25.2.12

CARABOBO (Sábado 25-02-2012)

El 4 de febrero, con el Comandante Chávez, renació la esperanza de concretar el sueño de Bolívar. Se abrieron las puertas de la historia, se comenzó a andar el espinoso camino de la redención de un pueblo. No ha sido fácil, siempre que los humildes intentan tomar control de su rumbo, los oligarcas, con mil armas, se confabulan contra los sueños.

Así fue con Cristo el redentor, la Cruz , subir el Gólgota solitario, abandonado por un pueblo que manipulaban las oligarquías imperiales. Ese fue el destino de aquel intento de derrotar, con las armas del amor, al Imperio Romano.

La historia está marcada por la lucha de los desposeídos contra sus explotadores, despojadores del derecho a una vida digna. Hoy vivimos una de esas importantísimas y hermosas batallas: La Revolución Bolivariana.

Desde el 4 de febrero el pueblo sintió la brisa fresca del cambio verdadero, aquel gesto indicaba el regreso de los hombres que tienen sentido de sociedad, que aman al prójimo como a sí mismos, que todo lo consagran por el bien de la Patria.. .

Los oligarcas tienen, como dijo el Che, un fino olfato para detectar a sus enemigos, husmearon pronto el peligro que nacía con la gesta del 4 de febrero y se confabularon contra ella. Usaron todo su arsenal en el ataque.

Se han cometido errores, pero ninguno anula la posibilidad de seguir avanzando, por cada error, por cada falla, mil aciertos, mil caricias amorosas a los humildes, mil intenciones de su liberación. Por cada traidor, un millón de combatientes entregados a la causa social, por cada desertor, por cada débil, por cada seducido por lo material, un millón de santos, porque santo es el que asume la causa de los pobres de la tierra.

Hemos avanzado. En cada paso nuevos retos que supimos superar, en cada encrucijada escogimos la vía correcta, al lado del Comandante, de la Revolución , nunca nos dejamos confundir.

Hoy enfrentamos el reto del gran salto hacia el futuro. Es imprescindible que nos transformemos en políticos, que abandonemos posturas reivindicativistas que nos limitan al mezquino ombligo, nos hace olvidar que somos ante todo miembros de la sociedad, y nuestro deber es la construcción de una sociedad que concrete el clamor de El Libertador de acabar con los hombres mercancías.

Vivimos días que reclaman la grandeza del Libertador, quien todo lo consagró a la creación de la Patria , son días del Che Guevara. La historia nos da la oportunidad de ser combatientes de Carabobo. Tenemos el reto de pasar por sobre lo pequeño y asumir la gran batalla de estos tiempos, la defensa y la construcción del Socialismo.

Hacemos un llamado para nuclearnos, unirnos alrededor de una consigna principal:

Defensa del Comandante Chávez, que es la defensa del Socialismo: el 7 de octubre debe ser una victoria similar a Carabobo.

Ninguna tarea, ninguna reivindicación, ninguna distracción debe perjudicar la gran tarea de vencer de nuevo en Carabobo. Nadie sobra, todos, individuos y organizaciones, justos y pecadores deben ser parte de esta batalla.

¡Radicalmente Chavistas!

24.2.12

EL GRAN SALTO (Viernes 24-02-2012)

La Revolución es el salto, el avance más importante que puede dar la Humanidad, es de tal magnitud que los clásicos la comparan con la superación de la prehistoria, con la fundación del Reino de Dios que pregonó Cristo, la construcción del cielo aquí en la tierra.

Es cambiarlo todo, volvernos verdaderamente humanos sin dejar de ser naturaleza, es sumergirnos en el mundo de la poesía llevados por la ciencia y la tecnología, ser invencibles sin perder la ternura, o mejor, por haber rescatado la ternura.

El salto se produce en todos los ámbitos de la sociedad y de los individuos. Consiste en dejar el aislamiento y entender que sólo podemos realizarnos en sociedad, sociedad e individuos dependen de tal forma que no puede haber beneficio si no beneficia a todos, y que todo perjuicio a uno, perjudica a todos. En resumen, consiste en sustituir el egoísmo por el amor como signo de la relación humana. Es, en definitiva, el gran salto del humano solitario al humano integrado a los demás, todos formando el territorio de la armonía, del amor.

El salto se erige cuando nos convencemos de la relación estrecha entre nuestra felicidad y la felicidad de todos, de la imposibilidad de las soluciones individuales y de que la felicidad es una tarea social. Un solo individuo desdichado sobre el planeta hace miserable a toda la humanidad.

El cambio es de todos y es profundo. Unos, los más conscientes, conducirán al resto, su tarea es llevar la buena nueva, indicar el camino, ayudar al gran salto.

El gran salto supone cambiar dentro de nosotros mismos, entender que las soluciones individuales no son en realidad soluciones, al contrario: la fragmentación que implican debilita, obstaculiza el camino hacia la liberación de todos. Requiere realizarse en la mayor ayuda posible al prójimo, la construcción de una sociedad donde todos vivamos como hermanos, la sociedad socialista.

