13.8.11

¿CUÁNTO CABE EN UNA TRANSICIÓN? (Sábado 13-08-2011)

Hay conceptos que por el mal uso se transforman en una especie de comodín, útil para salir airosos de cualquier dificultad teórica o práctica. Uno de esos conceptos es "inventamos o erramos", otro es "en construcción". Con esos "comodines" se han deslizado muchas fábulas y se ha evitado el rigor del estudio y del pensamiento.

Sin embargo, hay un comodín que les gana a todos: "la transición". Este comodín tiene el aroma de la profundidad teórica, se lanza y atrás viene la cita de Gramsci, de esta manera está decorada la escena para sostener cualquier barbaridad.

Así, la alianza con el capitalismo se justifica con la "transición". Estimular las empresas capitalistas es la "transición". No se hacen los cambios, "transición". Mejor comodín imposible, se usa y, como varita mágica, todo se explica. En la "transición" cabe todo. El uso perverso del concepto trae un problema y una exigencia.

La transición existe, es necesaria, la impone la realidad. La dificultad es diferenciar la verdadera transición de la transición que evade, de qué manera la identificamos, cómo nos movemos en ella. Veamos.

La transición es esa zona donde, como dijo Gramsci: "Lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer", y añade que son momentos de claroscuro donde pueden renacer monstruos. Deducimos que la transición no es una zona de tranquilidad, donde lo que hagamos calza bien, ¡No!, al contrario, es un territorio de feroz lucha de clases, de profunda lucha ideológica.

Siendo así, la preparación teórica, el estudio de la realidad, son indispensables para el éxito revolucionario en la transición. En otras palabras, en la transición la Revolución puede salir derrotada.

De todo esto surgen unas preguntas que nos guían ¿Cómo saber si en la transición vamos bien? ¿Cuál es la meta? ¿Hacia dónde vamos?

Lo primero, es entender que la transición es una violenta pugna de tendencias. La contrarrevolución, en todas sus versiones, lucha por imponer su lógica, sus valores, sus principios políticos y económicos, y la Revolución batalla por superar la cultura del capitalismo, de la contrarrevolución.

Allí está la medida de lo acertado del camino de la Revolución. Si las medidas que tomamos benefician, estimulan los valores de lo viejo, vamos mal, por el contrario, si benefician la ética, la cultura del Socialismo vamos bien.

De allí que para navegar con éxito en la transición es indispensable conocer hacia dónde vamos, cuál es el objetivo de la Revolución. La tarea no es fácil, las diversas respuestas evidenciarán la feroz lucha interna.

Los reformistas no tienen respuestas claras a estas preguntas, prefieren refugiarse en comodines, imputar la imprecisión a la "transición", morderse la cola, diluirse en generalidades.

La confusión de metas ayuda a la oligarquía, el espontaneísmo termina siempre reproduciendo lo viejo. Los revolucionarios debemos establecer claramente el objetivo, sólo así el camino adquirirá sentido, podrá ser evaluado, corregido, y sólo así podremos pensar en el triunfo sobre la tendencia contrarrevolucionaria.

¡Sin Chávez no hay Socialismo, Sin Socialismo no hay Chávez!

12.8.11

LA IGNORANCIA (Viernes 12-08-2011)

Es frecuente que se confunda la Revolución con la misericordia, la lástima o el sentimentalismo folklórico. En la cuarta era frecuente la elevación a la fama de humildes superdotados para la ciencia o el arte, pero se les negaba la oportunidad de formarse, de conocer las fronteras que en su campo había alcanzado la humanidad.

Se mantenían como animalitos de zoológicos, se intentaba que siguieran salvajes, ingenuos. Así, la inteligencia sin cultivo, que pugnaba por dar el salto liberador de la prisión de la ignorancia, era asombro de pequeños burgueses. Esa era la atracción, de esa forma calmaban sus ansias de Revolución, se bañaban de pueblo humilde, de folklore.

Esta actitud era continuidad de la sembrada por la socialdemocracia que hizo de la ignorancia virtud, del analfabetismo cualidad, del estudio desperdicio, de los libros defecto. Se mantenía así a la población soberbia en su ignorancia. Era un mecanismo de dominación perfecto.

El Libertador captó temprano que la ignorancia era un eficaz instrumento de dominación, y entendió que “Moral y Luces eran nuestras primeras necesidades”. Otros grandes hombres comprendieron que la única manera de ser libres era ser cultos. Simón Rodríguez ofrendó su vida a la tarea de educar.

