26.1.13

¿SE SUICIDA EL SOCIALISMO? (Sábado 26-01-2013)


Es aceptado que las clases dominantes no se suicidan, no ceden el poder de manera pacífica, su desplazamiento del poder es cruento. El suicidio político está reservado para las Revoluciones.
Asistimos al suicidio de las Revoluciones Soviética, China y la de Vietnam. Sin disparar un tiro entregaron la dominación a los capitalistas, y fue tan "mortal el suicidio" que no hay en estos momentos ni siquiera resistencia, la idea socialista fue borrada de raíz.
En el planeta la dominación capitalista es total, aparece con ligeros matices, tiene polos que se reparten el mundo y crean una diversidad fraudulenta. Podemos decir que el capital es uno solo con diferentes manifestaciones, diversos idiomas, disímiles imágenes en los billetes, pero siempre el mismo capital.
El Comandante Chávez, con el mismo coraje del Libertador, aceptó el reto descomunal de ir hacia el Socialismo en un mundo unánime capitalista. Bolívar se enfrentó a la coalición monárquica mundial, se nutrió de Francia, de Haití. A nosotros nos queda la tradición, la historia Revolucionaria mundial y el ejemplo magnífico de Cuba, su capacidad de resistencia, su negación a perecer, enfrentada al mundo y a corrientes internas poderosas.
El intento revolucionario bolivariano, inmediatamente que Chávez declara su carácter Socialista, activa dos enemigos principales: el externo y el interno. Este último convive en el campo bolivariano, intenta sembrar teorías distraccionistas que desvían el camino y preparan la soga del suicida.
Al enemigo externo lo hemos vencido muchas veces, al interno ni siquiera lo hemos detectado, no hablamos de él, lo dejamos trabajar libremente, sin enfrentarlo. La lucha ideológica, el disentir, es mal visto, perseguido con sordina, mutiladas sus tribunas, los medios se diluyen en pendejadas y evitan la confrontación ideológica. Así, la Revolución se desliza al suicidio, plácida, inocentemente. Veamos.
Un ministro dice: "En cuanto a la exclusión, algunos empresarios presentes en el encuentro, podrían formar parte del 98% de los emprendedores que no han recibido financiamiento, debido a que el 2% de los empresarios que solicitaron recursos y créditos a la banca, concentraron el 66% de los recursos que se distribuyeron y eso no es para nada democrático, es por eso que se crea una Ley de Crédito a la Manufactura, para democratizar los recursos, precisamente, y que vayan a cada una de las personas, que vayan a cada uno de los sectores que realmente producen en el país”.
Ahora la Revolución está descubriendo que el capital tiende a concentrarse, que los emprendedores y sectores que "realmente producen" (eufemismo de capitalistas), producen también la conciencia egoísta que acaba con la Revolución. Revolución que estimula al capitalismo se suicida.
Alguien debe organizar un gran foro sobre la vía al Socialismo. Allí se discutirá, por ejemplo: ¿Se puede ir al Socialismo en conchupancia con el capitalismo? ¿Se puede separar la relación económica de la formación de la Conciencia del Deber Social, fundamento del Socialismo? ¿Se pueden construir nuevos empresarios capitalistas sin conciencia capitalista, como proponen algunos? La ausencia de discusión nos lleva al fracaso.
¡Chavistas, Socialistas!

25.1.13

OLIGARCAS Y OLIGARQUÍA (Viernes 25-01-2013)


