12.1.08

DE ABRIL A DICIEMBRE

No es posible entender el futuro de la Revolución Bolivariana , sin entender el período que va desde abril del 2002 hasta diciembre del 2007. Las claves del futuro están encerradas allí. Veamos.

En abril el pueblo dio muestras de un desprendimiento revolucionario que es ejemplo para el resto del mundo. Esos días, un golpe de Estado fascista planificado por el imperio fue develado en menos de 48 horas por el pueblo civil y militar, restituyendo en el poder al Comandante Chávez.
De allí en adelante, el apoyo al Comandante ha sido constante y voluminoso. El referéndum presidencial fue muestra del amor del pueblo, y la inscripción masiva en el partido fue prueba de conexión revolucionaria del líder y la masa.
Sin embargo, en diciembre pasado el respaldo al Comandante disminuyó en tres millones de combatientes.
¿Cómo estudiar este período en el que el soporte, en lugar de aumentar, disminuyó drásticamente?
Variados enfoques se han ensayado, nosotros vamos a buscar las causas en la variación de la conciencia. Veamos.
Abril fue un acto fundamentalmente espiritual, la masa se motorizó por sentimientos altruistas, ni un reclamo, y habría muchos que hacer, ni una queja, y habría muchos motivos. Nada estuvo por encima del objetivo amoroso, espiritual, moral, del rescate del Comandante. Fueron días de emoción y de lágrimas.
En contraste, Diciembre 2007 simbolizó el “helado cálculo egoísta”, el móvil material, lo pequeño por sobre lo importante y lo trascendente.
Aquel fue un pueblo digno, heredero de libertadores, preparado para las grandes tareas. El de diciembre fue un pueblo mojigato, dubitativo, miope, pequeño.
¿Cómo se produce este cambio en grandes sectores de los que ayer apoyaban a sangre y fuego a la Revolución, dónde están las causas, dónde buscar los reparos?
Las causas profundas están en los errores de la Revolución : no entendimos que la Revolución es ante todo un asunto de conciencia, se trata de una lucha feroz entre la conciencia egoísta capitalista y la conciencia amorosa socialista, entre la HEGEMONÍA de los estímulos materiales y la HEGEMONÍA de los estímulos morales.
Pretendimos construir Socialismo estimulando las salidas individuales, creamos empresarios o grupitos de empresarios, incentivamos el consumismo, creamos expectativas capitalistas, primamos los valores capitalistas. Olvidamos los estímulos morales, desestimamos la vocación social, caminamos con la zanahoria material.
Con esa conducta construimos terreno fértil para los valores capitalistas y, por supuesto, el enemigo cosechó. Y así, las propagandas oligarcas que en abril y en el referéndum presidencial se estrellaron contra el muro de la intuición y la pasión revolucionaria, en diciembre pasado se encontraron una talanquera materialista, blandengue, y prosperaron.
Es un error pensar que la teoría no tiene nada que ver con este fracaso, al contrario, la teoría es determinante. Seguir una práctica guiada por la teoría pequeña burguesa, la misma que transformó un hermoso abril en triste diciembre, es reeditar fracasos.
Debemos nutrirnos con la teoría del Che: desechar las herramientas melladas del capitalismo como instrumentos para crear Socialismo. Revolución que olvide al Che está destinada al fracaso.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!

11.1.08

ROMPER

Superar los tiempos es la esencia de la Revolución. Es tarea difícil, el principal obstáculo somos nosotros mismos, cargados del pasado, de las costumbres, de los miedos al salto, que aparecen siempre como espejismos que confunde el camino.