La ignorancia tiene varias maneras de presentarse: puede ser la ausencia de conocimiento, es la más común, pero puede ser también la intoxicación con falsos saberes, ésta es la más moderna. Estos falsos conocimientos, falsos valores, los implantan en la mente colectiva los poderosos medios de deformación. Las películas, las novelas, crean una ficción que sustituye a la realidad, hasta la prensa se ha convertido en “reality show”, ese género donde la realidad y la ficción se mezclan y se simulan mutuamente. Así vivimos en un mundo que los propietarios manipulan a su antojo.

La otra ignorancia, es la ignorancia engreída, quizá la más poderosa porque puede derrotar proyectos que prometen Revolución, es creer que ya se sabe, pensar que ya, de manera espontánea, se tienen conocimientos suficientes, de esa forma no es necesario estudiar. Esa especie de soberbia alimenta a la ignorancia y la perpetúa.

El Socialismo, que es el salto cultural más importante que puede dar la humanidad, debe, tiene que significar un salto descomunal en conocimiento, en estudio, pensamiento, rigor. Es imposible el Socialismo en la ignorancia, es principalísima tarea derrotarla.

Nosotros hemos descuidado la formación revolucionaria, hemos engavetado motores y folletos. En la cultura, nos privamos de actuar activamente, sólo repetimos, no hacemos nada que nos diferencie de la oligarquía.

La búsqueda de logros materiales, que son justificados, deben ir acompañados de grandes logros espirituales, éstos serán los que darán justificación al Socialismo. El Socialismo se justifica si cambia el alma de los hombres, si construye el hombre nuevo, y esto se consigue con cultura, con conocimiento verdadero, con nuevos valores.

Es necesario que la Revolución prestigie el estudio, el conocimiento, la actividad intelectual, derrotar el culto a la ignorancia que arrastramos de la oligarquía.

¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!

11.8.11

EL MUNDO CRUJE BAJO NUESTROS PIES (Jueves 11-08-2011)

El mundo cruje bajo nuestros pies: las angustias de los Estados Unidos, los pánicos de las bolsas de valores, señalan con precisión la inmensa crisis del capitalismo. Los ricos ya no pueden ocultar el fracaso estrepitoso de la ficción que han construido. La realidad los ahorca.

La economía amenaza con aplastante recesión, las bolsas temen días negros. Ya la crisis se anunciaba en Grecia, ahora se extiende a España, Italia…Europa toda está amenazada. El petróleo zigzaguea, el precio se columpia en el miedo de mercados temblorosos.

Los problemas que ayer eran manejables, ahora con la presión de la mala situación económica se desbordan. Londres sufre la arremetida de la "jacquerie", motines que hasta ayer sólo conocían de oídas. La crisis entró en sus vidas sin tocar la puerta, las masas saquean a falta de mejores objetivos para encauzar su frustración. Se conjeturan conflictos en todo el planeta azotado por el derrumbe de "un mundo feliz" que resultó ficción truculenta, oropel tecnológico.

En España, los indignados protestan como pueden. En Chile los estudiantes reclaman sus derechos en las anchas alamedas. Allende los espera para retomar La Moneda. La crisis tiene muchas manifestaciones, desde las mafias de América Central, hasta la hambruna de África, todo obedece a lo mismo: el capitalismo fracasó, ya no tiene respuesta para el mundo.

Podemos concluir que la crisis global producirá reacciones de protestas universales. El mundo tal como lo conocemos llega a su fin.

¿Qué hacer? Vienen días duros para la humanidad, los capitalistas imperiales superarán la crisis endosándola a sus habitantes más humildes y a los países de la periferia. Es de esperar grandes represiones. El fascismo, mecanismo de emergencia del capitalismo, será activado. No hay lugar para la ambigüedad socialdemócrata, la ilusión de la democracia burguesa se desdibuja cada vez más.

Las sociedades capitalistas sufrirán tremendamente los golpes de la crisis, no están preparadas para enfrentar las dificultades, la mezquindad las hace débiles, la falta de fuerza espiritual impide que soporten las carencias materiales, se derrumban frente a la mínima dificultad.

Sólo las sociedades capaces de actuar unidas, con un líder que las conduzca por el camino de la resistencia, capaces de establecer relaciones amorosas, de construir una visión donde lo espiritual tenga más valor que lo material, que sepan discernir entre las necesidades básicas y las necesidades artificiales, sólo esas sociedades podrán superar la crisis.