Un sistema social es una relación determinada, espiritual y económica, entre los hombres.
El sistema feudal, por ejemplo, es constituido por la relación de propiedad y la espiritualidad con ella enlazada, propia del feudalismo. Los hombres son feudales porque viven en esta relación. Sustituir a un sistema no es sustituir a los hombres que lo forman, es sustituir las relaciones materiales y espirituales que lo determinan. Un nuevo sistema social es una nueva espiritualidad que se entrelaza con la nueva relación económica.
Desconocer lo anterior ha llevado al fracaso a muchos esfuerzos revolucionarios. El 23 de Enero fue derrotado, no se pudo avanzar, por desconocimiento, por confundir al sistema con los hombres que lo componen. Fabricio se dio cuenta de esto y lo escribe en su carta de despedida al Congreso: "El 23 de enero, lo confieso a manera de autocrítica creadora, nada ocurrió en Venezuela, a no ser el simple cambio de unos hombres por otros al frente de los destinos públicos". 
Después de medio siglo nos encontramos en una encrucijada similar, es posible avanzar hacia el Socialismo, pero de manera obstinada se repite la confusión entre nosotros: cándidamente pensamos que desplazar a algunos conspicuos oligarcas es acabar con el sistema capitalista. Creemos que es Socialismo expropiar algunas tierras, unas pocas fábricas, hacer correr a zuloaga, a mezerhane o pelear con mariacorina, y simultáneamente alimentar a otros oligarcas, crear nuevos capitalistas, proteger su propiedad de los medios de producción y dejar intactas las condiciones, las relaciones materiales y espirituales del sistema oligarca.
La historia y la mínima sensatez nos indican que esa confusión es camino al fracaso, así ahogamos a la posibilidad socialista, nos deslizamos a la contrarrevolución y terminaremos en el fango de los socialdemócratas, que aún se venden como anticapitalistas y antiimperialistas.
La medida del avance revolucionario es la sustitución de las relaciones sociales, las materiales y sobre todo las espirituales. Este cambio incorpora a la conducción de la sociedad a lo mejor de las clases, a lo más sano, de las dominadas y de la dominante.
Recordemos que la batalla principal es en el alma del pueblo, en la cultura, es allí donde se ancla el viejo sistema y se resiste a morir. Todo el esfuerzo de la Revolución debe ser dirigido a cambiar la última barrera de protección del viejo sistema: la cultura, los valores que sustentan el viejo sistema son muralla donde se estrellan los intentos revolucionarios, en esa hoguera se incineran dirigentes y pueblos.  
Los dirigentes deben tener el coraje intelectual y material de renacer, de despojarse de lo viejo y asumir lo nuevo imaginado, ser hombres del futuro. Su vida toda debe ser asombro, resplandor del nuevo mundo, sorprender, mostrar la nueva manera de vivir, proyectarla al pueblo, cambiarlo todo, desde la manera de vestir hasta la manera de comer. Es el ejemplo el mayor instrumento educativo.
¡Irreverencia Chavista!

24.1.13

¿CAPITAL-SOCIALISMO? (Jueves 24-01-2013)


Este híbrido sólo vive en la cabeza del reformismo pequeño burgués. Los tranquiliza, les da sosiego para conciliar el sueño. El "capitalista bueno" les dispensa del salto revolucionario. Veamos.
El último informe de  Oxfam Internacional, organización internacional de promoción del desarrollo y lucha contra la hambruna, fundada en Inglaterra en 1942,  denuncia que:
"El 1% de la población más rica del planeta ha incrementado sus ingresos en un 60% durante las últimas dos décadas, pese a la crisis, que no ha hecho más que acelerar esta tendencia.
Los 240.000 millones de dólares (180.000 millones de euros) que ingresaron durante 2012 las cien personas más ricas del mundo, equivalen a cuatro veces la cantidad necesaria para poner fin a la pobreza en el planeta".
El mundo tiene capacidad productiva para acabar con la pobreza en todo el planeta, lo reconoce esta organización libre de toda sospecha de Socialista o de extremista. Las preguntas que surgen son: ¿por qué no se hace otro reparto de la riqueza, qué lo impide? ¿por qué unos se enriquecen cada vez más y otros pasan hambre? ¿por qué los capitalistas no tienen este pensamiento altruista, cristiano?
Rápidamente nos damos cuenta de que el problema del mundo no es de producción si no de quién se apropia de ella. Mientras exista capitalismo habrá hambre, entonces, si nosotros estimulamos el capitalismo es claro que aumentaremos el hambre que necesariamente viene aparejado con él.
El asunto es que el capitalismo funciona como un fetiche, un tótem, un dios que ha desquiciado a la humanidad. Los capitalistas son meros siervos, personificaciones de ese dios, no pueden actuar de otra manera, su enfermedad es acumular capital, riqueza, a costa de lo que sea, por encima de cualquier consideración.
Supongamos que esos señores que se reúnen con nuestros ministros y gobernadores para planificar ese "capitalismo con interés social" son buena gente, aceptemos eso. Entonces ellos tarde o temprano se verán con un dilema que definirá su "capitalismo utópico": la ganancia o el interés social. Si escoge la ganancia estará siendo fiel al dios capitalista y seguirá en el juego. Si escoge el interés social, el mercado capitalista se lo comerá, irá a la bancarrota. En Venezuela todas estas cabriolas cuentan con una red de seguridad que es la renta petrolera, o mejor: todos estos inventos terminan siendo parásitos de esa renta.
El capitalismo tiene sus leyes, que al violarlas el capitalista perece en las fauces de sus semejantes, es la cruel ley de la competencia, del mercado.
Ahora bien, hay un problema mayor. Esta ambigüedad en la propuesta del "capitalismo bueno", esta ambigüedad en el discurso, "somos antiburgueses pero los estimulamos", "somos anticapitalistas pero no del capitalismo nacional"… este culipandeo produce una conciencia del vivo, del clientelismo, de cazadores de renta, y eso se refleja en las elecciones, en el apoyo al gobierno y a la Revolución en la calle. Tarde o temprano tendremos que pagar esos errores.
¡Irreverencia Chavista!

