21.6.08

LA GOTA

Cuando nos cae una gota de agua en la cabeza, nos ponemos alertas. Si a esa primera gota la siguen dos más, no esperamos otro aviso, deducimos que viene lluvia y hacemos los arreglos para afrontarla, buscamos paraguas o refugios. Asimismo es la política. Allí el éxito estriba en comprender las gotas que anuncian el futuro, y tomar las providencias.
Las gotas siempre están cayendo, sin embargo, no todos las interpretan, existen cantidad de obstáculos que impiden su comprensión. Veamos. Hay una tendencia a sólo ver lo que nos conviene. El caso más frecuente, y no por eso menos patético, es el de los candidatos presidenciales que ignoran todas las señales, todas las gotas. No creen en encuestas, y tampoco en que sus mítines son pobres, pero, si los saluda una señora y un niño, magnifican el hecho y lo toman como signo de triunfo seguro.
Si la gota presagia tormenta, la ignoramos, nos refugiamos en el mundo de la imaginación y esperamos un milagro. Si la gota contradice lo que piensan los superiores, la ocultamos, son pocos los superiores que valoran las gotas adversas. Es difícil, se necesita mucha valentía para analizar las gotas correctamente.
Para los revolucionarios es imprescindible entender los mensajes que traen las gotas, las señales que nos manda el futuro, de eso depende el éxito de la revolución. El Che predijo, veinte años antes, la caída de la Unión Soviética, cuando nadie creía, cuando hablar de eso era una locura o un extremismo. Y la valentía del análisis del Che, lo correcto de su apreciación, salvó a Cuba y a la posibilidad socialista para la humanidad.
En Venezuela debemos estar atentos a las gotas. Bush manda muchas gotas, esas presagian intervención, no hay dudas. Chávez envía muchas gotas, esas anuncian dignidad. El pueblo protesta desordenadamente, esas gotas anuncian desorganización. En las elecciones pasadas hubo mucha abstención, esas gotas anuncian confusión. Venezuela, Cuba y Bolivia están más unidas que nunca, esas informan redención. Llegaron los Kalashnikov, esas gotas avisan preparación. Hay socialismo y hay también capitalismo, esas gotas dicen conflicto. Hay conciliación a montón, esas gotas presagian plan restaurador. Crece el crédito al consumo superfluo, esas gotas indican extravío. Se trancan autopistas y calles por pequeñeces, esas gotas denuncian inconciencia de deber social. Chávez dijo "Socialismo o Muerte", esa gota marca la esperanza.
El deber de los revolucionarios es ver las señales, analizarlas con valentía, sin miedo a equivocarse. Un error nunca debe ocultarse, al contrario, debe discutirse abiertamente, esa es la única manera de corregirlo, y ya sabemos que revolución que no corrige errores se pierde. Nunca una revolución se ha perdido por discutir sus errores, en cambio muchas se han perdido en evasivas mediocres.
¡Solo el Pueblo Organizado puede construir el Socialismo!

20.6.08

LAS ARMAS MELLADAS

El acto del miércoles 11 de junio en el Hotel ALBA Caracas, fueron tres horas que estremecieron al mundo, fue como una cachetada o una oscuridad súbita. Después de la noche del 11 la política nacional estará signada por la risa burlona de los burgueses en primera fila.

