28.11.09

LA PELEA EN SU SITIO

Si una Revolución es verdadera tarde o temprano debe dar su batalla definitiva en el y con el trabajo. Entonces los trabajadores serán los protagonistas principales.
Esta Revolución Bolivariana en su avance ha llegado a esa frontera de su madurez. Ahora la lucha se presenta en el terreno de la propiedad de los medios de producción.
El Gobierno Revolucionario, protegiendo los intereses de las grandes mayorías desposeídas, se encontró frente a una realidad: el capital no admite controles, el capital busca siempre cumplir su naturaleza, crecer aun a costa de las mayores crueldades.
Frente a esta realidad, frente a la voracidad insaciable del capital, el gobierno ha hecho lo que hay que hacer: pasar a Propiedad Social lo que en manos de los antisociales estaba perjudicando a todos.
Es así que se socializan fábricas y se insiste en el intento de control de otros niveles de la economía.
Esto significa que el interés de toda la sociedad choca con el interés de los antisociales, o mejor, ahora se evidencia claramente que esos intereses siempre han sido contrapuestos, y está claro de qué lado está el Gobierno Revolucionario, del lado de los desposeídos, del de la gran mayoría de la sociedad.
Ahora bien, los oligarcas, los burgueses antisociales, cuando ven en peligro su sistema de privilegios groseros y creador de miseria para las grandes mayorías, activan sus mecanismos de defensa. Es así que incitan a los trabajadores a participar en la lucha entre la sociedad y los antisociales, colocándose del lado de sus enemigos naturales, los burgueses y oligarcas.
En complicidad con algunos dirigentes estimulan la voracidad inconciente en la discusión de los contratos colectivos, intentan crear perturbaciones sociales en donde apoyar sus planes de derrocar al Comandante y a la Revolución.
Esperan que la crisis global no sea comprendida por los trabajadores y arremetan contra el Gobierno Revolucionario. Hacen planes contando con el apoyo de los trabajadores, piensan que estos se pondrán del lado de sus verdugos, de los oligarcas burgueses.
El dilema para los trabajadores está claro: se colocan al lado del proceso de Revolución, de la construcción de una sociedad que acabe con la apropiación del trabajo por parte de una minoría, del lado de la liberación de toda la sociedad, del camino de la construcción de un mundo viable y feliz, de la grandeza de cumplir con su papel histórico, o se colocan, por buscar algunas mezquinas migajas materiales, del lado de los expropiadores de la Esperanza, de los oligarcas que se enriquecen a costa del sufrimiento y cosificación del resto de la sociedad.
La batalla está en su sitio, en manos de los trabajadores está la oportunidad de dar un gran impulso a la Revolución, pasar a la historia como un ejemplo para el mundo, reeditar las gloriosas jornadas de la independencia, o ser conocidos como el pueblo que quiso ser libre, construirse humano, pero no contó con el apoyo, la comprensión de sus trabajadores.
¡Socialismo es Humanismo!
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para los Cinco!

