25.4.09

¿QUIÉN PODRÁ DERROTARNOS?

Las Revoluciones son invencibles, nadie las puede derrotar, las Revoluciones se suicidan, ellas mismas son su patíbulo.
Después que una Revolución tiene acceso a las grandes masas, luego que la comunicación se establece, la derrota sólo puede surgir de sus entrañas. Siempre, detrás de una derrota revolucionaria está el comportamiento errado de los revolucionarios, antes que la experticia de los enemigos restauradores.
Y el extravío del camino está en la ideología, podemos decir que una derrota revolucionaria viene, siempre precedida por una derrota ideológica.
La gloriosa Revolución Bolchevique se derrumba, ya lo denunciaba el Che, por perderse en las armas melladas del capitalismo en el camino al Socialismo.
Si buscamos con detenimiento en la historia de Allende seguro encontraremos un yerro ideológico, la dificultad de parir la idea justa para descifrar la Revolución Pacífica.
Es así, las revoluciones son ante todo un asunto de ideología.
En la Revolución Bolivariana , en momentos en que transitamos las aguas de una agresión imperial de alta factura, perfeccionada en años y operativos exitosos derrumbando gobiernos y yugulando revoluciones, cuando estamos en una etapa estelar desde donde podemos avanzar al Socialismo o retroceder a etapa fascista, es un deber de los revolucionarios profundizar, perfeccionar la ideología.
En esta etapa de crisis, de posibilidades revolucionarias, nada es más importante que la ideología, un yerro aquí es irreparable y significa la pérdida de la Revolución.
Es necesario, es urgente que la Revolución se importe de la ideología, no se puede dejar a la improvisación, al voluntarismo. Debemos encararla con rigor.
La primera pregunta que surge es:
¿Quién, qué impide la formación ideológica, cuáles son los factores que se oponen, por qué los intentos fracasan?
La respuesta es que la actitud frente a la formación ideológica es ideológica, es decir, la conducta, la visión del estudio y la formación ya porta una carga ideológica. Veamos.
Hay ideologías que propagan el espontaneísmo, que desdeñan el esfuerzo por adquirir conocimiento, propician la falta de rigor. Postulan que el conocimiento está en el pueblo indefinido, y allí nació por “generación espontánea”, lo que hay que hacer es afinar el oído y la vista.
Estos, por supuesto, nunca podrán construir una ideología revolucionaria, ni una formación seria, no superarán la etapa utópica-folklórica. De esta manera privan a los desposeídos, que dicen amar, del derecho a adquirir el conocimiento universal, construido con rigor y con estudio.
Otras ideologías, postulan que el conocimiento lo adquiere el humano a partir de métodos construidos por milenios de experiencia, que permiten a partir de particularidades generalizar, descubrir leyes, postular hipótesis, enriquecer el conocimiento universal, transformar al mundo.
Y proponen la necesidad de creación de núcleos que a partir de este conocimiento universal puedan investigar, crear teoría y difundirla, que le permita a la Revolución conducir su práctica, y en la práctica determinar los errores y corregirlos enriqueciendo así la teoría Revolucionaria Universal.
Esta es la ideología que puede resolver el problema de la formación ideológica que precisa la Revolución.
¡Chávez es Socialismo!