Es necesario alertar al pueblo, decirle crudamente lo difícil de la situación y la manera de enfrentarla. Es indispensable mostrar la urgencia, la importancia de vida o muerte de la construcción socialista. Desechar las veleidades capitalistas. Plantear capitalismo hoy, es un crimen de lesa humanidad.

Desechar los extravíos dogmáticos que plantean alianzas con la burguesía. Ésta no tiene respuestas a la crisis, al contrario, la profundiza, impide la formación de la conciencia necesaria para hacerle frente.

Hoy más que nunca cobra vigencia el grito: "Patria Socialista o Muerte".

¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!

10.8.11

EXISTIR PARA CAMBIAR (Miércoles 10-08-2011)

Ya decíamos que la Revolución pacífica gana las elecciones para existir, y existe para poder cambiar. Pero hay un tiempo limitado para hacer los cambios, este tiempo está determinado por la creación de Conciencia del Deber Social que esos cambios suponen. Los altos niveles de conciencia que garantizan a la Revolución deben alcanzarse antes que el desgate, por las elecciones oligarcas, lleve a la Revolución a niveles inviables.

Estamos en una encrucijada: la acumulación de conciencia y el desgaste están en niveles críticos. Ya no hay holgura para más erosiones electorales y, a la par, los niveles de conciencia exigen y hacen posible los cambios. Dicho en otras palabras, nos encontramos en una situación definitoria, revolucionaria: "avanzar o perecer". Debemos estar alegres, llegar aquí nos tomó años de combate y de acumulación de experiencias, de derrotas y de extravíos. Ahora, hacemos los cambios o la lógica burguesa nos devorará. Regresa la pregunta ¿Cómo hacerlos?

Lo primero que debemos detectar es la columna que sostiene la espiritualidad de la visión burguesa de la vida y su expresión en el aparato del Estado. Es decir, lo que cambiando arrastrará e impulsará sustituciones en el resto del Estado y, lo que es más importante, en el comportamiento político de la sociedad.

Esa columna es, sin dudas, la elección burguesa. Mientras elijamos con ese método, el sistema burgués y su Estado serán fuertes, se fortalecerán con cada elección y corremos el peligro de que la esperanza, la posibilidad de Revolución, sucumba en ese pantano.

Es necesario elegir de otra manera y elegir otras instituciones que funcionen de manera diferente. Las elecciones deben dejar de ser un episodio espasmódico, individualista, egoísta, y pasar a ser una expresión de la organización social. Así estaremos derrumbando la columna principal que sostiene al viejo Estado. Por allí debemos comenzar, esa es la primera tarea de los cambios revolucionarios, por eso es necesario ganar. Repetimos, ganar para existir, existir para cambiar.

El primer paso hacia las elecciones revolucionarias ya está dado, es la creación de los Consejos Comunales, se trata ahora de agruparlos en instancias locales, regionales, hasta llegar a la instancia nacional. El tejido así formado debe sustituir al sistema electoral burgués.

La instancia nacional debe tener un funcionamiento diferente: los delegados que la conformen no perderán la ligazón con la base y serán correaje entre todas las instancias

Ese tejido social que elige no será una efímera estructura electoral, al contrario, será organización permanente.

Con este paso daremos a los Consejos Comunales la visión elevada, indispensable para entender que sus problemas locales tienen conexión con lo nacional y con lo internacional. Este paso evitaría la formación de la mentalidad de "republiquita local", que se desentiende de los problemas del país, creyendo, al decir de Martí, que “su aldea es el mundo." Así comenzará la sustitución del viejo Estado por el nuevo, será el inicio de los grandes cambios.

!Sin Chávez no hay Socialismo, Sin Socialismo no hay Chávez!

9.8.11

LAS TAREAS DE LA REVOLUCIÓN (Martes 09-08-2011)

El susurro a los militares es continuo, los plumíferos de la oligarquía no cesan en sus llamados. El imperio ya prima otras vías, la mesa quedó como plato de segunda.

Las señales son claras, la conclusión definitiva, ya el consenso de las diferentes fuerzas en pugna no respalda la salida electoral, la crisis busca nuevos caminos. No entender esto, enceguecerse frente a la realidad, nos conduce al fracaso. Es necesario tomar medidas. Nuevas tareas surgen para los Revolucionarios. Veamos.

Ya la etapa pequeño burguesa de la Revolución toca a su fin, se agotó, ahora es necesario preparar la etapa de consolidación revolucionaria, el dilema es claro: la Revolución avanza o perece. ¿Cómo hacerlo?