27.11.09

EL ERROR QUE LA HISTORIA NO PERDONA

Las revoluciones, siempre, se resumen en una persona, en un individuo. Muchas veces esa potencialidad revolucionaria, por variadas razones, es abortada, entonces, la historia no registra el hecho en toda su magnitud, a lo sumo habla de una esperanza difusa sólo recordada con pasión por quienes estuvieron cerca de la trayectoria que amenazaba con partir las aguas. Tal es el caso de Fabricio, del catire Rincón. Así nacen los mártires.
Otras veces, pocas, la Revolución cuaja en la personalidad, en el líder, y el proceso toma cuerpo, se expande, se mueve, comienza a producir su propia dinámica, crea su fisiología particular, siempre manteniendo como centro al líder, que es, como diría Martí, el decoro de un pueblo condensado en un hombre, o el decoro de un hombre condensado en un pueblo.
En esas circunstancias el paisaje humano cambia, surgen fuegos, se extinguen esclavitudes, se conmueven continentes, la humanidad convulsionada salta a los abismos y vuela, los remonta. Ese torbellino es la Revolución.
Uno de esos hombres fue Simón Bolívar, él que ha podido ser un feliz alcalde de San Mateo, fue poseído, tocado por la historia, y resume la independencia.
Otro de estos hombres fue Lenin, frenético de justicia, derrumbó zares y sembró esperanza, recordó a la humanidad la fuerza constructora de las masas.
Otro es Fidel, el rompedor de dogmas.
Si es difícil, escaso el líder que resume a una Revolución, más difícil aún es la permanencia de la obra revolucionaria inicial: contra ella se confabula la condición humana tallada en el pasado, que habita a enemigos y a revolucionarios.
Las revoluciones cometen muchísimos errores, pero hay uno que la historia no perdona: atentar contra su líder. Cuando esto sucede la Revolución queda sin centro, pierde su fuerza, su capacidad de rectificación y de encontrar el rumbo: se convierte en una hoja que cae de un árbol girando sobre sí misma, bamboleándose sin control, inexorable en su desplome. Muere el sueño.
En San Pedro Alejandrino, cuando asesinaron a Bolívar murió la Independencia y murió la Gran Colombia. El sueño del Monte Sacro quedó por hacer.
Con Lenin murió también la Unión Soviética, Gorbachov y Yeltsin, son hijos directos de aquella desaparición.
Cuando desaparece Allende, solo quedó la oscuridad.
A medida que avanza la Revolución Bolivariana, se definen los campos, se perfila con fuerza la resolución de ir al Socialismo, entonces, las tentaciones para el disparate, para el error, son muchas: se despiertan iniciativas, apetencias, vocaciones para el desaguisado, inventos, atajos que solo conducen a la restauración capitalista.
Hay un error imperdonable que está Revolución no puede cometer ni puede tolerar: es el error de lesionar al líder, en nombre de la Revolución, de unas consignas bonitas, “productivas”, sentar tienda aparte, caminar aislados.
Son tiempos de jugar cuadro cerrado con Chávez, defender la Revolución, la esperanza. Ninguna cabriola teórica o política, por bonita que suene, podrá lesionar al centro de esta Revolución. Los derrotaremos!.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para Los Cinco!

26.11.09

ASESINEN AL EPICENTRO

El imperio capitalista mundial, a la hora de las definiciones, al defender sus intereses, es uno solo. En el momento crucial se une en gavilla contra la amenaza común, hoy detecta con su sensible olfato una amenaza en la Revolución Bolivariana.
Como bien lo dice el Comandante, está aquí, en Venezuela, el epicentro de la oleada socialista, quizá la última. Eso es un orgullo para los revolucionarios, pero también es una alerta: el imperio, los capitalistas de afuera y de adentro ya dictaron la orden, ¡asesinen la amenaza!
Es por eso que debemos afinar nuestras defensas, activar los sensores del sentimiento popular, y sobre todo fortalecer la conexión masa-dirección, Comandante-pueblo, cuidarla.
Es contra ella que el enemigo enfila sus más terribles armas, saben que al debilitarnos allí podrán ensayar algún zarpazo.
Es necesario estudiar las fluctuaciones de la participación de la masa, cuáles acciones de la Revolución debilitan la conexión, cuáles la fortalecen, descubrir las manipulaciones del enemigo, los usos del miedo, entender que la guerra es en el alma del pueblo, el objetivo su psiquis.
El imperio es perverso en sus ataques, usa todos sus recursos y no tiene escrúpulos, inventa mentiras poderosas capaces de derrocar gobiernos, crea necesidades, ficciones que ponen en dificultades a las revoluciones.
Así, construyen un cerco contra la Revolución Bolivariana, que va desde las bases en Colombia, la activación de los paramilitares, hasta el intento de engañar al pueblo en las elecciones parlamentarias.
Manejan con destreza el miedo a la guerra, y al mismo tiempo desprestigian a la Revolución y a sus dirigentes, el objetivo es uno solo: bajar el nivel de movilización, adormitar al pueblo, debilitar la conexión Revolución-masa.
En ocasiones sus ataques les dan resultados. Siempre que eso sucede, encontramos en el fondo descuido de parte de la Revolución, triunfalismo, falta de creación de los pilares materiales de la Conciencia del Deber Social, ambigüedad organizativa, acciones de gobierno paradójicas, que desconciertan, acciones de gobierno acertadas, pero mal explicadas. Un olvido de la estrategia sustituida por el inmediatismo.
Pero también encontramos un hábil manejo oligarca de las debilidades de la masa, una manipulación de las necesidades y expectativas creadas durante siglos de dominación.
Es allí, en estos frentes, que debemos centrar nuestra acción política.
Siendo así, es imprescindible que nuestros medios se asuman como piezas claves de la confrontación, que se presenten sin grietas, sin concesiones, desmontando las mentiras oligarcas, pero también formando a la masa, dotándola de teoría que permita ubicarse en el momento, ayudándola a la comprensión de los extravíos teóricos que tanto daño hacen.
La Revolución debe explicar todas sus acciones, el pueblo debe estar informado, involucrarlo en los problemas y en sus soluciones, esa es la única garantía de éxito.
La gran escuela de formación de revolucionarios es la movilización, allí se vive el ambiente de la fraternidad estratégica, esa es la fiesta de los revolucionarios, la prefiguración de la nueva manera de vivir.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nóbel para los Cinco!