El gran salto necesita el cambio dentro de los grupos sociales, derrotar el egoísmo colectivo, que es más perjudicial que el egoísmo individual. El pensar sólo en el beneficio del grupo hace tanto o más daño que pensar sólo en el beneficio propio porque desactiva, anula, a grupos importantes en el combate por la redención social, los confina a sus pequeños feudos.

El grupo que se satisfaga sólo con el beneficio material propio, ese grupo, además de engañarse, porque esa vía sólo produce espejismos, se castra para las luchas por el cambio verdadero, el que produce bienestar duradero y permite el desarrollo de las potencialidades individuales. El hombre sólo puede realizarse como ser integral dentro de la sociedad, fuera de ella es un no-ser, un zombi atrapado entre el consumismo y la miseria, entre la lucha por la existencia y una existencia miserable.

Lo anterior vale para todos los grupos sociales, ahora bien, si es la condición de los grupos llamados a ser vanguardia de la Revolución, entonces esa conducta es criminal, de lesa Patria.

¡Radicalmente Chavistas!

23.2.12

RADICALMENTE CHAVISTAS (Jueves 23-02-2012)

El Comandante Chávez nuevamente da muestras de valentía y de amor por este pueblo. En Barinas declara que tiene secuelas de la enfermedad que padeció, lo que amerita un nuevo tratamiento quirúrgico. La noticia repercutió inmediatamente en el paisaje político.

Los fascistas, los escuálidos, que por razones electorales disfrazaron su odio, mostraron su verdadero carácter de pequeños de alma: la crueldad les afloró por todos los poros, el rechazo a los humildes y a quien pretenda redimirlos desbordó los diques de la conveniencia, y regresó el espíritu lúgubre de abril, el que guió el asedio a la embajada llena de niños y la persecución a muerte.

El paisaje político se sinceró, las fuerzas en batalla tomaron sus posiciones naturales. Las mafias fascistas, militantes del odio, mostraron su verdadero programa de gobierno: odio, persecución, y desprecio para los humildes y sus líderes. Bien reza el dicho bíblico: "por sus frutos los conoceréis". Los escuálidos perdieron las máscaras.

Queda demostrado que si las mafias políticas escuálidas vuelven, los humildes serán víctimas del odio, arrasarán con el pueblo que pretendió redimirse, pretenderán darnos una lección terrible para evitar futuros intentos, reinará la crueldad.

Chávez es humano, pero también es un sentimiento, un anhelo de este pueblo, que viene desde la Independencia , estamos con el Comandante, con Chávez caminaremos siempre, enfermo o sano, siempre este pueblo noble estará con él. Crecidos juntos en la adversidad y felices juntos en la construcción del sueño de Bolívar.

Que se olviden las mafias escuálidas que aprovechando coyunturas van a asaltar a este pueblo, a su Revolución, a su líder, que piensen bien los sifrinos si pretenden salirse de madre, o proponer ingratitud. Este pueblo, que en abril rescató al Comandante, estará a su lado siempre, ahora más convencido que nunca de la necesidad de profundizar la Revolución , de la unidad en torno al Comandante. Amor con Amor se paga.

Si las mafias fascistas se atreven, si piensan aprovechar el dolor, entonces conocerán la ira del volcán que llevó a los libertadores a cruzar Los Andes. Aquí, sin Chávez no hay pactos, no hay estabilidad.

La consigna debe ser organizarse más, movilizarse más, disciplinarse más, seguir las instrucciones del Comandante, de los dirigentes, de la dirección del PSUV, que las mafias escuálidas sientan la voluntad de los humildes, de los buenos de corazón, de defender al Comandante, a la Revolución y al derecho de construir un futuro de armonía, de amor.

El pueblo movilizado, en la calle, unido, es la única garantía para impedir una embestida del imperio y sus mafias locales. Que no se engañen, no estamos más débiles, al contrario, estamos más fuertes que nunca. Este pueblo, su Comandante en Jefe, sus dirigentes se crecen en la adversidad.

¡Radicalmente Chavistas!

¡Amor con Amor se paga!

22.2.12

¿CÓMO GANAR A LA CLASE MEDIA? (Miércoles 22-02-2012)

La Revolución Bolivariana desde sus inicios ha buscado la respuesta, implementado todo tipo de incentivos para cautivar a la pequeña burguesía, a la clase media… y el resultado es flaco, siguen adversándonos con las entrañas y además erosionan nuestra natural base social. Revisemos.

La intención de enamorar a esta capa social con halagos materiales ha fracasado. Lo afirman las encuestas. Si es una clase que no es golpeada en su economía, en su vida cotidiana ¿Por qué nos adversa? Si sigue consumiendo, sigue vacacionando ¿por qué prefiere lavar carros en Miami?

La respuesta está en la psiquis, en lo espiritual, es allí donde se da el combate. Los dirigentes oligarcas tienen la inteligencia para crear tiranos ficticios, falsas pérdidas de libertades, falsos desabastecimientos, fragmentar a la sociedad, proponer salidas egoístas individuales, aterrorizar y después presentar absurdos para aliviar el pánico.