Pero qué pasó, por qué llegamos a la noche del 11. Para buscar la respuesta hagamos un poco de historia.
A partir del golpe del 11 de abril y después del triunfo sobre la meritocracia petrolera, la hegemonía en la Revolución la tomó el proyecto de la pequeña burguesía, ésta pretendió construir el Socialismo con las armas melladas del capitalismo, y en realidad sirvieron de lubricante para el arribo de la burguesía.
Su proyecto lo podemos resumir así:
En lo económico, un híbrido socialcapitalista representado por formas de propiedad falsosocialistas, tipo cogestión, cooperativas, eps.
En lo social, fragmentación de la sociedad con entidades organizativas aisladas, tipo consejos comunales.
En lo político, saboteo de la forma de organización revolucionaria, sustituyéndola por formas psudodemocraticas anarcoides.
Este proyecto pequeño burgués es formador de conciencia egoísta. Cuando el Che hablaba de no intentar construir el Socialismo con las “armas melladas del capitalismo”, se refería a que eran ineficaces económicamente, pero además señalaba que el peligro principal era la formación de conciencia egoísta.
Este proyecto fracasó, la primera señal la tuvimos el 2 de diciembre, ese día nos derrotó la conciencia egoísta que el proyecto hegemónico pequeño burgués había formado.
Pero, la Revolución , en lugar de rectificar, profundizó el proyecto fracasado, y la economía habló: nos dijo que el proyecto socialcapitalista naufragó y la marcha hacia el Socialismo está en peligro.
En esta situación, la pequeña burguesía, desesperada, muestra su verdadera cara y propone una alianza suicida con los capitalistas. Ahora ya no se trata de usar las armas melladas del capitalismo, que ya es malo, sino de aliarse con los propios capitalistas, lo que es un suicidio. Esta es la explicación de la noche del 11 que aún nos arropa.
¿Qué hacer?
La Revolución, ya lo dijo el Che, ocurre en medio de una profunda lucha de clases, y lo que hoy vivimos es una manifestación de esa lucha de clases que se agudiza, crea crisis, y la crisis es oportunidad magnífica para avanzar. En otras encrucijadas hemos estado y siempre bajo el liderazgo de Chávez hemos avanzado.
Hoy es necesario sanar el daño que a la Conciencia del Deber Social, pilar fundamental del Socialismo, ha hecho la ambigüedad de la pequeña burguesía, ambigüedad que nos guía al matadero burgués.
Es necesario devolver al pueblo la emoción de los que luchan por causas trascendentes, altruistas, darle razones sagradas que sustenten la Conciencia del Deber Social, que hagan que valga la pena luchar, defender al Socialismo.
Es necesario que los socialistas defiendan al Socialismo como el único proyecto capaz de solucionar los problemas del mundo de hoy.
¡Horror a las oligarquías!
¡Los empresarios son los sepultureros del Socialismo!
¡Chávez es Esperanza Socialista!

19.6.08

¡LOCURA!

A esta Revolución nuestra le hace falta locura, o mejor, volver a la locura que guió al 4 de febrero.
Es que una Revolución no es hija de la sensatez, la sensatez es contrarrevolucionaria, es conservadora, calculadora, la Revolución el único cálculo que acepta es la inmensa voluntad de hacerse, la locura de hacerla.
Los revolucionarios siempre han sido locos, Bolívar fue loco ¿Qué sino la locura planificó El Paso de Los Andes, o la Campaña Admirable ? ¿Qué sino la locura retó a la naturaleza en 1812?
El asalto al Cuartel Moncada fue una locura, a cuál sensatez se le ocurre atacar con rifles y muchachos a un cuartel fortificado. El Granma, la Sierra Maestra , retar en sus propias narices al imperio más poderoso de la tierra, construir el Socialismo a noventa millas del corazón del imperio capitalista, aferrarse al Socialismo después que todo se derrumbó, eso es locura. Fidel fue guiado por la locura revolucionaria.
A esta Revolución le hace falta locura.
Aquí hay exceso de cordura reformista, cuando oímos exponer a los reformistas su camino hacia el Socialismo, todo muy calculado, todo cuadradito: “bajamos las tasas, disminuimos el iva, aumentamos el subsidio, liberamos aquí, aumentamos dos puntos allá, abrimos cadivi, cerramos la brecha, bajamos la inflación, el primer trimestre es mejor que el segundo del año pasado etc., etc.”
Pero, uno siente que algo anda mal, que el alma revolucionaria está ausente, que no hay emoción, que falta pasión, que no se convoca, que falta riesgo, que falta locura.
Cuando la canalla nos llama sensatos, sospéchese. Cuando la oligarquía se sienta con nosotros y salen satisfechos, sospéchese. Cuando la gente que aparece en la lista Forbes (la que agrupa a los godos más ricos del planeta) nos aplaude, sospéchese. Sospéchese porque estaremos haciendo algo muy sensato, estaremos siendo racionales, pero nunca estaremos siendo revolucionarios.
Locura no es improvisación, más bien es audacia para intentar lo que a los conservadores, a los reformistas, a los pusilánimes, les parece imposible.
Aquí hoy, en Venezuela, estamos en el deber de ser Quijotes con locura, soñar con un nuevo mundo y tener la audacia de construirlo.
Tenemos todo para intentarlo, un líder con una extraordinaria conexión con un pueblo que es también extraordinario, tenemos riquezas, la teoría revolucionaria existe, el coraje sobra, la audacia abunda, las ganas se desbordan, lo único que falta es confianza en que es posible y la locura revolucionaria, desechar al reformismo calculador.
El mundo, la humanidad, espera de nosotros el ejemplo que lo guíe, que lo aparte del rumbo suicida que el imperio capitalista nos impone. No podemos conformarnos con menos, debemos demostrar que el Socialismo es posible, no podemos conformarnos con un buen gobierno, no podemos caer en la trampa de la democracia oligarca que durante cincuenta años nos mantuvo en la sensatez del rebaño.
¡No! Nuestra meta es crear otro mundo, sumerjámonos nuevamente en la locura del Paso de Los Andes, del Asalto al Cuartel Moncada, de intentarlo cuando todas las voces sensatas dictan que es imposible.
¡Horror a las oligarquías!
¡Chávez es Esperanza Socialista!