25.11.09

EL EJEMPLO

Las elecciones parlamentarias presagian tempestad en el campo oligarca, y también en el campo bolivariano. La similitud nos llama a reflexión.
¿Qué hay de igual en los dos campos que reaccionan de la misma manera frente a las elecciones? ¿cómo este comportamiento influye en el apego popular? ¿cómo remediarlo, cómo marcar la necesarísima diferencia con el campo oligarca?. Son preguntas que surgen de inmediato. Busquemos respuestas.
Primer hecho: el parlamento es una fuente de privilegios, la oligarquía lo talló así, de esa manera satisfacía la docilidad y el clientelismo propio y necesario para esa clase política. La Revolución heredó ese parlamento y ese parlamentarismo.
Segundo hecho: las elecciones oligarcas están adaptadas al parlamento que se va a elegir. Son pelea a cuchillo, disputa de egoísmos buscando capturar esos privilegios.
La Revolución heredó esas elecciones.
Tercer hecho: las elecciones y el parlamento tallan en los parlamentarios y en los electores conductas mezquinas propias del capitalismo, de la oligarquía. Impregnan a la sociedad de la ética infame del egoísmo.
Primera conclusión: la Revolución , el espíritu revolucionario se ve perjudicado por las elecciones y el parlamento oligarca, en sus filas se implanta un comportamiento oligarca que nos aleja de la masa, nos hace parecer iguales, no nos diferencia.
Debemos encontrar otra manera de elegir y de legislar. Una manera socialista. De lo contrario, las elecciones y el parlamento serán obstáculo para la implantación de las nuevas relaciones humanas socialistas, las basadas en la fraternidad, en el amor, no en la guerra de todos contra todos.
¿Cómo hacerlo?
La Revolución Bolivariana, que es una Revolución pacífica, obligada a convivir con los oligarcas, debe buscar caminos inéditos para los cambios.
En estos caminos el ejemplo es principal arma, con el ejemplo de la vanguardia se labran conductas en la sociedad.
Siendo así, y aprovechando las elecciones parlamentarias, la vanguardia socialista, que es el PSUV, puede dar un gran salto en la construcción de un nuevo parlamentarismo, de una nueva manera de elegir, puede dar una señal al pueblo de lo que nos diferencia de los oligarcas. Veamos.
Los candidatos electos en las listas del PSUV, deben renunciar a sus privilegios en el parlamento. No recibirán dinero, se les garantizará, de la manera más modesta posible, y apoyándose en los Consejos Comunales, la satisfacción de sus necesidades. No tendrán derecho a secretaria, asistentes, guardaespaldas, etc. Las casas regionales del partido proveerá de una modesta oficina a los parlamentarios y los viajes de estos se reducirán al máximo.
De esta manera se dará el ejemplo de un nuevo parlamentarismo, se demostrará que es posible. El parlamento dejará de ser un medio de vida, para transformarse en un medio de servir a la sociedad, en un verdadero instrumento socialista.
La Revolución, el PSUV, necesitan dar señales a la sociedad de que son diferentes, que hay intención clara de construir una nueva relación humana, que existen razones profundas para creer en los bolivarianos.
Parecernos a ellos, es el suicidio.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nóbel para Los Cinco!

