tienen más escrúpulos que la defensa de sus intereses.
En el campo bolivariano las tendencias, las ideologías, se manifiestan revestidas por los requerimientos unitarios y la tristeza por los padecimientos de Chávez. Lo espontáneo produce corrimiento hacia la derecha, el desconcierto y la debilidad ideológica nos llevan a la conciliación.
¿Qué hacer?
Lo primero, es dejar la candidez de creer en el espejismo de una convivencia con el capitalismo y con su expresión política, la derecha oligarca. Al contrario, los capitalistas tienen como meta debilitarnos y arrasarnos. Así como podemos ser ejemplo de un camino para la redención del humano, también podemos ser escarmiento para los pueblos que pretendan liberarse. Los capitalistas están obligados a barrer el ejemplo del chavismo, a aplicarnos terapia de choque como hicieron con Allende en Chile.
Lo segundo, es entrar con valentía en un proceso autocrítico, corregir el rumbo ¡Rectificar!, ir decididos hacia el Socialismo haciendo lo que eso significa: cambiando las relaciones entre los humanos, las relaciones económicas. No es posible construir Socialismo en un país donde el sesenta por ciento del producto interno sea actividad egoísta, capitalista, privada. No es posible construir Socialismo si el Estado Revolucionario estimula al capitalismo. No es posible tener organización social, económica ni política, egoísta, fragmentada y fragmentadora y, simultáneamente, pretender construir Socialismo.
Lo tercero, es garantizar la unidad sin que ésta sacrifique la discusión.
En los próximos días se mostrará qué hemos aprendido: si tenemos la sabiduría para recorrer el camino que la historia propone, con la teoría y el pensamiento acumulado durante milenios de lucha revolucionaria, de práctica de generaciones de revolucionarios, o si sucumbiremos en la patraña adeca de que "ignorancia, oportunismo, improvisación, es virtud".
¡Chavistas!

10.1.13

EL DESTINO DE LOS GRANDES (Jueves 10-01-2013)


Grandes hombres son aquellos que ligan su suerte al destino de la humanidad, Cristo es el mayor de ellos, el ejemplo. Estos hombres tienen mucho en común: no buscaron riqueza material, su vida estuvo signada por el altruismo, murieron temprano, asesinados por los dominantes.
A Cristo lo asesinó el sanedrín, a Bolívar lo sacrificó la oligarquía. Martí dejó sus días en Dos Ríos, entre la torpeza de los independentistas y la crueldad imperial. Trotsky cayó en la ignominia del stalinismo. A Zamora lo mató una bala disparada años antes en San Pedro Alejandrino. Fabricio, Lovera, Américo Silva sacrificaron su vida tras el ideal. Allende transformó a La Moneda en su sepultura y de los sueños de hacer Revolución con anuencia de las oligarquías. El Che en Bolivia revivió al Gólgota.
Chávez es el último de estos grandes, no tenemos dudas de que su enfermedad fue inoculada por los que desde siempre atentan contra los grandes, los redentores. El crimen político es una constante en la historia, el envenenamiento cada día es más perfeccionado, ahora usan hasta isótopos radioactivos, ponzoñas de alta eficacia, virus con capacidad cancerígena.
¿Y los pueblos, qué ha pasado con los pueblos? Al perder a sus líderes, deambulan como saliendo de un hermoso sueño. Atontados, son fáciles presas de los depredadores. Después sobre ellos llueven teorías apócrifas, retóricas vacuas. Los líderes son transformados en bronce inerte, en franelas inofensivas, en canciones que calman la culpa de olvidar, "de no hacer lo que hay que hacer, no cambiar lo que tiene que ser cambiado, de perder el sentido del momento histórico, de venderse al pasado, de mentir siempre".
 Nuestro líder está enfermo, ¿entregaremos su sueño? ¿hasta aquí llegó el camino? ¿retrocederemos, volveremos a ser un pueblo sometido, miserable, nos comeremos unos a los otros, volveremos a ser lobos, o, por el contrario, sorprenderemos de nuevo a la historia?
¿Nuestros líderes se unirán alrededor de la audacia de continuar, profundizarán, harán de la transición una marcha redoblada hacia el Socialismo, superaremos el capitalismo? ¿seremos grandes, asombraremos al mundo, fundaremos una sociedad de hermanos, o, por el contrario, volveremos al camino de los pactos, de las economías mixtas? ¿Nos pegaremos al fundillo del mundo, seremos un país mediocre?
¿Nuestros líderes pasarán a la historia como los grandes, serán como Bolívar, Sucre, Fabricio, Sandino, Américo, o serán remedos de los lusinchis, los calderas, los piñeruas, los cap, los canaches, recordados como la nadería, la mediocracia, pequeños, mezquinos? 
El deber de los líderes es seguir con Chávez, dar continuidad a la lucha. La lágrima más sentida en honor al Comandante es concretar su sueño, que es el mismo de Bolívar y de todos los santos que lo siguieron.
¡Chavistas, Patriotas, Socialistas!