Es un lugar común, un cliché, decir que el Estado burgués debe ser superado, que es necesario sustituirlo por el Estado Revolucionario. Esa parece ser la causa de todos los males y razón para el desencanto. Las respuestas al cómo hacerlo dividen las aguas dentro de la Revolución.

Unos, intentan meter la realidad dentro de los libracos, proponen etapismo trasnochado y se diluyen en su dogmatismo. Otros, se hacen la vista gorda, se esconden e ignoran la situación, reciclan las acciones, siguen adelante con sus ficciones que sólo existen en sus papeles llenos de números vacíos.

El Estado burgués debe ser sustituido a partir de la evolución de la Revolución, es decir, desde nuestra realidad. Y debe ser sustituido para respaldar una nueva relación social. Veamos.

El gobierno está en manos de los Revolucionarios, el Presidente es Chávez, administramos el presupuesto, dictamos leyes, tenemos mayoría en la Asamblea, Chávez mueve y emociona a la multitud, los ministerios trabajan, dan créditos, atienden la salud, la educación, el deporte, el transporte, tenemos soberanía.

Esta realidad no puede ser ignorada, el viejo Estado tiene un importantísimo papel en su propia sustitución. Aquí no cabe imitar modelos propios de otras situaciones, no hay demolición como sucede cuando la Revolución arriba al poder de forma violenta, tal como sucedió en Cuba, en Rusia. Las condiciones de Revolución Pacífica imponen otra fisiología.

En nuestra Revolución las batallas, los avances, pasan por triunfos en el territorio de las instituciones del viejo Estado. En estas batallas ganamos la primera condición de una Revolución: existir y simultáneamente avanzar en la comprensión de las necesidades revolucionarias.

Esta originalidad de la Revolución pacífica conlleva un gran peligro: olvidarse de la necesidad de modificar esa institucionalidad, conformarse con ganar estas batallas subalternas y olvidarnos que en cada elección burguesa la Revolución se desgasta.

La Revolución pacífica es una carrera entre los cambios de conciencia, de cultura, y el desgaste de las elecciones burguesas. Si no cambiamos con suficiente rapidez, el desgaste nos aniquila.

Las próximas elecciones deben ser ganadas preparando las condiciones para los cambios, sólo así, existiendo y cambiando, triunfaremos. Esa es hoy la doble batalla que enfrenta la Revolución: ganar las próximas elecciones y paralelamente crear condiciones para el cambio. Existir para cambiar.

!Sin Chávez no hay Socialismo, Sin Socialismo no hay Chávez!

8.8.11

LA BATALLA DEL ESTUDIO (Lunes 08-08-2011)

En cada paso que da la Revolución siempre la necesidad de estudio se hace presente. Los grandes líderes revolucionarios impulsaron la formación como columna de la Revolución, empezando por Bolívar que entendió temprano que “un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”, y que sólo la educación podría evitar que el pueblo fuera abusado en su credulidad.

Ya es hora, los acontecimientos recientes lo indican con precisión, de enseriar el estudio, de socializar la ideología revolucionaria, hacer que el pueblo se apodere de, y se empodere en, la nueva cultura. Difundir una nueva manera de pensar, de reflexionar, un nuevo método de análisis, distinto de las trivialidades que nos han instalado en la psiquis los medios de difusión cultural del capitalismo, distinto de los valores morales, de la ética que nos imponen los medios audiovisuales, el cine, las novelas, el púlpito, el museo, la escuela.

¿Por qué hasta ahora la Revolución ha fallado en la intención de estudio?

Es importante analizar las causas, sólo de esta forma podremos retomar el camino de la formación de las masas, del nacimiento de una nueva cultura.

El origen de las fallas en la educación revolucionaria se encuentra en la ideología pequeño burguesa y su versión anarcoide, incapaces de dar el salto hacia la construcción del Socialismo.

Ya sabemos que la pequeña burguesía no puede construir el Socialismo, lo más lejos que llega es a criticar al capitalismo. No puede superar la propiedad privada de los medios de producción, ese es el fundamento de su egoísmo, de sus salidas individuales. Si tiene cualquier poder lo usan, en definitiva, para crear más capitalismo.

