El reciente reporte económico del Banco Central registra un aumento en el PIB que tiene a los economistas brincando de alegría. Unos están contentos porque se elevó la manufactura, otros presagian crecimiento sostenido por varios semestres más.
¿Qué significa toda esa algarabía? ¿Cómo influyen los datos en la marcha hacia el Socialismo? ¿Esa es todavía la meta?
Antes de entrar en materia precisemos: la economía tiene una estrecha relación con la conciencia. Si la economía tiene fuerte componente egoísta, de competencia, explotación, en resumen, si es capitalista, basada en la propiedad nosocial de los medios de producción, entonces sostendrá conciencia egoísta.
Si por el contrario la economía está basada en la fraternidad, en los valores de uso, en la Propiedad Social administrada por el Estado Nacional, en resumen, si es socialista, entonces, la conciencia que allí se entrelace será amorosa, consecuente con el deber social, socialista.
De allí que cuando un capitalista habla de economía se conforma con ver los índices de crecimiento del sector privado: el consumo, la ganancia, la manufactura, y cuando estos índices están buenos se alegra, lo demás no le importa. El sistema capitalista tiene siglos perfeccionando la economía y la conciencia egoísta que de ésta se desprende.
Los reformistas son un poco más recatados, se avergüenzan, se comportan igual que los capitalistas, pero buscan variados afeites para presentar su alegría, que es la misma de los capitalistas. Intentan contrabandearnos la vía china como camino al Socialismo, se disfrazan de capitalismo humano. Aquí podríamos parafrasear la famosa reacción del socialista alemán, August Bebel, y decir: "qué has hecho economista reformista que los capitalistas aplauden tus índices".
Los socialistas que quieren sustituir al sistema deben tener otra lectura de los datos económicos. Veamos.
No es lo mismo el crecimiento económico de la propiedad nosocial, que sostendrá conciencia egoísta, contraria al Socialismo, que el crecimiento de la propiedad social que sustenta al Socialismo, propiedad que se entrelaza con la conciencia socialista.
El Socialismo debe estudiar el movimiento económico con el filtro de la creación de conciencia, de ésta emergerá el comportamiento político de las masas, su reflejo electoral.
Sabemos que la relación entre la forma económica, la conciencia y el comportamiento político de la sociedad, es estrecha, intima. Ahora bien, en una Revolución pacífica esta relación es muchísimo más delicada: cualquier derivación hacia la propiedad nosocial aparecerá en lo político multiplicada por miles.
El camino pacífico al Socialismo implica una batalla frontal, extremista, contra la cultura capitalista, y esta batalla precisa de una base económica, propiedad social, clara, y requiere una campaña permanente por los valores socialistas, mostrando la relación entre economía y conciencia.
El informe del Banco Central y los comentarios que suscita evidencian la lucha entre la economía nosocial, que se resiste a morir, y la economía social que emerge con fuerza. Esta batalla, aunque aún no se muestra en lo político, es decisiva para el éxito de la Revolución.
¡Con Chávez resteaos!
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