Así, lo fundamental de una Revolución no es la lucha con el enemigo externo, en el caso nuestro con la oligarquía o la neoligarquía, con carmona, julio, baduelito, o teodoro, en una Revolución la contradicción principal, la que es necesario resolver so pena de fracasar, es la contradicción entre la conciencia capitalista egoísta de las masas que apoyan a la Revolución y la conciencia Socialista altruista que la Revolución debe llevarles.
Una Revolución es un choque brutal entre lo viejo, la conciencia egoísta individualista, y lo nuevo, la Conciencia del Deber Social.
En el análisis de la derrota de diciembre este elemento debe entrar como central, si no lo tomamos en cuenta, si nos perdemos en anécdotas, persecuciones y acusaciones estériles, estaremos errando el camino.
Si por otro lado caemos en la tentación de pensar que el asunto lo resuelve una “maquinaria”, que la derrota tuvo su causa en un mero defecto técnico, entonces además de errar el camino estaremos desestimando la capacidad de avanzar de la masa, la estaremos condenando a ser rebaño.
El debate nuestro debe centrarse en el estudio del 2 de diciembre como una manifestación de la batalla por la conciencia de las masas, y las preguntas claves son:
¿Qué errores cometimos, en qué fallamos, qué nos faltó?
Confundimos el objetivo, pensamos que el enemigo era el externo, de esa manera nos quedamos en la superficie, en la apariencia, descuidamos el fondo del problema: la confrontación de conciencias.
Luchamos contra el enemigo en el plano político, pero en la creación de conciencia remamos para el mismo lado. Nuestra publicidad, nuestra labor cultural, la esencia de nuestra actividad en la conciencia fue igual a la del enemigo, impulsamos los mismos valores, la misma ética capitalista.
Prestigiamos el tener, el crédito egoísta, las formas de propiedad parceladas apuntaladoras del egoísmo, estimulamos las soluciones individuales o de grupos mezquinos, descuidamos la noción de sociedad, la sacrificamos en el altar del grupo cicatero.
Organizamos a la sociedad y, paradójicamente, no la integramos: los consejos comunales, los bancos comunales, las mesas, al tener primacía de lo local sobre la visión social, fragmentan.
En la batalla por la reforma, el enemigo no cambió su táctica, fue la misma: los miedos del despojo de la propiedad, la patria potestad, las mismas acusaciones que vienen repitiendo desde el 98, pero ahora prendieron en suelo fértil ¡por nosotros mismos abonado!
La Revolución tiene mucha reserva: tenemos un líder entero que se crece en las dificultades, tenemos Pueblo, ahora es necesario diagnosticar correctamente nuestros errores, construir un debate que nos permita, a la par de recomponer un rumbo, afilar la teoría que nos guíe en la batalla por la Conciencia del Deber Social, que es la esencia del Socialismo y garantía de triunfo duradero.
¡Conquistemos la conciencia Socialista!
¡Chávez es Socialismo!
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!

10.1.08

UN AÑO DIFICIL

Comenzamos un año difícil, los caminos se estrechan y confluyen en encrucijadas definitorias. Este 2008 se decidirá si Venezuela continúa en el espacio histórico limitado por gobiernos tradicionales, cuyo valor se mide por su administración más o menos dadivosa de la renta petrolera, o si rompemos los límites del letargo histórico.

Este año decidiremos si fundamos un nuevo país, donde la relación con la vida sea a través del trabajo y no del azar de capturar más o menos renta, si seremos un país donde una minoría privilegiada vive del disfrute de la renta petrolera mientras que la mayoría desvive en la miseria, o si fundamos un país en el que las relaciones humanas sean ejemplo salvador para el resto de la humanidad.
Este año decidiremos si somos mediocres llevados por los vientos infames de la historia que construyen los imperios capitalistas, si nos conformamos con pactos que nos permitan más o menos sobrevivir, de cumplir las normas de las “buenas costumbres” impuestas por los poderosos, de portarnos bien, de ser aceptados por los depredadores del planeta, o si somos un Pueblo rebelde, capaz de colocarse a la vanguardia y señalar el camino glorioso del rescate de la humanidad.
Este año decidiremos si hay esperanzas, o la única alternativa que nos queda es la mediocridad y la mezquindad, el logro pequeño, el sálvese quien pueda, el saqueo de unos contra otros.
Este año decidiremos si somos un Pueblo capaz de fundar mundos, o si somos borregos que ante la primera dificultad regresamos a las cadenas que llevamos hace siglos.
Decidiremos si la espada de Bolívar se desenvainó inútilmente, o si esta vez terminará su obra.
Estamos seguros que este Pueblo tomará el camino correcto, que una vez más el mundo se asombrará frente a la fortaleza del Pueblo de Bolívar.
Nos convertiremos en vanguardia que romperá los límites de la historia, dejaremos atrás los barrotes morales, jurídicos y culturales que nos aprisionan y no nos dejan avanzar, fundaremos nueva era, la era de la reconciliación del humano sobre las únicas bases en que esta reconciliación es posible, sobre el Socialismo verdadero y la derrota del capitalismo.
Porque sólo así la sociedad vivirá de cada uno según su capacidad y a cada uno según su necesidad. Sólo así habrá reparto equitativo de la riqueza social, sólo así las relaciones entre los hombres serán relaciones amorosas, se acabará la delincuencia, que ya no tendrá razón de ser, habrá comida, educación, salud, recreación, vida para todos.
Este es el único camino para reconciliar, para integrar a la sociedad desintegrada, fragmentada por el capitalismo.
El 2008 será un año difícil pero hermoso, pocos pueblos en el mundo tienen la oportunidad que tenemos nosotros de fundar. Debemos aprovecharla, la humanidad espera por la señal, los pueblos del mundo que se consumen en la barbarie capitalista, sin más esperanzas que sobrevivir en las miserias cotidianas, esperan por nuestro ejemplo.
No podemos, por intereses mezquinos, fallar.
¡Chávez es Socialismo!

¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!

9.1.08

CHÁVEZ ES EL VERDADERO RECONCILIADOR

El imperio y sus lacayos desarrollan un plan para truncar a la Revolución y someter a la nación a los nefastos designios del capital.

La primera fase del plan dirigido por duddy, el embajador gringo, ha sido exitosa, el triunfo oligarca el 2 de diciembre así lo indica.
Ahora entramos en otra fase del plan, que tiene como núcleo el llamado a “reconciliación”. Se trata de una estrategia que en lo sustancial es igual a la de la primera fase. Veamos.

El fundamento es aislar al Comandante Chávez de la ideología revolucionaria y de la masa Bolivariana. Estudiemos cómo lo hacen.
Se apoyan en nuestras debilidades ideológicas, que no nos permiten presentar con fuerza y decisión al Socialismo como la única solución a los problemas sociales que hoy padecemos, y que son productos inevitables del capitalismo.
Siendo así, consiguen construir una zona de coincidencias ideológicas con sectores del bolivarianismo, aquellos que no avanzan hacia el Socialismo. De esta manera neutralizan nuestra respuesta a sus ataques, pasó en el referéndum, no pudimos dar fuerte respuesta a la embestida enemiga, y así nos puede pasar en esta fase.
Por eso debemos estudiar el núcleo de su propuesta, y con vigor enfrentarla desde el Socialismo. Expliquemos.
La ofensiva oligarca tiene como centro un fraude: es la propuesta de la “reconciliación”, que se basa en mentiras:
La reconciliación lleva implícita la idea de que alguna vez hubo conciliación y que debemos recuperarla. ¡Es mentira! En el capitalismo existe una diferencia de clases que produce la violencia social en todas sus manifestaciones, desde el muchacho que arrebata la cartera a una viejita, la policía que mantiene a los humildes confinados a sus ghetos, hasta el magnate que sube los precios a niveles de hambre para la mayoría de la población. No puede haber “reconciliación” sin antes superar al capitalismo que da origen a las diferencias sociales.
La propuesta de reconciliación la hacen los que impulsan el capitalismo, se presentan como jóvenes, como nuevos dirigentes. ¡Es mentira! Es la misma ideología capitalista que ya no tiene nada que ofrecer al país y al mundo. Son jóvenes en edad, nuevos en los medios, pero con el corazón viejo de los que viven en el pasado. Son los mismo que persiguieron a poetas en abril, los mismos que cerraron canales, los mismos que asediaron la Embajada de Cuba, los mismos capitalistas que invaden a Irak, a Panamá y no dudarán en invadirnos a nosotros. La propuesta la hacen capitalistas cubiertos con piel de ovejas.
La única vía a la Paz , ya lo dijo el Comandante, es la Paz con justicia social, y eso sólo se consigue con el Socialismo, lo demás es demagogia.
El Comandante Chávez es la garantía del avance hacia el Socialismo, por eso es la garantía de la verdadera unión de los venezolanos, la unión en el amor, en la Conciencia Social.
¡Chávez es Socialismo!
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!

8.1.08

ENTREVISTA AL SAMÁN DE GUERE

En la madrugada me acerco a entrevistar al Samán de Güere. Fue una noche cerrada, pero ya salió fulgida luna para iluminar al viejo árbol… Se ve imponente custodiando al país.