Es así que un candidato a alcalde propone hacer de su municipio una "isla de seguridad", aislarlo del resto de la humanidad, y así los vecinos podrán respirar tranquilos. Es probable que este egoísmo absurdo, elevado al máximo, gane elecciones.

Este candidato cosecha lo que los instrumentos de deformación siembran en el alma de la sociedad: el egoísmo. Ese es el centro de la batalla: el egoísmo contra el sentido de sociedad, contra el amor.

En la Revolución hemos cometido el error de esquivar este campo de batalla, nos limitamos a halagar a la clase media, pelear sólo en lo material, ignoramos el combate por el espíritu de la clase media.

Debemos demostrarles dos puntos importantes:

Primero, la imposibilidad de seguir viviendo de la manera que el capitalismo nos impone. No podemos vivir unos derrochando y otros en la miseria, y todos lesionando a la naturaleza. Es evidente que de seguir la agresión capitalista en contra de la naturaleza, las condiciones mínimas para la vida desaparecerán y vendrá su extinción, pero antes la guerra de todos contra todos alcanzará lo inaudito.

Segundo, mostrar las bondades del Socialismo como única manera de conseguir un clima de felicidad y tranquilidad para esta generación y las generaciones futuras. Sólo las sociedades integradas que funcionen como un solo cuerpo, serán capaces de enfrentar con posibilidades de éxito las dificultades que se avecinan.

El dilema es claro: si seguimos halagando a la clase media con prebendas materiales, los resultados serán mínimos, y en el intento perderemos base social chavista. Ahora bien, si tomamos el camino del convencimiento, de un llamado a la conciencia, si damos la pelea en el espíritu, entonces tendremos oportunidad de romper la dura costra del rechazo en la clase media.

El sistema revolucionario de medios de difusión de ideas debe entenderse como los instrumentos de una guerra que se escenifica en el alma de la sociedad. No podemos seguir dando esa batalla con los mismos métodos, las mismas cuñas que se usaban a principios del siglo pasado, es necesario entender la publicidad como materia de especialistas y no como capricho. Difundamos el Socialismo con la pasión del náufrago.

¡Chávez es la Paz!

19.2.12

FRATERNIDAD Y LUCHA DE CLASES (Domingo 19-02-2012)

Con insistencia se acusa a la Revolución y al Comandante de ser propiciadores de odio entre hermanos, de disgregación de la sociedad, de sembradores de la discordia, de propiciadores de la lucha de clases ¿Qué hay de cierto en esto? Veamos.

La sociedad tal como la conocemos está dividida en clases, y esta división no es capricho, ni voluntad de los humanos, es producto de las relaciones económicas, sucede más allá de los deseos. Ahora bien, la sociedad dividida, vive en una constante lucha de clases. Las clases marginadas, excluidas, explotadas, expresan su desacuerdo, su incomodidad, su rebeldía, de formas diversas, desde la delincuencia, la pugna por los salarios, las manifestaciones populares, las canciones, hasta el arte, la filosofía, etc.

Cuando esa lucha de clases se eleva a una pugna por tomar el poder, y desde allí desarrollar los distintos proyectos de sociedad, de nación, entonces, la lucha de clases se hace política. Y, si producto de esa pugna política, se produce un desplazamiento de las clases gobernantes que se apropiaban de la riqueza social, entonces se abre un período donde hay posibilidades de desarrollar un proyecto de país distinto, se habla, en este caso, de un período revolucionario.

En Venezuela, con la llegada al poder del Comandante Chávez se abrió un período revolucionario. Se comprende que la lucha de clases siempre existía, sólo que ahora se expresa políticamente, con la posibilidad de imponerse un proyecto de sociedad distinto al proyecto expoliador capitalista. Analicemos los proyectos en pugna.

Por un lado, está el proyecto capitalista globalizador impulsado por el imperio, que tiene su mejor ejemplo en el tratado comercial con México, creador de tales niveles de miseria, que hace necesario la construcción de una moderna muralla china que aísle a los Estados Unidos de los miserables que su sistema ha creado.

Por otro lado, está el proyecto del Socialismo Bolivariano y Cristiano que propugna el Comandante Chávez. Un proyecto que busca integrar a la sociedad, reconstruir las relaciones sociales en base al amor, construir una sociedad donde nadie se apropie de la riqueza que pertenece a todos, que nadie viva en la opulencia a costa de apropiarse de la riqueza social, que nadie quede excluido, en resumen, que el hombre deje de ser lobo del hombre.

Queda claro que el proyecto revolucionario es un proyecto de verdadera paz, la paz con justicia. Un proyecto de inclusión, que no discrimina a nadie, donde tienen cabida todos los que quieran colaborar en la construcción de un mundo donde el individuo deje de ser un huérfano en un desierto de egoísmos.

¡La Patria es el Socialismo!

¡Con Chávez construimos la Sociedad del Amor!