9.1.13

EL ATENTADO… EL MAGNICIDIO (Miércoles 09-01-2013)


Hay dos tipos de atentados, de magnicidios.
Uno, el estrepitoso, el burdo, cuando queda a luz vista la intención y los autores intelectuales y materiales, es un hecho reivindicado, que pasa a la historia con trasparencia. Es escaso, un ejemplo sería el magnicidio de Abraham Lincoln o el atentado a Carrero Blanco reclamado por la ETA.
El otro tipo es el solapado, el sutil, el enmascarado. Es difícil de detectar, no aparecen autores intelectuales ni materiales, se atribuye a otras causas, a accidente o muerte natural, es imposible llevar las estadísticas, sólo produce sospechas, luego, después de siglos aflora la verdad. Es más fecundo, ejemplos sobran: Torrijos, Yasser Arafat, el presidente ucraniano Víctor Yushchenko, Turgut Ozal, el presidente turco envenenado, los presidentes gringos Harrison, Taylor, Buchanan, Kennedy, el famoso santón Rasputín. Y aquí, entre nosotros, el más resaltante es el Libertador, aún se discute su asesinato.
El atentado, el magnicidio encubierto, es un instrumento político muy usado. Paradójicamente es poco considerado por sus contemporáneos, frecuentemente pasa como muerte natural, es impensable otra causa… hasta que se descubre la verdad.
Ahora nosotros pasamos un trago amargo: Chávez está enfermo. Un hombre sano, fuerte, de repente enferma. Eso no sería motivo de sospechas políticas, pero si ese hombre es líder revolucionario continental, enemigo de los gringos, de los sionistas, de la ultraderecha española, un factor político mundial, entonces, es obligatorio pensar que su enfermedad es un atentado, un intento de magnicidio, su dolencia toma características políticas.
Chávez nos habla del asesinato del Libertador, ha puesto empeño en investigar las causas de su muerte, mucho se ha esclarecido, después de doscientos años nos acercamos a la verdad. Ahora bien, si decimos que vivimos una segunda independencia, que estamos saldando las cuentas que Bolívar dejó pendiente, entonces, debemos pensar que aquella oligarquía, aquellos enemigos de la libertad que son los mismos de ahora, usarán los mismos métodos de antaño. Podemos concluir con propiedad, estamos obligados a deducir, que la enfermedad de Chávez fue obra perversa de las oligarquías internacional y nacional, otra posibilidad sería remota, otra actitud sería candidez.
Siendo así, la enfermedad de Chávez es un signo del recrudecimiento de la confrontación entre el Socialismo y la oligarquía capitalista, es una agresión internacional a la Patria, al pueblo, a la Revolución.
¿Qué hacer?
Lo primero es dejar de ser ingenuos, entender que nos enfrentamos a un enemigo que tiene sus propias reglas, que no tiene más leyes que la defensa de sus intereses, capaz de cualquier infamia, de romper cualquier acuerdo, de saltar cualquiera pacto.
A una situación así no se la enfrenta con amarres convencionales, cuando un enemigo así agrede, la defensa de la Patria, del pueblo, de la Revolución está por sobre cualquier otra consideración.
Esperemos que la medicina de la Cuba revolucionaria triunfe en esta batalla que es política y es también científica. Debemos tener confianza, fe, y simultáneamente prepararnos mental y materialmente para enfrentar la agresión que ya comenzó.
¡Chavistas!
¡Al imperio creerlo capaz de cualquier crueldad!

8.1.13

LEGALIDAD (Martes 08-01-2013)


La burguesía, las clases dominantes, no tienen más legalidad que sus intereses, las clases oprimidas deberían tener una legalidad que proteja sus intereses: los intereses de toda la humanidad. Pero no es así, la legalidad dominante es la legalidad de la clase dominante, es impuesta al resto de la sociedad.
Lo anterior nos muestra con claridad que la legalidad no está sobre la sociedad, al contrario, es reflejo de las luchas que allí ocurren. Siendo así, la legalidad no es eterna, muda acompañando a la historia. La legalidad de la colonia fue sustituida por la fuerza por la legalidad de la Independencia.  Podríamos decir que una Revolución es la instauración de una nueva legalidad, la de la clase emergente.
Cuando la legalidad no es capaz de contener las contradicciones sociales, se produce una situación de aguda disputa del poder, una situación revolucionaria, las clases sociales, los proyectos, disputan la hegemonía.
El estudio de la legalidad es de vital importancia para las Revoluciones pacíficas. Ellas, dentro del terreno de la legalidad burguesa, disputan la hegemonía a la clase dominante, la obligan a romper su propia legalidad, o mejor, la obligan a mostrar su verdadera legalidad: la defensa de sus intereses por encima de cualquier otra consideración.
Así fue en el Chile de Allende, en Libia, aquí entre nosotros en Abril, y con el Sabotaje petrolero. La legalidad estalló en manos de las oligarquías internacionales y nacionales.
Es una ley de la Revoluciones pacíficas: "la legalidad burguesa es tarde o temprano ineficiente para contener las contradicciones sociales, y necesariamente es sustituida". El dilema de la Revolución Pacífica es: ¿Hasta qué punto respetar la legalidad burguesa que la misma burguesía no respeta? Frente a la ley burguesa: "con la burguesía todo, contra la burguesía nada", se debe implantar la Ley de todas las leyes: "con la Revolución todo, contra la Revolución nada".
Con la enfermedad del Comandante se precipitaron las contradicciones. La oligarquía hace cabriolas para ocultar sus verdaderas intenciones, aprovechan la situación para nuevamente violentar su legalidad.
¿Qué debe hacer la Revolución ?
Lo primero es respetar a la legalidad de hoy, pero sólo hasta que ellos la respeten. Si se atreven, entonces instaurar la ley de todas las leyes, la ley Revolucionaria, y con ella profundizar, superar, la legalidad burguesa.
Debemos entender que aferrarse a la legalidad burguesa, considerarla eterna, es un error que conduce inexorablemente a la derrota. Estamos en un momento estelar para la Revolución , podemos avanzar en la crisis, concretar el sueño de Bolívar, o podemos entregar la Revolución en el altar de la estulticia.
Si se atreven, con Chávez, con Maduro, con todos nuestros dirigentes, superaremos la legalidad burguesa que le sirve de santuario a la oligarquía para impedir el avance de los pueblos.
¡Chavistas!