24.11.09

LA REVOLUCIÓN Y LAS MASAS

La conexión de la Revolución con las masas es vital, definitiva, de ella depende el éxito del proceso, sin ella la Revolución irremediablemente se pierde.
Es imprescindible el estudio de esa conexión, los líderes, las organizaciones, deben sentirla, medirla, tener el arte y la ciencia de su correcta evaluación.
La conexión revolución-masas fluctúa: a veces está en flujo, en auge, las masas hacen suyas las tareas de la Revolución, se funden con los líderes, en otras ocasiones está en reflujo, entonces las masas se apartan de sus dirigentes, escépticas. Son momentos de autocríticas, correcciones, rectificaciones, y también de grave peligro. La Revolución entra en períodos de debilitamiento, presenta grietas que son aprovechadas por el enemigo para yugularla.
Estas fluctuaciones se producen, estos períodos de flujo y reflujo se suceden porque la masa al principio de la Revolución no tiene una comprensión de la estrategia, sólo la intuye, y por eso se pierde en los requiebros tácticos.
¿Cómo evaluar correctamente las fluctuaciones, cómo saber en qué fase nos encontramos, cómo corregir? Son preguntas para reflexionar.
Las fluctuaciones se pueden medir por las movilizaciones, éstas son para el revolucionario una escuela y una encuesta. Por ellas, por el entusiasmo en ellas, se puede medir la masa actuante.
Las movilizaciones alrededor de objetivos políticos altruistas nos dan una visión del nivel de la conexión. Aquí cabe diferenciar la movilización en las que la masa asiste con entusiasmo, con alto grado de espontaneidad, inventando maneras de participación: se disfraza, lleva carteles ingeniosos de denuncias, fotos. En ella se siente la fraternidad entre los participantes, la alegría de ser uno, de participar de un mismo sueño. Casi siempre son en campo abierto, en alta mar.
Otra cosa es la procesión fría, automática, siempre en espacios cerrados, con participantes ordenaditos, sin meterse para lo hondo, en la orillita.
La movilización nos da una buena medida de la conexión, además educa en la relación fraterna. La procesión engaña, cumple el requisito burocrático, pero sin conexión con la masa, al contrario, la simula, la suplanta, es una peligrosa ficción.
Atenerse a las encuestas es un error, ellas son frías, miden la superficie, nunca el alma. El espíritu combativo de las masas, ese que defiende y construye revoluciones, sólo se mide en la calle, con movilización. Además las movilizaciones educan, aceran el ánimo para el combate, estimulan la discusión política, sugieren la organización.
¿Pero, en qué fase nos encontramos hoy? No queremos entrar en esa discusión, cada uno tendrá su propia apreciación, no importa cuál sea la respuesta, siempre la solución será la misma:
Si hay reflujo, igual que si hay flujo, auge o escepticismo, siempre debemos evaluar el camino, rectificar y movilizar, hacer que la masa haga suya la causa revolucionaria, explicarle la estrategia y su conexión con la táctica.
Nunca una Revolución debe dar por sentado el apoyo de la masa, este debe ser evaluado en la mañana y otra vez en la tarde.
¡Chávez es Socialismo!
¡Nóbel para los Cinco!

23.11.09

CONCIENCIA Y ECONOMÍA

La relación conciencia y economía es vital para una Revolución. De la solución dependerá el destino del proceso. Es importantísimo discutir esta relación, una equivocación aquí es fatal. Estudiemos el asunto.
Cuando alguien de aquí adentro quiere hablar mal del Socialismo, se refiere a la experiencia Soviética y desde allí descalifica a todo el Socialismo, y a todos los intentos por construirlo. De esta manera privan a la humanidad de la experiencia del camino de la construcción del único mundo viable, el mundo socialista. En el fondo no son socialistas pero no se atreven a decirlo, lo atacan sinuosamente.
Nunca se preguntan ¿por qué Cuba resistió aquella debacle, por qué en Cuba a pesar de todas las dificultades el Socialismo existe?
La respuesta está en una correcta solución de la relación Conciencia-Economía. Veamos.
Los soviéticos plantearon la hegemonía de la economía sobre la conciencia, así una buena economía era suficiente para garantizar la marcha de aquel proceso. La economía formaría espontáneamente la conciencia revolucionaria.
Guiados por esta idea crearon el llamado Cálculo Económico, denominado por el Che autogestión. En este sistema cada fábrica era una unidad económica de funcionamiento aislado, con su presupuesto, capacidad de crédito, etc. En este Cálculo Económico el estímulo material era la palanca principal, y la mercancía su centro.
De esta manera cada fábrica se constituyó en un foco de egoísmo, el intercambio entre estas fábricas socialistas era intercambio de mercancías, cada una pujaba para el beneficio de su unidad.
Ya sabemos cómo terminó la Unión Soviética.
El Che se enfrentó temprano a esta concepción soviética de la economía, y los cubanos plantearon la conciencia revolucionaria como lo fundamental en un proceso revolucionario. La conciencia revolucionaria puede producir riquezas, pero a partir de las riquezas no se puede formar conciencia revolucionaria.
Los cubanos implantaron el Sistema Presupuestario de Financiamiento: más allá de un concepto económico es una visión global de la Revolución. Postula la transición de capitalismo a Socialismo como un hecho conciente, es la Conciencia del Deber Social el pilar fundamental del Socialismo. Por tanto, todas las acciones económicas deben tener como objetivo crear condiciones a la formación de esta conciencia.
En este Sistema Presupuestario, las fábricas, según su rama, forman parte de un gran consolidado, entre ellas no hay intercambio de mercancías, funcionan como una sola empresa cuyas unidades intercambian productos. El estímulo moral es lo principal, y el estimulo material tiende a extinguirse.
El Sistema Presupuestario de Financiamiento, defendido con extraordinaria valentía intelectual por el Che, y a pesar de los obstáculos para su implementación, tuvo y tiene gran importancia en la formación de la asombrosa Conciencia Revolucionaria del pueblo de Cuba, un factor determinante en la resistencia de la humanidad frente al imperio capitalista.
La polémica entre las dos maneras de organizar la economía socialista, y sus consecuencias prácticas son una valiosa experiencia a ser aprovechada por la Revolución Bolivariana. Allí hay un rumbo para resolver la vital relación Conciencia-Economía.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nóbel para los Cinco!