23.4.09

SIEMPRE EDUCAR

La Revolución es el acto educativo más importante que pueda darse en una sociedad, se trata de una sustitución cultural drástica, de un cambio profundo en la visión del mundo, de una inmensa conmoción espiritual.
De allí que el deber de los revolucionarios es ante todo un deber educativo, revolución y educación son sinónimos.
Ahora bien, ¿Cómo es la educación revolucionaria?
El objetivo de la Educación Revolucionaria es develar la verdad que la dominación mantiene oculta, mostrar el mundo sin mediaciones interesadas, y de esa visión derivar un pensamiento y una conducta comprometida con la sociedad y con el entorno natural.
Ese es el cambio principal: el compromiso de solidaridad que sustituye al egoísmo. Ese cambio debe estar sustentado por un cambio en las relaciones económicas, la Propiedad Social de los medios de producción debe ser hegemónica, debe sustentar el compromiso de solidaridad.
En esta labor educativa deben estar empeñados todos los esfuerzos de la Revolución, toda acción revolucionaria es en el fondo una acción educativa. Si la acción no educa, entonces no es revolucionaria, y si la acción educa en el egoísmo, en la miseria humana, entonces, es contrarrevolucionaria.
Varias son las vías, los métodos para la Educación Revolucionaria, uno de los más importantes es la movilización de las masas alrededor de objetivos políticos altruistas, otro de los grandes instrumentos educadores es el ejemplo y la guía de los dirigentes.
Hablemos ahora del ejemplo de los dirigentes: ya es sabido que una imagen de austeridad, de compromiso con el trabajo revolucionario es indispensable para la labor educativa del dirigente, el discurso debe ser acompañado por la imagen. El lujo no es revolucionario, pero si ese lujo es ostentación, entonces, es francamente contrarrevolucionario.
Es cierto, la imagen es importantísima, pero más lo es el discurso del dirigente, y mientras más conocido, más importante son sus palabras y sus acciones, porque estas son paradigmas, guías para los militantes y la masa. Veamos un ejemplo.
Teodoro Petkotf, es nuestro enemigo ideológico, desde aquí lo hemos combatido y lo seguiremos combatiendo, con argumentos teóricos, con ideología. Siempre este vocero oligarca nos encontrará de frente.
Ahora bien, por allí leemos en el periódico que una diputada efervescente levanta una denuncia de poca monta, que involucra a familiares de Teodoro, y blande esa posible falta de la familia Petkotf como bandera política.
Creemos que ese es un débil servicio a la Revolución, es una denuncia innecesaria, no educa, da sensación de falta de solidez teórica de nuestro lado.
Acúsese a Teodoro de saltador de talanquera, es correcto, de vocero imperial, de enemigo del Socialismo que tanto pregonó en el pasado, es verdad y lícito, confróntese teóricamente, si conspira que vaya preso, sería comprensible, pero no lo ataquemos por los atajos.
La forma como la Revolución confronta a sus enemigos da una medida de su grandeza y es parte fundamental de la Educación Revolucionaria.
¡Socialismo es Educación!
¡Chávez es Socialismo!

22.4.09

¡URGENTÍSIMO!

Son escasos los que aún creen en el carácter democrático de la oposición oligarca, ya es casi unánime la opinión de que construyen un golpe. Los indicios son claros.
Lo más importante, y que sustenta todas sus acciones, es el desconocimiento del gobierno, ésta es la condición previa para un golpe: ellos dicen que esto es una “dictadura al margen de la Constitución y las leyes”, que “los poderes no son legítimos”, pasan a la “clandestinidad”, no aceptan la legitimidad del Poder Judicial y el Ministerio Público, hacen actos donde declaran su rebeldía públicamente.
Siguen instrucciones de los tanques pensantes gringos: desconocer la legitimidad del gobierno. Ese es el objetivo en esta etapa, que podríamos calificar de la fase pacífica de un golpe, después vendrá la cruenta.
Las señales son abundantes, altos funcionarios denuncian atentados contra Ministros, movimientos de paramilitares, todos sabemos del público susurro a los oficiales, los ataques a los militares honestos y las manipulaciones con el tema del Golfo. El objetivo es Chávez y la Revolución Bolivariana, el actor intelectual es la CIA, que opera desde la Embajada Gringa. El golpe es de factura imperialista, y los golpistas son agentes, oficiales del ejército de ocupación gringo.
La pregunta que surge de este cuadro evidente es:
¿Qué deben hacer los revolucionarios?
Sabemos que nos enfrentamos al imperialismo fascista, esa es la amenaza, y sabemos, la historia nos lo enseña, que el fascismo sólo retrocede frente a gobiernos firmes y pueblo organizado, capaz de una respuesta rápida y profunda, preparado para transformar una agresión en un avance.
He allí la respuesta: organizar, emocionar, movilizar al pueblo, esa es la tarea urgentísima de estos días, sólo con un pueblo así podemos hacer frente a la amenaza que se construye ante nuestros ojos.
En esta idea, los Comités por el Sí deberían transformarse en Comités Antiimperialistas, con el mismo entusiasmo, la misma conciencia, la eficacia que tuvieron en las elecciones. Deben organizarse local, regional y nacionalmente. Esto daría al pueblo, tal como en las elecciones, vías organizativas para la participación.
El partido debería declararse en emergencia, afinar la estructura, el funcionamiento, la formación. Los Destacamentos de Vanguardia son indispensables para vigorizar la acción política.
Es necesario profundizar la batalla ideológica, sólo desde una ideología firme se podrá construir las directrices para la batalla que se está desarrollando, alimentar nuestra campaña mediática, dar respuesta a la manipulación oligarca.
La convocatoria del pueblo a la calle es urgentísima, debemos dar muestra de pueblo organizado, muy disciplinado, unido alredor de Chávez, que entiende lo que está en juego y es capaz de llegar a todo por defender su futuro. El pueblo debe tener orientaciones claras, nada debe quedar a la improvisación, nada debe ser espontáneo.
La dirección revolucionaria debe dar señales claras a los oligarcas de que si se atreven, que si se colocan al margen de las leyes, se arrepentirán.
¡Movilizados en defensa de la Revolución y del Comandante Chávez!
¡Chávez es Socialismo!

