28.3.10

¿FALLARÁN LOS ÁNGELES?

Es unánime la aceptación del peligro de extinción de la humanidad, y con ella todo rastro de vida planetaria.
Fidel, el que no miente jamás, nos alerta en su última reflexión de: …“la necesidad de drásticas medidas que otorguen a la especie humana la esperanza de sobrevivir”. Ese es el reto de la humanidad: o toma drásticas medidas o perece.
La humanidad capitalista se reúne en cumbres ineficaces, diagnostica el peligro inminente, sin embargo, no toma medidas, ni drásticas ni suaves ¡nada! La marcha hacia el infierno sigue su curso imperturbable. La realidad es tajante: no podemos esperar soluciones dentro del capitalismo. La humanidad capitalista está enferma de capitalismo, es artífice de su propia destrucción, su propio verdugo.
El capitalismo nos convirtió en una especie suicida, la solución es el Socialismo. De lo anterior surge una definición precisa de Socialismo: “Es el único sistema capaz de salvar a la humanidad.”
Es la única forma de organizar a los humanos, de establecer unas relaciones armónicas entre ellos, y de ellos con la naturaleza. Porque es el único sistema que acaba con las relaciones depredadoras en la producción, en la economía, termina con la explotación de los humanos, con la guerra de todos contra todos, estableciendo relaciones económicas de fraternidad, superando la hegemonía de la propiedad nosocial de los medios de producción, rescatando el sentido social de la producción, de la distribución, del consumo. De esta manera, hace posible el afianzamiento de una espiritualidad verdaderamente humana: el hombre deja de ser enemigo del hombre, un mero instrumento del consumo, una mercancía, un objeto, un demente.
La Humanidad Socialista se realizará en el desarrollo de sus cualidades humanas: el arte, el conocimiento, el amor, el trabajo y el ocio como realizaciones humanas ocuparán el lugar privilegiado que hoy ocupan las mercancías sin sentido que nos impone el capitalismo. El hombre se valorizará por su cultura, por su altruismo, y no por sus posesiones materiales.
El hombre dará de acuerdo a su capacidad y recibirá de acuerdo a su necesidad. Así, el lucro, el atesorar, dejará de ser una meta, y pasará a ser una innecesaria e incomprensible pretensión.
La humanidad dejará de ser patíbulo de su mundo, y pasará a cumplir el papel de expresión del más elevado peldaño alcanzado por la vida, de custodio del milagro de la existencia.
Fidel termina su reflexión con estas palabras: …“Mientras tanto, vale la pena dedicarse de vez en cuando a meditar sobre esos temas. Con seguridad no dejará por ello de soñar el ser humano y tomar las cosas con la debida serenidad y acerados nervios. Es el deber, al menos, de aquellos que escogieron el oficio de políticos y el noble e irrenunciable propósito de una sociedad humana solidaria y justa.”
Oigamos el mandato de Fidel: sigamos siendo soñadores, utópicos, fantasiosos. Seguiremos luchando por los cambios drásticos que nos hagan ejemplo para la humanidad, ese es el reto de esta Revolución. Los ángeles de Silvio no pueden fallar nuevamente, la humanidad debe salvarse.
¡Chávez es Socialismo!

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