18.6.08

LA ALIANZA DE MARCIANO

El 11 de junio de 2008, en la noche, en el Hotel ALBA Caracas se presentó un plan de “Alianza Productiva” que pretende agrupar a los oligarcas con el gobierno revolucionario, todos juntos en el esfuerzo por construir el Socialismo.
El proyecto de "Alianza Productiva" constituye la más potente agresión que haya sufrido la Revolución Bolivariana , es un desatino que amenaza con sepultarla. Forma parte de una campaña, muy bien diseñada, por la derecha endógena. Veamos.
Mientras la Revolución estaba distraída en ajetreos electorales, la derecha endógena construía su plan de restauración.
Habían intentado un pacto político que les falló por la terquedad de la oposición fascista, por eso apelaron al coqueteo con el capital, le ofrecieron participación en la riqueza nacional, ya sabemos que el capital es oportunista, no resiste la tentación del lucro, y lo que se les ofrecía era el lomito de la economía nacional. Conseguido el pacto económico ya vendría el pacto político.
Publicitaron a Lorenzo Mendoza como puntal de una supuesta burguesía nacionalista, recordemos que fue entrevistado por José Vicente en su programa.
Los empresarios prepararon el plan junto a Haiman, confiesan que tenían meses en esos afanes. Finalmente lo presentan el 11 de junio, e inmediatamente desatan una campaña de apoyo, sus abundantes declaraciones contrastan con la escasez de las declaraciones y análisis del resto de la Revolución.
Marciano, activo en la construcción de este pacto restaurador, ahora en su columna arma una astuta estrategia de defensa. En su columna del martes 17 de junio la muestra claramente.
Primero, habla de las bondades de la "Alianza Productiva" para impulsar la economía, oculta que la Alianza con el capitalismo no puede traer nada bueno para el pueblo humilde, el capitalismo produce, es innegable, pero no distribuye, allí está el ejemplo de Argentina, que produce como para alimentar a 500 millones, pero sus habitantes pasan hambre.
Segundo, hábilmente agrupa con la derecha del movimiento 2 de diciembre, a todos los que se opongan al pacto, de esta manera quien se enfrente a la "Alianza Productiva" se afilia automáticamente a este grupo golpista. Oculta que esa fracción de la oligarquía pelea porque se resiste a ser desplazada por esta fracción emergente que él y Lorenzo representan.
Es una astuta manipulación de Marciano, no podíamos esperar menos de ese experimentado columnista.
Desconoce que a esa "Alianza Productiva" infame se oponen los revolucionarios, porque es liquidadora de la Esperanza Socialista , debilitará y entregará al Comandante a las garras fascistas de la oligarquía.
No hay duda, estamos en presencia de una feroz ofensiva restauradora, los reformistas nos atacan en todos sus medios, es deber de los revolucionarios develar el plan oligarca y enfrentarlo con valentía.
Ya tenemos experiencias de posibilidades revolucionarias yuguladas por el reformismo nacional, el 23 de Enero, estos mismos actores lanzaron por la borda las posibilidades revolucionarias. Pero ahora estamos avisados, los derrotaremos.
¡Horror a las oligarquías, las nuevas y las viejas!
¡Los empresarios son los sepultureros del Socialismo!
¡Chávez es Esperanza Socialista!