21.4.09

LA SONRISA DE LA BESTIA

La reciente cumbre de presidentes en Trinidad afectó el cuadro geopolítico americano, es evidente que los gringos cambiaron la táctica. La pregunta que surge es cuánto, hasta dónde.
Es necesario analizar con rigor la nueva situación, de esto dependerá el comportamiento nuestro y la comprensión de la conducta de los demás.
La búsqueda de la respuesta tiene dos fuentes: una, la historia, otra, las Reflexiones de Fidel. Veamos.
Fidel nos dice: “a pesar de todas las pruebas soportadas, Obama no ha pasado por la principal de todas: ¿Qué hará cuando el inmenso poder que ha tomado en sus manos sea absolutamente inútil para superar las insolubles contradicciones antagónicas del sistema?
Y agrega en otra Reflexión: “¿es correcto prometer la conciliación de tan contradictorios intereses sin transgredir la ética?”.
Fidel deslinda la voluntad, la simpatía, las buenas intenciones del hombre, con las necesidades del sistema que él representa. Es así, Obama no es Obama, es el imperio actuando.
La otra fuente es la historia, revisemos un poco la conducta del imperio en el hemisferio.
Cuando en Cuba cae Batista, y surge la Revolución Cubana y el continente hierve con su ejemplo, entonces los gringos activan una ofensiva con dos frentes principales.
Uno, la Alianza para el Progreso propuesta por Kennedy (un presidente simpático) en un discurso el 13 de marzo de 1961 frente a los embajadores latinoamericanos en la Casa Blanca. Las reacciones fueron similares a las suscitadas por Obama en Trinidad: “el hombre es bueno”, “se ríe bonito”, “is friend”, etc… ¡Un mes después sucedía la invasión de Playa Girón!
He allí el modus operandi del imperio, usa dos tenazas: la conciliación, la sonrisa, y la garra de la tenebrosa CIA planificando iniquidades.
En ese período tumbaron a Torres en Bolivia, a Quadros en Brasil, todos operativos de la Agencia de Inteligencia del país que prometía Alianza para al Progreso.
Con ese imperio es que tenemos que lidiar, que nadie se engañe con la sonrisa de Trinidad, el imperio seguirá intentando truncar el ejemplo que significa la Revolución Bolivariana , intentando capturar el petróleo y la minería. Tienen que salir de Chávez, esos son los requerimientos del sistema, no dependen de la buena voluntad de nadie, la voluntad del capital está por encima de la voluntad de sus representantes.
La mejor defensa, la única, es el apoyo de las masas. Es por eso que debemos acelerar la organización social, la estructura política, afinar la ideología y la información.
Explicar bien los pasos que damos en lo internacional, no dejar resquicios a la labor de zapa de los oligarcas, a los extravíos ideológicos en nuestro campo.
Toda actividad internacional debe ir acompañada de una profunda explicación política, que alimente la discusión en las masas y en sus organizaciones, no basta con el relato de los hechos.
Debemos enterar y convencer al pueblo de la necesidad de los pasos que se dan en lo internacional.
¡Chávez es Socialismo!

20.4.09

ALLENDE, EVO Y CHÁVEZ

Un hilo vital enlaza la trayectoria de estos tres revolucionarios, los tres forman parte de un mismo intento histórico. Veamos.

Después de la caída del Che en Bolivia, y de la profundización de la coexistencia pacífica que patrocinaba la Unión Soviética, la vía armada revolucionaria fue dejada en el hombrillo de la historia, tomando su lugar la vía pacífica para hacer Revolución.

No nos ocupemos de los que escogieron este camino para disfrazar su deslizamiento al campo oligarca. Hablemos de los auténticos revolucionarios y las enseñanzas que su trayectoria nos deja.

La Revolución pacífica necesita mucho estudio, análisis para descifrar sus leyes. De allí que la experiencia de Allende sea buen material para investigar.

Allende es el primer intento de hacer una Revolución por vía pacífica, batallando dentro del campo oligarca, con sus leyes e instituciones. Veamos qué fuerzas comienzan a actuar cuando esa Revolución pacífica comienza a desplegarse.

Cuando Allende gana las elecciones el primer elemento importante es que, aún antes de tomar posesión del cargo, el imperio decreta su derrocamiento. No había tomado ninguna decisión y el imperio disponía su caída.

Primera enseñanza, el imperio no perdona a una Revolución, pacífica o armada, no necesita excusa, contra ella siempre enfila toda su fuerza.

El segundo elemento importante es que las fuerzas oligarcas internas se unen contra la Revolución pacífica. Sobre todo usan su poder mediático. Uno de los elementos que más daño hacen a la Revolución pacífica son los medios en manos enemigas.