Me tiendo bajo su fronda, cavilo sobre las preguntas que le debo hacer… no es fácil entrevistar a alguien que ha vivido tantas aventuras, y que tiene tanta experiencia a pesar de no haber recorrido mundo. Quizá deba comenzar preguntándole por el Juramento ¿lo recordará?...
El viento comienza a soplar con más fuerza y oigo un rezongo, triste como las viejas africanas cuando hay hambruna y cae la tarde. No puede ser, tengo que estar alucinando: el Samán está murmurando, se queja de su suerte:
“He vivido demasiado, he llorado demasiadas derrotas. Cubrí con mi fronda al Libertador, para después saberlo padeciendo por no haber hecho feliz a la tierra que tanto amó.
Vi el rostro traidor de Páez camino a Valencia.
Y Zamora me bordeó. Lo seguía una jauría de traidores sedientos de gloria ajena y riquezas fáciles.
He visto como estos campos, verdes por el sudor humano, se convirtieron en rancherías, símbolos paradójicos de la riqueza petrolera.
Todos los esfuerzos libertarios se extraviaron entre el corazón duro de algunos y las condideces de otros. Es que son muchas las posibilidades de perderse el amor, y escasa la posibilidad de concretarlo.
Un día vino un joven, dicen que era de una isla del Caribe, la mayor. Cantaba poemas que hablaban de la guerra amorosa, era extraño un guerrero que pregonaba el amor al contrincante, sus amigos le decían José Julián, y otros simplemente Martí.
Después supe que levantó vuelo montado en un caballo que iba al galope.
Un diputado que ahorcaron en los calabozos también me visitó, me pareció decidido, pero ingenuo.
Dicen que un argentino, famoso por pregonar el amor y la firmeza, vino en moto, no lo recuerdo.
Recientemente llegaron unos jóvenes, cuatro o cinco, venían al trote lento, contentos, con el corazón henchido de Patria, aquí juraron, y vi por segunda vez la mirada limpia del que murió en San Pedro Alejandrino. Esa noche y las noches siguientes lloré y recordé a Zamora.
He vivido demasiado, he visto demasiadas derrotas del amor, pero después de tanto tiempo conozco la fórmula para vencer a las oligarquías infames.
Si alguien quisiera oírme, si aquella mirada limpia que vino al trote volviera y me oyera, entonces, quizá la historia cambie, y yo no me quejare más por haber vivido tanto y haber presenciado tantas derrota del amor”.
Luego el rezongo se trocó en plegaria y se hizo casi inaudible, sólo pude grabar palabras sueltas:
“No confíe ni en oligarquías ni en oligarcas, no acepte sus convites… apóyese en la historia, y salte por sobre su tiempo… siempre adelante… lo que vale es lo que florece en el corazón de los humildes”.
Después, ustedes no me lo creerán, pero vi al Samán llorando y me retiré asombrado.

7.1.08

DISTRACCIÓN ELECTORAL

La Revolución Bolivariana se mueve en terrenos de elecciones oligarcas. No es el momento de estudiar por qué en diez años no se ha modificado la forma de consulta popular, ahora es importante analizar la realidad electoral que se avecina.

En los próximos días entramos en un nuevo período electoral, éste tiene la particularidad de ser el primero que enfrentamos viniendo de una derrota electoral. Por lo tanto abundan hipótesis intentando encontrar las causas del revés y lanzando normas para el comportamiento futuro. Las explicaciones no son aisladas, surgen de una ideología determinada, de una visión del mundo y de la política.
La proximidad del nuevo período electoral nos obliga a ir al fondo del problema, esa es la única manera de prepararnos para el evento y preparar a la masa para nuevos retos revolucionarios. Veamos.
Las elecciones oligarcas que hoy padecemos tienen dos características:
Una, consultan la voluntad de la sociedad de manera imperfecta.
La otra, distraen a la sociedad de los problemas importantes, trivializan las decisiones, fragmentan la sociedad, la ubican en la pelea pequeña y mezquina, estimulan la conciencia egoísta. Por esas características son apoyos del sistema oligarca.
La Revolución Bolivariana, que por razones históricas tiene que dar batallas en este escenario, debe ir a las elecciones oligarcas con otro criterio, con otra conducta. Si vamos a las elecciones con criterio oligarca, viéndolas como un ejercicio de mercadeo, participamos en la difusión de valores, conductas oligarcas, y a la larga estamos trabajando contra la Revolución.
La Revolución gana elecciones si las enfrenta como un asunto de conciencia, que se dilucida principalmente fuera del campo electoral.
Las elecciones desde el punto de vista revolucionario no se deciden en quien pega más propaganda, quien tenga más maquinaria para movilizar, quien tenga mejor cuña o mejor “gingle”. La Revolución gana cuando se instala en el alma de las masas, demostrándole que les pertenece, que sólo ella puede hacer los cambios que acaben con la miseria creada por el capitalismo, cuando conquista el corazón popular convocándolo para lo grande, y demostrándole que lo grande sólo se consigue con la unión de los humildes.
Ese es el camino revolucionario: instalarse en el alma del Pueblo, así caminaremos al Socialismo y también se ganarán elecciones.
Por eso sería un error vital, ahora en estas próximas elecciones, que los revolucionarios nos distraigamos, nos fragmentemos haciendo de la publicidad mezquina el centro de nuestra actividad. Eso sería fatal.
Al contrario, los revolucionarios debemos ver los errores y deficiencias de la Revolución y corregirlos, conectarnos con la gente, convencerla que la propuesta oligarca es un fraude, que ellos no pueden conseguir la paz ni la prosperidad porque son capitalistas, y que sólo el Socialismo es la solución a los males que el capitalismo ha creado.
Debemos educar con el ejemplo, es necesario tomar medidas que demuestren una conducta diferente a la conducta oligarca.
De esa manera daremos contenido revolucionario a las elecciones y las ganaremos por aluvión.
¡Chávez es Socialismo, sólo el Socialismo salva!
¡Sin Chávez no hay Socialismo y sin Socialismo no hay Chávez!