22.11.09

LA CÁRCEL OLIGARCA

Las clases dominantes mantienen su hegemonía con una perversa combinación de fuerza y manipulación espiritual, esta mezcla se ha perfeccionado durante milenios. Los revolucionarios debemos estudiarla con detenimiento.
La manipulación espiritual teje sobre la humanidad una formidable cárcel, es imperceptible, pero muy eficaz, nos mantiene sometidos a la voluntad del poderoso. Esta prisión coloniza de tal manera el alma del subyugado que lo hace agente y constructor de su propia dominación, de su yugo, artífice de su desgracia.
Hace posible el asombro de que las víctimas elijan, protejan a sus verdugos y al mismo tiempo entierren a sus liberadores.
Pero lo que es más grave, donde el daño es mayor, es la ignorancia de la humanidad cautiva, del momento que vive.
La especie está en peligro de extinción, pero el mundo sigue imperturbable su vida chiquitica, preocupado por tonterías, emocionado por un gol o un jonrón que le anuncia que terminó un juego y que mañana se abrirá de nuevo el circo, para presenciar otro gol y otro jonrón, o una elección de presidente, o de miss universo.
Las organizaciones políticas revolucionarias viven viéndose el ombligo, ganando certámenes que ellas mismas fabrican, actuando como si hubiese tiempo, como si nada importante pasara, aburridas.
Todos prisioneros de la cárcel oligarca, detrás de los barrotes espirituales.
La manipulación espiritual, la cárcel que construye, es sin duda el principal obstáculo para la liberación de la especie. Ha llegado a tal grado de perfección, ha creado tales instrumentos de intervención en el alma colectiva, que su derrota no es posible sin un proceso inmenso de alumbramiento dirigido por el ejemplo y la prédica de una vanguardia de Apóstoles, que develen la realidad, que prefiguren al nuevo mundo.
Que griten que el mundo corre peligro, que los polos se derriten, que los mares se pudren, los bosques desaparecen, el hambre aumenta, que el aire intoxica, el humano es infeliz, que es verdugo del propio hermano, que no nos reconocemos como parte de la vida, actuamos como peste, que por ese camino desapareceremos.
Que exclamen y muestren las pruebas del desastre que es la vida egoísta del capitalismo, demuestren el peligro cierto, derrumben los barrotes espirituales, liberen a los prisioneros de la cárcel oligarca.
Que promuevan el retorno a la vida en sociedad, la rescaten del mercado, indiquen el camino de retorno a los días en que vivíamos dando cada uno según su capacidad y recibiendo de acuerdo a su necesidad.
Prediquen que ese retorno a la senda de la felicidad, de la supervivencia de la vida, se llama Socialismo.
Liberarnos de la cárcel oligarca nunca fue tan urgente, el mundo, la humanidad, requiere una señal de liberación, un ejemplo, una luz. Nosotros, la Revolución Bolivariana, estamos llamados a señalar el camino. Ese es nuestro reto, lo cumpliremos con la pasión de los que se saben destinados para lo grande.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para Los Cinco!