23.1.13

LA INVASIÓN DE PABLO TRAIDOR (Miércoles 23-01-2013)


"Lo peor de un desertor a la revolución es que se traiciona a sí mismo. En él conviven la melancolía del que fue y la vergüenza íntima en que se transformó, los dos enemigos, los dos negándose. Su vida es un tormento que sólo se aplaca hundiéndose cada vez más en el excremento de una existencia miserable". Este pensamiento del ensayista  Baltazar Meléndez explica el comportamiento de pablo medina.
Antes destacado discípulo del gran Alfredo Maneiro, perteneciente a la más excelsa corriente libertaria, de los que dieron su vida en las gloriosas luchas del sesenta, ahora mediocre agente de lo peor de la reacción internacional. Merece lástima, vive junto a Judas en el infierno de los traidores.
¿Qué hizo Pablo? Tiene divergencias con la Revolución Bolivariana, con Chávez, es su potestad en democracia. Hasta aquí una posición propia de un adversario. Pero el domingo 20 de enero aparece en la prensa un comunicado suyo, siempre bocón, anunciando la conspiración, colocándolo en las filas de lo más repugnante de la contrarrevolución.
Medina acusa a la noble Cuba de haber invadido a Venezuela. Llama a desconocer al gobierno legítimo y susurra insubordinación a la Fuerza Armada. Más allá de la posición personal, el asunto debe analizarse en las intenciones de quienes mueven los hilos de la despreciable marioneta. ¿Cuál es la intención de la descabellada acusación? Veamos.
Ocurre la canallada en momentos cuando Chávez lucha contra una terrible enfermedad, la reacción internacional aprovecha con alevosía la situación para intentar un zarpazo. En el primer paso de su plan desconocen al gobierno, a la legitimidad de la Vice Presidencia de Maduro y del nombramiento de Jaua, desconocen al Tribunal Supremo y a la Asamblea. Reviven así el decreto de carmona.
 Ahora profundizan, construyendo una alocada justificación para el golpe, ya no es la violación de la Constitución, sino una "autoinvasión", nada menos que de los cubanos, del faro de la solidaridad internacional, de nuestros hermanos probados en mil circunstancias. Cuba, que ha "invadido" a cientos de países con sus médicos, que "invadió" a Haití en los días del terremoto y del cólera, Cuba con su brigada médica especial, la Henry Reeve para "invadir" a pueblos en caso de tragedia, sin distingo de ideología, como en el caso del huracán Katrina. La Cuba que hace años nos "invadió" con el amor de los médicos de Barrio Adentro, de la Misión Milagro, de la Misión Ribas, y que trajo una nueva "arma de destrucción masiva" del  analfabetismo, el Método Yo si Puedo.   
Escogieron mal, Cuba es el país menos adecuado para la acusación de invasión. Pero ¿por qué hacen la imputación? ¿a quién se dirige? ¿qué pretenden? Sin duda buscan apoyo, cómplices militares para la felonía, para la traición al pueblo, al Comandante, a la Revolución. Ofenden a la inteligencia y la lealtad del pueblo uniformado, desconocen su formación política y su ética, su condición de herederos del Internacionalismo Bolivariano.
¡Con Chávez Siempre!
¡Viva Cuba hermana!
            ¡Me muero como viví!