Segunda enseñanza, una Revolución pacífica tiene que resolver el acoso mediático con rapidez, sino éste irá acribillando el alma del pueblo.

Ahora bien, la fuerza más importante de la contrarrevolución no es la fuerza de las armas ni el poder mediático, es la corriente reformista que habita en el seno de la Revolución.

Por las mismas características de su arribo al poder, ganando unas elecciones oligarcas, que requieren alianzas con sectores menos comprometidos, la Revolución pacífica llega al poder cargada de reformismo.

Ese reformismo, a medida que la Revolución avanza, intenta imponer sus vacilaciones: plantean ir poco a poco, hacen concesiones al capitalismo, inventan fórmulas atenuadas de capitalismo, lanzan puentes hacia los oligarcas, se deslizan hacia el centro, proponen pactos, diluyen la lucha de clases. Desdibujan a la Revolución.

De esta manera, cumplen su papel: dejar sin alma a la Revolución pacífica, enmarañarla con la democracia oligarca, debilitar al líder, presentarlo a lo sumo como un buen gobernante, que ha hecho cosas, construido obras, nunca como un transformador de estructuras sociales. Así la opción revolucionaria se parece a cualquier otra opción que pueda presentar la oligarquía, se diferencian en la cantidad, no en la calidad.

El papel del reformismo interno es hacer que el pueblo se divorcie de la Revolución, se aleje, pierda la emoción. Y después que esto sucede el terreno está servido para que actúe el fascismo.

Tercera enseñanza, la Revolución pacífica debe profundizarse espiritual y materialmente, sólo así mantendrá al Pueblo a su lado.

¡Con Chávez avanzaremos hacia el Socialismo!

19.4.09

LA REACCIÓN TERRORÍFICA

Este es el siglo del dilema entre Socialismo o Barbarie, sin embargo, es de tal magnitud la bruma mediática que envuelve al conflicto, que la masa sólo podrá evidenciarlo después de un profundo proceso de reflexión, de concientización.
Ese es el principal objetivo de la acción revolucionaria. Una sociedad desposeída que toma conciencia del fraude social en que vive e identifica a los fraudulentos, es una sociedad que ha transitado lo principal del camino de su redención. Es a esto a lo que más temen las clases dominantes, la concientización de las masas significa el fin de su sistema de privilegios.
Cuando la oligarquía está frente a un proceso de concientización de las masas, cuando la Revolución ha tomado el poder y desde allí irradia claridad, entonces para la burguesía no basta solamente derrocar al gobierno que develó el fraude, es necesario borrar de la mente, pero más del corazón de ese pueblo, el ejemplo, la posibilidad de redención, la idea de que la liberación es posible, que es posible construir otras relaciones sociales. Es por eso que apela al terror. De aquí que podamos enunciar una ley de la política:
“Todo intento revolucionario triunfante provoca una reacción terrorífica de parte de la burguesía, que sólo se detiene, sólo puede ser develada, cuando a la fuerza del terror se opone la fuerza de la conciencia y movilización popular”.
La Comuna de París nos demuestra esta ley: allá se forma el primer Estado Proletario, que lamentablemente después de poquísimos meses sucumbe frente a las fuerzas internacionales de la burguesía unida. Allí las fuerzas triunfantes desataron el terror en contra de todo vestigio de Comuna, se dice que bastaba una mano callosa para hacerse acreedor de la pena de muerte.
Lo mismo sucedió en el Chile de Allende, allá el derrocamiento fue seguido de un verdadero genocidio, la crueldad alcanzó niveles impensables para aquel pueblo acostumbrado al respeto de las leyes.
Esta ley, de reacción terrorífica a los intentos emancipatorios frustrados, fue aplicada en la época de la colonia, recordemos las cabezas de nuestros próceres fritas en aceite, y que los colonizadores exhibían en las entradas de los pueblos para amedrentar a los independentistas.
Venezuela, con su Revolución Bolivariana, no escapa a esta ley de reacción terrorífica: abril y diciembre nos alertan. Las acciones oligarcas por más que se disfracen de demócratas, tienen como objetivo la respuesta terrorífica.
Su actitud de reivindicación del golpe de abril, su negativa a condenar el magnicidio, a reconocer la legitimidad del Presidente Chávez, sus campañas de desprestigio internacional, van más allá de la lucha democrática y podemos identificarlas como presagios de su terror.
La reacción terrorífica sólo tiene una manera de ser desactivada, la concientización y movilización popular, acompañando a la profundización del proceso revolucionario, a la construcción de las nuevas relaciones sociales.
El oligarca avanza en las grietas de la debilidad revolucionaria, frente a la fuerza del pueblo se retuerce.
¡Chávez es Socialismo!