10.3.12

LA PUERTA SE HABRÁ CERRADO (Sábado 10-03-2012)

En un artículo reciente Noam Chomsky, nos alerta con alta preocupación sobre el destino incierto de la vida planetaria. Escribe:

"El economista en jefe de la AIEA (Agencia Internacional de Energía Atómica), Fatih Birol, dijo: “La puerta se está cerrando… Si no cambiamos la dirección ahora en cuanto a cómo usamos la energía, terminaremos más allá de lo que los científicos nos han dicho que es el mínimo (para seguridad). La puerta se habrá cerrado para siempre”.

LA AIEA calculó que si el mundo sigue avanzando por su ruta actual, el “presupuesto de carbono” se habrá agotado para 2017. El presupuesto es la cantidad de emisiones que puede mantener el calentamiento global en un nivel de 2 grados Celsius, considerado el límite de seguridad".

Las noticias son terribles, Chomsky agrega ¿con tristeza o con rabia?:

"A veces es útil, para tener una perspectiva sobre lo que está ocurriendo en el mundo, adoptar la posición de observadores extraterrestres inteligentes que contemplan las extrañas ocurrencias en la Tierra. Observarían , asombrados, que el país más rico y poderoso en la historia del planeta ahora encabeza a los "lemmings" en su alegre avance hacia el precipicio.

A medida que estos ominosos informes eran dados a conocer, el diario Financial Times dedicó en una plana entera a las optimistas expectativas de que Estados Unidos podría llegar a ser independiente en cuanto a energía durante un siglo con la nueva tecnología para la extracción de combustibles fósiles norteamericanos".

Es así, el desajuste del clima global es debido a la alta acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera, proveniente de la quema de combustible fósil. No obstante el mundo corre desaforado en la búsqueda y explotación de más petróleo para quemarlo. A este ritmo de uso irresponsable del combustible fósil, a la vida le quedarán poquísimos años para firmar su sentencia definitiva. Sin embargo, la especie sigue camino del abismo, tal como los lemmings, pequeños animalitos que se suicidan en masa lanzándose al mar.

El cuadro es alarmante, no obstante, la humanidad atrapada en el capitalismo es incapaz de una respuesta eficaz, de sensatez, de instinto de conservación... el capitalismo es una peste que nos enceguece, nos embrutece al punto de incapacitarnos para defender la vida.

Cabe preguntar, ¿quién podrá dar el primer paso que sirva de ejemplo para el resto de la humanidad? ¿Quién romperá el cerco demencial que nos impone el capitalismo? ¿Quién restaurará la capacidad de sacrificio indispensable para salvar al planeta?

Nosotros, la Revolución Bolivariana , somos una posibilidad, el Socialismo sólo será verdadero, sólo justificará su lucha, si construye una alternativa que salve a la humanidad. El tiempo se agota, no podemos conformarnos con la retórica, con la etiqueta, el mundo necesita con urgencia el asombro que lo salve.

No basta con denunciar el problema, es necesario construir la solución: el Socialismo. Mientras exista la esperanza debemos protegerla, es necesario que Chávez gane, es necesario que profundicemos la construcción del camino.

¡Con Chávez!

1 comentario:

Edgar N. dijo...

Excelente articulo, creo q ya basta de la depredación del ecosistema a causa del "profit", creo q hay plantarse firme y ante el desbalance q se esta causando a causa de la utilización de combustibles fósiles como fuente de energía, creo q la raza humana puede encontrar otras formas d generar energía, mas sustentable y sanas para el planeta, pero creo q en la mente de algunos es mucho mas fácil la alternativa q hoy Chomsky y miles de organizaciones ambientalistas reclaman, y el ciudadano común es totalmente apático ante esto, en ocasiones desespera ver tanta apatía y no ver lo q sucede. Y ademas ese sistema económico es insustentable, el consumo infinito en un planeta finito es una idea totalmente irrisoria. Como diría sabiamente Ghandi "El mundo es suficientemente grande para satisfacer las necesidades de todos, pero siempre sera demasiado pequeño para satisfacer la avaricia de algunos."

Saludos.