Su versión anarcoide, con su rechazo pusilánime al Estado, a todo Estado, los conduce a una visión errada de la dominación y, por tanto, de la liberación. Ellos ignoran la hegemonía de la ideología capitalista, de sus valores, de su cultura, así reducen la Revolución a una visión distorsionada del “pueblo colonizado” por la cultura capitalista: esperan que haga y construya la Revolución de manera espontánea. Para ellos no hay necesidad de vanguardia, de estudio, el “pueblo sabrá que hacer”… Entonces, ¿para qué estudiar, quién enseñará a quién, para qué dirección?

Con esta postura absurda y pedante sabotean cualquier intento de estudio, de formación.

Pero sin estudio no pueden resolverse los problemas de la marcha revolucionaria, la masa, sus dirigentes, no entenderán la táctica y la estrategia, no sabrán manejar la irreverencia y la disciplina, confundirán causas con consecuencias. Así, son capaces de establecer como objetivo la burocracia, pero aceptan sin parpadear el híbrido capital-Socialismo y la propiedad nosocial de los medios de producción que les dan origen.

El Che en carta a Hart, en 1965, desde el campo de batalla, le dice: “Por eso hice un plan de estudio para mí que, creo, puede ser estudiado y mejorado mucho para constituir la base de una verdadera escuela de pensamiento; ya hemos hecho mucho, pero algún día tendremos también que pensar.”

¡Sin Socialismo no hay Chávez, sin Chávez no hay Socialismo!

7.8.11

SEMBRANDO VIENTOS (Domingo 07-08-2011)

Es indudable que estamos en medio de una crisis. Las compuertas tradicionales ya no soportan la tensión política, las urgencias de poder sobrepasan los tiempos establecidos. O, como diría un clásico, el consenso que contenía la normalidad se resquebraja.

Las señales son claras: las protestas, con y sin sentido, son diarias. Abajo bulle la desesperación, la incomprensión, el desconcierto. En las direcciones se nota la perturbación. Veamos.

La contrarrevolución agrupada en la mesa, muestra su descomposición, ellos mismos se embisten con su maldad y con su estupidez. Declaran como si de una película cómica se tratara, cada vez que hablan Emilio Lovera se alegra, llenan de material su espectáculo. Todo sería muy simpático, a no ser que dejan a gran parte de la sociedad sin liderazgo y embrutecida, y ya sabemos que en esas condiciones de embrutecimiento son capaces de aceptar cualquier disparate. Esa falta de razonamiento es preludio para acciones de alta crueldad, por ese camino abril sería un niño de pecho.

Una peligrosa estrategia de la contrarrevolución, expuesta por el renegado teodoro, es la de desacreditar la voluntad democrática del gobierno. Habla teo de la supuesta intención del gobierno de desconocer los resultados electorales si la oligarquía gana. De esta manera desconcierta a la base social contrarrevolucionaria, le quita la esperanza de salir de Chávez por la vía democrática, los arrincona para la aprobación de salidas golpistas.

Si a esta manipulación le agregamos las declaraciones diarias de militares susurrando a la FAN, sembrando dudas, llamando a la insubordinación (recordemos las entrevistas a guaicaipuro, ochoa antich y rivero), el cuadro se aclara: las soluciones fuera de la Constitución cada día cobran más fuerza en el campo oligarburgués. "Siembran vientos, recogerán tempestades".

Los revolucionarios debemos prepararnos para una ofensiva como la de Abril:

Fortalecer el liderazgo de Chávez, dejar claro que está pleno, que no hay ningún obstáculo que le impida seguir siendo el líder. Combatir las manipulaciones de la contrarrevolución, y también los culipandeos internos, que camuflageados con poses doctorales, foros y escritos, reviven el asunto del hiperliderazgo, que es una manera taimada de cuestionar a Chávez.

Es imprescindible mostrar la intención de los bolivarianos de defender a la Revolución y al Comandante. Iremos con el ¡Patria Socialista o Muerte! en el corazón, con el pecho pintado de rojo, a restearnos por nuestros logros, por nuestros sueños, por la vida.

Haremos frente a las intenciones de sumirnos en la tenebrosa disgregación de la patria, nunca más volveremos a ser soporte vil de las economías imperiales derrochadoras.

Por último, fortalecer la organización, elevar su sentido de deber social, realzar su visión a lo nacional, sacarla de la preocupación de lo local, en ese mezquino entorno no podrán entender las tareas de la defensa de la Revolución, serán fácilmente engañadas.

Si se atreven, todo problema queda pospuesto, toda grieta entre nosotros superada, lo único importante es la defensa de la Revolución y del Comandante, eso nos unirá en una sola furia.

¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!

¡Si se atreven se arrepentirán!