23.9.12

CHÁVEZ Y LA CLASE OBRERA (Domingo 23-09-2012)


El extraordinario avance de la Revolución Bolivariana , el mayor mérito de Chávez, su conductor, el que sin duda registrará la historia, es haber creado las condiciones para que por primera vez la ideología proletaria, la verdaderamente socialista, entre en combate, se riegue rápidamente en el corazón de la clase obrera y la encuentre con su papel histórico: liberar a toda la sociedad del trabajo enajenado, de la hegemonía de la propiedad nosocial de los medios de producción, avanzar hacia el Socialismo.
El combate se plantea ahora, por primera vez, entre el capitalismo en sus diversas variantes, representado conspicuamente por capriles, quien con desfachatez plantea el impulso a la propiedad nosocial de los medios de producción, la privatización de la petrolera y de las empresas básicas de Guayana. Cultiva los sentimientos más viles y al egoísmo llevado a niveles de demencia. Es el capitalismo salvaje en su expresión fascista. Enfrentado a Chávez, a la clase obrera, a una Revolución que después de largo camino encontró a su clase motora que le da fuerza para, como decían los clásicos "tomar el cielo por asalto" y fundar un mundo con la mayor suma de felicidad posible.
Es claro que los días que vendrán serán de enfrentamiento, es importante precisar  ¿quienes, cuáles clases participarán en la pugna? Veamos.
Primero, encontramos a los pequeños burgueses dentro del proceso, queriendo morigerar las contradicciones e ignorarlas, su proyecto ahora es regresar a una especie de pacto de punto fijo, una recomposición de la dominación burguesa. Ya han avanzado mucho en la concertación económica, plantean con desparpajo la convivencia y estimulación del capitalismo criollo, trabajan en la concertación política.
Al lado de los pequeños burgueses internos encontramos a los tradicionales políticos de derecha y de centro, que representan a sectores de la pequeña burguesía, externa al proceso, tendiendo puentes hacia el neo pacto.
La situación de la clase obrera es de estudio obligado para entender cuál será el futuro. Encontramos una fracción aún dominada por los dirigentes economicistas que oscilan entre la falta de arraigo en las bases obreras, la gestión del reparto de la renta y la necesidad de acompañar al proceso revolucionario que no lo sienten suyo, al contrario, lo adversan con sus costumbres y su ideología economicista.
A su lado vemos una fracción anarcoide que no comprende los cambios en la política nacional, las posibilidades revolucionarias que representa el Comandante Chávez, y se confinan a una suerte de control obrero que termina siendo una forma "eficaz" de reclamar una parte de la renta, y de debilitar la posibilidad socialista.
Los obreros petroleros son esperanza, allí se detecta el esfuerzo por desperezarse de años de adormidera, hay trabajo voluntario, se forman sindicatos políticos, se intenta otra relación en el trato de las reivindicaciones, se entiende que el propietario es la sociedad. Pero sobre todo se toma conciencia del papel que deben cumplir en esta etapa: ayudar al avance hacia el Socialismo, ser ejemplo y guía en esa marcha, irradiar su ideología al resto de la sociedad.
¡Viva Chávez!

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