6.1.08

ES NECESARIO UN 4 DE FEBRERO IDEOLÓGICO

La reacción al decreto de amnistía dictado por el Presidente Chávez, sumado a los resultados del 2 de diciembre son señales que indican que hay algo funcionando mal en nuestra Revolución Bolivariana, y que además no estamos atendiendo la situación con el necesario rigor y la indispensable celeridad. Estudiemos el momento en busca de una rectificación.

El período que comenzó con el arribo al gobierno del Comandante Chávez, entra en su fase final el 2 de diciembre. Esas elecciones sometieron a prueba la ideología que dirige a la Revolución en este período, es decir, la ideología de la pequeña burguesía al servicio del capitalismo se confrontó con la realidad y esta le dio una feroz bofetada. La práctica desaprobó el proyecto pequeño burgués.
¿Qué hacer?
El agotamiento de la ideología pequeño burguesa, patentizado en la derrota de diciembre, trae como consecuencia un desencanto en la masa Bolivariana. Ese es el fundamental rasgo que debemos atender. Esta situación de pérdida de raíz de la Revolución, origina cuatro posturas principales:
Una, la pequeña burguesía que insiste en sus tesis, busca revertir la situación con un giro hacia la derecha, propugna el pacto político que ya impulsaba en lo económico con el Capital-Socialismo. Proponen cambios cosméticos en la superficie: salir de algunos personajes, blanquear las fachadas, rectificar en la superficie. Todo esto significa seguir por el mismo camino y con la misma carreta que nos trajo a esta difícil situación.
Dos, los desesperados que comienzan a accionar aisladamente, actitud propia de la marginalidad descontrolada, toman la Revolución en sus propias manos, y con esa conducta nos aíslan de las masas y dibujan salidas fascistas.
Tres, los desconcertados, que golpeados por unas medidas que ellos no entienden, no los preparamos para que las entendieran, se evaden y abandonan.
Cuatro, la actitud revolucionaria, que va al fondo del asunto, devela a la ideología pequeña burguesa, egoísta y disociadora, como la causa de esta situación, y lucha por potenciar la ideología revolucionaria, la amorosa y socializadora, única manera de evitar la restauración capitalista, el derrumbe de la Revolución Bolivariana. Veamos.
Es necesario fortalecer la conexión entre el líder, la esperanza y la masa. Para eso es necesario rescatar la actitud de abril y diciembre de 2002. Es necesario un acto, un relámpago, una emoción, un mensaje al inconciente colectivo, una conmoción similar al 4 de febrero, al asalto al Cuartel Moncada, al "Si la naturaleza se opone lucharemos contra ella”.
El 4 de febrero fue un rompimiento drástico, radical, extremista, con las soluciones pálidas que el pacto de punto fijo intentaba dar a su agotamiento. Hoy, frente al agotamiento de la vía de la pequeña burguesía, las soluciones cosméticas no funcionarán, ahora se impone un cambio radical, que pasa por un cambio radical en lo ideológico.
El Comandante es el único que puede comandar este relámpago, tomando medidas que indiquen a la masa bolivariana que la Revolución puede superar su etapa pequeña burguesa sin retroceder.
Rectifiquemos: nuestra complacencia con la clase media y con el capitalismo, el énfasis en los estímulos materiales, el olvido de los estímulos morales, los valores capitalistas que nos invaden, las fallas en la creación de Conciencia Social, los extravíos ideológicos que nos impiden organizar al partido, las ambigüedades en la acción cultural y comunicacional que dejan campo para que el enemigo implante su ética.
Reafirmemos sin dudas la intención de avanzar hacia el Socialismo verdadero.
Después de rectificar, de fortalecer el camino revolucionario, entonces podemos ser magnánimos. La magnanimidad en plena batalla es candidez suicida.
¡Revolución capaz de rectificar es invencible!
¡Chávez es rectificación!