17.6.08

CONVOCATORIA

Este pueblo es privilegiado: mientras la humanidad dormita envuelta en los vapores rancios de la conformidad y la distracción mezquina, mientras espera por su extinción, nosotros fuimos convocados para lo grande, para lo hermoso, para erguirnos humanos, para cumplir las tareas de la redención, para mostrar otro rumbo diferente al camino del infierno que nos marca el capitalismo. Para construir el Socialismo.
El encargo es definitivo, vital: o nosotros señalamos el camino de redención o la humanidad perece. El planeta tiene sus ojos y su corazón puestos en nuestros pasos, siente que aquí se está decidiendo su destino.
Somos antiimperialistas, anticapitalistas, socialistas, y esa es una herejía que suscita enemigos poderosos y variados, instalados en la realidad que nos rodea, pero también dentro de nosotros mismos. Estamos en el medio de una batalla donde el enemigo no pide ni da cuartel, usa todas sus armas para aplastar al ejemplo que somos.
Hemos vencido muchas ofensivas enemigas, en el camino nos depuramos. Atrás quedó la restauración clásica, miquelena ya es historia, los golpistas y la meritocracia fueron experiencias aleccionadoras. Pero, el enemigo no descansará hasta aplastar la Esperanza Socialista y ahora arremete con su arma más poderosa: el reformismo agazapado.
Este es nuestro principal enemigo y debemos estudiarlo para poder derrotarlo. El reformismo actúa desde la Revolución , tiene varios objetivos en su campaña perversa:
Uno, separar al pueblo de sus metas elevadas, reducir sus objetivos a lo más inmediato, a lo cotidiano, a lo intrascendente. Intentar convertirlo en un estomago con patas incapaz de otro pensamiento que no sea la satisfacción de lo primitivo, incapaz de soñar otro Paso de Los Andes, o en otro Ayacucho.
Dos, separar al pueblo de sus lideres trascendentes, trocarlos por los cretinos que se consumen disputando metas ínfimas, personales, desconectadas del gran reto histórico.
Tres, saben que con un pueblo disminuido, disgregado, guiado hacia metas enanas, pueden restaurar con facilidad el capitalismo.
Hoy estamos viviendo una ofensiva reformista, similar a abril, a diciembre, pero por otros medios.
Lo que pasó el miércoles 11 de junio fue la culminación de una operación de restauración muy bien montada. Caímos en la trampa. Nos distrajeron y distraen con las elecciones regionales, paralizamos la política grande, el estudio, la alerta ideológica, mientras ellos preparaban la ofensiva que culminó con el llamado a la “alianza estratégica” entre empresarios y Socialismo, desatino histórico que no tiene otra meta que el degüello del Comandante, del Socialismo, de la Humanidad.
¿Qué hacer?
Primero. Hoy es más necesario que nunca estar al lado del Comandante. Juntos, Pueblo y Comandante, como en el pasado, venceremos esta nueva ofensiva oligarca.
Segundo. Definir y fortalecer la ideología revolucionaria, desechar las ambigüedades ideológicas, el Socialismo sólo se construye con Ideología Socialista. Sobre nuestra debilidad ideológica afincan sus zarpazos.
Tercero, y por sobre todo, restablecer la confianza en el camino socialista, restañar las heridas que en la Conciencia del Deber Social ha causado los coqueteos con la oligarquía capitalista.
¡Horror a las oligarquías!
¡Los empresarios son los sepultureros del Socialismo!
¡Chávez es Esperanza Socialista!